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El faraón comparado a un cedro

31 El día primero del mes tercero del año once, el Señor se dirigió a mí, y me dijo: «Di al faraón, rey de Egipto, y a toda su gente:

»“¿Con qué se puede comparar tu grandeza?
Pareces un ciprés o un cedro del Líbano,
con hermosas ramas que dan sombra al bosque,
tan alto que su punta llega a las nubes.
La lluvia y el agua del suelo
le ayudaron a crecer;
se formaron ríos alrededor
de donde estaba plantado;
sus corrientes regaron
todos los árboles de la región.
Como tenía tanta agua,
creció más que los otros árboles del bosque;
sus ramas aumentaron
y se extendieron mucho.
Aves de todas clases
hacían nidos en sus ramas;
animales salvajes de toda especie
daban a luz debajo de ellas.
A su sombra podían vivir
naciones numerosas.
Era un árbol magnífico, inmenso,
con ramas muy largas,
pues sus raíces estaban
junto a aguas abundantes.
Ningún cedro del jardín de Dios
se podía comparar a él;
ningún pino tenía ramas como las suyas,
ningún castaño tenía tantas hojas,
ningún árbol del jardín de Dios
se le igualaba en belleza.
Yo lo hice bello y con mucho ramaje;
los demás árboles del Edén, jardín de Dios,
le tenían envidia.

10 »”Pues bien, esto dice el Señor: El árbol llegó a ser tan alto que su punta llegaba a las nubes; tanto creció que se llenó de orgullo. 11 Por eso yo lo he desechado; voy a dejarlo caer en poder de un jefe extranjero, que lo tratará como merece su maldad. 12 Los más crueles extranjeros van a cortarlo y dejarlo abandonado; sus ramas caerán rotas por todas las montañas, valles y cañadas del país, y todos los pueblos que vivían bajo su sombra huirán y lo abandonarán. 13 Aves de todas clases vendrán a vivir en el árbol caído, y animales salvajes de toda especie se echarán en sus ramas. 14 Y ya ningún árbol, aunque esté junto al agua, volverá a crecer tanto, ni aunque esté bien regado volverá a alcanzar las nubes con su punta ni subirá a tanta altura. Todos están condenados a morir, a bajar a ese mundo bajo tierra y reunirse con los que ya están en el sepulcro.

15 »”Yo, el Señor, digo: Cuando el árbol baje al reino de la muerte, haré que de tristeza se seque el mar profundo; detendré los ríos y las corrientes de agua; por él haré que el monte Líbano se cubra de tristeza y que todos los árboles del campo se marchiten. 16 Cuando yo lo haga bajar al reino de la muerte para reunirlo con los que ya han muerto, el ruido de su caída hará temblar a las naciones. Y en ese mundo bajo tierra sentirán consuelo los árboles del Edén, los más hermosos y mejor regados del monte Líbano. 17 También ellos bajarán, como él, al reino de la muerte, a juntarse con los que murieron en batalla. Los que vivían a su sombra, se dispersarán entre las naciones. 18 Ninguno de los árboles del Edén podía compararse a él en esplendor y altura; y, sin embargo, bajará con los demás árboles del Edén a ese mundo bajo tierra, para vivir entre paganos, entre gente que murió en batalla.

»”El árbol es el faraón y toda su gente. Yo, el Señor, lo afirmo.”»

El faraón comparado a un monstruo

32 El día primero del mes duodécimo del año doce, el Señor se dirigió a mí, y me dijo: «Dedica este canto fúnebre al faraón, rey de Egipto:

»“Pareces un león de las naciones;
eres como un monstruo marino:
chapoteas en tu río,
con las patas enturbias el agua
y revuelves la corriente.

»”Esto dice el Señor: Aunque estés entre pueblos numerosos, echaré mi red sobre ti y con ella te atraparé. Te arrastraré a tierra y te dejaré tendido en el suelo. Haré que todas las aves del cielo se paren sobre ti, y que se harten de tu carne todos los animales salvajes. Con la carne podrida de tu cadáver llenaré los montes y los valles. Empaparé el suelo con tu sangre, la cual llegará hasta las montañas, y con ella se llenarán los cauces de los ríos. Cuando yo te destruya, haré que el cielo se oscurezca y se apaguen las estrellas; cubriré con nubes el sol, y la luna no brillará más. Por causa tuya apagaré todas las luces que brillan en el cielo, y llenaré de oscuridad tu país. Yo, el Señor, lo afirmo.

»”Cuando las noticias de tu destrucción lleguen a países que no conocías, haré que se inquieten muchos pueblos. 10 Por causa tuya sembraré el terror en muchos pueblos; sus reyes se llenarán de pánico cuando yo esgrima mi espada delante de ellos. Cuando caigas, ellos temblarán de miedo por sus propias vidas.

11 »”El Señor dice: La espada del rey de Babilonia caerá sobre ti. 12 Voy a hacer que tu pueblo numeroso caiga herido por la espada de los más crueles guerreros. Pondrán fin a la grandeza de Egipto y acabarán con su pueblo numeroso. 13 Destruiré todo el ganado que bebe de tus aguas, y nunca más los hombres ni los animales las enturbiarán con sus pisadas. 14 Entonces haré que el agua se aclare y que los ríos corran tranquilos como aceite. Yo, el Señor, lo afirmo. 15 Cuando convierta a Egipto en un desierto y el país quede vacío, sin habitantes, entonces reconocerán que yo soy el Señor.”

16 »Éste es un canto fúnebre, y así deberán cantarlo las mujeres de las diversas naciones cuando lloren por Egipto y por su gente numerosa. Yo, el Señor, lo afirmo.»

Egipto en el reino de la muerte

17 El día quince del mes duodécimo del año doce, el Señor se dirigió a mí, y me dijo: 18 «Tú, hombre, entona en compañía de las mujeres de las diversas naciones un canto fúnebre por el numeroso pueblo de Egipto y por sus jefes:

»“Los poderosos caen al mundo bajo tierra,
con los que han bajado ya al sepulcro.
19 ¿Eres tú acaso más hermoso que los otros?
Baja y tiéndete también junto a los paganos.”

