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Profecía contra el monte Seír

35 El Señor se dirigió a mí, y me dijo: «Vuélvete hacia el monte de Seír y habla en mi nombre contra él. Dile:

»“Esto dice el Señor:

Yo me declaro tu enemigo,
monte de Seír,
y te voy a castigar
dejándote desierto y en ruinas.
Voy a dejar destruidas tus ciudades,
y tú quedarás convertido en un desierto.
Entonces reconocerás que yo soy el Señor.

»”Tú has sido eterno enemigo de los israelitas, y les hiciste la guerra cuando ellos recibían el castigo final por sus pecados. Pero yo, el Señor, juro por mi vida que te entregaré a la muerte, y la muerte te perseguirá. Eres culpable de muerte, y la muerte te perseguirá. Te voy a dejar desierto y en ruinas, monte de Seír, y no permitiré que nadie vuelva a pasar por ti. Haré que tus cerros y tus colinas, tus valles y tus ríos, queden llenos de los cadáveres de los que mueran en la guerra. Te dejaré convertido para siempre en un desierto, y nadie vivirá en tus ciudades. Entonces reconocerán ustedes que yo soy el Señor.

10 »”Tú dijiste: El país de Israel, con sus dos reinos, será mío; yo seré su dueño, a pesar de que el Señor viva allí. 11 Pero yo, el Señor, juro por mi vida que voy a tratarte a ti con la misma ira, envidia y odio con que tú trataste a Israel. Cuando yo te castigue, ellos me reconocerán. 12 Entonces verás que yo, el Señor, había escuchado todos los insultos que lanzaste contra los montes de Israel. Tú dijiste: ¡Son un desierto; ahora los podemos devorar! 13 Abriste la boca desafiándome, y se te soltó la lengua contra mí. Yo lo escuché.

14 »”Pues esto digo yo, el Señor: Toda la tierra se va a alegrar cuando yo te destruya. 15 Tú te alegraste cuando fue destruido el país que Israel recibió en propiedad, pero lo mismo pasará contigo: quedarás hecho un desierto, monte de Seír, país de Edom. Entonces reconocerán que yo soy el Señor.”

Futura prosperidad de Israel

36 »Y tú, hombre, habla en nombre mío a las montañas de Israel, y diles que escuchen mi palabra. Yo, el Señor, digo: Los enemigos de Israel se creen dueños ya de las montañas eternas. Pues bien, habla en mi nombre y diles: “Esto dice el Señor: De todas partes las atacan a ustedes y las destruyen; todos los pueblos extranjeros se han apoderado de ustedes, y la gente las trata con burla y desprecio. Por lo tanto, montañas de Israel, escuchen el mensaje del Señor a las montañas, colinas, ríos y valles; a las ruinas despobladas y a las ciudades desiertas de Israel, que han sido saqueadas por los pueblos vecinos y que han sido objeto de burla por parte de ellos. Esto dice el Señor: Mis palabras van encendidas de enojo contra los otros pueblos, y en especial contra todo Edom, porque con gran alegría se apoderaron de mi tierra y con profundo desprecio saquearon sus campos.”

»Habla en mi nombre acerca de la tierra de Israel, y di: “Esto dice el Señor a las montañas, colinas, ríos y valles: Yo tengo palabras de ira y furor, por los insultos que han sufrido ustedes de parte de las naciones extranjeras. Por lo tanto yo, el Señor, juro que los pueblos vecinos de ustedes se verán cubiertos de vergüenza. Ustedes, en cambio, montañas de Israel, estarán cubiertas de árboles grandes y con mucho fruto para mi pueblo Israel, que ya está a punto de regresar. Yo las voy a proteger, y haré que sean cultivadas y sembradas. 10 Haré que aumente mucho el pueblo de Israel que vive allí. Las ciudades se llenarán de habitantes, y las ruinas serán reconstruidas. 11 Haré que aumenten en ustedes los hombres y los animales, y que se hagan muy numerosos. Habrá tantos habitantes como antes, y ustedes estarán mejor que en el pasado. Entonces reconocerán que yo soy el Señor. 12 Haré que mi pueblo camine sobre ustedes, montañas de Israel, y que tomen ellos posesión de ustedes como dueños, y ustedes no volverán a dejarlos sin hijos.

13 »”Yo, el Señor, digo: A ustedes, montañas, las acusan de comerse a la gente y de dejar sin hijos a su pueblo. 14 Pues bien, ustedes no volverán a comerse a la gente ni a dejar sin hijos a su pueblo. Yo, el Señor, lo afirmo. 15 No permitiré que oigan de nuevo los insultos de las naciones extranjeras; no recibirán más ofensas de esos pueblos, porque ustedes no volverán a dejar sin hijos a su pueblo. Yo, el Señor, lo afirmo.”»

16 El Señor se dirigió a mí, y me dijo: 17 «Cuando los israelitas vivían en su tierra, la profanaron con sus malas acciones. Su manera de vivir era para mí algo sucio y repugnante. 18 Entonces descargué mi ira sobre ellos por los asesinatos que cometieron en el país y por la manera en que lo profanaron adorando a los ídolos, 19 y en castigo de sus malas acciones los dispersé entre los demás países y naciones. 20 Pero en todos los pueblos a donde ellos llegaban, ofendían mi santo nombre, pues la gente decía: “Éstos son el pueblo del Señor, pero tuvieron que salir de su país.” 21 Entonces me dolió ver que, por culpa de Israel, mi santo nombre era profanado en cada nación adonde ellos llegaban.

22 »Por eso, dile al pueblo de Israel: “Esto dice el Señor: Lo que voy a realizar no es por causa de ustedes, israelitas, sino por mi santo nombre, que ustedes han ofendido entre las naciones a donde han ido. 23 Yo voy a mostrar ante las naciones la santidad de mi gran nombre, que ustedes han ofendido entre ellas; cuando yo lo haga, ellas reconocerán que yo soy el Señor. Yo, el Señor, lo afirmo. 24 Yo los sacaré a ustedes de todas esas naciones y países; los reuniré y los haré volver a su tierra. 25 Los lavaré con agua pura, los limpiaré de todas sus impurezas, los purificaré del contacto con sus ídolos; 26 pondré en ustedes un corazón nuevo y un espíritu nuevo. Quitaré de ustedes ese corazón duro como la piedra y les pondré un corazón dócil. 27 Pondré en ustedes mi espíritu, y haré que cumplan mis leyes y decretos; 28 vivirán en el país que di a sus padres, y serán mi pueblo y yo seré su Dios. 29 Los libraré de todo lo que les manche. Haré que el trigo abunde, y no volveré a enviarles hambre. 30 Haré también que los árboles y los campos den más fruto, para que ustedes no vuelvan a pasar vergüenza delante de las otras naciones por causa del hambre. 31 Y cuando se acuerden de su mala conducta y de sus malas acciones, sentirán vergüenza de ustedes mismos por sus pecados y malas acciones. 32 Yo, el Señor, lo afirmo: Sepan, israelitas, que no hago esto porque ustedes lo merezcan; sientan vergüenza y confusión por su conducta.

33 »”Yo, el Señor, digo: Cuando yo los purifique de todos sus pecados, haré que vivan en sus ciudades y que reconstruyan las ruinas. 34 La tierra que había quedado desierta, en vez de quedar desierta será cultivada a la vista de todos los que pasan. 35 Y se dirá: Esta tierra, que había quedado desierta, ahora se parece al jardín de Edén; las ciudades que habían sido destruidas, arrasadas y dejadas en ruinas, ahora son unas fortalezas y están habitadas. 36 Entonces los pueblos vecinos que queden con vida reconocerán que yo, el Señor, reconstruyo lo destruido y vuelvo a sembrar lo arrasado. Yo, el Señor, lo he dicho, y lo realizaré.

37 »”Yo, el Señor, digo: Aún haré algo más. Concederé al pueblo de Israel lo que me pida que haga por ellos; multiplicaré su gente como un rebaño. 38 Las ciudades en ruinas se llenarán de tanta gente, que se parecerán a las ovejas que en las fiestas se llevan a Jerusalén para ofrecerlas en sacrificio. Entonces reconocerán que yo soy el Señor.”»

