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La vid y el águila

17 El Señor se dirigió a mí, y me dijo: «Tú, hombre, propón al pueblo de Israel una comparación. Diles:

»“Esto dice el Señor:

Un águila enorme llegó al Líbano;
sus alas eran grandes y de mucho alcance,
cubiertas de plumas de muchos colores.
Agarró la punta de un cedro,
cortó la rama más alta
y fue a plantarla en un país de comerciantes,
en una ciudad de mucho comercio.
Luego tomó de la tierra una semilla
y la sembró en un terreno cultivado,
a la orilla de un arroyo,
con agua abundante.
La semilla nació
y se convirtió en una vid frondosa;
y aunque era poca su altura,
dirigió sus ramas hacia el águila,
mientras hundía sus raíces en la tierra.
Se convirtió en una vid;
produjo retoños y echó ramas.
Pero había otra águila enorme,
de grandes alas y abundante plumaje.
Entonces la vid dirigió sus raíces
y tendió sus ramas hacia esta águila,
para que le diera más agua,
lejos del lugar donde estaba plantada.
Sin embargo, estaba plantada en buena tierra,
junto a agua abundante,
donde podía echar ramas y dar fruto
y convertirse en una vid hermosa.”

»Diles, pues, de mi parte:
“Esto dice el Señor:
Esta vid no prosperará.
El águila primera le arrancará las raíces,
y le hará caer los frutos;
con poco esfuerzo y sin mucha gente
la arrancará de raíz,
y se secarán todos sus nuevos retoños.
10 Aunque la trasplanten, no retoñará;
se secará al soplar sobre ella el viento del este;
se secará en el lugar donde debía retoñar.”»

11 El Señor se dirigió a mí, y me dijo: 12 «Pregunta a este pueblo rebelde si saben lo que significa esta comparación. Diles: “El rey de Babilonia vino a Jerusalén e hizo prisioneros al rey de Judá y a sus funcionarios, y se los llevó con él a Babilonia. 13 Luego tomó a un príncipe de la familia real e hizo un pacto con él, obligándolo a jurarle fidelidad, y se llevó a la gente importante del país 14 para que Judá fuera un reino débil, incapaz de levantarse, aunque dispuesto a cumplir ese pacto y a mantenerlo en vigor. 15 Pero este príncipe se rebeló contra el rey de Babilonia y envió embajadores a Egipto para pedir caballos y hombres en gran cantidad. ¿Creen ustedes que después de eso podrá tener éxito y escapar con vida? ¿Puede escapar con vida quien no cumple un pacto? 16 Yo, el Señor, juro por mi vida que morirá en Babilonia el que se burló del juramento y no cumplió el pacto que hizo con el rey que lo puso en el trono. 17 Cuando el rey de Babilonia lo ataque, y construya rampas y muros alrededor de la ciudad, y mate a mucha gente, el faraón no enviará en su ayuda un poderoso ejército ni gran cantidad de gente, 18 pues él se burló del juramento y no cumplió el pacto; se había comprometido y, sin embargo, ha hecho todo esto. Por eso no podrá escapar con vida.

19 »”Yo, el Señor, lo juro por mi vida: él se burló del juramento que me hizo, y no cumplió la alianza que había hecho conmigo; por eso yo le voy a pedir cuentas. 20 Voy a echar sobre él mis redes, y lo atraparé en ellas; lo llevaré a Babilonia, y allá lo someteré a juicio por haberme sido infiel. 21 Sus mejores soldados morirán en batalla, y los que queden con vida serán esparcidos a los cuatro vientos. Entonces reconocerán ustedes que yo, el Señor, he hablado.

22 »”Yo, el Señor, digo: También yo voy a tomar la punta más alta del cedro; arrancaré un retoño tierno de la rama más alta, y yo mismo lo plantaré en un monte muy elevado, 23 en el monte más alto de Israel. Echará ramas, dará fruto y se convertirá en un cedro magnífico. Animales de toda clase vivirán debajo de él, y aves de toda especie anidarán a la sombra de sus ramas. 24 Y todos los árboles del campo sabrán que yo soy el Señor. Yo derribo el árbol orgulloso y hago crecer el árbol pequeño. Yo seco el árbol verde y hago reverdecer el árbol seco. Yo, el Señor, lo digo y lo cumplo.”»

Responsabilidad personal

18 El Señor se dirigió a mí, y me dijo: «¿Por qué en Israel no deja de repetirse aquel refrán que dice: “Los padres comen uvas agrias y a los hijos se les destemplan los dientes”? Yo, el Señor, juro por mi vida que nunca volverán ustedes a repetir este refrán en Israel. A mí me pertenece todo ser humano, lo mismo el padre que el hijo. Aquel que peque, morirá.

»El hombre recto es el que hace lo que es justo y recto: no participa en los banquetes que se celebran en las colinas para honrar a los ídolos, ni pone su confianza en los falsos dioses de Israel; no le quita la mujer a su prójimo, ni se une con su propia mujer cuando ella está en su período de menstruación; no oprime a nadie, sino que devuelve a su deudor lo que había recibido de él en prenda; no roba a nadie; comparte su pan con el hambriento y da ropa al desnudo; no presta dinero con usura ni exige intereses; no causa daño a nadie; es justo cuando juzga un pleito entre dos personas; actúa de acuerdo con mis leyes y cumple fielmente mis mandamientos. Ese hombre es verdaderamente recto, y por lo tanto vivirá. Yo, el Señor, lo afirmo.

10 »Pero si este hombre tiene un hijo violento y asesino, que hace cualquiera de esas cosas 11 que su padre no hacía, es decir, que participa en los banquetes que se celebran en las colinas para honrar a los ídolos, que le quita la mujer a su prójimo, 12 que oprime al pobre y al necesitado, que roba a los demás, que no devuelve a sus deudores lo que había recibido de ellos en prenda, que pone su confianza en los falsos dioses y hace cosas que yo detesto, 13 que presta dinero con usura y exige intereses: ese hombre no podrá vivir. Después de haber hecho todas esas cosas que yo detesto, morirá sin remedio, y él mismo será responsable de su muerte.

14 »Puede ser que este hombre, a su vez, tenga un hijo que vea todos los pecados cometidos por su padre, pero que no siga su ejemplo; 15 es decir, que no participe en los banquetes que se celebran en las colinas para honrar a los ídolos, ni ponga su confianza en los falsos dioses de Israel; que no le quite la mujer a su prójimo 16 ni oprima a nadie; que no exija nada en prenda cuando le pidan prestado; que no robe a nadie, sino que comparta su pan con el hambriento y dé ropa al desnudo; 17 que no haga daño a nadie ni preste dinero con usura o intereses; y que cumpla mis leyes y actúe según mis mandatos: ese hombre no morirá por los pecados de su padre. Ciertamente vivirá.

18 »Su padre, que fue opresor, y cometió robos, e hizo lo malo en medio de su pueblo, morirá en castigo de sus propios pecados. 19 Ustedes preguntarán: “¿Por qué no paga el hijo también por los pecados del padre?” Pues porque el hijo hizo lo que es recto y justo, y cumplió y puso en práctica todas mis leyes: por eso ciertamente vivirá. 20 Sólo aquel que peque morirá. Ni el hijo ha de pagar por los pecados del padre, ni el padre por los pecados del hijo. El justo recibirá el premio a su justicia; y el malvado, el castigo a su maldad.

