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EN el año tercero del reinado del rey Belsasar, me apareció una visión á mí, Daniel, después de aquella que me había aparecido antes.

Vi en visión, (y aconteció cuando vi, que yo estaba en Susán, que es cabecera del reino en la provincia de Persia;) vi pues en visión, estando junto al río Ulai,

Y alcé mis ojos, y miré, y he aquí un carnero que estaba delante del río, el cual tenía dos cuernos: y aunque eran altos, el uno era más alto que el otro; y el más alto subió á la postre.

Vi que el carnero hería con los cuernos al poniente, al norte, y al mediodía, y que ninguna bestia podía parar delante de él, ni había quien escapase de su mano: y hacía conforme á su voluntad, y engrandecíase.

Y estando yo considerando, he aquí un macho de cabrío venía de la parte del poniente sobre la haz de toda la tierra, el cual no tocaba la tierra: y tenía aquel macho de cabrío un cuerno notable entre sus ojos:

Y vino hasta el carnero que tenía los dos cuernos, al cual había yo visto que estaba delante del río, y corrió contra él con la ira de su fortaleza.

Y vilo que llegó junto al carnero, y levantóse contra él, é hiriólo, y quebró sus dos cuernos, porque en el carnero no había fuerzas para parar delante de él: derribólo por tanto en tierra, y hollólo; ni hubo quien librase al carnero de su mano.

Y engrandecióse en gran manera el macho de cabrío; y estando en su mayor fuerza, aquel gran cuerno fué quebrado, y en su lugar subieron otros cuatro maravillosos hacia los cuatro vientos del cielo.

Y del uno de ellos salió un cuerno pequeño, el cual creció mucho al mediodía, y al oriente, y hacia la tierra deseable.

10 Y engrandecióse hasta el ejército del cielo; y parte del ejército y de las estrellas echó por tierra, y las holló.

11 Aun contra el príncipe de la fortaleza se engrandeció, y por él fué quitado el continuo sacrificio, y el lugar de su santuario fué echado por tierra.

12 Y el ejército fué le entregado á causa de la prevaricación sobre el continuo sacrificio: y echó por tierra la verdad, é hizo cuanto quiso, y sucedióle prósperamente.

13 Y oí un santo que hablaba; y otro de los santos dijo á aquél que hablaba: ¿Hasta cuándo durará la visión del continuo sacrificio, y la prevaricación asoladora que pone el santuario y el ejército para ser hollados?

14 Y él me dijo: Hasta dos mil y trescientos días de tarde y mañana; y el santuario será purificado.

15 Y acaeció que estando yo Daniel considerando la visión, y buscando su inteligencia, he aquí, como una semejanza de hombre se puso delante de mí.

16 Y oí una voz de hombre entre las riberas de Ulai, que gritó y dijo: Gabriel, enseña la visión á éste.

17 Vino luego cerca de donde yo estaba; y con su venida me asombré, y caí sobre mi rostro. Empero él me dijo: Entiende, hijo del hombre, porque al tiempo se cumplirá la visión.

18 Y estando él hablando conmigo, caí dormido en tierra sobre mi rostro: y él me tocó, é hízome estar en pie.

19 Y dijo: He aquí yo te enseñaré lo ha de venir en el fin de la ira: porque al tiempo se cumplirá:

20 Aquel carnero que viste, que tenía cuernos, son los reyes de Media y de Persia.

21 Y el macho cabrío es el rey de Javán: y el cuerno grande que tenía entre sus ojos es el rey primero.

22 Y que fué quebrado y sucedieron cuatro en su lugar, significa que cuatro reinos sucederán de la nación, mas no en la fortaleza de él.

23 Y al cabo del imperio de éstos, cuando se cumplirán los prevaricadores, levantaráse un rey altivo de rostro, y entendido en dudas.

24 Y su poder se fortalecerá, mas no con fuerza suya, y destruirá maravillosamente, y prosperará; y hará arbitrariamente, y destruirá fuertes y al pueblo de los santos.

25 Y con su sagacidad hará prosperar el engaño en su mano; y en su corazón se engrandecerá, y con paz destruirá á muchos: y contra el príncipe de los príncipes se levantará; mas sin mano será quebrantado.

26 Y la visión de la tarde y la mañana que está dicha, es verdadera: y tú guarda la visión, porque es para muchos días.

27 Y yo Daniel fuí quebrantado, y estuve enfermo algunos días: y cuando convalecí, hice el negocio del rey; mas estaba espantado acerca de la visión, y no había quien la entendiese.