Los huesos secos

37 El Señor puso su mano sobre mí, y me hizo salir lleno de su poder, y me colocó en un valle que estaba lleno de huesos. El Señor me hizo recorrerlo en todas direcciones; los huesos cubrían el valle, eran muchísimos y estaban completamente secos. Entonces me dijo: «¿Crees tú que estos huesos pueden volver a tener vida?» Yo le respondí: «Señor, sólo tú lo sabes.»

Entonces el Señor me dijo: «Habla en mi nombre a estos huesos. Diles: “Huesos secos, escuchen este mensaje del Señor. El Señor les dice: Voy a hacer entrar en ustedes aliento de vida, para que revivan. Les pondré tendones, los rellenaré de carne, los cubriré de piel y les daré aliento de vida para que revivan. Entonces reconocerán ustedes que yo soy el Señor.”» Yo les hablé como él me lo había ordenado. Y mientras les hablaba, oí un ruido: era un terremoto, y los huesos comenzaron a juntarse unos con otros. Y vi que sobre ellos aparecían tendones y carne, y que se cubrían de piel. Pero no tenían aliento de vida.

Entonces el Señor me dijo: «Habla en mi nombre al aliento de vida, y dile: “Así dice el Señor: Aliento de vida, ven de los cuatro puntos cardinales y da vida a estos cuerpos muertos.”» 10 Yo hablé en nombre del Señor, como él me lo ordenó, y el aliento de vida vino y entró en ellos, y ellos revivieron y se pusieron de pie. Eran tantos que formaban un ejército inmenso.

11 Entonces el Señor me dijo: «El pueblo de Israel es como estos huesos. Andan diciendo: “Nuestros huesos están secos; no tenemos ninguna esperanza, estamos perdidos.” 12 Pues bien, háblales en mi nombre, y diles: “Esto dice el Señor: Pueblo mío, voy a abrir las tumbas de ustedes; voy a sacarlos de ellas y a hacerlos volver a la tierra de Israel. 13 Y cuando yo abra sus tumbas y los saque de ellas, reconocerán ustedes, pueblo mío, que yo soy el Señor. 14 Yo pondré en ustedes mi aliento de vida, y ustedes revivirán; y los instalaré en su propia tierra. Entonces sabrán que yo, el Señor, lo he dicho y lo he hecho. Yo, el Señor, lo afirmo.”»

Reunificación de Judá e Israel

15 El Señor se dirigió a mí, y me dijo: 16 «Toma un palo, y escribe en él: “Judá y sus aliados israelitas”. Toma luego otro palo, y escribe: “José, representado por Efraín, y todos sus aliados del resto de Israel”. 17 En seguida, júntalos en tu mano el uno con el otro, de manera que formen uno solo. 18 Cuando tus compatriotas te digan: “Explícanos lo que esto significa”, 19 diles: “Esto dice el Señor: Voy a tomar el palo de José, que está en manos de Efraín y de las demás tribus aliadas de Israel, y lo voy a juntar con el palo de Judá para convertirlos en un solo palo en mi mano.” 20 Ten en tu mano, a la vista de ellos, los dos palos sobre los cuales escribiste. 21 Luego diles: “Esto dice el Señor: Voy a sacar a los israelitas de entre las naciones a donde han ido a parar; los reuniré de todas partes y los haré volver a su tierra. 22 Haré de ellos una sola nación en este país, en los montes de Israel, y tendrán un solo rey. No volverán a estar divididos en dos naciones, ni separados en dos reinos. 23 Tampoco volverán a mancharse adorando ídolos repugnantes ni cometiendo toda clase de pecados. Yo los libraré de todas las infidelidades que han cometido, y los limpiaré de sus pecados. Ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios. 24 Mi siervo David será el rey y único pastor de todos ellos, y ellos me obedecerán y cumplirán mis leyes y decretos. 25 Vivirán en el país que di a mi siervo Jacob, donde también vivieron sus antepasados. Allí vivirán siempre ellos y sus hijos y todos sus descendientes; y mi siervo David será siempre su jefe. 26 Haré con ellos una alianza para asegurarles una vida tranquila. Será una alianza eterna. Haré que aumenten en número, y para siempre pondré mi santo templo en medio de ellos. 27 Viviré entre ellos, y yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo. 28 Cuando mi santo templo esté para siempre en medio de ellos, las demás naciones reconocerán que yo he escogido a Israel como mi posesión sagrada.”»

Profecía contra el monte de Seir

35 Vino a mí palabra de Jehová, diciendo: Hijo de hombre, pon tu rostro hacia el monte de Seir,(A) y profetiza contra él, y dile: Así ha dicho Jehová el Señor: He aquí yo estoy contra ti, oh monte de Seir, y extenderé mi mano contra ti, y te convertiré en desierto y en soledad. A tus ciudades asolaré, y tú serás asolado; y sabrás que yo soy Jehová. Por cuanto tuviste enemistad perpetua, y entregaste a los hijos de Israel al poder de la espada en el tiempo de su aflicción, en el tiempo extremadamente malo, por tanto, vivo yo, dice Jehová el Señor, que a sangre te destinaré, y sangre te perseguirá; y porque la sangre no aborreciste, sangre te perseguirá. Y convertiré al monte de Seir en desierto y en soledad, y cortaré de él al que vaya y al que venga. Y llenaré sus montes de sus muertos; en tus collados, en tus valles y en todos tus arroyos, caerán muertos a espada. Yo te pondré en asolamiento perpetuo, y tus ciudades nunca más se restaurarán; y sabréis que yo soy Jehová.

10 Por cuanto dijiste: Las dos naciones y las dos tierras serán mías, y tomaré posesión de ellas; estando allí Jehová; 11 por tanto, vivo yo, dice Jehová el Señor, yo haré conforme a tu ira, y conforme a tu celo con que procediste, a causa de tus enemistades con ellos; y seré conocido en ellos, cuando te juzgue. 12 Y sabrás que yo Jehová he oído todas tus injurias que proferiste contra los montes de Israel, diciendo: Destruidos son, nos han sido dados para que los devoremos. 13 Y os engrandecisteis contra mí con vuestra boca, y multiplicasteis contra mí vuestras palabras. Yo lo oí. 14 Así ha dicho Jehová el Señor: Para que toda la tierra se regocije, yo te haré una desolación. 15 Como te alegraste sobre la heredad de la casa de Israel, porque fue asolada, así te haré a ti; asolado será el monte de Seir, y todo Edom, todo él; y sabrán que yo soy Jehová.

Restauración futura de Israel

36 Tú, hijo de hombre, profetiza a los montes de Israel, y di: Montes de Israel, oíd palabra de Jehová. Así ha dicho Jehová el Señor: Por cuanto el enemigo dijo de vosotros: ¡Ea! también las alturas eternas nos han sido dadas por heredad; profetiza, por tanto, y di: Así ha dicho Jehová el Señor: Por cuanto os asolaron y os tragaron de todas partes, para que fueseis heredad de las otras naciones, y se os ha hecho caer en boca de habladores y ser el oprobio de los pueblos, por tanto, montes de Israel, oíd palabra de Jehová el Señor: Así ha dicho Jehová el Señor a los montes y a los collados, a los arroyos y a los valles, a las ruinas y asolamientos y a las ciudades desamparadas, que fueron puestas por botín y escarnio de las otras naciones alrededor; por eso, así ha dicho Jehová el Señor: He hablado por cierto en el fuego de mi celo contra las demás naciones, y contra todo Edom, que se disputaron mi tierra por heredad con alegría, de todo corazón y con enconamiento de ánimo, para que sus expulsados fuesen presa suya. Por tanto, profetiza sobre la tierra de Israel, y di a los montes y a los collados, y a los arroyos y a los valles: Así ha dicho Jehová el Señor: He aquí, en mi celo y en mi furor he hablado, por cuanto habéis llevado el oprobio de las naciones. Por lo cual así ha dicho Jehová el Señor: Yo he alzado mi mano, he jurado que las naciones que están a vuestro alrededor han de llevar su afrenta.