El Señor actúa con justicia(A)

21 »Y si el malvado se aparta de todos los pecados que cometía, y cumple todas mis leyes y hace lo que es recto y justo, ciertamente vivirá y no morirá. 22 Yo no volveré a acordarme de todo lo malo que hizo, y él vivirá por hacer lo que es recto. 23 Yo no quiero que el malvado muera, sino que cambie de conducta y viva. Yo, el Señor, lo afirmo.

24 »Pero si el justo deja de actuar rectamente, y hace todo lo malo y detestable que hace el malvado, ¿piensan ustedes que habrá de seguir viviendo? Yo no volveré a acordarme de todo lo bueno que haya hecho: morirá por culpa de su infidelidad y de sus pecados. 25 Ustedes dirán que yo no estoy actuando con justicia; pero escucha, pueblo de Israel, ¿piensan ustedes que yo no estoy actuando bien? ¿No será más bien lo contrario, que son ustedes los que están actuando mal? 26 Si el justo deja de hacer lo bueno y hace lo malo, morirá por culpa de sus malas acciones. 27 Por el contrario, si el malvado se aparta de su maldad y hace lo que es recto y justo, salvará su vida. 28 Si abre los ojos y se aparta de todas las maldades que había hecho, ciertamente vivirá y no morirá.

29 »Pero el pueblo de Israel dirá que yo no actúo con justicia. ¿Que yo no actúo con justicia? ¿No será más bien el pueblo de Israel el que no actúa con justicia? 30 Yo los juzgo a cada uno de ustedes, israelitas, de acuerdo con sus acciones. Yo, el Señor, lo afirmo. Abandonen de una vez por todas sus maldades, para que no se hagan culpables de su propia ruina. 31 Apártense de todas las maldades que han cometido contra mí, y háganse de un corazón y un espíritu nuevos. ¿Por qué habrás de morir, pueblo de Israel, 32 si yo no quiero que nadie muera? Apártense del mal y vivirán. Yo, el Señor, lo afirmo.

Lamento por los reyes de Israel

19 »Y tú, hombre, dedica este canto fúnebre a los reyes de Israel:

»“Tu madre era una leona
que vivía entre leones.
Hizo su guarida entre ellos,
y allí crió a sus cachorros.
A uno especialmente lo hizo crecer
hasta su pleno desarrollo.
Aprendió a desgarrar la presa,
y devoraba hombres.
Las naciones oyeron hablar de él;
lo apresaron en una trampa,
y con ganchos lo arrastraron
hasta el país de Egipto.
Al ver la leona que su esperanza
quedaba frustrada por completo,
tomó otro de sus cachorros
y lo ayudó a desarrollarse.
Hecho ya todo un león,
iba y venía entre los leones.
Aprendió a desgarrar la presa,
y devoraba hombres.
Hacía destrozos en los palacios
y arruinaba las ciudades;
con sus rugidos
hacía temblar a todo el mundo.
Entonces levantaron contra él
a los pueblos de las provincias vecinas;
le tendieron sus redes
y lo hicieron caer en la trampa.
Con ganchos lo encerraron en una jaula
y se lo llevaron al rey de Babilonia;
allí lo metieron preso,
para que nadie volviera a oír sus rugidos
en las montañas de Israel.

10 »”Tu madre parecía una vid
plantada junto al agua,
fecunda y frondosa
gracias a la abundancia de riego.
11 Sus ramas se hicieron tan fuertes
que llegaron a ser cetros de reyes,
y tanto creció
que llegó hasta las nubes.
Se destacaba por su altura
y por sus ramas frondosas.
12 Pero la arrancaron con furia
y la echaron al suelo.
El viento del oriente la secó
y se le cayeron las uvas;
se secaron sus fuertes ramas
y las echaron al fuego.
13 Ahora está plantada en el desierto,
en tierra seca y sedienta.
14 De sus ramas sale un fuego
que devora sus retoños y sus frutos.
Ya no le quedan ramas fuertes
que lleguen a ser cetros de reyes.”»

(Éste es un canto fúnebre, y como canto fúnebre será usado.)

Parábola de las águilas y la vid

17 Vino a mí palabra de Jehová, diciendo: Hijo de hombre, propón una figura, y compón una parábola a la casa de Israel. Y dirás: Así ha dicho Jehová el Señor: Una gran águila, de grandes alas y de largos miembros, llena de plumas de diversos colores, vino al Líbano, y tomó el cogollo del cedro. Arrancó el principal de sus renuevos y lo llevó a tierra de mercaderes, y lo puso en una ciudad de comerciantes. Tomó también de la simiente de la tierra, y la puso en un campo bueno para sembrar, la plantó junto a aguas abundantes, la puso como un sauce. Y brotó, y se hizo una vid de mucho ramaje, de poca altura, y sus ramas miraban al águila, y sus raíces estaban debajo de ella; así que se hizo una vid, y arrojó sarmientos y echó mugrones.

Había también otra gran águila, de grandes alas y de muchas plumas; y he aquí que esta vid juntó cerca de ella sus raíces, y extendió hacia ella sus ramas, para ser regada por ella por los surcos de su plantío. En un buen campo, junto a muchas aguas, fue plantada, para que hiciese ramas y diese fruto, y para que fuese vid robusta. Diles: Así ha dicho Jehová el Señor: ¿Será prosperada? ¿No arrancará sus raíces, y destruirá su fruto, y se secará? Todas sus hojas lozanas se secarán; y eso sin gran poder ni mucha gente para arrancarla de sus raíces. 10 Y he aquí está plantada; ¿será prosperada? ¿No se secará del todo cuando el viento solano la toque? En los surcos de su verdor se secará.

11 Y vino a mí palabra de Jehová, diciendo: 12 Di ahora a la casa rebelde: ¿No habéis entendido qué significan estas cosas? Diles: He aquí que el rey de Babilonia vino a Jerusalén, y tomó a tu rey y a sus príncipes, y los llevó consigo a Babilonia. 13 Tomó también a uno de la descendencia real e hizo pacto con él, y le hizo prestar juramento; y se llevó consigo a los poderosos de la tierra, 14 para que el reino fuese abatido y no se levantase, a fin de que guardando el pacto, permaneciese en pie. 15 Pero se rebeló contra él,(A) enviando embajadores a Egipto para que le diese caballos y mucha gente. ¿Será prosperado, escapará el que estas cosas hizo? El que rompió el pacto, ¿podrá escapar? 16 Vivo yo, dice Jehová el Señor, que morirá en medio de Babilonia, en el lugar donde habita el rey que le hizo reinar, cuyo juramento menospreció, y cuyo pacto hecho con él rompió. 17 Y ni con gran ejército ni con mucha compañía hará Faraón nada por él en la batalla, cuando se levanten vallados y se edifiquen torres para cortar muchas vidas. 18 Por cuanto menospreció el juramento y quebrantó el pacto, cuando he aquí que había dado su mano, y ha hecho todas estas cosas, no escapará. 19 Por tanto, así ha dicho Jehová el Señor: Vivo yo, que el juramento mío que menospreció, y mi pacto que ha quebrantado, lo traeré sobre su misma cabeza. 20 Extenderé sobre él mi red, y será preso en mi lazo, y lo haré venir a Babilonia, y allí entraré en juicio con él por su prevaricación con que contra mí se ha rebelado. 21 Y todos sus fugitivos, con todas sus tropas, caerán a espada, y los que queden serán esparcidos a todos los vientos; y sabréis que yo Jehová he hablado.