20 »Ellos caerán con los que mueren en la guerra. La espada está lista. Con ellos se irán sus grandes multitudes. 21 Los jefes más poderosos recibirán en el reino de la muerte a los egipcios y a sus aliados, diciendo: “¡Ya bajaron! ¡Quedaron tendidos esos paganos, muertos en la guerra!”

22 »Ahí está Asiria, con todos sus soldados rodeando su tumba. Todos ellos murieron en la guerra. 23 Están enterrados en lo más hondo de la fosa. Sus soldados sembraron el pánico entre los que aún estaban vivos, pero cayeron muertos en la guerra y ahora rodean la tumba de Asiria.

24 »Ahí está Elam, con todos sus soldados rodeando su tumba. Todos ellos murieron en la guerra, paganos que cayeron al mundo bajo tierra. Sembraron el pánico entre los vivos, pero ahora están sin honor entre los que bajaron al sepulcro. 25 Elam está tendido en medio de todos sus soldados muertos, todos ellos paganos muertos en la guerra, que ahora rodean su tumba. Sembraron el pánico entre los vivos, pero ahora están sin honor entre los que bajaron al sepulcro. Quedaron entre gente asesinada.

26 »Ahí están Mésec y Tubal, con todos sus soldados rodeando su tumba, todos ellos paganos muertos en la guerra, que sembraron el pánico entre los vivos. 27 No están sepultados con los héroes del pasado, que bajaron con sus armas al reino de la muerte y que tienen sus espadas bajo la cabeza y sus escudos sobre el cuerpo, después de haber sembrado el pánico entre los que estaban vivos.

28 »Ahí estarás tú, Egipto, en medio de paganos, destrozado y sepultado con los muertos en la guerra.

29 »Ahí está Edom, con sus reyes y gobernantes. A pesar de haber sido tan poderosos, están entre los muertos en la guerra, sepultados entre los paganos, entre los que bajaron al sepulcro.

30 »Ahí están todos los jefes del norte, igual que todos los de Sidón. Fueron muy poderosos y sembraron el pánico, pero ahora han bajado con los muertos en la guerra, cubiertos de deshonra. Son paganos, y están sepultados sin honor entre los muertos en la guerra, entre los que bajaron al sepulcro.

31 »Cuando el faraón los vea, se consolará de la muerte de toda su gente, pues él y todo su ejército murieron en la guerra. Yo, el Señor, lo afirmo. 32 El faraón sembró el pánico entre los vivos; por eso está sepultado entre los paganos, entre los muertos en la guerra, lo mismo que su numeroso ejército. Yo, el Señor, lo afirmo.»

31 Aconteció en el año undécimo, en el mes tercero, el día primero del mes, que vino a mí palabra de Jehová, diciendo: Hijo de hombre, di a Faraón rey de Egipto, y a su pueblo: ¿A quién te comparaste en tu grandeza? He aquí era el asirio cedro en el Líbano, de hermosas ramas, de frondoso ramaje y de grande altura, y su copa estaba entre densas ramas. Las aguas lo hicieron crecer, lo encumbró el abismo; sus ríos corrían alrededor de su pie, y a todos los árboles del campo enviaba sus corrientes. Por tanto, se encumbró su altura sobre todos los árboles del campo, y se multiplicaron sus ramas, y a causa de las muchas aguas se alargó su ramaje que había echado. En sus ramas hacían nido todas las aves del cielo, y debajo de su ramaje parían todas las bestias del campo, y a su sombra habitaban muchas naciones. Se hizo, pues, hermoso en su grandeza con la extensión de sus ramas; porque su raíz estaba junto a muchas aguas. Los cedros no lo cubrieron en el huerto de Dios;(A) las hayas no fueron semejantes a sus ramas, ni los castaños fueron semejantes a su ramaje; ningún árbol en el huerto de Dios fue semejante a él en su hermosura. Lo hice hermoso con la multitud de sus ramas; y todos los árboles de Edén, que estaban en el huerto de Dios, tuvieron de él envidia.

10 Por tanto, así dijo Jehová el Señor: Ya que por ser encumbrado en altura, y haber levantado su cumbre entre densas ramas, su corazón se elevó con su altura, 11 yo lo entregaré en manos del poderoso de las naciones, que de cierto le tratará según su maldad. Yo lo he desechado. 12 Y lo destruirán extranjeros, los poderosos de las naciones, y lo derribarán; sus ramas caerán sobre los montes y por todos los valles, y por todos los arroyos de la tierra será quebrado su ramaje; y se irán de su sombra todos los pueblos de la tierra, y lo dejarán. 13 Sobre su ruina habitarán todas las aves del cielo, y sobre sus ramas estarán todas las bestias del campo, 14 para que no se exalten en su altura todos los árboles que crecen junto a las aguas, ni levanten su copa entre la espesura, ni confíen en su altura todos los que beben aguas; porque todos están destinados a muerte, a lo profundo de la tierra, entre los hijos de los hombres, con los que descienden a la fosa.

15 Así ha dicho Jehová el Señor: El día que descendió al Seol, hice hacer luto, hice cubrir por él el abismo, y detuve sus ríos, y las muchas aguas fueron detenidas; al Líbano cubrí de tinieblas por él, y todos los árboles del campo se desmayaron. 16 Del estruendo de su caída hice temblar a las naciones, cuando las hice descender al Seol con todos los que descienden a la sepultura; y todos los árboles escogidos de Edén, y los mejores del Líbano, todos los que beben aguas, fueron consolados en lo profundo de la tierra. 17 También ellos descendieron con él al Seol, con los muertos a espada, los que fueron su brazo, los que estuvieron a su sombra en medio de las naciones. 18 ¿A quién te has comparado así en gloria y en grandeza entre los árboles de Edén? Pues derribado serás con los árboles de Edén en lo profundo de la tierra; entre los incircuncisos yacerás, con los muertos a espada.

