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Daniel interpreta el sueño de Nabucodonosor

En el segundo año del reinado de Nabucodonosor, tuvo Nabucodonosor sueños, y se turbó su espíritu y se le fue el sueño. Hizo llamar el rey a magos, astrólogos, encantadores y caldeos, para que le explicaran sus sueños. Vinieron, pues, y se presentaron delante del rey. El rey les dijo:

—He tenido un sueño, y mi espíritu se ha turbado por saber el sueño.

Entonces hablaron los caldeos al rey en lengua aramea:

—¡Rey, para siempre vive! Cuenta el sueño a tus siervos, y te daremos la interpretación.

Respondió el rey y dijo a los caldeos:

—El asunto lo olvidé; pero si no me decís el sueño y su interpretación, seréis hechos pedazos y vuestras casas serán convertidas en estercoleros. Pero si me decís el sueño y su interpretación, de mí recibiréis dones, favores y gran honra. Decidme, pues, el sueño y su interpretación.

Respondieron por segunda vez, y dijeron:

—Cuente el rey el sueño a sus siervos, y le daremos la interpretación.

El rey respondió y dijo:

—Yo conozco ciertamente que vosotros ponéis dilaciones, porque veis que el asunto se me ha ido. Si no me contáis el sueño, una sola sentencia hay para vosotros. Ciertamente preparáis una respuesta mentirosa y perversa que decir delante de mí, entre tanto que pasa el tiempo. Contadme, pues, el sueño, para que yo sepa que me podéis dar su interpretación.

10 Los caldeos respondieron delante del rey y dijeron:

—No hay hombre sobre la tierra que pueda declarar el asunto del rey. Además, ningún rey, príncipe ni señor preguntó cosa semejante a ningún mago ni astrólogo ni caldeo. 11 Porque el asunto que el rey demanda es difícil, y no hay quien lo pueda declarar al rey, salvo los dioses cuya morada no está entre los hombres.

12 Por esto el rey, con ira y con gran enojo, mandó que mataran a todos los sabios de Babilonia. 13 Se publicó, pues, el edicto de que los sabios fueran llevados a la muerte; y buscaron también a Daniel y a sus compañeros para matarlos.

14 Entonces Daniel habló sabia y prudentemente a Arioc, capitán de la guardia del rey, que había salido para matar a los sabios de Babilonia. 15 Habló y dijo a Arioc, capitán del rey:

—¿Cuál es la causa de que este edicto se publique de parte del rey tan apresuradamente?

Entonces Arioc hizo saber a Daniel lo que había; 16 y Daniel entró y pidió al rey que le concediera tiempo, que él daría al rey la interpretación. 17 Luego se fue Daniel a su casa e hizo saber a Ananías, Misael y Azarías, sus compañeros, lo que sucedía 18 para que pidieran misericordias del Dios del cielo sobre este misterio, a fin de que Daniel y sus compañeros no perecieran con los otros sabios de Babilonia.

19 El secreto le fue revelado a Daniel en visión de noche, por lo cual bendijo Daniel al Dios del cielo. 20 Habló Daniel y dijo:

«Sea bendito el nombre de Dios de siglos en siglos,
porque suyos son el poder y la sabiduría.
21 Él muda los tiempos y las edades,
quita reyes y pone reyes;
da la sabiduría a los sabios
y la ciencia a los entendidos.
22 Él revela lo profundo y lo escondido,
conoce lo que está en tinieblas
y con él mora la luz.
23 A ti, Dios de mis padres,
te doy gracias y te alabo,
porque me has dado sabiduría y fuerza,
y ahora me has revelado lo que te pedimos,
pues nos has dado a conocer el asunto del rey.»

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