Visión del carnero y del macho cabrío

En el año tercero del reinado del rey Belsasar, se me apareció a mí, Daniel[a], una visión, después de aquella que se me había aparecido anteriormente[b]. Cuando miré en la visión, sucedió que al mirar, yo me encontraba en la ciudadela de Susa(A), que está en la provincia de Elam(B), y vi en la visión que yo estaba junto al río[c](C) Ulai. Alcé, pues, mis ojos y miré, y he aquí que un carnero estaba delante del río[d]. Tenía dos cuernos(D), y los dos cuernos eran altos, pero uno era más alto que el otro, y el más alto creció[e] el último. Vi al carnero dando cornadas al oeste, al norte y al sur, y ninguna bestia podía mantenerse en pie delante de él, y nadie podía librarse de su poder[f](E). Hacía lo que quería, y se engrandeció(F).

Estando yo observando, he aquí, un macho cabrío venía del occidente sobre la superficie de toda la tierra sin tocar el suelo; el macho cabrío tenía un cuerno prominente entre los ojos(G). Se dirigió al carnero que tenía los dos cuernos, que yo había visto parado delante del río[g], y lo acometió con la furia de su poder. Lo vi venir junto al carnero, y enfurecido contra él, hirió al carnero y le rompió los dos cuernos, y el carnero no tenía fuerza para mantenerse en pie delante de él; lo arrojó en tierra y lo pisoteó, y no hubo nadie que librara al carnero de su poder[h]. El macho cabrío se engrandeció sobremanera, pero en cuanto llegó a ser poderoso, el gran cuerno(H) se le rompió, y en su lugar le salieron cuatro cuernos(I) prominentes hacia los cuatro vientos del cielo(J).

Y de uno de ellos salió un cuerno pequeño, que creció mucho(K) hacia el sur, hacia el oriente y hacia la Tierra Hermosa[i](L). 10 Creció hasta el ejército del cielo, e hizo caer a la tierra parte del ejército y de las estrellas(M), y las pisoteó(N). 11 Se engrandeció hasta igualarse con el Jefe[j](O) del ejército, le quitó su sacrificio continuo(P) y fue derribado el lugar de su santuario. 12 Y el ejército será entregado al cuerno junto con el sacrificio continuo a causa de la transgresión; arrojará por tierra la verdad(Q) y hará su voluntad y prosperará. 13 Oí entonces hablar a un santo(R), y otro santo dijo al que hablaba: ¿Hasta cuándo durará la visión(S) del sacrificio continuo, de la transgresión que espanta, y de que el lugar santo y el ejército sean pisoteados(T)? 14 Y le[k] respondió: Por dos mil trescientas tardes y mañanas; entonces el lugar santo será restaurado[l](U).

15 Y sucedió que después que yo, Daniel, había visto la visión(V), y trataba de comprenderla[m], he aquí, vi de pie, ante mí, uno con apariencia de hombre(W). 16 Y oí una voz de hombre entre las márgenes del Ulai, que gritaba y decía: Gabriel, explícale a este la visión(X). 17 Él se acercó adonde yo estaba, y cuando llegó, me aterroricé y caí sobre mi rostro(Y), pero él me dijo: Entiende, hijo de hombre, que la visión se refiere al tiempo del fin(Z). 18 Mientras él hablaba conmigo, caí en un sueño profundo con mi rostro en tierra(AA); él me tocó y me hizo incorporar(AB) donde yo estaba. 19 Y dijo: He aquí, te voy a dar a conocer lo que sucederá al final de la ira, porque se refiere al tiempo señalado del fin(AC). 20 El carnero que viste, con los dos cuernos(AD), representa a los reyes de Media y de Persia. 21 Y el macho cabrío peludo representa al reino[n] de Grecia, y el cuerno grande que está entre sus ojos es el primer rey. 22 Y el cuerno roto y los cuatro cuernos(AE) que salieron en su lugar representan cuatro reinos que se levantarán de su nación, pero no con su poder.