Este es Faraón y todo su pueblo, dice Jehová el Señor.

32 Aconteció en el año duodécimo, en el mes duodécimo, el día primero del mes, que vino a mí palabra de Jehová, diciendo: Hijo de hombre, levanta endechas sobre Faraón rey de Egipto, y dile: A leoncillo de naciones eres semejante, y eres como el dragón en los mares; pues secabas tus ríos, y enturbiabas las aguas con tus pies, y hollabas sus riberas. Así ha dicho Jehová el Señor: Yo extenderé sobre ti mi red con reunión de muchos pueblos, y te harán subir con mi red. Y te dejaré en tierra, te echaré sobre la faz del campo, y haré posar sobre ti todas las aves del cielo, y saciaré de ti a las fieras de toda la tierra. Pondré tus carnes sobre los montes, y llenaré los valles de tus cadáveres. Y regaré de tu sangre la tierra donde nadas, hasta los montes; y los arroyos se llenarán de ti. Y cuando te haya extinguido, cubriré los cielos, y haré entenebrecer sus estrellas; el sol cubriré con nublado, y la luna no hará resplandecer su luz.(B) Haré entenebrecer todos los astros brillantes del cielo por ti, y pondré tinieblas sobre tu tierra, dice Jehová el Señor.

Y entristeceré el corazón de muchos pueblos, cuando lleve al cautiverio a los tuyos entre las naciones, por las tierras que no conociste. 10 Y dejaré atónitos por ti a muchos pueblos, y sus reyes tendrán horror grande a causa de ti, cuando haga resplandecer mi espada delante de sus rostros; y todos se sobresaltarán en sus ánimos a cada momento en el día de tu caída. 11 Porque así ha dicho Jehová el Señor: La espada del rey de Babilonia vendrá sobre ti. 12 Con espadas de fuertes haré caer tu pueblo; todos ellos serán los poderosos de las naciones; y destruirán la soberbia de Egipto, y toda su multitud será deshecha. 13 Todas sus bestias destruiré de sobre las muchas aguas; ni más las enturbiará pie de hombre, ni pezuña de bestia las enturbiará. 14 Entonces haré asentarse sus aguas, y haré correr sus ríos como aceite, dice Jehová el Señor. 15 Cuando asuele la tierra de Egipto, y la tierra quede despojada de todo cuanto en ella hay, cuando mate a todos los que en ella moran, sabrán que yo soy Jehová. 16 Esta es la endecha, y la cantarán; las hijas de las naciones la cantarán; endecharán sobre Egipto y sobre toda su multitud, dice Jehová el Señor.

17 Aconteció en el año duodécimo, a los quince días del mes, que vino a mí palabra de Jehová, diciendo: 18 Hijo de hombre, endecha sobre la multitud de Egipto, y despéñalo a él, y a las hijas de las naciones poderosas, a lo profundo de la tierra, con los que descienden a la sepultura. 19 Porque eres tan hermoso, desciende, y yace con los incircuncisos. 20 Entre los muertos a espada caerá; a la espada es entregado; traedlo a él y a todos sus pueblos. 21 De en medio del Seol hablarán a él los fuertes de los fuertes, con los que le ayudaron, que descendieron y yacen con los incircuncisos muertos a espada.

22 Allí está Asiria con toda su multitud; en derredor de él están sus sepulcros; todos ellos cayeron muertos a espada. 23 Sus sepulcros fueron puestos a los lados de la fosa, y su gente está por los alrededores de su sepulcro; todos ellos cayeron muertos a espada, los cuales sembraron el terror en la tierra de los vivientes.

24 Allí Elam, y toda su multitud por los alrededores de su sepulcro; todos ellos cayeron muertos a espada, los cuales descendieron incircuncisos a lo más profundo de la tierra, porque sembraron su terror en la tierra de los vivientes, mas llevaron su confusión con los que descienden al sepulcro. 25 En medio de los muertos le pusieron lecho con toda su multitud; a sus alrededores están sus sepulcros; todos ellos incircuncisos, muertos a espada, porque fue puesto su espanto en la tierra de los vivientes, mas llevaron su confusión con los que descienden al sepulcro; él fue puesto en medio de los muertos.

26 Allí Mesec y Tubal, y toda su multitud; sus sepulcros en sus alrededores; todos ellos incircuncisos, muertos a espada, porque habían sembrado su terror en la tierra de los vivientes. 27 Y no yacerán con los fuertes de los incircuncisos que cayeron, los cuales descendieron al Seol con sus armas de guerra, y sus espadas puestas debajo de sus cabezas; mas sus pecados estarán sobre sus huesos, por cuanto fueron terror de fuertes en la tierra de los vivientes. 28 Tú, pues, serás quebrantado entre los incircuncisos, y yacerás con los muertos a espada.

29 Allí Edom, sus reyes y todos sus príncipes, los cuales con su poderío fueron puestos con los muertos a espada; ellos yacerán con los incircuncisos, y con los que descienden al sepulcro.

30 Allí los príncipes del norte, todos ellos, y todos los sidonios, que con su terror descendieron con los muertos, avergonzados de su poderío, yacen también incircuncisos con los muertos a espada, y comparten su confusión con los que descienden al sepulcro.

31 A estos verá Faraón, y se consolará sobre toda su multitud; Faraón muerto a espada, y todo su ejército, dice Jehová el Señor. 32 Porque puse mi terror en la tierra de los vivientes, también Faraón y toda su multitud yacerán entre los incircuncisos con los muertos a espada, dice Jehová el Señor.