Mas vosotros, oh montes de Israel, daréis vuestras ramas, y llevaréis vuestro fruto para mi pueblo Israel; porque cerca están para venir. Porque he aquí, yo estoy por vosotros, y a vosotros me volveré, y seréis labrados y sembrados. 10 Y haré multiplicar sobre vosotros hombres, a toda la casa de Israel, toda ella; y las ciudades serán habitadas, y edificadas las ruinas. 11 Multiplicaré sobre vosotros hombres y ganado, y serán multiplicados y crecerán; y os haré morar como solíais antiguamente, y os haré mayor bien que en vuestros principios; y sabréis que yo soy Jehová. 12 Y haré andar hombres sobre vosotros, a mi pueblo Israel; y tomarán posesión de ti, y les serás por heredad, y nunca más les matarás los hijos. 13 Así ha dicho Jehová el Señor: Por cuanto dicen de vosotros: Comedora de hombres, y matadora de los hijos de tu nación has sido; 14 por tanto, no devorarás más hombres, y nunca más matarás a los hijos de tu nación, dice Jehová el Señor. 15 Y nunca más te haré oír injuria de naciones, ni más llevarás denuestos de pueblos, ni harás más morir a los hijos de tu nación, dice Jehová el Señor.

16 Vino a mí palabra de Jehová, diciendo: 17 Hijo de hombre, mientras la casa de Israel moraba en su tierra, la contaminó con sus caminos y con sus obras; como inmundicia de menstruosa fue su camino delante de mí. 18 Y derramé mi ira sobre ellos por la sangre que derramaron sobre la tierra; porque con sus ídolos la contaminaron. 19 Les esparcí por las naciones, y fueron dispersados por las tierras; conforme a sus caminos y conforme a sus obras les juzgué. 20 Y cuando llegaron a las naciones adonde fueron, profanaron mi santo nombre, diciéndose de ellos: Estos son pueblo de Jehová, y de la tierra de él han salido. 21 Pero he tenido dolor al ver mi santo nombre profanado por la casa de Israel entre las naciones adonde fueron.

22 Por tanto, di a la casa de Israel: Así ha dicho Jehová el Señor: No lo hago por vosotros, oh casa de Israel, sino por causa de mi santo nombre, el cual profanasteis vosotros entre las naciones adonde habéis llegado. 23 Y santificaré mi grande nombre, profanado entre las naciones, el cual profanasteis vosotros en medio de ellas; y sabrán las naciones que yo soy Jehová, dice Jehová el Señor, cuando sea santificado en vosotros delante de sus ojos. 24 Y yo os tomaré de las naciones, y os recogeré de todas las tierras, y os traeré a vuestro país. 25 Esparciré sobre vosotros agua limpia, y seréis limpiados de todas vuestras inmundicias; y de todos vuestros ídolos os limpiaré. 26 Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. 27 Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra. 28 Habitaréis en la tierra que di a vuestros padres, y vosotros me seréis por pueblo, y yo seré a vosotros por Dios.(B) 29 Y os guardaré de todas vuestras inmundicias; y llamaré al trigo, y lo multiplicaré, y no os daré hambre. 30 Multiplicaré asimismo el fruto de los árboles, y el fruto de los campos, para que nunca más recibáis oprobio de hambre entre las naciones. 31 Y os acordaréis de vuestros malos caminos, y de vuestras obras que no fueron buenas; y os avergonzaréis de vosotros mismos por vuestras iniquidades y por vuestras abominaciones. 32 No lo hago por vosotros, dice Jehová el Señor, sabedlo bien; avergonzaos y cubríos de confusión por vuestras iniquidades, casa de Israel.

33 Así ha dicho Jehová el Señor: El día que os limpie de todas vuestras iniquidades, haré también que sean habitadas las ciudades, y las ruinas serán reedificadas. 34 Y la tierra asolada será labrada, en lugar de haber permanecido asolada a ojos de todos los que pasaron. 35 Y dirán: Esta tierra que era asolada ha venido a ser como el huerto de Edén; y estas ciudades que eran desiertas y asoladas y arruinadas, están fortificadas y habitadas. 36 Y las naciones que queden en vuestros alrededores sabrán que yo reedifiqué lo que estaba derribado, y planté lo que estaba desolado; yo Jehová he hablado, y lo haré.

37 Así ha dicho Jehová el Señor: Aún seré solicitado por la casa de Israel, para hacerles esto; multiplicaré los hombres como se multiplican los rebaños. 38 Como las ovejas consagradas, como las ovejas de Jerusalén en sus fiestas solemnes, así las ciudades desiertas serán llenas de rebaños de hombres; y sabrán que yo soy Jehová.

El valle de los huesos secos

37 La mano de Jehová vino sobre mí, y me llevó en el Espíritu de Jehová, y me puso en medio de un valle que estaba lleno de huesos. Y me hizo pasar cerca de ellos por todo en derredor; y he aquí que eran muchísimos sobre la faz del campo, y por cierto secos en gran manera. Y me dijo: Hijo de hombre, ¿vivirán estos huesos? Y dije: Señor Jehová, tú lo sabes. Me dijo entonces: Profetiza sobre estos huesos, y diles: Huesos secos, oíd palabra de Jehová. Así ha dicho Jehová el Señor a estos huesos: He aquí, yo hago entrar espíritu en vosotros, y viviréis. Y pondré tendones sobre vosotros, y haré subir sobre vosotros carne, y os cubriré de piel, y pondré en vosotros espíritu, y viviréis; y sabréis que yo soy Jehová.

Profeticé, pues, como me fue mandado; y hubo un ruido mientras yo profetizaba, y he aquí un temblor; y los huesos se juntaron cada hueso con su hueso. Y miré, y he aquí tendones sobre ellos, y la carne subió, y la piel cubrió por encima de ellos; pero no había en ellos espíritu. Y me dijo: Profetiza al espíritu, profetiza, hijo de hombre, y di al espíritu: Así ha dicho Jehová el Señor: Espíritu, ven de los cuatro vientos, y sopla sobre estos muertos, y vivirán. 10 Y profeticé como me había mandado, y entró espíritu en ellos, y vivieron, y estuvieron sobre sus pies;(C) un ejército grande en extremo.

11 Me dijo luego: Hijo de hombre, todos estos huesos son la casa de Israel. He aquí, ellos dicen: Nuestros huesos se secaron, y pereció nuestra esperanza, y somos del todo destruidos. 12 Por tanto, profetiza, y diles: Así ha dicho Jehová el Señor: He aquí yo abro vuestros sepulcros, pueblo mío, y os haré subir de vuestras sepulturas, y os traeré a la tierra de Israel. 13 Y sabréis que yo soy Jehová, cuando abra vuestros sepulcros, y os saque de vuestras sepulturas, pueblo mío. 14 Y pondré mi Espíritu en vosotros, y viviréis, y os haré reposar sobre vuestra tierra; y sabréis que yo Jehová hablé, y lo hice, dice Jehová.

La reunión de Judá e Israel

15 Vino a mí palabra de Jehová, diciendo: 16 Hijo de hombre, toma ahora un palo, y escribe en él: Para Judá, y para los hijos de Israel sus compañeros. Toma después otro palo, y escribe en él: Para José, palo de Efraín, y para toda la casa de Israel sus compañeros. 17 Júntalos luego el uno con el otro, para que sean uno solo, y serán uno solo en tu mano. 18 Y cuando te pregunten los hijos de tu pueblo, diciendo: ¿No nos enseñarás qué te propones con eso?, 19 diles: Así ha dicho Jehová el Señor: He aquí, yo tomo el palo de José que está en la mano de Efraín, y a las tribus de Israel sus compañeros, y los pondré con el palo de Judá, y los haré un solo palo, y serán uno en mi mano. 20 Y los palos sobre los que escribas estarán en tu mano delante de sus ojos, 21 y les dirás: Así ha dicho Jehová el Señor: He aquí, yo tomo a los hijos de Israel de entre las naciones a las cuales fueron, y los recogeré de todas partes, y los traeré a su tierra; 22 y los haré una nación en la tierra, en los montes de Israel, y un rey será a todos ellos por rey; y nunca más serán dos naciones, ni nunca más serán divididos en dos reinos. 23 Ni se contaminarán ya más con sus ídolos, con sus abominaciones y con todas sus rebeliones; y los salvaré de todas sus rebeliones con las cuales pecaron, y los limpiaré; y me serán por pueblo, y yo a ellos por Dios.

