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16 Pero aquel que estaba delante de mí, y que era semejante a un hijo de hombre, me tocó los labios, y por eso me atreví a hablar. Le dije:

«Mi señor, esta visión me causa mucho dolor y me ha dejado sin fuerzas. 17 ¿Cómo podré hablar con mi señor, si soy su humilde siervo?»

¡Y es que al instante me faltaron las fuerzas, y me quedé sin aliento!

18 Pero aquel que tenía semejanza de hombre me tocó otra vez, me dio nuevas fuerzas,

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