22 Así ha dicho Jehová el Señor: Tomaré yo del cogollo de aquel alto cedro, y lo plantaré; del principal de sus renuevos cortaré un tallo, y lo plantaré sobre el monte alto y sublime. 23 En el monte alto de Israel lo plantaré, y alzará ramas, y dará fruto, y se hará magnífico cedro; y habitarán debajo de él todas las aves de toda especie; a la sombra de sus ramas habitarán. 24 Y sabrán todos los árboles del campo que yo Jehová abatí el árbol sublime, levanté el árbol bajo, hice secar el árbol verde, e hice reverdecer el árbol seco. Yo Jehová lo he dicho, y lo haré.

El alma que pecare morirá

18 Vino a mí palabra de Jehová, diciendo: ¿Qué pensáis vosotros, los que usáis este refrán sobre la tierra de Israel, que dice: Los padres comieron las uvas agrias, y los dientes de los hijos tienen la dentera?(B) Vivo yo, dice Jehová el Señor, que nunca más tendréis por qué usar este refrán en Israel. He aquí que todas las almas son mías; como el alma del padre, así el alma del hijo es mía; el alma que pecare, esa morirá.

Y el hombre que fuere justo, e hiciere según el derecho y la justicia; que no comiere sobre los montes, ni alzare sus ojos a los ídolos de la casa de Israel, ni violare la mujer de su prójimo, ni se llegare a la mujer menstruosa, ni oprimiere a ninguno; que al deudor devolviere su prenda, que no cometiere robo, y que diere de su pan al hambriento y cubriere al desnudo con vestido, que no prestare a interés ni tomare usura; que de la maldad retrajere su mano, e hiciere juicio verdadero entre hombre y hombre, en mis ordenanzas caminare, y guardare mis decretos para hacer rectamente, este es justo; este vivirá,(C) dice Jehová el Señor.

10 Mas si engendrare hijo ladrón, derramador de sangre, o que haga alguna cosa de estas, 11 y que no haga las otras, sino que comiere sobre los montes, o violare la mujer de su prójimo, 12 al pobre y menesteroso oprimiere, cometiere robos, no devolviere la prenda, o alzare sus ojos a los ídolos e hiciere abominación, 13 prestare a interés y tomare usura; ¿vivirá este? No vivirá. Todas estas abominaciones hizo; de cierto morirá, su sangre será sobre él.

14 Pero si este engendrare hijo, el cual viere todos los pecados que su padre hizo, y viéndolos no hiciere según ellos; 15 no comiere sobre los montes, ni alzare sus ojos a los ídolos de la casa de Israel; la mujer de su prójimo no violare, 16 ni oprimiere a nadie, la prenda no retuviere, ni cometiere robos; al hambriento diere de su pan, y cubriere con vestido al desnudo; 17 apartare su mano del pobre, interés y usura no recibiere; guardare mis decretos y anduviere en mis ordenanzas; este no morirá por la maldad de su padre; de cierto vivirá. 18 Su padre, por cuanto hizo agravio, despojó violentamente al hermano, e hizo en medio de su pueblo lo que no es bueno, he aquí que él morirá por su maldad.

19 Y si dijereis: ¿Por qué el hijo no llevará el pecado de su padre? Porque el hijo hizo según el derecho y la justicia, guardó todos mis estatutos y los cumplió, de cierto vivirá. 20 El alma que pecare, esa morirá; el hijo no llevará el pecado del padre, ni el padre llevará el pecado del hijo;(D) la justicia del justo será sobre él, y la impiedad del impío será sobre él.

El camino de Dios es justo

(Ez. 33.10-20)

21 Mas el impío, si se apartare de todos sus pecados que hizo, y guardare todos mis estatutos e hiciere según el derecho y la justicia, de cierto vivirá; no morirá. 22 Todas las transgresiones que cometió, no le serán recordadas; en su justicia que hizo vivirá. 23 ¿Quiero yo la muerte del impío? dice Jehová el Señor. ¿No vivirá, si se apartare de sus caminos? 24 Mas si el justo se apartare de su justicia y cometiere maldad, e hiciere conforme a todas las abominaciones que el impío hizo, ¿vivirá él? Ninguna de las justicias que hizo le serán tenidas en cuenta; por su rebelión con que prevaricó, y por el pecado que cometió, por ello morirá.

25 Y si dijereis: No es recto el camino del Señor; oíd ahora, casa de Israel: ¿No es recto mi camino? ¿no son vuestros caminos torcidos? 26 Apartándose el justo de su justicia, y haciendo iniquidad, él morirá por ello; por la iniquidad que hizo, morirá. 27 Y apartándose el impío de su impiedad que hizo, y haciendo según el derecho y la justicia, hará vivir su alma. 28 Porque miró y se apartó de todas sus transgresiones que había cometido, de cierto vivirá; no morirá. 29 Si aún dijere la casa de Israel: No es recto el camino del Señor; ¿no son rectos mis caminos, casa de Israel? Ciertamente, vuestros caminos no son rectos.

30 Por tanto, yo os juzgaré a cada uno según sus caminos, oh casa de Israel, dice Jehová el Señor. Convertíos, y apartaos de todas vuestras transgresiones, y no os será la iniquidad causa de ruina. 31 Echad de vosotros todas vuestras transgresiones con que habéis pecado, y haceos un corazón nuevo y un espíritu nuevo. ¿Por qué moriréis, casa de Israel? 32 Porque no quiero la muerte del que muere, dice Jehová el Señor; convertíos, pues, y viviréis.

Lamentación sobre los príncipes de Israel

19 Y tú, levanta endecha sobre los príncipes de Israel. Dirás: ¡Cómo se echó entre los leones tu madre la leona! Entre los leoncillos crio sus cachorros, e hizo subir uno de sus cachorros; vino a ser leoncillo, y aprendió a arrebatar la presa, y a devorar hombres. Y las naciones oyeron de él; fue tomado en la trampa de ellas, y lo llevaron con grillos a la tierra de Egipto. Viendo ella que había esperado mucho tiempo, y que se perdía su esperanza, tomó otro de sus cachorros, y lo puso por leoncillo. Y él andaba entre los leones; se hizo leoncillo, aprendió a arrebatar la presa, devoró hombres. Saqueó fortalezas, y asoló ciudades; y la tierra fue desolada, y cuanto había en ella, al estruendo de sus rugidos. Arremetieron contra él las gentes de las provincias de alrededor, y extendieron sobre él su red, y en el foso fue apresado. Y lo pusieron en una jaula y lo llevaron con cadenas, y lo llevaron al rey de Babilonia; lo pusieron en las fortalezas, para que su voz no se oyese más sobre los montes de Israel.

10 Tu madre fue como una vid en medio de la viña, plantada junto a las aguas, dando fruto y echando vástagos a causa de las muchas aguas. 11 Y ella tuvo varas fuertes para cetros de reyes; y se elevó su estatura por encima entre las ramas, y fue vista por causa de su altura y la multitud de sus sarmientos. 12 Pero fue arrancada con ira, derribada en tierra, y el viento solano secó su fruto; sus ramas fuertes fueron quebradas y se secaron; las consumió el fuego. 13 Y ahora está plantada en el desierto, en tierra de sequedad y de aridez. 14 Y ha salido fuego de la vara de sus ramas, que ha consumido su fruto, y no ha quedado en ella vara fuerte para cetro de rey.

Endecha es esta, y de endecha servirá.

La vid y el águila

17 La palabra del Señor vino a mí y me dijo:

«Hijo de hombre, preséntale al pueblo de Israel este enigma y nárrale esta parábola. Adviértele que así dice el Señor y Dios: “Llegó al Líbano un águila enorme, de grandes alas, tupido plumaje y vivos colores. Se posó sobre la copa de un cedro, y arrancó el retoño más alto. Lo llevó a un país de mercaderes, y lo plantó en una ciudad de comerciantes.

