¹⁶ Y en aquella ocasión mandé a vuestros jueces, diciendo: «Oíd los pleitos entre vuestros hermanos^[a], y juzgad justamente^(A) entre un hombre y su hermano^[b] o el forastero que está con él. ¹⁷ No mostraréis parcialidad en el juicio; lo mismo oiréis al pequeño que al grande^(B). No tendréis temor del^[c] hombre, porque el juicio es de Dios^(C). Y el caso que sea muy difícil para vosotros, me lo traeréis a mí, y yo lo oiré^(D)». ¹⁸ En aquella misma ocasión os mandé todas las cosas que deberíais hacer^(E).

Misión de los doce espías

^19 (F)Partimos de Horeb^(G) y pasamos por todo aquel vasto y terrible desierto^(H) que visteis, camino de la región montañosa de los amorreos^(I), tal como el Señor nuestro Dios nos había mandado, y llegamos a Cades-barnea^(J). ²⁰ Y os dije: «Habéis llegado a la región montañosa de los amorreos que el Señor nuestro Dios va a darnos. ²¹ Mira, Israel, el Señor tu Dios ha puesto la tierra delante de ti; sube, toma posesión de ella, como el Señor, el Dios de tus padres, te ha dicho. No temas ni te acobardes^(K)». ²² Entonces todos vosotros os acercasteis a mí, y dijisteis: «Enviemos hombres delante de nosotros, que nos exploren la tierra, y nos traigan noticia^[d] del camino por el cual hemos de subir y de las ciudades a las cuales entraremos^(L)». ²³ Y me agradó el plan^[e], y tomé a doce hombres de entre vosotros, un hombre por cada tribu. ²⁴ Y ellos partieron^[f] y subieron a la región montañosa, y llegaron hasta el valle^[g] de Escol, y reconocieron la tierra^[h](M). ²⁵ Tomaron en sus manos del fruto de la tierra y nos lo trajeron; y nos dieron^[i] un informe, diciendo^[j]: «Es una tierra buena que el Señor nuestro Dios nos da».

²⁶ Sin embargo, no quisisteis subir^(N), y os rebelasteis contra el mandato^[k] del Señor vuestro Dios^(O). ²⁷ Y murmurasteis en vuestras tiendas^(P), diciendo^[l]: «Porque el Señor nos aborrece, nos ha sacado de la tierra de Egipto para entregarnos en manos de los amorreos y destruirnos. ²⁸ ¿Adónde subiremos? Nuestros hermanos nos han atemorizado^[m], diciendo: “El pueblo es más grande y más alto que nosotros; las ciudades son grandes y fortificadas hasta el cielo. Y además vimos allí a los hijos de Anac^(Q)”». ²⁹ Entonces yo os dije: «No temáis ni les tengáis miedo. ³⁰ El Señor vuestro Dios, que va delante de vosotros, Él peleará por vosotros^(R), así como lo^[n] hizo delante de vuestros ojos en Egipto, ³¹ y en el desierto, donde has visto cómo el Señor tu Dios te llevó, como un hombre lleva a su hijo^(S), por todo el camino que habéis andado hasta llegar a este lugar». ³² Pero con todo esto^[o], no confiasteis en el Señor vuestro Dios^(T), ³³ que iba delante de vosotros en el camino para buscaros lugar dónde acampar, con fuego de noche y nube de día^(U), para mostraros el camino por donde debíais andar^(V).

El castigo de Dios

^34 (W)Entonces oyó el Señor la voz de vuestras palabras, y se enojó y juró, diciendo: ³⁵ «Ninguno de estos hombres, esta generación perversa, verá la buena tierra que juré dar a vuestros padres^(X), ³⁶ excepto Caleb, hijo de Jefone; él la verá, y a él y a sus hijos daré la tierra que ha pisado, pues él ha seguido fielmente al Señor^(Y)».