El cedro del Líbano

31 El día primero del mes tercero del año undécimo, el Señor me dirigió la palabra: «Hijo de hombre, dile al faraón, rey de Egipto, y a toda su gente:

»“¿Quién se puede comparar con tu grandeza?
Fíjate en Asiria,
    que alguna vez fue cedro del Líbano,
con bello y frondoso ramaje;
    su copa sobresalía del espeso follaje.
Las aguas lo hicieron crecer;
    las corrientes profundas lo nutrieron.
Sus ríos corrían
    en torno a sus raíces;
sus acequias regaban
    todos los árboles del campo.
Así el cedro creció
    más alto que todos los árboles del campo.
Gracias a las abundantes aguas,
    se extendió su frondoso ramaje.
Todas las aves del cielo
    anidaban en sus ramas.
Todas las bestias del campo
    tenían sus crías bajo su follaje.
Todas las naciones
    vivían bajo su sombra.
Era un árbol imponente y majestuoso,
    de ramas extendidas;
sus raíces se hundían
    hasta las aguas caudalosas.
Ningún cedro en el jardín de Dios
    se le podía comparar;
ningún ciprés ostentaba un follaje parecido
    ni tenían su ramaje los castaños.
Ningún árbol del jardín de Dios
    se le comparaba en hermosura.
Yo lo hice bello
    y con un ramaje majestuoso.
En el Edén, jardín de Dios,
    era la envidia de todos los árboles.

10 »”Por eso, así dice el Señor y Dios: Por cuanto el árbol creció tan alto y ufano de su altura, y se elevaba sobre el espeso follaje, 11 yo lo he desechado; lo entregué en manos de un líder de naciones, para que lo trate según su maldad. 12 Los extranjeros más crueles lo han talado y abandonado. Sus ramas han caído en los montes y en los valles; yacen rotas por todos los canales de los ríos del país. Huyeron y lo abandonaron todas las naciones que buscaban protección bajo su sombra. 13 Ahora las aves del cielo se posan sobre su tronco caído y las bestias del campo se meten entre sus ramas. 14 Y esto es para que ningún árbol que esté junto a las aguas vuelva a crecer tanto; para que ningún árbol, por bien regado que esté, vuelva a elevar su copa hasta las nubes. Todos están destinados a la muerte, a bajar a las regiones profundas de la tierra y quedarse entre los mortales que descienden a la fosa.

15 »”Así dice el Señor y Dios: El día en que el cedro bajó a los dominios de la muerte,[a] cubrí de luto las profundidades de las aguas. Detuve sus corrientes y contuve sus ríos; por él vestí de luto al Líbano y todos los árboles del campo se marchitaron. 16 Cuando lo hice descender a los dominios de la muerte, junto con los que bajan a la fosa, con el estruendo de su caída hice temblar a las naciones. Todos los árboles del Edén, los más selectos y hermosos del Líbano, los que estaban mejor regados, se consolaron en las regiones subterráneas. 17 Sus aliados entre las naciones que buscaban protección bajo su sombra también descendieron a los dominios de la muerte, junto con los que habían muerto a filo de espada.

18 »”¿A cuál de los árboles del Edén se puede comparar contigo en esplendor y majestad? No obstante, también él descendió con los árboles del Edén a las regiones subterráneas. Allí quedó tendido en medio de los incircuncisos, junto con los que murieron a filo de espada.

»”¡Y así será la muerte del faraón y de todos sus súbditos!, afirma el Señor y Dios”».

Lamento por el faraón

32 El día primero del mes duodécimo del año duodécimo, el Señor me dirigió la palabra: «Hijo de hombre, entona este lamento dedicado al faraón, rey de Egipto:

»“Pareces un león entre las naciones;
    eres semejante a un monstruo marino
chapoteando en el río;
    con tus patas enturbias el agua
    y revuelves sus corrientes.

»”Así dice el Señor y Dios:

»” Aunque estés entre numerosos pueblos,
    tenderé sobre ti mi red
    y te atraparé con ella.
Te arrastraré por tierra
    y en pleno campo te dejaré tendido.
Dejaré que sobre ti se posen
    todas las aves del cielo.
Dejaré que con tu carne
    se sacien todas las bestias de la tierra.
Desparramaré tu carne por los montes
    y con tu carroña llenaré los valles.
Con tu sangre empaparé la tierra
    hasta la cima de las montañas;
    con tu sangre llenaré los canales de los ríos.
Cuando te hayas consumido,
    haré que el cielo se oscurezca
    y se apaguen las estrellas;
cubriré el sol con una nube,
    y no brillará más la luna.
Todos los astros brillantes de los cielos,
    los oscureceré sobre ti;
    traeré oscuridad sobre la tierra,
    afirma el Señor y Dios.
Yo turbaré el corazón de muchos pueblos
    cuando provoque tu destrucción,
    aún entre las naciones que no conocías.
10 Haré que por ti muchos pueblos queden consternados.
    Cuando yo esgrima mi espada delante de ellos,
    sus reyes se estremecerán.
En el día de tu caída,
    en todo momento temblarán de miedo
    por temor a perder la vida.

11 »”Así dice el Señor y Dios:

»”La espada del rey de Babilonia
    vendrá contra ti.
12 Haré que tus multitudes caigan a filo de espada,
    empuñada por los guerreros
    más crueles entre las naciones.
Ellos arrasarán la soberbia de Egipto
    y toda su multitud será derrotada.
13 Voy a destruir todo el ganado
    que pasta junto a las aguas abundantes;
nunca más serán enturbiadas
    por hombres ni animales.
14 Entonces dejaré que las aguas se asienten
    y que corran tranquilas, como el aceite,
    afirma el Señor y Dios.
15 Cuando deje en ruinas a Egipto,
    la despoje de todo lo que hay en su tierra
y hiera a todos los que la habitan,
    entonces sabrán que yo soy el Señor ”.

16 »Este es el lamento que las ciudades de las naciones entonarán sobre Egipto y toda su multitud, afirma el Señor y Dios».