»”Tomó luego semilla de aquel país y la plantó en terreno fértil. La sembró como si fuera un sauce, junto a aguas abundantes. La semilla germinó y se hizo una vid frondosa, de poca altura; volvió sus ramas hacia el águila y hundió sus raíces bajo sí misma. Así se convirtió en una vid con retoños y exuberante follaje.

»”Pero había otra águila grande, de gigantescas alas y abundante plumaje. Y la vid giró sus raíces y orientó sus ramas hacia ella, para recibir más agua de la que ya tenía. Había estado plantada en tierra fértil junto a aguas abundantes, para echar retoños, dar frutos y convertirse en una hermosa vid”.

»Adviértele que así dice el Señor y Dios: “¿Prosperará esa vid? ¿El águila no la arrancará de raíz? ¿No le quitará su fruto y así la vid se marchitará? Sí, los tiernos retoños se secarán. No hará falta un brazo fuerte ni mucha gente para arrancarla de raíz. 10 ¿Prosperará aunque sea plantada? ¿Acaso el viento del este no la marchitará cuando la azote? ¿En los surcos donde creció se secará?”».

11 La palabra del Señor vino a mí y me dijo:

12 «Pregúntale a este pueblo rebelde si tiene idea de lo que significa todo esto. Diles: “El rey de Babilonia vino a Jerusalén y se llevó a su país al rey de Judá y a sus nobles. 13 Luego tomó a uno de la familia real, hizo un pacto con él bajo juramento y se llevó a la gente más importante del país. 14 Esto lo hizo para humillar a Judá. Así le impidió sublevarse y lo obligó a cumplir el tratado para poder subsistir. 15 Sin embargo, este príncipe se rebeló contra el rey de Babilonia y envió mensajeros a Egipto para conseguir caballos y un numeroso ejército. ¿Y tendrá éxito y podrá escapar el que se atreva a hacer esto? ¿Acaso podrá violar el pacto y salir con vida?

16 »”Así dice el Señor y Dios: Tan cierto como que yo vivo, ese príncipe morirá en Babilonia, en la tierra del rey que lo puso en el trono, cuyo juramento despreció y cuyo pacto no cumplió. 17 Ni el faraón con su gran ejército y numerosas tropas podrá auxiliarlo en la guerra, cuando se levanten rampas y se construyan torres de asalto para matar a mucha gente. 18 Él despreció el juramento y rompió el pacto. Así que, por haber hecho todo esto, a pesar de su compromiso, ¡no escapará!

19 »”Por tanto, así dice el Señor y Dios: Tan cierto como que yo vivo, lo castigaré por despreciar mi juramento y romper mi pacto. 20 Le tenderé mis redes y caerá en mi trampa. Lo llevaré a Babilonia y allí lo someteré a juicio por haberme sido infiel. 21 Lo mejor[a] de sus tropas caerá a filo de espada y los que aún queden con vida serán esparcidos a los cuatro vientos. Así sabrán que yo, el Señor, lo he dicho.

22 »”Así dice el Señor y Dios: De la copa de un cedro tomaré un retoño, de las ramas más altas arrancaré un brote y lo plantaré sobre un cerro muy elevado. 23 Lo plantaré sobre el cerro más alto de Israel, para que eche ramas y produzca fruto y se convierta en un magnífico cedro. Toda clase de aves anidará en él y vivirá a la sombra de sus ramas. 24 Y todos los árboles del campo sabrán que yo soy el Señor. Al árbol grande lo corto y al pequeño lo hago crecer. Al árbol verde lo seco y al seco, lo hago florecer.

»”Yo, el Señor, lo he dicho y lo cumpliré”».

La responsabilidad personal

18 La palabra del Señor vino a mí y me dijo: «¿A qué viene tanta repetición de este proverbio tan conocido en Israel:

»“Los padres comieron uvas agrias
    y a los hijos les duelen los dientes?”.

»Tan cierto como que yo vivo, declara el Señor y Dios, jamás se volverá a repetir este proverbio en Israel. La persona que peque morirá. Sepan que todas las vidas me pertenecen, tanto la del padre como la del hijo.

»Supongamos que hay un hombre justo
    que practica el derecho y la justicia.
No come en los santuarios de los montes
    ni eleva plegarias a los ídolos de Israel.
No deshonra a la mujer de su prójimo
    ni se une a la mujer en los días de su menstruación.
No oprime a nadie ni roba;
    más bien, devuelve la prenda al deudor,
    da de comer al hambriento y viste al desnudo.
No presta dinero con usura
    ni exige intereses.
Se abstiene de hacer el mal
    y juzga imparcialmente entre los rivales.
Obedece mis estatutos
    y cumple fielmente mis leyes.
Tal persona es justa y,
    ciertamente, vivirá,
    afirma el Señor y Dios.

10 »Supongamos que esa persona tiene un hijo violento y homicida 11 (aunque su padre no hizo ninguna de esas cosas).

»Él participa de los banquetes idolátricos en los cerros
y deshonra a la mujer de su prójimo.
12 Oprime al pobre y al indigente;
roba y no devuelve la prenda al deudor.
Eleva plegarias a los ídolos
e incurre en actos abominables;
13 presta dinero con usura y exige intereses.

¿Tal hijo merece vivir? ¡Claro que no! Por haber cometido todas esas abominaciones, será condenado a muerte y, de su muerte, solo él será responsable.

14 »Supongamos que ese hijo podría a su vez tener un hijo que ve todos los pecados de su padre, pero no los imita.

15 »No participa de los banquetes idolátricos en los cerros
    ni eleva plegarias a los ídolos de Israel.
Tampoco deshonra a la mujer de su prójimo.
16 No oprime a nadie
    y devuelve la prenda al deudor.
No roba, da de comer al hambriento
    y viste al desnudo.
17 No maltrata al pobre
    ni presta dinero con usura ni exige intereses.
Cumple mis leyes y obedece mis estatutos.

Un hijo así no merece morir por la maldad de su padre; ¡merece vivir! 18 En cuanto a su padre, merece morir por su propio pecado, porque fue un opresor, robó a su prójimo e hizo lo malo en medio de su pueblo.

19 »Pero ustedes preguntan: “¿Por qué no carga el hijo con las culpas de su padre?”. ¡Porque el hijo era justo y recto, pues obedeció mis estatutos y los puso en práctica! ¡Tal hijo merece vivir! 20 La persona que peque morirá. Ningún hijo cargará con la culpa de su padre ni el padre con la del hijo. Al justo se le pagará con justicia y al malvado se le pagará con maldad.

21 »Pero si el malvado se arrepiente de todos los pecados que ha cometido, obedece todos mis estatutos y practica el derecho y la justicia, no morirá; 22 vivirá por haber actuado con justicia, y Dios no tomará en cuenta todos los pecados que ese malvado haya cometido. 23 ¿Acaso creen que me complace la muerte del malvado? ¿No quiero más bien que abandone su mala conducta y que viva? Yo, el Señor y Dios, lo afirmo.

24 »Si el justo se aparta de la justicia y hace lo malo y comete todas las abominaciones del malvado, ¿merece vivir? No, sino que morirá por causa de su infidelidad y de sus pecados, y no se tomará en cuenta ninguna de sus obras justas.

