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Con respecto a los utensilios de oro y de plata que Nabucodonosor sacó del templo de Jerusalén y llevó a Babilonia, que los devuelvan a Jerusalén, y que se pongan en el templo de Dios, donde deben estar.

Entonces el rey Darío dio la siguiente orden[a] a Tatenay, gobernador de la provincia al oeste del río Éufrates, y a Setar Bosnay y a sus compañeros, los funcionarios de dicha provincia:

Alejaos de Jerusalén y no estorbéis la obra de reconstrucción del templo de Dios. Dejad que el gobernador de la provincia de Judá y los dirigentes judíos reconstruyan el templo en su antiguo sitio.

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Footnotes

  1. 6:6 Entonces el rey Darío dio la siguiente orden. Se ha añadido esta frase para indicar el cambio de sujeto.