24 Mi siervo David será rey sobre ellos,(D) y todos ellos tendrán un solo pastor; y andarán en mis preceptos, y mis estatutos guardarán, y los pondrán por obra. 25 Habitarán en la tierra que di a mi siervo Jacob, en la cual habitaron vuestros padres; en ella habitarán ellos, sus hijos y los hijos de sus hijos para siempre; y mi siervo David será príncipe de ellos para siempre. 26 Y haré con ellos pacto de paz, pacto perpetuo será con ellos; y los estableceré y los multiplicaré, y pondré mi santuario entre ellos para siempre. 27 Estará en medio de ellos mi tabernáculo, y seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo.(E) 28 Y sabrán las naciones que yo Jehová santifico a Israel, estando mi santuario en medio de ellos para siempre.

Profecía contra Edom

35 La palabra del Señor vino a mí y me dijo: «Hijo de hombre, vuélvete hacia la montaña de Seír y profetiza contra ella. Adviértele que así dice el Señor y Dios: “Aquí estoy contra ti, montaña de Seír. Contra ti extenderé mi mano, y te convertiré en un desierto desolado. Tus ciudades serán destruidas, y tú quedarás en ruinas. Entonces sabrás que yo soy el Señor.

»”Porque mantienes una antigua enemistad entregaste a los hijos de Israel al poder de la espada en el día de su castigo final. Por lo tanto, tan cierto como que yo vivo, afirma el Señor y Dios, te entregaré a la sangre y la sangre te perseguirá. Porque no aborreciste el derramamiento de sangre, esta te perseguirá. Haré de la montaña de Seír un desierto desolado y exterminaré a todo el que pase o venga por allí. Llenaré de heridos tus montes; los que han muerto a filo de espada cubrirán tus colinas, tus valles y los canales de tus ríos. Para siempre te convertiré en una ruina perpetua; tus ciudades quedarán deshabitadas. Entonces sabrás que yo soy el Señor.

10 »”Porque tú has dicho: ‘Estas dos naciones y los dos territorios serán míos, yo seré su dueño’, aunque yo el Señor estaba allí. 11 Por lo tanto, tan cierto como que yo vivo, haré contigo conforme al furor y celo con que tú actuaste en tu odio contra ellos, afirma el Señor y Dios. Y cuando yo te juzgue me daré a conocer entre ellos. 12 Entonces sabrás que yo, el Señor, he oído todas las injurias que has proferido contra las montañas de Israel. Tú dijiste: ‘¡Están devastados, nos han sido entregados para devorarlos!’. 13 Me has desafiado con arrogancia y has multiplicado tus palabras contra mí; yo te he escuchado. 14 Así dice el Señor y Dios: Para alegría de toda la tierra, te dejaré en ruinas. 15 Así como se alegraron cuando quedó desolada la herencia del pueblo de Israel, también yo me alegraré de ti. Tú, montaña de Seír, y todo el territorio de Edom quedarán desolados. Así sabrán que yo soy el Señor”.

Profecía sobre las montañas de Israel

36 »Tú, hijo de hombre, profetiza a los montes de Israel y diles: “Montes de Israel, escuchen la palabra del Señor. Así dice el Señor y Dios: El enemigo se ha burlado de ustedes diciendo: ‘Las antiguas montañas ya son nuestras’ ”. Por eso, profetiza y adviérteles que así dice el Señor y Dios: “A ustedes los han asolado y arrasado por todas partes. Se han convertido en posesión del resto de las naciones y además han sido objeto de burla y de insultos de la gente. Por eso, montes de Israel, escuchen la palabra del Señor y Dios. Así habla el Señor y Dios a los montes y a las colinas, a los canales de los ríos y a los valles, a las ruinas desoladas y a los pueblos deshabitados, saqueados y escarnecidos por los pueblos vecinos. Esto dice el Señor y Dios: En el ardor de mi celo me he pronunciado contra el resto de las naciones y contra todo Edom, porque con mucha alegría y malicia en su corazón[a] se han apoderado de mi tierra para destruirla y saquearla”. Por eso, profetiza acerca de la tierra de Israel. Adviérteles a los montes y a las colinas, a los canales de los ríos y a los valles, que así dice el Señor y Dios: “En mi celo y en mi furor he hablado, porque ustedes han sufrido la deshonra de las naciones. Por eso, así dice el Señor y Dios: Juro solemnemente con la mano en alto que las naciones vecinas también sufrirán su propia deshonra.

»”Ustedes, en cambio, montes de Israel, echarán ramas y producirán frutos para mi pueblo Israel, porque pronto volverán a casa. Yo estoy preocupado por ustedes y los voy a proteger. Ustedes, los montes, volverán a ser sembrados y cultivados; 10 multiplicaré al pueblo de Israel. Las ciudades serán repobladas y reconstruidas las ruinas. 11 Haré que tanto los hombres como los animales se multipliquen; serán fecundos y numerosos. Los poblaré como en tiempos pasados y los haré prosperar más que antes. Entonces sabrán que yo soy el Señor. 12 Haré que mi pueblo Israel transite por el territorio de ustedes. Él te poseerá y tú serás parte de su herencia; nunca más los privarás de sus hijos.

13 »”Así dice el Señor y Dios: Por cuanto te han dicho que devoras a la gente y dejas sin hijos a tu propio pueblo, 14 el Señor y Dios afirma: Ya no devorarás más a la gente ni dejarás sin hijos a tu pueblo. 15 Nunca más te haré oír el ultraje de las naciones; no tendrás que volver a soportar los insultos de los pueblos, ni serás causa de tropiezo para tu nación, afirma el Señor y Dios”».

16 La palabra del Señor vino a mí otra vez y me dijo: 17 «Hijo de hombre, cuando los israelitas habitaban en su propia tierra, ellos mismos la contaminaron con su conducta y sus acciones. Su conducta ante mí era semejante a la impureza de una mujer en sus días de menstruación. 18 Por eso, por haber derramado tanta sangre sobre la tierra y por haberla contaminado con sus ídolos, desaté mi furor contra ellos. 19 Los dispersé entre las naciones y quedaron esparcidos entre diversos pueblos. Los juzgué según su conducta y sus acciones. 20 Pero al llegar a las distintas naciones, ellos profanaban mi santo nombre, pues se decía de ellos: “Son el pueblo del Señor, pero han tenido que abandonar su tierra”. 21 Así que tuve que defender mi santo nombre, el cual los israelitas profanaban entre las naciones por donde iban.

22 »Por eso, adviértele al pueblo de Israel que así dice el Señor y Dios: “Voy a actuar, pero no por ustedes, sino por causa de mi santo nombre, que ustedes han profanado entre las naciones por donde han ido. 23 Daré a conocer la grandeza de mi santo nombre, el cual ha sido profanado entre las naciones, el mismo que ustedes han profanado entre ellas. Cuando dé a conocer mi santidad entre ustedes, las naciones sabrán que yo soy el Señor, afirma el Señor y Dios.

24 »”Los sacaré de entre las naciones, los reuniré de entre todos los pueblos y los haré regresar a su propia tierra. 25 Los rociaré con agua pura, y quedarán purificados. Los limpiaré de todas sus impurezas e idolatrías. 26 Les daré un nuevo corazón y derramaré un espíritu nuevo entre ustedes; quitaré ese corazón de piedra que ahora tienen y les pondré un corazón de carne. 27 Infundiré mi Espíritu en ustedes y haré que sigan mis estatutos y obedezcan mis leyes. 28 Vivirán en la tierra que di a sus antepasados; ustedes serán mi pueblo y yo seré su Dios. 29 Los libraré de todas sus impurezas. Haré que tengan trigo en abundancia y no permitiré que pasen hambre. 30 Multiplicaré el fruto de los árboles y las cosechas del campo para que no sufran más entre las naciones la deshonra de pasar hambre. 31 Así se acordarán ustedes de su mala conducta y de sus acciones perversas; además, sentirán vergüenza por sus propias iniquidades y abominaciones. 32 Y quiero que sepan que esto no lo hago por consideración a ustedes, afirma el Señor y Dios. ¡Avergüéncense y humíllense por su conducta, pueblo de Israel!”.