17 En el día quince del mes duodécimo del año duodécimo, el Señor me dirigió la palabra: 18 «Hijo de hombre, entona un lamento sobre las multitudes de Egipto y, junto con las ciudades de las naciones más poderosas, hazlas descender con los que bajan a la fosa, a las regiones más profundas. 19 Pregúntales: “¿Se creen acaso más privilegiados que otros? ¡Pues bajen y tiéndanse entre los paganos!”.[b] 20 Y caerán entre los que murieron a filo de espada. Ya tienen la espada en la mano: ¡que se arrastre a Egipto y a sus multitudes! 21 Allí en los dominios de la muerte,[c] los guerreros más fuertes y valientes hablarán de Egipto y de sus aliados. Y dirán: “¡Ya han descendido! ¡Yacen tendidos entre los paganos que murieron a filo de espada!”.

22 »Allí está Asiria, con toda su multitud en torno a su sepulcro. Todos ellos murieron a filo de espada. 23 Todos los que sembraban el terror en la tierra de los vivientes yacen muertos, víctimas de la espada. Ahora están sepultados en lo más profundo de la fosa, tendidos alrededor de su tumba.

24 »Allí está Elam, con toda su multitud en torno a su sepulcro. Todos ellos murieron a filo de espada. Todos los que sembraban el terror en la tierra de los vivientes bajaron como paganos a lo más profundo de la fosa. Yacen tendidos sin honor entre los que descendieron a la fosa. 25 A Elam le han preparado una cama en medio de los muertos, entre los paganos que murieron a filo de espada y que ahora rodean su tumba. Ellos sembraron el terror en la tierra de los vivientes, pero ahora yacen tendidos sin honor entre los que descendieron a la fosa. Allí quedaron, entre gente que murió asesinada.

26 »Allí están Mésec y Tubal, con toda su multitud en torno a su sepulcro. Todos ellos son paganos, muertos a filo de espada porque sembraron el terror en la tierra de los vivientes. 27 No yacen con los héroes caídos de entre los paganos, que bajaron a los dominios de la muerte con sus armas de guerra y que tienen sus espadas bajo la cabeza. El castigo de sus pecados cayó sobre sus huesos, porque estos héroes sembraron el terror en la tierra de los vivientes.

28 »Ahí estarás tú, faraón, en medio de los paganos, abatido y sepultado junto con los que murieron a filo de espada.

29 »Allí está Edom, con sus reyes y príncipes. A pesar de todo su poder, también ellos yacen tendidos junto a los que murieron a filo de espada. Yacen entre los paganos, con los que descendieron a la fosa.

30 »Allí están todos los príncipes del norte, y todos los de Sidón. A pesar del terror que sembraron con su poderío, también ellos bajaron, envueltos en deshonra, con los que murieron a filo de espada. Son paganos, y ahora yacen tendidos entre los que murieron a filo de espada, en medio de los que descendieron a la fosa.

31 »El faraón los verá y se consolará de la muerte de toda su gente, pues él y todo su ejército morirán a filo de espada, afirma el Señor y Dios. 32 Aunque yo hice que el faraón sembrara el terror en la tierra de los vivientes, él y todo su ejército serán sepultados entre los paganos, con los que murieron a filo de espada, afirma el Señor y Dios».

Notas al pie

  1. 31:15 a los dominios de la muerte. Lit. al Seol.
  2. 32:19 paganos. Lit. incircuncisos.
  3. 32:21 los dominios de la muerte. Lit. el Seol.

El rey de Egipto es comparado a un árbol

31 Habían pasado once años desde que llegamos presos a Babilonia. El día primero del mes de Siván,[a] Dios me dijo:

«Ezequiel, hombre mortal, diles de mi parte al rey de Egipto y a toda su gente:

“¡Tu grandeza es incomparable!
Pareces un cedro del Líbano,
cubierto de abundantes ramas.
¡Con ellas tocas el cielo!
La lluvia y el agua del suelo
te han hecho crecer;
los ríos que te rodean
te riegan con sus corrientes,
como a los árboles del bosque.

”Eres el árbol más alto;
con ramas altas y abundantes,
pues tienes agua en abundancia.
A ti vienen todas las naciones
en busca de protección;
se parecen a los pájaros:
hacen nidos en tus ramas;
son como los animales salvajes:
buscan la protección de tu sombra.

”¡Tu grandeza es impresionante!
Eres como un árbol
de grandes ramas y profundas raíces,
regado con agua abundante.
No hay en todo el paraíso
un solo cedro igual a ti.
Tampoco hay un solo pino
con ramas como las tuyas,
ni un castaño con tantas hojas.
¡No hay en todo el paraíso
un solo árbol tan hermoso como tú!
Todos los árboles de mi jardín
te ven y sienten envidia,
porque yo te hice muy hermoso
y te di abundantes ramas.

10 ”Yo soy el Dios de Israel, y quiero que sepas una cosa: Has llegado a ser como un árbol muy alto. Con la punta de tus ramas puedes tocar el cielo. Por eso te has llenado de orgullo. 11 Por eso también te he rechazado. Voy a dejarte caer bajo el poder de otro rey, que te castigará como merece tu maldad. 12 Gente de naciones violentas te echará abajo y te dejará abandonado. Tus ramas caerán por los valles, las montañas y los ríos del país. Todos los pueblos que buscaban la protección de tu sombra huirán y te dejarán abandonado. 13 Cuando caigas, las aves del cielo harán su nido en tu tronco, y los animales salvajes pisotearán tus ramas.

14 ”De ahora en adelante, ningún árbol crecerá tan alto ni volverá a tocar el cielo con sus ramas. Aunque esté bien regado y crezca junto a muchos ríos, al final caerá a lo más profundo de la tierra. ¡Morirá como mueren todos!

15-16 ”Yo soy el Dios de Israel, y quiero que sepas una cosa: El día que mueras y caigas hasta el fondo de la tumba, haré que el mar profundo se quede seco, y que los ríos y los arroyos dejen de correr. ¡Todos los árboles del campo, y hasta las montañas del Líbano se marchitarán de tristeza!

