¹¹ Y ve^[a] a los desterrados, a los hijos de tu pueblo; háblales y diles, escuchen o dejen de escuchar: «Así dice el Señor Dios^[b]».

¹² Y tú, hijo de hombre, di a los hijos de tu pueblo: «La justicia del justo no lo salvará el día de su transgresión^(A), y la maldad del impío no le será tropiezo el día que se aparte de su maldad^(B); como tampoco el justo podrá vivir por su justicia^[a] el día que peque».

¹⁷ Pero los hijos de tu pueblo dicen: «No es recto el camino del Señor», pero es su propio camino el que no es recto.

³⁰ Pero en cuanto a ti, hijo de hombre, los hijos de tu pueblo hablan de ti junto a los muros y en las entradas de las casas; hablan el uno al otro, cada cual a su hermano, diciendo: Venid ahora, y oíd cuál es la palabra que viene del Señor^(A).

¹⁸ Y cuando los hijos de tu pueblo te hablen, diciendo: «¿No nos explicarás qué quieres decir con esto^(A)?»,