33 »Así dice el Señor y Dios: El día que yo los purifique de todas sus iniquidades, poblaré las ciudades y reconstruiré las ruinas. 34 Se cultivará la tierra desolada; ya no estará desierta a la vista de cuantos pasan por ella. 35 Entonces se dirá: “Esta tierra, que antes yacía devastada, es ahora un jardín de Edén; las ciudades que antes estaban en ruinas, desoladas y destruidas, están ahora habitadas y fortificadas”. 36 Entonces las naciones que quedaron a su alrededor sabrán que yo, el Señor, reconstruí lo que estaba derribado y replanté lo que había quedado como desierto. Yo, el Señor, lo he dicho y lo cumpliré.

37 »Así dice el Señor y Dios: Una vez más cederé a la súplica del pueblo de Israel y haré esto por ellos: haré que su pueblo sea tan numeroso como un rebaño. 38 Tan numeroso como el rebaño para las ofrendas en Jerusalén durante las fiestas solemnes; así se llenarán de multitudes las ciudades en ruinas. Entonces sabrán que yo soy el Señor».

El valle de los huesos secos

37 La mano del Señor vino sobre mí; su Espíritu me llevó y me colocó en medio de un valle que estaba lleno de huesos. Me hizo pasearme entre ellos, de un lado para otro. Pude ver que los huesos que cubrían el valle estaban muy secos y eran muchos. Entonces me dijo: «Hijo de hombre, ¿podrán revivir estos huesos?».

Y yo contesté: «Señor y Dios, tú lo sabes».

Entonces me dijo: «Profetiza sobre estos huesos y diles: “¡Huesos secos, escuchen la palabra del Señor! Así dice el Señor y Dios a estos huesos: ‘Yo haré entrar en ustedes espíritu y vivirán. Les pondré tendones, haré que les salga carne, los cubriré de piel y les daré aliento de vida. Así vivirán y sabrán que yo soy el Señor’ ”».

Tal y como me lo ordenó, profeticé. Y mientras profetizaba, se escuchó un ruido que sacudió la tierra, y los huesos comenzaron a unirse entre sí. Yo me fijé y vi que en ellos aparecían tendones, les salía carne y se recubrían de piel. ¡Pero no había espíritu en ellos!

Entonces el Señor me dijo: «Profetiza, hijo de hombre; profetiza al espíritu y dile: “Esto ordena el Señor y Dios: ‘Espíritu, ven de los cuatro vientos y sopla sobre estos muertos y vivirán’ ”». 10 Yo profeticé, tal como él me lo había ordenado y el espíritu entró en ellos; entonces vivieron y se pusieron de pie. ¡Era un ejército numeroso!

11 Luego me dijo: «Hijo de hombre, estos huesos son el pueblo de Israel. Ellos andan diciendo: “Nuestros huesos se han secado. Ya no tenemos esperanza. ¡Estamos perdidos!”. 12 Por eso, profetiza y adviérteles que así dice el Señor y Dios: “Pueblo mío, abriré tus tumbas, te sacaré de ellas y te haré regresar a la tierra de Israel. 13 Y, cuando haya abierto tus tumbas y te haya sacado de allí, entonces, pueblo mío, sabrás que yo soy el Señor. 14 Pondré mi Espíritu en ustedes y vivirán. Y te estableceré en tu propia tierra. Entonces sabrás que yo, el Señor, lo he dicho y lo cumpliré, afirma el Señor”».

Unificación de Judá e Israel

15 La palabra del Señor vino a mí y me dijo: 16 «Hijo de hombre, toma una vara y escribe sobre ella: “Para Judá y sus aliados los israelitas”. Luego toma otra vara y escribe: “Para José, vara de Efraín y todos sus aliados los israelitas”. 17 Júntalas, la una con la otra, de modo que formen una sola vara en tu mano.

18 »Cuando la gente de tu pueblo te pregunte: “¿Qué significa todo esto?”, 19 tú responderás que así dice el Señor y Dios: “Voy a tomar la vara de José que está en la mano de Efraín y a las tribus de Israel que están unidas a él, y la juntaré a la vara de Judá. Así haré con ellos una sola vara y en mi mano serán una sola”. 20 Sostén en tu mano las varas sobre las cuales has escrito, para que las vean. 21 Entonces adviérteles que así dice el Señor y Dios: “Tomaré a los israelitas de entre las naciones por donde han andado; los reuniré de todas partes y los haré regresar a su propia tierra. 22 Y en esta tierra, en los montes de Israel, haré de ellos una sola nación. Todos estarán bajo un solo rey; nunca más serán dos naciones ni estarán divididos en dos reinos. 23 Ya no se contaminarán más con sus ídolos, ni con sus iniquidades ni actos abominables. Yo los libraré y los purificaré de todas sus infidelidades.[b] Ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios.

24 »”Mi siervo David será su rey y todos tendrán un solo pastor. Caminarán según mis leyes, cumplirán mis estatutos y los pondrán en práctica. 25 Habitarán en la tierra que di a mi siervo Jacob, donde vivieron sus antepasados. Ellos, sus hijos y sus nietos vivirán allí para siempre y mi siervo David será su príncipe eterno. 26 Y haré con ellos un pacto de paz. Será un pacto eterno. Y los estableceré y haré que se multipliquen; pondré mi santuario entre ellos para siempre. 27 Habitaré entre ellos; yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo. 28 Y, cuando mi santuario esté para siempre en medio de ellos, las naciones sabrán que yo, el Señor, he hecho de Israel un pueblo santo”».

Notas al pie

  1. 36:5 corazón. En la Biblia se usa para designar el asiento de las emociones, pensamientos y voluntad, es decir, el proceso de toma de decisiones del ser humano.
  2. 37:23 infidelidades (mss. hebreos y LXX); moradas (TM).

Mensaje contra Edom

35 Dios también me dijo:

2-3 «Ezequiel, dirige la mirada hacia la región montañosa de Edom, y dales este mensaje a sus habitantes:

“Así dice el Dios de Israel:
¡Yo estoy contra ustedes,
habitantes de Edom!
¡Voy a castigarlos como se merecen!
¡Dejaré su país hecho un desierto!
Sus ciudades quedarán abandonadas,
y su país quedará en ruinas.
Entonces reconocerán
que yo soy el Dios de Israel.

”Ustedes siempre han sido enemigos de los israelitas. Cuando yo los castigué, ustedes lucharon contra ellos. Ustedes dicen que odian la violencia, pero yo les juro que sufrirán una muerte violenta. Sus montañas quedarán abandonadas y desiertas, porque yo destruiré a todo el que pase por allí. Sus cerros y sus colinas, sus valles y sus ríos, quedarán cubiertos de soldados muertos en batalla. Su país quedará hecho un desierto, y nadie volverá a vivir en sus ciudades. Entonces reconocerán que yo soy el Dios de Israel.

10 ”Ustedes sabían que yo vivo en Israel. Sin embargo, creyeron poder adueñarse de mis dos naciones, y de mis dos territorios. 11 Tanta envidia sentían de Israel que lo trataron muy mal: lo atacaron con mucho odio y rencor. Por eso, les juro que voy a tratarlos de la misma manera. Y cuando los castigue, reconocerán que yo soy el Dios de Israel. Juro que así será.

12 ”Yo los oí cuando se burlaban de los israelitas. Los oí decir que dejarían el país convertido en un desierto, y que ustedes acabarían con ellos. 13 Los oí provocarme con sus insultos y desafíos. 14 Pero les juro que seré yo quien acabe con ustedes. Y cuando lo haya hecho, toda la tierra se alegrará. 15 Cuando la tierra de Israel quedó convertida en desierto, ustedes se alegraron. Pero será mayor mi alegría cuando sus montañas y todo su país queden como un desierto. Entonces reconocerán que yo soy el Dios de Israel.”

Las naciones se burlan de Israel

36 »Pero tú, Ezequiel, dales de mi parte este mensaje a los israelitas. Diles que lo escuchen con atención:

2-4 “Ustedes, israelitas, ¡presten atención a mis palabras! ¡Y escúchenme también ustedes, los que viven alrededor! Sus enemigos se burlan de ustedes, y los ofenden. Dicen que ahora el país les pertenece, aunque éste siempre ha sido de Israel. Además, las naciones vecinas los atacan, destruyen sus ciudades, y les roban todo lo que tienen. Además, toda la gente se burla de ustedes.