”Cuando llegue ese día, será tan fuerte tu caída que, al oír el ruido, las naciones temblarán de miedo. Allí, en lo más profundo de la tierra, los árboles de mi jardín lanzarán un suspiro de alivio, lo mismo que los árboles más bellos de los bosques del Líbano. 17 Y todos tus aliados, los que buscaron tu protección, morirán y bajarán contigo a la tumba, como los que mueren en batalla.

18 ”No había en todo el paraíso un solo árbol que pudiera compararse contigo. No había nadie que tuviera tu grandeza y hermosura. Sin embargo, caerás a lo más profundo de la tierra, junto con los demás árboles de mi jardín. Allí quedarás tendido. ¡Morirás como mueren en batalla los que no creen en mí!

”En este ejemplo, tú, rey de Egipto, eres el árbol, junto con todo tu pueblo. Te juro que así es”».

Lamento por el rey de Egipto

32 Habían pasado doce años desde que llegamos presos a Babilonia. El día primero del mes de Adar,[b] Dios me dijo:

«Ezequiel, hombre mortal, entona este lamento por el rey de Egipto:

“Tú eres el rey de Egipto,
y te crees un león entre las naciones;
pero no eres más que un lagarto
que chapotea en el río Nilo.
Ensucias el agua con las patas,
y dejas turbios los arroyos.

”Pero yo soy el Dios de Israel.
Aunque vivas entre mucha gente,
te atraparé con mi red.
Te arrastraré por el suelo,
y te dejaré tirado en el campo.
Haré que las aves del cielo
se detengan sobre tu cuerpo;
¡haré que los animales salvajes
te devoren hasta quedar asqueados!
Luego echaré tu carne podrida
por los montes y los valles.
¡Con tu sangre regaré la tierra,
empaparé las montañas
y llenaré los ríos!

7-8 ”Cuando dejes de existir,
haré que el cielo se oscurezca.
Las estrellas más brillantes se apagarán;
cubriré el sol con una nube,
y la luna perderá su brillo.
¡Todo tu país quedará en tinieblas!
Te juro que así lo haré.

9-10 ”Yo te castigaré delante de muchos pueblos lejanos, que ni siquiera conoces. Y cuando sepan que has sido destruido, tanto ellos como sus reyes temblarán por miedo a perder la vida.

11 ”Yo soy el Dios de Israel, y quiero que sepas que el rey de Babilonia te matará con su espada. 12 Sus soldados son muy crueles y violentos, y derrotarán por completo a tus grandes ejércitos. ¡Así acabarán la grandeza y el orgullo de Egipto!

13 ”Yo destruiré todos los ganados que se alimentan junto a tus ríos. El agua no volverá a ensuciarse con las pisadas de personas o animales, 14 sino que estará siempre clara y correrá tranquila como el aceite. Te juro que así será. 15 Y cuando yo haya convertido a Egipto en un desierto, y haya acabado con los que allí viven, reconocerán que yo soy Dios.

16 ”Cuando las mujeres de otras naciones lloren por Egipto y sus riquezas, lo harán entonando este lamento. Te juro que así será”».

Lamento por la caída de Egipto

17 Habían pasado doce años desde que llegamos presos a Babilonia. El día quince del mes de Adar,[c] Dios me dijo:

18 «Ezequiel, hombre mortal, entierra a Egipto y sus riquezas; arrójalo a su tumba, junto con las naciones más poderosas. Y cuando vayan cayendo a lo más profundo de la tierra, donde se encuentran los muertos, entona este lamento:

19 “Entre todas las naciones
ustedes fueron muy privilegiadas,
pero ahora les toca morir
como mueren los pecadores.

20 ”¡Ya la espada está lista! ¡Los ejércitos de Egipto perderán la vida en la batalla! 21 En la tumba, los valientes soldados que ya murieron recibirán a los egipcios y a sus ejércitos aliados. Y dirán:

‘¡Ya llegaron! ¡Miren, los que no confiaron en Dios ahora están tendidos entre los que murieron en batalla!

22-23 ’Aquí está Asiria, rodeada de sus soldados, que tanto asustaban a la gente. Todos ellos murieron en batalla, y ahora están aquí, ¡en lo más profundo de la tierra!

24-25 ’Aquí también está Elam, rodeada de sus soldados, que tanto asustaban a la gente. Todos ellos murieron en batalla, y ahora están aquí, enterrados sin honor, como se lo merecen los que no confían en Dios, ¡en lo más profundo de la tierra!

26-27 ’Aquí también están Mésec y Tubal, rodeados de sus soldados, que tanto asustaban a la gente. Todos estos murieron en batalla, pero no los sepultaron con honores. Sus héroes bajaron a la tumba vestidos con su armadura de guerra.

28-30 ’Aquí también está Edom, con todos sus reyes y jefes principales. Eran muy poderosos, pero ahora están aquí, ¡enterrados sin honor entre los que murieron en batalla por no confiar en Dios!

’Aquí están todos los jefes importantes del norte, y todos los jefes de Sidón. Eran muy poderosos y asustaban a la gente, pero finalmente bajaron a la tumba, pues no confiaron en Dios. Ahora están aquí, ¡humillados y tendidos en el suelo, entre los que murieron en batalla!

’¡Y aquí estás tú, Egipto, todo destrozado y sepultado entre los malvados que murieron en batalla!’

31-32 ”Cuando el rey de Egipto vea en la tumba a todas esas naciones, se consolará de la muerte de todos sus soldados. Y aunque yo le permití llenar de miedo a todo el mundo, tanto él como su ejército serán enterrados entre los malvados que murieron en batalla. Juro que así será”».

Notas al pie

  1. Ezequiel 31:1 Siván: Tercer mes del calendario lunar judío. En nuestro calendario solar corresponde al período que va de mediados de mayo a mediados de junio.
  2. Ezequiel 32:1 Adar. Véase nota en 26.1-2.
  3. Ezequiel 32:17 Adar. Véase nota en 26.1-2.