25 »Ustedes dicen: “No es justo el proceder del Señor”. Pero escucha, pueblo de Israel: ¿En qué no soy justo? ¿No son ustedes los que actúan injustamente? 26 Si el justo se aparta de su justicia, cae en la maldad y muere, pero muere a causa de su maldad. 27 Por otra parte, si el malvado deja de hacer lo malo y actúa con justicia y rectitud, salvará su vida. 28 Si recapacita y se aparta de todas sus maldades, no morirá, sino que vivirá. 29 Sin embargo, el pueblo de Israel anda diciendo: “No es justo el proceder del Señor”. Pueblo de Israel, ¿en qué soy injusto? ¿No son más bien ustedes los injustos?

30 »Por tanto, a cada uno de ustedes, los israelitas, los juzgaré según su conducta, afirma el Señor y Dios. Arrepiéntanse y apártense de todas sus maldades y el pecado no será piedra de tropiezo. 31 Arrojen de una vez por todas las maldades que cometieron contra mí y adquieran un corazón y un espíritu nuevos. ¿Por qué habrás de morir, pueblo de Israel? 32 Yo no quiero la muerte de nadie. ¡Conviértanse y vivirán!, afirma el Señor y Dios.

Lamento por los príncipes de Israel

19 »Dedícale este lamento a los príncipes de Israel:

»“En medio de los leones,
    tu madre era toda una leona.
Recostada entre leoncillos,
    amamantaba a sus cachorros.
A uno de ellos lo crio
    y este llegó a ser un león fuerte
que aprendió a desgarrar su presa
    y a devorar a la gente.
Las naciones oyeron de él,
    lo atraparon en una fosa
    y lo llevaron con garfios a la tierra de Egipto.

»”Cuando la leona madre perdió toda esperanza,
    con sus expectativas perdidas,
tomó a otra de sus crías
    y la hizo un león fuerte.
Cuando este león se hizo fuerte,
    merodeaba entre los leones.
Aprendió a desgarrar su presa
    y a devorar a la gente.
Demolía palacios[b]
    y asolaba ciudades.
La tierra y sus habitantes
    estaban aterrorizados con sus rugidos.
Las naciones y provincias vecinas
    se dispusieron a atacarlo.
Extendieron su red sobre él
    y quedó atrapado en la fosa.
Enjaulado y con garfios
    lo llevaron ante el rey de Babilonia.
Lo pusieron en prisión
    para que no se oyeran sus rugidos
    en los montes de Israel.

10 »”Tu madre era como una vid en medio del viñedo,[c]
    plantada junto al agua.
Era fructífera y frondosa,
    gracias al agua abundante.
11 Sus ramas crecieron vigorosas,
    ¡aptas para ser cetros de reyes!
Tanto creció que se destacaba
    por encima del follaje.
Se le reconocía por su altura
    y por sus ramas frondosas.
12 Pero fue desarraigada con furia
    y arrojada por el suelo.
El viento del este la dejó marchita
    y fueron arrancados sus frutos.
Secas quedaron sus vigorosas ramas,
    y fueron consumidas por el fuego.
13 Ahora está plantada en el desierto,
    en tierra árida y reseca.
14 De una de sus ramas brotó un fuego
    y consumió sus frutos.
¡No queda en ella una rama vigorosa,
    apta para ser cetro de gobernante!”.

Este es un lamento y debe entonarse como tal».

Notas al pie

  1. 17:21 Lo mejor (mss. hebreos, mss. de LXX, Siríaca y Targum); Los fugitivos (TM).
  2. 19:7 Demolía palacios (lectura probable; véanse LXX y Targum); Conocía viudas (TM).
  3. 19:10 del viñedo (dos mss. hebreos); de tu sangre (TM).

La vid y las dos águilas

17 Dios también me dijo:

2-4 «Habla con los israelitas y ponlos a pensar en esta comparación, a ver si la entienden:

“Había un águila muy grande,
de anchas alas y coloridas plumas.
Esa águila fue al monte Líbano
y de la punta de un árbol
cortó la rama más alta.
Luego fue a un país de comerciantes,
y allí plantó la rama.
De ese país tomó una semilla,
y fue a sembrarla en buena tierra.
La plantó junto a un río,
como se plantan los sauces.

”Y la semilla creció,
y se convirtió en una vid.
Esa vid no era muy alta,
pero tenía muchas ramas.
Y cuando la vid maduró,
extendió sus ramas hacia el águila
y hundió sus raíces en el suelo.
7-8 La vid estaba sembrada
en buena tierra,
y junto a un río caudaloso;
pudo haber sido una vid hermosa,
cargada de ramas y de uvas,
pero llegó otra águila más grande,
de anchas alas y coloridas plumas,
y la vid extendió sus ramas hacia ella,
para que le diera más agua todavía”.

»Diles, por tanto, de mi parte:

“¿Creen que tendrá éxito la vid?
¡Claro que no!
El águila la arrancará del suelo,
le quitará todas las uvas,
y dejará que se marchite.
¡Para hacerlo no hace falta
mucha gente ni mucho esfuerzo!
10 Si la plantan en otro lugar,
no volverá a retoñar;
al golpearla el viento del este,
se marchitará por completo
y morirá donde fue plantada”».

11 Dios también me dijo:

12-14 «Pregúntale a esta gente rebelde si sabe lo que significa la comparación. Si no lo sabe, explícale que, cuando el rey de Babilonia vino a Jerusalén, hizo prisioneros al rey de Judá y a sus principales jefes, y se los llevó a su país. Sin embargo, hizo un trato con uno de ellos, que era de la familia del rey, y lo hizo jurar que no lo traicionaría. Mediante ese trato, el rey de Babilonia esperaba que los de Judá no se rebelaran, sino que cumplieran fielmente el pacto.

15 »Pero aquel jefe de Judá se rebeló contra el rey de Babilonia, y le pidió ayuda a los egipcios, y ellos le enviaron caballos y un gran ejército. Ahora bien, ¿ustedes creen que quien hace un trato y no lo cumple puede escapar con vida? 16-18 ¡Claro que no! Yo soy el Dios de Israel, y les juro que ese jefe de Judá morirá en Babilonia. Y morirá porque no supo cumplir su palabra, ¡porque no respetó el trato que hizo con el rey que lo dejó seguir reinando!

»Cuando los babilonios ataquen a Jerusalén, y construyan rampas y escaleras para conquistar la ciudad, y maten a mucha gente, de nada le servirá el gran ejército que le mandó el rey de Egipto. ¡Ni siquiera ese jefe saldrá con vida!

19 »Yo soy el Dios de Israel, y les juro que castigaré a ese jefe de Judá. Lo castigaré por no haber respetado el trato que hizo, faltando así a su palabra. 20 Lo atraparé con mis redes por haberse burlado de mí; lo llevaré preso a Babilonia, y allí le haré un juicio. 21 Aun sus mejores soldados morirán en la guerra, y los que logren salvarse serán dispersados por toda la tierra. Entonces reconocerán que yo soy el Dios de Israel, y que cumplo mi palabra.

22 »Yo, el Dios de Israel, afirmo:

“Yo también cortaré una rama
de la punta del árbol más alto,
y la plantaré sobre un alto monte,
23 ¡sobre el monte más alto de Israel!
Y le crecerán muchas ramas,
y se llenará de frutos,
y llegará a ser un gran árbol.
Bajo la sombra de sus ramas
pondrán su nido las aves,
24 y todos los árboles del bosque
reconocerán que yo soy Dios.
Yo echo abajo a los árboles altos,
y hago que se sequen;
pero hago crecer a los árboles pequeños,
y hago que reverdezca el árbol seco.