”Pero yo soy el Dios de Israel, y me declaro en contra de Edom y de las otras naciones. Estoy muy enojado con ellas porque, entre burlas y desprecios se han adueñado de mi tierra y la han destruido”.

»Tú dales de mi parte este mensaje a los israelitas, y a las naciones de alrededor:

“Yo estoy muy enojado contra las naciones vecinas porque se han burlado de ustedes. Por eso juro que las pondré en vergüenza. Pero ustedes, los israelitas, verán su país llenarse de altos árboles que darán mucho fruto. Les aseguro que muy pronto regresarán. Yo mismo voy a cuidar de ustedes, y volverán a sembrar y cultivar sus terrenos. 10-11 El pueblo crecerá mucho, y podrá entonces reconstruir sus ciudades y vivir en ellas. También haré que sus animales se reproduzcan y aumenten en número.

”Ustedes, israelitas, volverán a llenar el país. Llegarán a estar mejor que antes, y entonces reconocerán que yo soy el Dios de Israel. 12-15 Volverán a caminar por las montañas del país sin temor alguno. Nunca más abriré las montañas para que se traguen a los desobedientes. No volverán a oír las burlas y los insultos de las naciones. Les juro que así lo haré”».

Dios defiende su buen nombre

16 Dios también me dijo:

17-19 «Quiero que sepas que cuando los israelitas vivían en su país, mataron a tanta gente que dejaron la tierra manchada de sangre. ¡Quedó manchada como una mujer en su período de menstruación! Para colmo, llenaron el país de ídolos malolientes. Por eso me enojé con ellos y los dispersé entre las naciones.

20-21 »Por culpa de ellos la gente se burló de mí, pues a dondequiera que llegaban, la gente decía: “Si éstos son el pueblo de Dios, ¿por qué han tenido que abandonar su tierra?” Entonces decidí defenderme.

22-23 »Por lo tanto, diles de mi parte a los israelitas:

“Ustedes no merecen ser libres, pues por culpa de ustedes las naciones se burlan de mí. Sin embargo, para poner fin a sus burlas les daré libertad. Así las naciones verán que soy un Dios grande y poderoso, y reconocerán que yo soy el Dios de Israel. Lo he dicho, y lo cumpliré.

24 ”Yo los libraré de todas esas naciones; los reuniré y los llevaré a su tierra. 25 Ustedes adoraron ídolos malolientes, pero yo me olvidaré de sus maldades; las limpiaré como quien limpia un trapo sucio. 26 Yo les daré nueva vida. Haré que cambien su manera de pensar. Entonces dejarán de ser tercos y testarudos, pues yo haré que sean leales y obedientes. 27 Pondré mi espíritu en ustedes, y así haré que obedezcan todos mis mandamientos. 28 Entonces vivirán en la tierra que les di a sus antepasados, y ustedes serán mi pueblo y yo seré su Dios.

29-30 ”Ya no dejaré que sigan pecando así. Les daré tanta comida que no volverán a sufrir de hambre ni a pasar vergüenzas delante de las naciones. 31 Entonces se acordarán de su mala conducta y de sus acciones tan repugnantes, y se avergonzarán. 32 Entiéndanme bien: todo esto lo haré para que ustedes se avergüencen de su mala conducta, y no porque se lo merezcan. Les juro que así lo haré.

33 ”Y cuando ya los haya limpiado de todas sus maldades, los dejaré reconstruir sus ciudades, que ahora están en ruinas. Vivirán en ellas, 34 y cultivarán la tierra que se quedó abandonada. Todo el mundo lo verá, 35 y dirá: ‘Esta tierra parecía un desierto, pero ahora parece un jardín; ¡es un paraíso! Las ciudades habían quedado destruidas y desiertas, pero ahora las han convertido en fortalezas, y ya vive gente en ellas’.

36 ”Entonces los pueblos vecinos que hayan quedado con vida reconocerán que yo soy el Dios de Israel. Reconocerán que puedo reconstruir lo que está destruido, y que puedo volver a sembrar en terrenos desiertos. Yo soy el Dios de Israel, y cumpliré mi palabra”.

37-38 »Además, los israelitas llegarán a ser un pueblo muy numeroso, pues así me lo han pedido. Juro que así lo haré. Ahora sus ciudades están desiertas, pero yo haré que vuelvan a llenarse de gente. Así como la ciudad se llenaba de ovejas en los días de fiestas, así se llenará de gente. Entonces reconocerán que yo soy el Dios de Israel».

El valle de los huesos secos

37 El poder de Dios vino sobre mí, y su espíritu me llevó a un valle que estaba lleno de huesos. Me hizo recorrer el valle de un lado a otro, y pude ver que allí había muchísimos huesos, y que todos estaban completamente secos.

Entonces Dios me dijo:

—Ezequiel, hombre mortal, ¿crees que estos huesos puedan volver a la vida?

Yo le respondí:

—Dios mío, sólo tú lo sabes.

4-5 Dios me dio entonces esta orden:

—Diles de mi parte a estos huesos que presten atención a este mensaje: “¡Huesos secos, yo voy a soplar en ustedes, para que reciban el aliento de vida y revivan! Voy a ponerles tendones, y a recubrirlos de carne y piel. Voy a darles aliento de vida, para que revivan. Así reconocerán que yo soy el Dios de Israel”.

Yo les dije a los huesos lo que Dios me había ordenado decir. Y mientras hablaba de parte de Dios, escuché un ruido muy fuerte. Eran los huesos, que se estaban juntando los unos con los otros. Pude ver cómo les salían tendones, y les crecía carne y se recubrían de piel. Sin embargo, seguían sin vida. Entonces Dios me dijo:

—Llama al aliento de vida. Dile que yo le ordeno que venga de los cuatro puntos cardinales, y que les dé vida a estos huesos muertos.

10 Yo le repetí al aliento de vida lo que Dios me ordenó decirle, y el aliento de vida entró en los huesos. Entonces los huesos revivieron y se pusieron de pie. ¡Eran tantos que parecían un ejército!

11 Dios me dijo entonces:

—Ezequiel, estos huesos representan a los israelitas. Ellos se andan quejando, y dicen: “No hay remedio; estamos perdidos. ¡Somos unos huesos secos!” 12-14 Pero tú vas a hablar con ellos, y vas a darles de mi parte este mensaje: “Israelitas, ustedes creen que están muertos, pero yo soy su Dios. Yo abriré las tumbas donde creen estar enterrados, y los sacaré de allí. Soplaré sobre ustedes para darles mi aliento de vida, y los haré volver a la tierra de Israel. Cuando yo haga esto, ustedes volverán a vivir y reconocerán que yo soy su Dios. Yo, el Dios de Israel, lo he dicho y lo cumpliré”.

Israel y Judá volverán a ser un solo reino

15 Dios también me dijo:

16 «Toma un trozo de madera y escribe en él: “Del reino de Judá”. Toma luego otro pedazo de madera y escribe en él: “Del reino de Israel”. 17 Junta en tus manos los dos trozos de madera, 18 y cuando la gente de tu pueblo pregunte qué quieres decir con eso, 19 tú le dirás: “Dios ha declarado que juntará a Judá y a Israel, y que hará de los dos un solo reino”.

20 »Después de eso, levanta los dos trozos de madera, para que todos los vean, 21 y diles: “Dios ha prometido reunir y sacar a los israelitas de las naciones donde ahora se encuentran, para llevarlos de nuevo a su tierra”. 22 Porque en esta tierra, y en estas montañas de Israel, los convertiré en una sola nación. Tendrán un solo rey, y no volverán a dividirse en dos reinos.

23 »Nunca más volverán los israelitas a contaminarse con sus ídolos malolientes, ni con sus pecados y acciones repugnantes. Yo los limpiaré de sus pecados y no dejaré que vuelvan a serme infieles. Ellos serán mi pueblo, y yo seré su Dios.