Destino de Asiria

31 Y sucedió en el undécimo año, el tercer mes, el día primero del mes, que vino a mí la palabra del Señor, diciendo(A): Hijo de hombre, di a Faraón, rey de Egipto(B), y a su multitud:

«¿A quién te pareces en tu grandeza?
He aquí, Asiria era un cedro en el Líbano
de hermosas ramas y frondoso, de sombra abundante
y de elevada estatura(C),
y su copa estaba entre las nubes[a](D).
Las aguas lo hicieron crecer y las corrientes profundas lo encumbraron;
con sus ríos se extendía[b] en torno al lugar donde estaba plantado,
y enviaba sus corrientes a todos los árboles del campo(E).
Por eso su altura era mayor que la de todos los árboles del campo;
se multiplicaban sus ramas y se alargaba su ramaje(F),
extendiéndose[c] a causa de las muchas aguas(G).
En sus ramas anidaban todas las aves del cielo,
bajo su ramaje parían todas las bestias del campo(H),
y a su sombra habitaban todas las grandes naciones.
Era, pues, hermoso en su grandeza, por la extensión de sus ramas;
porque sus raíces estaban junto a muchas aguas.
Los cedros(I) no lo igualaban en el huerto de Dios(J);
los cipreses[d] no se podían comparar con su ramaje,
y los plátanos no igualaban sus ramas.
Ningún árbol en el huerto de Dios(K) podía compararse a él en su hermosura.
Hermoso lo hice por la multitud de sus ramas,
y lo envidiaban todos los árboles del Edén que estaban en el huerto de Dios(L).

10 »Por tanto, así dice el Señor Dios[e]: “Porque es[f] de elevada estatura, y ha puesto su copa entre las nubes, y su corazón es altivo por su altura(M), 11 lo entregaré, pues, en manos de un déspota[g] de las naciones que lo tratará con dureza(N). Conforme a su maldad lo he echado fuera(O). 12 Y extranjeros, los más crueles de entre las naciones, lo han derribado y abandonado(P); sobre los montes y en todos los valles han caído sus ramas(Q), y su ramaje ha sido quebrado en todas las barrancas de la tierra(R); todos los pueblos de la tierra se han retirado de su sombra y lo han abandonado(S). 13 Sobre sus ruinas habitarán todas las aves del cielo, y sobre su ramaje derribado estarán todas las bestias del campo(T), 14 para que no se exalten en su altura ninguno de los árboles junto a las aguas, ni alcen su copa entre las nubes, ni confíen en su altura sus poderosos bien regados[h]. Porque todos han sido entregados a la muerte, a las profundidades de la tierra, entre los hijos de los hombres, con los que descienden a la fosa(U)”.

15 »Así dice el Señor Dios: “El día en que descendió al Seol[i] causé lamentaciones(V), le cerré las corrientes profundas y detuve sus ríos. Sus muchas aguas cesaron, e hice que el Líbano se lamentara[j] por él y por él todos los árboles del campo se marchitaron. 16 Al estruendo de su caída(W) hice temblar a las naciones, cuando lo hice descender al Seol con los que descienden a la fosa(X); entonces todos los árboles bien regados[k] del Edén, los escogidos y los mejores del Líbano(Y), se consolaron en las profundidades de la tierra(Z). 17 También ellos descendieron con él al Seol(AA), con los que murieron a espada(AB); y los que eran su fuerza[l] habitaban bajo su sombra en medio de las naciones(AC). 18 ¿A quién, pues, eres semejante en gloria y grandeza(AD) entre los árboles del Edén? Sin embargo, serás derribado con los árboles del Edén a las profundidades de la tierra; yacerás en medio de los incircuncisos, con los que fueron muertos a espada. Así es Faraón y toda su multitud”» —declara el Señor Dios(AE).

Lamentación por Faraón

32 Y sucedió en el año duodécimo, el mes duodécimo, el día primero del mes, que vino a mí la palabra del Señor, diciendo(AF): Hijo de hombre, eleva una elegía(AG) por Faraón, rey de Egipto, y dile:

«Parecías[m] un leoncillo de las naciones(AH)
pero eras como el monstruo de los mares(AI);
prorrumpías en tus ríos(AJ),
enturbiabas las aguas con tus pies
y ensuciabas[n] sus ríos».
Así dice el Señor Dios[o]:
Mi red sobre ti tenderé(AK)
en compañía de muchos pueblos,
y ellos te alzarán en mi red.
Te dejaré en tierra,
te echaré en campo abierto[p],
y haré que habiten sobre ti todas las aves del cielo,
y saciaré de ti a las bestias de toda la tierra(AL).
Pondré tu carne sobre los montes,
y llenaré los valles de tu carroña(AM).
También haré que la tierra se empape con el derramamiento de tu sangre
hasta los montes(AN),
y las barrancas se llenarán de ti.
Cuando te hayas extinguido, cubriré los cielos(AO)
y oscureceré sus estrellas(AP);
cubriré el sol de nubes,
y la luna no dará su luz(AQ).
Todos los astros brillantes del cielo
oscureceré por causa tuya,
y pondré tinieblas sobre tu tierra
—declara el Señor Dios(AR).

También turbaré el corazón de muchos pueblos(AS), cuando haga llegar la noticia de tu destrucción entre las naciones(AT) hasta tierras que no has conocido. 10 Y haré que muchos pueblos se queden pasmados por causa tuya, y sus reyes en gran manera se aterrorizarán de ti(AU) cuando yo blanda mi espada ante ellos; temblarán constantemente(AV), cada uno por su vida, el día de tu caída.

11 Pues así dice el Señor Dios: La espada del rey de Babilonia vendrá sobre ti(AW). 12 Con las espadas de los poderosos haré caer tu multitud, tiranos todos ellos de las naciones,

que asolarán el orgullo de Egipto(AX),
y toda su multitud será destruida(AY).
13 También destruiré todo su ganado junto a aguas abundantes;
no las enturbiará más pie de hombre,
ni pezuñas de animales las enturbiarán(AZ).
14 Entonces haré asentarse sus aguas,
y haré correr sus ríos como el aceite
—declara el Señor Dios.
15 Cuando yo haga de la tierra de Egipto una desolación,
y la tierra quede despojada de lo que la llenaba(BA),
cuando yo hiera a todos los que en ella viven,
entonces sabrán que yo soy el Señor(BB).