”Yo, el Dios de Israel, lo afirmo”».

El que peque, morirá

18 Dios también me dijo:

«Los israelitas repiten a todas horas ese refrán que dice: “Los padres la hacen, y los hijos la pagan”. Pero yo me pregunto por qué lo repiten. Porque yo les aseguro que ese refrán no volverá a repetirse en Israel. La vida de todo ser humano me pertenece, tanto la de los padres como la de los hijos. Sólo morirá aquel que peque.

Cualidades del justo

»La persona que es justa sabe lo que es justo, y lo hace.

»No se junta con los que van a los pequeños templos de las montañas, ni adora a dioses falsos, ni pone en ellos su confianza.

»No sostiene relaciones sexuales con la mujer de otro hombre.

»No tiene relaciones sexuales con su esposa cuando ella tiene su período de menstruación.

»No es injusta con nadie, sino que devuelve a su deudor lo que recibió en garantía de pago.

»No le roba a nadie, sino que comparte su pan con el que tiene hambre, y su ropa con el que está desnudo.

»No cobra intereses cuando presta su dinero.

»No le hace daño a nadie.

»No tiene favoritos cuando tiene que juzgar en un pleito entre dos personas.

»Esa persona vivirá porque es justa y porque obedece fielmente todos mis mandamientos. Les juro que así será.

Defectos del pecador

10 »Pero puede suceder que esa persona justa tenga un hijo violento y asesino que, en vez de seguir el ejemplo de su padre, 11 se junta con los que van a los pequeños templos y adoran a los dioses falsos; sostiene relaciones sexuales con la mujer de otro hombre; 12 maltrata a los pobres y les roba a los demás; no le devuelve a su deudor lo que recibió en garantía de pago; adora a dioses falsos y comete pecados repugnantes, 13 y cobra intereses muy altos cuando presta dinero.

»Pues bien, esa persona no puede seguir viviendo, pues ha cometido acciones repugnantes. Yo les aseguro que esa persona morirá, y que sólo ella será culpable de su muerte.

A cada quien su merecido

14 »Supongamos ahora que ese malvado tiene un hijo que no sigue el mal ejemplo de su padre. Aunque sabe que su padre es un pecador, él, por su parte, 15 no se junta con los que van a los pequeños templos en los cerros, ni adora a dioses falsos, ni pone en ellos su confianza.

»No sostiene relaciones sexuales con la mujer de otro hombre.

16 »No maltrata a nadie, sino que le devuelve a su deudor lo que recibió en garantía de pago.

»No le roba a nadie, sino que comparte su pan con el que tiene hambre, y su ropa con el que está desnudo.

17 »Se aparta de la maldad, y no cobra intereses cuando presta su dinero.

»Esa persona no merece morir por culpa de los pecados de su padre. Al contrario, merece vivir, pues vive obedeciendo fielmente todos mis mandamientos. 18 En cambio, su padre morirá por culpa de sus propios pecados, pues es un malvado, un ladrón y un malhechor.

19 »Tal vez ustedes me pregunten: “¿Y por qué no es castigado el hijo por los pecados del padre?” Y yo contesto: “Porque el hijo llevó una vida recta y justa, y obedeció todos mis mandamientos. Ese hijo merece vivir. 20 Ni el hijo tiene que ser castigado por los pecados del padre, ni el padre tiene que ser castigado por los pecados del hijo. Sólo morirá la persona que peque. Quien haga lo bueno recibirá lo que merecen sus buenas acciones; quien haga lo malo recibirá lo que merece su maldad”.

Esperanza y peligro

21 »Sin embargo, puede ser que el malvado se arrepienta de todos los pecados que cometía, y se aparte de la maldad. Pues yo les aseguro que si realmente obedece todos mis mandamientos, y vive una vida recta y justa, no morirá. 22 Al contrario, vivirá por causa de su rectitud, y yo no volveré a acordarme de todos los pecados que cometió. 23 Les doy mi palabra: yo no quiero que la gente malvada muera; más bien, quiero que se aparte de la maldad y viva.

24 »Pero si la persona justa deja de hacer lo bueno y comienza a comportarse como un malvado, y hace cosas malas y repugnantes, no esperen que yo la deje seguir viviendo. Al contrario, no tomaré en cuenta sus buenas acciones, y morirá por culpa de sus pecados y por desobedecerme.

25 »Ustedes me critican y piensan que soy injusto. Pero escúchenme bien, israelitas, y respóndanme: ¿De veras soy injusto? ¿No será, más bien, que son ustedes los injustos?

26 »Si una persona justa deja de serlo, y comienza a hacer lo malo, morirá por culpa de su maldad. 27-28 Por el contrario, si una persona malvada deja de hacer lo malo, y comienza a hacer lo que es recto y justo, yo les aseguro que vivirá, si es que reconoce su maldad y se aparta de ella.

29 »Sin embargo, ustedes los israelitas no dejan de criticarme y siguen pensando que soy injusto. Pues yo insisto en mi pregunta: ¿De veras soy injusto? ¿No será, más bien, que son ustedes los injustos?

30 »Israelitas, yo juzgo a cada uno de ustedes de acuerdo con su conducta. Yo soy el Dios de Israel, y les aseguro que si dejan de portarse mal y se apartan de sus maldades, no sufrirán las consecuencias de sus pecados. 31 Arrojen a la basura todas las maldades que cometieron contra mí. Vuelvan a amarme de todo corazón, y busquen recibir nueva vida. ¡Ustedes, israelitas, no tienen por qué morir! 32 ¡Yo no quiero que mueran! ¡Apártense de la maldad, y vivirán! Yo soy el Dios de Israel, y cumpliré mi palabra.

Lamento por los jefes de Israel

19 »Pero tú, dedica a los jefes de Israel este lamento:

“Israel era como una leona:
vivía entre los leones
y cuidaba de sus cachorros.
Uno de ellos fue Joacaz,
y ella lo vio crecer
hasta convertirse en un león;
y el que antes fue cachorro
aprendió a devorar gente.

”Las naciones oyeron hablar de él,
le pusieron una trampa y lo atraparon;
le pusieron un gancho en la nariz,
y se lo llevaron a Egipto.

”Israel perdió toda esperanza
de volver a ver a su cachorro;
crió entonces a Joaquín,
otro de sus cachorros,
hasta convertirlo en león.
Y este león andaba entre leones,
muy seguro de sí mismo,
y aprendió a devorar gente.
Hacía destrozos en los palacios
y dejaba en ruinas las ciudades;
con sus feroces rugidos
hacía temblar a todo el mundo.

”Las naciones vecinas se juntaron
con la intención de apresarlo;
le tendieron una trampa,
y Joaquín cayó en ella.
Le pusieron un gancho en la nariz,
y se lo llevaron al rey de Babilonia.
Lo encerraron en una jaula,
y no volvieron a oírse sus rugidos
en las montañas de Israel.

Lamento por Jerusalén

10 ”Israelitas,
nuestra nación parecía una vid
en medio de un viñedo;
estaba plantada junto al agua,
y era tanta el agua que tenía
que estaba llena de uvas y ramas.
11 Era la más alta de las vides;
podía verse por encima
de otros árboles.
Sus ramas eran tan fuertes
que con ellas se hacían
los cetros para los reyes.
¡Tanto se extendían sus ramas
que todo mundo podía verla!