24-25 »Entonces los israelitas obedecerán mis mandamientos, como deben hacerlo. Vivirán para siempre, junto con sus hijos y sus nietos, en la tierra que les di a Jacob y a sus antepasados. David será su único rey y jefe.

26-28 »Haré con ellos un pacto eterno de paz, y llegarán a ser un pueblo numeroso. Y cuando ponga mi templo en medio de ellos, y viva allí para siempre, yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo. Entonces las naciones reconocerán que yo habré convertido a Israel en un pueblo muy especial. Yo soy el Dios de Israel».

Profecía contra Edom

35 Y vino a mí la palabra del Señor, diciendo: Hijo de hombre, pon tu rostro hacia el monte Seir, y profetiza contra él(A), y dile: «Así dice el Señor Dios[a]:

“He aquí, estoy contra ti, monte Seir,
extenderé mi mano contra ti,
y te convertiré en desolación(B) y en soledad(C).
Dejaré en ruinas tus ciudades,
y serás convertida en desolación;
y sabrás que yo soy el Señor(D).

Por cuanto tuviste enemistad perpetua(E) y entregaste[b] a los hijos de Israel al poder de la espada en el tiempo de su calamidad, en el tiempo del castigo[c] final(F), por tanto, vivo yo —declara el Señor Dios—, que a sangre te entregaré[d] y la sangre te perseguirá; ya que no has odiado el derramamiento de sangre(G), la sangre te perseguirá. Haré del monte Seir desierto y desolación, y cortaré de él al que vaya y al que venga. Y llenaré sus montes de sus muertos; en tus collados y en tus valles y en todas tus barrancas caerán los muertos a espada(H). Te haré desolación perpetua, y tus ciudades no serán habitadas(I); y sabréis que yo soy el Señor.

10 ”Por cuanto has dicho: ‘Las dos naciones y las dos tierras serán mías, y las[e] poseeremos(J)’, aunque el Señor estaba allí(K). 11 Por tanto, vivo yo” —declara el Señor Dios—, “haré contigo conforme a tu ira y conforme al celo que mostraste a causa de tu odio contra ellos(L), y me haré conocer entre ellos cuando te juzgue(M). 12 Entonces sabrás que yo, el Señor, he oído[f] todas las injurias que has hablado contra los montes de Israel, diciendo(N): ‘Están desolados; nos han sido dados para alimento’. 13 Con arrogancia habéis hablado[g] contra mí y habéis multiplicado vuestras palabras contra mí(O); yo lo he oído(P)”. 14 Así dice el Señor Dios: “Para alegría de toda la tierra(Q), yo haré de ti una desolación. 15 Como te alegraste sobre la heredad de la casa de Israel porque fue asolada(R), así te haré yo a ti(S). Serás una desolación, monte Seir, y todo Edom, todo él; y sabrán que yo soy el Señor(T)”».

Los montes de Israel bendecidos

36 Y tú, hijo de hombre, profetiza a los montes de Israel, y di: «Montes de Israel, oíd la palabra del Señor. Así dice el Señor Dios[h]: “Por cuanto el enemigo ha dicho contra vosotros(U): ‘¡Ajá!’ y: ‘Las alturas[i] eternas han pasado a ser posesión nuestra’, por tanto, profetiza y di: ‘Así dice el Señor Dios: “Porque os han asolado(V) y aplastado por todos lados, para que fuerais posesión de las demás naciones, os han hecho el blanco de la habladuría[j] y de la calumnia del pueblo(W)”’”. Por tanto, montes de Israel, oíd la palabra del Señor Dios. Así dice el Señor Dios a los montes y a los collados, a las barrancas y a los valles, a las ruinas desoladas y a las ciudades abandonadas(X), que han venido a ser presa y escarnio de las demás naciones alrededor(Y); por eso, así dice el Señor Dios: “Ciertamente en el fuego de mi celo he hablado contra las demás naciones(Z) y contra todo Edom, que se han apropiado[k] para sí de mi tierra como posesión(AA), con alegría, de todo corazón y con desprecio de alma, para dejarla[l] como presa(AB)”. Por tanto, profetiza acerca de la tierra de Israel, y di a los montes y a los collados, a las barrancas y a los valles: “Así dice el Señor Dios: ‘He aquí, yo he hablado en mi celo y en mi furor porque habéis soportado los insultos de las naciones(AC)’. Por lo cual, así dice el Señor Dios: ‘Yo he jurado[m] que las naciones que os rodean, ellas mismas soportarán sus insultos. +’Pero vosotros, montes de Israel, echaréis vuestras ramas y produciréis vuestro fruto para mi pueblo Israel(AD); porque pronto vendrán. +’Pues, he aquí, estoy por vosotros y me volveré a vosotros(AE), y seréis labrados y sembrados(AF). 10 +’Multiplicaré hombres en vosotros, toda la casa de Israel(AG), toda ella; y las ciudades serán habitadas, y las ruinas reedificadas(AH). 11 +’Multiplicaré en vosotros hombres y animales, y se multiplicarán y serán fecundos. Haré que seáis habitados como lo fuisteis anteriormente(AI) y os trataré mejor[n] que al principio(AJ); y sabréis que yo soy el Señor. 12 +’Sí, haré andar hombres sobre vosotros, a mi pueblo Israel. Ellos tomarán posesión de ti(AK), y serás su heredad(AL), y nunca más les privarás de sus hijos(AM)’. 13 Así dice el Señor Dios: ‘Porque os dicen: “Eres devoradora de hombres y has privado de hijos a tu nación[o](AN)”, 14 por tanto, ya no devorarás hombres y ya no privarás de hijos a tu nación’ —declara el Señor Dios. 15 Y nunca más te haré oír el ultraje de las naciones(AO), ni soportarás más los insultos de los pueblos(AP), ni harás que tu nación tropiece más(AQ)” —declara el Señor Dios».

16 Entonces vino a mí la palabra del Señor, diciendo: 17 Hijo de hombre, cuando la casa de Israel habitaba en su propia tierra, ellos mismos la contaminaron con su conducta y con sus obras(AR); como la impureza de una mujer en su menstruación(AS) fue su conducta delante de mí. 18 Por tanto, derramé mi furor sobre ellos(AT) por la sangre que habían derramado sobre la tierra y por haberla contaminado con sus ídolos. 19 Los esparcí entre las naciones y fueron dispersados por las tierras(AU). Conforme a sus caminos y a sus obras los juzgué(AV). 20 Cuando llegaron a las naciones adonde fueron, profanaron mi santo nombre(AW), porque de ellos se decía: Estos son el pueblo del Señor(AX), y han salido de su tierra. 21 Pero yo he tenido compasión de mi santo nombre, que la casa de Israel había profanado entre las naciones adonde fueron(AY).

22 Por tanto, di a la casa de Israel: «Así dice el Señor Dios: “No es por vosotros, casa de Israel, que voy a actuar, sino por mi santo nombre, que habéis profanado entre las naciones adonde fuisteis(AZ). 23 Vindicaré la santidad de mi gran nombre profanado entre las naciones, el cual vosotros habéis profanado en medio de ellas. Entonces las naciones sabrán que yo soy el Señor” —declara el Señor Dios(BA)— “cuando demuestre mi santidad entre vosotros a la vista de ellas(BB). 24 Porque os tomaré de las naciones, os recogeré de todas las tierras y os llevaré a vuestra propia tierra(BC). 25 Entonces os rociaré con agua limpia y quedaréis limpios(BD); de todas vuestras inmundicias(BE) y de todos vuestros ídolos(BF) os limpiaré. 26 Además, os daré un corazón nuevo y pondré un espíritu nuevo dentro de vosotros; quitaré de vuestra carne el corazón de piedra y os daré un corazón de carne(BG). 27 Pondré dentro de vosotros mi espíritu y haré que andéis en mis estatutos, y que cumpláis cuidadosamente mis ordenanzas(BH). 28 Habitaréis en la tierra que di a vuestros padres; y seréis mi pueblo y yo seré vuestro Dios(BI). 29 Os libraré de todas vuestras inmundicias; llamaré al trigo y lo multiplicaré, y no traeré[p] hambre sobre vosotros(BJ). 30 Y multiplicaré el fruto de los árboles y el producto del campo(BK), para que no recibáis más el oprobio del hambre entre las naciones. 31 Entonces os acordaréis de vuestros malos caminos y de vuestras obras que no eran buenas, y os aborreceréis a vosotros mismos[q] por vuestras iniquidades y por vuestras abominaciones(BL). 32 No hago esto por vosotros” —declara el Señor Dios— “sabedlo bien. Avergonzaos y abochornaos de vuestra conducta, casa de Israel(BM)”.