16 Esta es la lamentación y la cantarán[q]; las hijas de las naciones la cantarán[r]. Sobre Egipto y sobre toda su multitud la cantarán[s] —declara el Señor Dios(BC).

17 Y sucedió en el año duodécimo, el quince del mes, que vino a mí la palabra del Señor, diciendo(BD): 18 Hijo de hombre, laméntate por la multitud de Egipto, hazla descender, a ella y a las hijas de las naciones(BE) poderosas, a las profundidades de la tierra(BF), con los que descienden a la fosa(BG);

19 «¿A quién superas en hermosura?
Desciende, y yace con los incircuncisos(BH)».

20 En medio de los muertos a espada caerán. A la espada[t] es entregada; la han arrastrado con toda su multitud(BI). 21 Los fuertes entre los poderosos hablarán de Egipto[u] y de sus auxiliares de en medio del Seol[v]: «Han descendido, yacen los incircuncisos muertos a espada(BJ)».

22 Allí está Asiria con toda su multitud(BK), sus tumbas la rodean; todos ellos muertos, caídos a espada. 23 Sus tumbas están en las partes más profundas de la fosa(BL), y su multitud está alrededor de su tumba; todos ellos muertos, caídos a espada, los cuales infundían[w] terror en la tierra de los vivientes.

24 Allí está Elam(BM) y toda su multitud alrededor de su tumba; todos ellos muertos, caídos a espada, los cuales descendieron incircuncisos a las profundidades de la tierra(BN); ellos que infundían[x] su terror en la tierra de los vivientes(BO), cargaron su ignominia con los que descienden a la fosa(BP). 25 Le han hecho un lecho en medio de los muertos(BQ) con toda su multitud. Sus tumbas lo rodean; todos son incircuncisos, muertos a espada, por haber infundido[y] su terror en la tierra de los vivientes, cargaron su ignominia con los que descienden a la fosa; fueron puestos[z] en medio de los muertos.

26 Mesec, Tubal(BR) y toda su multitud están allí; sus tumbas los[aa] rodean; todos ellos incircuncisos(BS), fueron muertos a espada, por haber infundido[ab] su terror en la tierra de los vivientes. 27 Y no yacen junto a los héroes[ac] caídos(BT) de entre los incircuncisos que descendieron al Seol(BU) con sus armas de guerra, cuyas espadas estaban colocadas debajo de sus cabezas; pero el castigo de su iniquidad cayó sobre sus huesos(BV), porque el terror de estos héroes[ad] prevalecía en la tierra de los vivientes. 28 Pero tú, en medio de los incircuncisos serás quebrantado, y yacerás con los muertos a espada.

29 Allí está Edom, sus reyes y todos sus príncipes[ae], quienes con todo su poderío fueron puestos con los muertos a espada(BW); ellos yacen con los incircuncisos y con los que descienden a la fosa.

30 Allí están los jefes[af] del norte(BX), todos ellos y todos los sidonios, quienes a pesar del terror causado por su poderío, descendieron avergonzados con los muertos(BY). Yacen incircuncisos con los muertos a espada y cargaron su ignominia con los que descienden a la fosa.

31 A estos verá Faraón y se consolará(BZ) con respecto a toda su multitud muerta a espada, Faraón y todo su ejército —declara el Señor Dios. 32 Aunque yo infundí[ag] terror de él en la tierra de los vivientes, a Faraón y a toda su multitud se le hará yacer entre los incircuncisos con los muertos a espada —declara el Señor Dios.

Notas al pie

  1. Ezequiel 31:3 Así en la versión gr. (sept.); en el T.M., entre ramajes, y así en los vers. 10 y 14
  2. Ezequiel 31:4 Lit., iba
  3. Ezequiel 31:5 Lit., en su extenderse
  4. Ezequiel 31:8 O, enebros (de Fenicia)
  5. Ezequiel 31:10 Heb., YHWH, generalmente traducido Señor, y así en el resto del cap.
  6. Ezequiel 31:10 Lit., eres
  7. Ezequiel 31:11 O, poderoso
  8. Ezequiel 31:14 Lit., bebedores de agua
  9. Ezequiel 31:15 I.e., región de los muertos
  10. Ezequiel 31:15 Lit., se oscureciera
  11. Ezequiel 31:16 Lit., bebedores de agua
  12. Ezequiel 31:17 Lit., brazo
  13. Ezequiel 32:2 O, Eras semejante a
  14. Ezequiel 32:2 Lit., pisoteabas
  15. Ezequiel 32:3 Heb., YHWH, generalmente traducido Señor, y así en el resto del cap.
  16. Ezequiel 32:4 Lit., en la faz del campo
  17. Ezequiel 32:16 Lit., lamentarán
  18. Ezequiel 32:16 Lit., lamentarán
  19. Ezequiel 32:16 Lit., lamentarán
  20. Ezequiel 32:20 O, La espada
  21. Ezequiel 32:21 Lit., él
  22. Ezequiel 32:21 I.e., región de los muertos
  23. Ezequiel 32:23 Lit., daban
  24. Ezequiel 32:24 Lit., daban
  25. Ezequiel 32:25 Lit., dado
  26. Ezequiel 32:25 Así en las versiones antiguas; en el T.M., fue puesto
  27. Ezequiel 32:26 Lit., lo
  28. Ezequiel 32:26 Lit., dado
  29. Ezequiel 32:27 O, poderosos
  30. Ezequiel 32:27 O, poderosos
  31. Ezequiel 32:29 O, líderes
  32. Ezequiel 32:30 O, príncipes
  33. Ezequiel 32:32 Lit., di