12 ”Pero el viento del este la marchitó,
y todas sus uvas se cayeron.
Ella misma fue arrancada con furia
y arrojada por el suelo.
Sus fuertes ramas se secaron,
y el fuego acabó con ellas.
13 Ahora está sembrada en el desierto,
y no recibe gota de agua.
14 De sus ramas brota fuego,
y ese fuego consume sus frutos.
¡Ya no tiene ramas fuertes
para hacer cetros de reyes!

”Éste es un lamento, y se usará como canto de luto”».

Parábola de las águilas y la vid

17 Y vino a mí la palabra del Señor, diciendo: Hijo de hombre, propón un enigma y relata una parábola a la casa de Israel(A). Y dirás: «Así dice el Señor Dios[a]:

“Una gran águila de grandes alas(B),
largos piñones y espeso plumaje de muchos colores,
vino al Líbano y se llevó la cima del cedro(C);
arrancó el más alto de sus renuevos,
lo llevó a una tierra de mercaderes
y lo puso en una ciudad de comerciantes.
Después tomó de la semilla de la tierra
y la plantó en terreno fértil[b].
La puso[c] junto a aguas abundantes(D);
la plantó como un sauce(E).
Brotó y se hizo una vid
muy extendida, de poca altura,
con sus sarmientos vueltos hacia el águila[d],
pero sus raíces quedaron debajo de ella.
Así se hizo una vid,
echó pámpanos y se hizo frondosa[e].

”Pero había otra[f] gran águila
de grandes alas y abundante plumaje,
y he aquí, esta vid dobló sus raíces hacia ella,
y hacia ella extendió sus sarmientos
desde los surcos donde estaba plantada para que la regara(F).
En tierra fértil[g], junto a aguas abundantes estaba plantada,
para echar ramas y dar fruto,
para hacerse una vid excelente”».

Di: «Así dice el Señor Dios: “¿Prosperará?

¿No arrancará sus raíces y cortará su fruto
para que se seque y se sequen todas sus hojas tiernas?
Y no hará falta gran poder[h] ni mucha gente
para arrancarla[i] de sus raíces.
10 He aquí, está plantada, ¿prosperará?
Cuando el viento solano la azote, ¿no se secará totalmente?(G)
En los surcos donde creció se secará”».

11 Y vino a mí la palabra del Señor, diciendo: 12 Di ahora a la casa rebelde(H): «¿No sabéis lo que significan estas cosas(I)?». Di: «He aquí, el rey de Babilonia vino a Jerusalén, tomó a su rey y a sus príncipes y los llevó consigo a Babilonia(J). 13 Y tomó a uno de la familia[j] real, hizo un pacto con él(K) y le hizo prestar[k] juramento(L). Se llevó también a los poderosos de la tierra(M), 14 para que el reino quedara sometido[l](N) sin poder levantarse, a fin de que guardando su pacto se mantuviera. 15 Pero se ha rebelado contra él(O) enviando embajadores a Egipto para que le den caballos y muchas tropas[m]. ¿Tendrá éxito? ¿Escapará el que hace tales cosas? ¿Puede romper el pacto y escapar(P)? 16 Vivo yo» —declara el Señor Dios— «que ciertamente en la tierra[n] del rey que lo puso en el trono[o], cuyo juramento despreció y cuyo pacto rompió(Q), allí[p], en medio de Babilonia, morirá(R). 17 Ni con poderoso ejército ni con gran compañía lo ayudará[q] Faraón en la guerra, cuando levanten terraplenes y construyan muros de asedio para cortar muchas vidas(S). 18 Pues ha despreciado el juramento al romper el pacto; he aquí, juró fidelidad[r](T) pero hizo todas estas cosas. No escapará». 19 Por tanto, así dice el Señor Dios: Vivo yo, que ciertamente mi juramento que él despreció, mi pacto que él rompió, lo haré recaer[s] sobre su cabeza. 20 Y tenderé sobre él mi red y será atrapado en mi trampa. Entonces lo llevaré a Babilonia(U) y allí entraré en juicio con él(V) por la infidelidad que ha cometido contra mí(W). 21 Y todos los escogidos[t] de todas sus tropas a espada caerán, y los sobrevivientes serán esparcidos a todos los vientos; y sabréis que yo, el Señor, he hablado(X).

22 Así dice el Señor Dios: Yo también tomaré un renuevo de lo más alto de la copa del cedro y lo plantaré[u]; arrancaré de la punta de sus renuevos uno tierno y lo plantaré en un monte alto y eminente(Y). 23 En el alto monte de Israel lo plantaré; extenderá ramas y dará fruto, y llegará a ser un cedro majestuoso(Z). Debajo de él anidarán[v] toda clase de aves[w], a la sombra de sus ramas anidarán[x]. 24 Y todos los árboles del campo sabrán que yo soy el Señor; humillo al árbol elevado y elevo al árbol humilde; seco al árbol verde y hago reverdecer al árbol seco(AA). Yo, el Señor, he hablado y lo haré(AB).

La responsabilidad individual

18 Y vino a mí la palabra del Señor, diciendo: ¿Qué queréis decir al usar este proverbio acerca de la tierra de Israel(AC), que dice:

«Los padres comen las uvas agrias,
pero los dientes de los hijos tienen la dentera[y](AD)»?

Vivo yo —declara el Señor Dios[z]— que no volveréis a usar más este proverbio en Israel. He aquí, todas las almas son mías(AE); tanto el alma del padre como el alma del hijo mías son. El alma que peque, esa morirá(AF). Pero el hombre que es justo, y practica el derecho y la justicia, y no come en los santuarios de los montes ni levanta sus ojos a los ídolos de la casa de Israel(AG), ni amancilla a la mujer de su prójimo(AH), ni se acerca a una mujer durante su menstruación; el hombre que no oprime a nadie, sino que devuelve al deudor su prenda(AI); que no comete robo(AJ), sino que da su pan al hambriento y cubre al desnudo con ropa(AK), que no presta dinero a interés ni exige con usura(AL), que retrae su mano de la maldad(AM) y hace juicio verdadero entre hombre y hombre(AN), que anda en mis estatutos y mis ordenanzas(AO) obrando fielmente(AP), ese es justo; ciertamente vivirá —declara el Señor Dios(AQ).

10 Pero si engendra un hijo violento que derrama sangre y que hace cualquiera de estas cosas a un hermano 11 (aunque él mismo no hizo ninguna de estas cosas)(AR), que también come en los santuarios de los montes y amancilla a la mujer de su prójimo, 12 oprime al pobre y al necesitado(AS), comete robo, no devuelve la prenda(AT), que levanta sus ojos a los ídolos y comete abominación(AU), 13 que presta a interés y exige con usura(AV); ¿vivirá? ¡No vivirá! Ha cometido todas estas abominaciones, ciertamente morirá; su sangre será sobre él(AW).

14 Mas he aquí, si engendra un hijo que observa todos los pecados que su padre ha cometido(AX), y viéndolo no hace lo mismo, 15 no come en los santuarios de los montes, ni levanta sus ojos a los ídolos de la casa de Israel, ni amancilla a la mujer de su prójimo, 16 que no oprime a nadie, ni retiene la prenda, ni comete robo, sino que da su pan al hambriento y cubre al desnudo con ropa(AY), 17 que retrae su mano del pobre[aa], no cobra interés ni usura, cumple mis ordenanzas y anda en mis estatutos, ese no morirá por la iniquidad de su padre, ciertamente vivirá(AZ). 18 Su padre, que practicó la extorsión, robó[ab] a su hermano e hizo lo que no era bueno en medio de su pueblo[ac], he aquí, morirá por su iniquidad.