33 »Así dice el Señor Dios: “En el día que yo os limpie de todas vuestras iniquidades, haré que las ciudades sean habitadas y las ruinas reedificadas(BN). 34 La tierra desolada será cultivada en vez de ser desolación a la vista de todo el que pasa. 35 Y dirán: Esta tierra desolada se ha hecho como el huerto del Edén; y las ciudades desiertas, desoladas y arruinadas están fortificadas y habitadas(BO). 36 Y las naciones que quedan a vuestro alrededor sabrán que yo, el Señor, he reedificado los lugares en ruinas y plantado lo que estaba desolado; yo, el Señor, he hablado y lo haré(BP)”.

37 »Así dice el Señor Dios: “Aún permitiré a la casa de Israel que me pida hacer esto por ellos: Multiplicar sus hombres como un rebaño. 38 Como el rebaño para los sacrificios[r], como el rebaño en Jerusalén en sus fiestas señaladas(BQ), así se llenarán las ciudades desiertas de rebaños de hombres. Entonces sabrán que yo soy el Señor(BR)”».

Visión de los huesos secos

37 La mano del Señor vino sobre mí(BS), y me sacó en[s] el Espíritu del Señor(BT), y me puso en medio del valle que estaba lleno de huesos(BU). Y Él me hizo pasar en derredor de ellos, y he aquí, eran muchísimos sobre la superficie del valle; y he aquí, estaban muy secos. Y Él me dijo(BV): Hijo de hombre, ¿vivirán estos huesos? Y yo respondí: Señor Dios[t], tú lo sabes(BW). Entonces me dijo: Profetiza sobre estos huesos, y diles(BX): «Huesos secos, oíd la palabra del Señor(BY). Así dice el Señor Dios a estos huesos: “He aquí, haré entrar en vosotros espíritu[u], y viviréis(BZ). Y pondré tendones sobre vosotros, haré crecer carne sobre vosotros, os cubriré de piel y pondré espíritu en vosotros, y viviréis; y sabréis que yo soy el Señor(CA)”».

Profeticé, pues, como me fue mandado(CB); y mientras yo profetizaba hubo un ruido, y luego[v] un estremecimiento, y los huesos se juntaron cada hueso con su hueso. Y miré, y he aquí, había tendones sobre ellos, creció la carne y la piel los cubrió, pero no había espíritu en ellos. Entonces Él me dijo: Profetiza al espíritu, profetiza, hijo de hombre, y di al espíritu: «Así dice el Señor Dios: “Ven de los cuatro vientos, oh espíritu, y sopla sobre estos muertos(CC), y vivirán(CD)”». 10 Y profeticé como Él me había ordenado, y el espíritu entró en ellos, y vivieron y se pusieron en pie(CE), un enorme e inmenso ejército(CF).

11 Entonces Él me dijo: Hijo de hombre, estos huesos son toda la casa de Israel(CG); he aquí, ellos dicen: «Nuestros huesos se han secado, y nuestra esperanza ha perecido(CH). Estamos completamente destruidos[w](CI)». 12 Por tanto, profetiza, y diles: «Así dice el Señor Dios: “He aquí, abriré vuestros sepulcros y os haré subir de vuestros sepulcros, pueblo mío, y os llevaré a la tierra de Israel(CJ). 13 Y sabréis que yo soy el Señor, cuando abra vuestros sepulcros y os haga subir de vuestros sepulcros, pueblo mío. 14 Pondré mi Espíritu[x] en vosotros, y viviréis, y os pondré en vuestra tierra. Entonces sabréis que yo, el Señor, he hablado y lo he hecho” —declara el Señor(CK)».

15 Y vino a mí la palabra del Señor, diciendo: 16 Y tú, hijo de hombre, toma una vara y escribe en ella(CL): «Para Judá y para los hijos de Israel(CM), sus compañeros». Toma luego otra vara y escribe en ella: «Para José, vara de Efraín, y para toda la casa de Israel(CN), sus compañeros». 17 Júntalas la una con la otra en una sola vara para que sean una sola en tu mano(CO). 18 Y cuando los hijos de tu pueblo te hablen, diciendo: «¿No nos explicarás qué quieres decir con esto(CP)?», 19 diles: «Así dice el Señor Dios: “He aquí, tomaré la vara de José, que está en la mano de Efraín, y las tribus de Israel, sus compañeros; las pondré con aquella, con la vara de Judá, y las haré una sola vara, y serán una en mi mano”». 20 Y las varas en que escribas estarán en tu mano a la vista de ellos, 21 y diles: «Así dice el Señor Dios: “He aquí, tomaré a los hijos de Israel de entre las naciones adonde han ido, los recogeré de todas partes y los traeré a su propia tierra(CQ). 22 Y haré de ellos una nación en la tierra, en los montes de Israel(CR); un solo rey será rey de todos ellos; nunca más serán dos naciones, y nunca más serán divididos en dos reinos(CS). 23 No se contaminarán más con sus ídolos, ni con sus abominaciones, ni con ninguna de sus transgresiones; sino que los libraré de todos los lugares[y] en que pecaron y los limpiaré(CT). Y ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios(CU).

24 ”Mi siervo David será rey sobre ellos(CV), y todos ellos tendrán un solo pastor(CW); andarán en mis ordenanzas y guardarán mis estatutos y los cumplirán. 25 Y habitarán en la tierra que di a mi siervo Jacob, en la cual habitaron vuestros padres; en ella habitarán ellos y sus hijos, y los hijos de sus hijos para siempre; y mi siervo David será su príncipe para siempre(CX). 26 Y haré con ellos un pacto de paz; será un pacto eterno con ellos(CY). Y los estableceré[z](CZ), los multiplicaré(DA) y pondré mi santuario en medio de ellos para siempre(DB). 27 Mi morada estará también junto a ellos, y yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo(DC). 28 Y las naciones sabrán que yo, el Señor, santifico a Israel, cuando mi santuario esté en medio de ellos(DD) para siempre”».

Notas al pie

  1. Ezequiel 35:3 Heb., YHWH, generalmente traducido Señor, y así en el resto del cap.
  2. Ezequiel 35:5 Lit., derramaste
  3. Ezequiel 35:5 O, de la iniquidad
  4. Ezequiel 35:6 Lit., te prepararé
  5. Ezequiel 35:10 Lit., la
  6. Ezequiel 35:12 O, que yo soy el Señor; he oído
  7. Ezequiel 35:13 Lit., os habéis engrandecido con vuestra boca
  8. Ezequiel 36:2 Heb., YHWH, generalmente traducido Señor, y así en el resto del cap.
  9. Ezequiel 36:2 Heb., Bamoz
  10. Ezequiel 36:3 Lit., labio de la lengua
  11. Ezequiel 36:5 Lit., dieron
  12. Ezequiel 36:5 Lit., arrojarla
  13. Ezequiel 36:7 Lit., he alzado mi mano
  14. Ezequiel 36:11 Lit., causaré más bien
  15. Ezequiel 36:13 O, tus naciones, y así en el resto del cap.
  16. Ezequiel 36:29 Lit., pondré
  17. Ezequiel 36:31 Lit., ante vuestros rostros
  18. Ezequiel 36:38 Lit., de cosas sagradas
  19. Ezequiel 37:1 O, por
  20. Ezequiel 37:3 Heb., YHWH, generalmente traducido Señor, y así en el resto del cap.
  21. Ezequiel 37:5 O, aliento, y así en el resto del cap.
  22. Ezequiel 37:7 Lit., y he aquí
  23. Ezequiel 37:11 Lit., Nos hemos separado de nosotros mismos
  24. Ezequiel 37:14 O, aliento
  25. Ezequiel 37:23 Lit., moradas; muchos mss. dicen: rebeliones
  26. Ezequiel 37:26 Lit., les daré