19 Y vosotros decís: «¿Por qué no carga el hijo con la iniquidad de su padre(BA)?». Cuando el hijo ha practicado el derecho y la justicia, ha observado todos mis estatutos y los ha cumplido, ciertamente vivirá(BB). 20 El alma que peque, esa morirá. El hijo no cargará con la iniquidad del padre, ni el padre cargará con la iniquidad del hijo(BC); la justicia del justo será sobre él(BD) y la maldad del impío será sobre él(BE).

21 Pero si el impío se aparta de todos los pecados que ha cometido, guarda todos mis estatutos y practica el derecho y la justicia, ciertamente vivirá, no morirá(BF). 22 Ninguna de las transgresiones que ha cometido le serán recordadas; por la justicia que ha practicado(BG), vivirá(BH). 23 ¿Acaso me complazco yo en la muerte del impío —declara el Señor Dios— y no en que se aparte de sus caminos(BI) y viva(BJ)?

24 Pero si el justo se aparta de su justicia y comete iniquidad, actuando conforme a todas las abominaciones que comete el impío, ¿vivirá? Ninguna de las obras justas que ha hecho le serán recordadas(BK); por la infidelidad que ha cometido y el pecado que ha cometido, por ellos morirá(BL). 25 Y vosotros decís: «No es recto el camino del Señor(BM)». Oíd ahora, casa de Israel: ¿No es recto mi camino? ¿No son vuestros caminos los que no son rectos(BN)? 26 Cuando el justo se aparta de su justicia, comete iniquidad y muere a causa de ello, por la iniquidad que ha cometido, morirá. 27 Y cuando el impío se aparta de la maldad que ha cometido y practica el derecho y la justicia, salvará su vida(BO). 28 Porque consideró y se apartó de todas las transgresiones que había cometido, ciertamente vivirá, no morirá. 29 Pero la casa de Israel dice: «El camino del Señor no es recto». ¿No son rectos mis caminos, oh casa de Israel? ¿No son vuestros caminos los que no son rectos?

30 Por tanto, os juzgaré, a cada uno conforme a su conducta, oh casa de Israel —declara el Señor Dios—. Arrepentíos y apartaos de todas vuestras transgresiones, para que la iniquidad no os sea piedra de tropiezo(BP). 31 Arrojad de vosotros todas las transgresiones que habéis cometido(BQ), y haceos un corazón nuevo y un espíritu nuevo(BR). ¿Por qué habéis de morir, casa de Israel? 32 Pues yo no me complazco en la muerte de nadie[ad] —declara el Señor Dios—. Arrepentíos y vivid(BS).

Elegía por los príncipes de Israel

19 Y tú, eleva una elegía(BT) por los príncipes de Israel(BU), y di:

«¿Qué era tu madre?
una leona entre leones.
Echada[ae] en medio de leoncillos,
crió a sus cachorros.
Cuando exaltó a uno de sus cachorros,
este se hizo león,
y aprendió a desgarrar su presa;
devoró hombres.
Entonces oyeron de él las naciones;
en su foso fue capturado,
y lo llevaron con garfios
a la tierra de Egipto(BV).
Cuando ella vio, mientras aguardaba,
que su esperanza estaba perdida,
tomó otro[af] de sus cachorros
y lo hizo un leoncillo.
Y él andaba entre los leones;
hecho ya un leoncillo(BW),
y aprendió a desgarrar su presa;
devoró hombres;
destruyó[ag] sus torres fortificadas[ah]
y asoló sus ciudades;
la tierra y cuanto había en ella estaban aterrados
por el estruendo de sus rugidos.
Entonces se pusieron contra él los pueblos
de las provincias de alrededor(BX),
y tendieron sobre él su red;
en su foso fue capturado.
Lo pusieron en una jaula con garfios
y lo llevaron al rey de Babilonia(BY);
lo llevaron enjaulado[ai](BZ)
para que no se oyera más su voz
en los montes de Israel.
10 Tu madre era como una vid en tu viña[aj],
plantada junto a las aguas;
estaba llena de frutos y ramas
por la abundancia de aguas(CA).
11 Tenía ramas fuertes[ak](CB)
propias para cetros de gobernantes,
y su estatura se elevó
hasta en medio de las nubes[al],
y fue vista a causa de su altura
y por sus muchos sarmientos(CC).
12 Pero fue arrancada(CD) con furor,
derribada a tierra(CE),
y el viento solano secó su fruto(CF);
su rama fuerte fue quebrada
y se secó[am](CG);
el fuego la consumió.
13 Y ahora está plantada en el desierto,
en una tierra árida y reseca[an](CH).
14 Y ha salido fuego de su rama[ao],
ha consumido sus pámpanos y su fruto(CI),
y no queda en ella rama fuerte,
para cetro de gobernante».

Esta es una elegía, y de elegía servirá.

Notas al pie

  1. Ezequiel 17:3 Heb., YHWH, generalmente traducido Señor, y así en el resto del cap.
  2. Ezequiel 17:5 Lit., un campo de sembrar
  3. Ezequiel 17:5 Lit., tomó
  4. Ezequiel 17:6 Lit., ella
  5. Ezequiel 17:6 Lit., y echó ramaje
  6. Ezequiel 17:7 Así en algunas versiones antiguas; en el T.M., una
  7. Ezequiel 17:8 Lit., En buen campo
  8. Ezequiel 17:9 Lit., brazo
  9. Ezequiel 17:9 Lit., levantarla
  10. Ezequiel 17:13 Lit., simiente
  11. Ezequiel 17:13 Lit., entrar en
  12. Ezequiel 17:14 Lit., humillado
  13. Ezequiel 17:15 Lit., mucha gente
  14. Ezequiel 17:16 Lit., el lugar
  15. Ezequiel 17:16 Lit., lo hizo rey
  16. Ezequiel 17:16 Lit., con él
  17. Ezequiel 17:17 Lit., actuará con él
  18. Ezequiel 17:18 Lit., dio la mano
  19. Ezequiel 17:19 Lit., lo pondré
  20. Ezequiel 17:21 Así en muchos mss. y versiones antiguas; en el T.M., fugitivos
  21. Ezequiel 17:22 Lit., pondré
  22. Ezequiel 17:23 Lit., morarán
  23. Ezequiel 17:23 Lit., ala
  24. Ezequiel 17:23 Lit., morarán
  25. Ezequiel 18:2 Lit., se embotan
  26. Ezequiel 18:3 Heb., YHWH, generalmente traducido Señor, y así en el resto del cap.
  27. Ezequiel 18:17 La versión gr. (sept.) dice: de la maldad como en el vers. 8
  28. Ezequiel 18:18 Lit., cometió robo
  29. Ezequiel 18:18 Lit., sus parientes
  30. Ezequiel 18:32 Lit., del que muere
  31. Ezequiel 19:2 O, ¿Por qué tu madre, una leona, entre leones se echó;
  32. Ezequiel 19:5 Lit., uno
  33. Ezequiel 19:7 Así en el Targum; en el T.M., conoció
  34. Ezequiel 19:7 Lit., sus viudas
  35. Ezequiel 19:9 O, en redes
  36. Ezequiel 19:10 Así en dos mss. heb., en el T.M., sangre
  37. Ezequiel 19:11 Lit., vara(s) de fuerza, y así en los vers. 12 y 14
  38. Ezequiel 19:11 Otra posible lectura es: del ramaje
  39. Ezequiel 19:12 Así en la versión gr. (sept.); en el T.M., fueron quebradas y se secaron
  40. Ezequiel 19:13 Lit., sedienta
  41. Ezequiel 19:14 Lit., vara