23 Y al final de su reinado[o],
cuando los transgresores se acaben,
se levantará un rey,
insolente[p] y hábil en intrigas[q].
24 Su poder será grande, pero no por su propio poder;
destruirá[r] en forma extraordinaria,
prosperará y hará su voluntad;
destruirá[s] a los poderosos y al pueblo santo[t](AF).
25 Y por su astucia
hará que el engaño prospere por su influencia[u];
él se engrandecerá en su corazón,
y destruirá[v] a muchos que están confiados[w].
Aun se levantará contra el[x] Príncipe de los príncipes(AG),
pero será destruido sin intervención humana[y](AH).
26 Y la visión de las tardes y de las mañanas
que ha sido relatada, es verdadera;
pero tú, guarda en secreto la visión(AI),
porque se refiere a muchos días aún lejanos(AJ).

27 Yo, Daniel, me sentí agotado y enfermo algunos días. Después me levanté y atendí los asuntos del rey(AK); pero yo estaba espantado a causa de la visión(AL), y no había nadie que la interpretara[z].

Footnotes

  1. Daniel 8:1 Lit., yo, Daniel
  2. Daniel 8:1 Lit., al principio
  3. Daniel 8:2 O, canal
  4. Daniel 8:3 O, canal
  5. Daniel 8:3 Lit., subió
  6. Daniel 8:4 Lit., mano
  7. Daniel 8:6 O, canal
  8. Daniel 8:7 Lit., mano
  9. Daniel 8:9 I.e., Palestina
  10. Daniel 8:11 O, Príncipe
  11. Daniel 8:14 Así en algunas versiones antiguas; en el T.M., me
  12. Daniel 8:14 Lit., justificado
  13. Daniel 8:15 Lit., busqué entendimiento
  14. Daniel 8:21 Lit., rey
  15. Daniel 8:23 O, soberanía
  16. Daniel 8:23 Lit., fuerte de rostro
  17. Daniel 8:23 O, en hablar ambiguo
  18. Daniel 8:24 O, corromperá
  19. Daniel 8:24 O, corromperá
  20. Daniel 8:24 Lit., de los santos
  21. Daniel 8:25 Lit., mano
  22. Daniel 8:25 O, corromperá
  23. Daniel 8:25 O, seguros
  24. Daniel 8:25 O, se opondrá el
  25. Daniel 8:25 Lit., sin mano
  26. Daniel 8:27 Lit., la diera a conocer

In the third year of the reign of king Belshazzar a vision appeared unto me, even unto me Daniel, after that which appeared unto me at the first. And I saw in a vision; and it came to pass, when I saw, that I was at Shushan in the palace, which is in the province of Elam; and I saw in a vision, and I was by the river of Ulai. Then I lifted up mine eyes, and saw, and, behold, there stood before the river a ram which had two horns: and the two horns were high; but one was higher than the other, and the higher came up last. I saw the ram pushing westward, and northward, and southward; so that no beasts might stand before him, neither was there any that could deliver out of his hand; but he did according to his will, and became great. And as I was considering, behold, an he goat came from the west on the face of the whole earth, and touched not the ground: and the goat had a notable horn between his eyes. And he came to the ram that had two horns, which I had seen standing before the river, and ran unto him in the fury of his power. And I saw him come close unto the ram, and he was moved with choler against him, and smote the ram, and brake his two horns: and there was no power in the ram to stand before him, but he cast him down to the ground, and stamped upon him: and there was none that could deliver the ram out of his hand. Therefore the he goat waxed very great: and when he was strong, the great horn was broken; and for it came up four notable ones toward the four winds of heaven. And out of one of them came forth a little horn, which waxed exceeding great, toward the south, and toward the east, and toward the pleasant land. 10 And it waxed great, even to the host of heaven; and it cast down some of the host and of the stars to the ground, and stamped upon them. 11 Yea, he magnified himself even to the prince of the host, and by him the daily sacrifice was taken away, and the place of his sanctuary was cast down. 12 And an host was given him against the daily sacrifice by reason of transgression, and it cast down the truth to the ground; and it practised, and prospered.

13 Then I heard one saint speaking, and another saint said unto that certain saint which spake, How long shall be the vision concerning the daily sacrifice, and the transgression of desolation, to give both the sanctuary and the host to be trodden under foot? 14 And he said unto me, Unto two thousand and three hundred days; then shall the sanctuary be cleansed.

15 And it came to pass, when I, even I Daniel, had seen the vision, and sought for the meaning, then, behold, there stood before me as the appearance of a man. 16 And I heard a man’s voice between the banks of Ulai, which called, and said, Gabriel, make this man to understand the vision. 17 So he came near where I stood: and when he came, I was afraid, and fell upon my face: but he said unto me, Understand, O son of man: for at the time of the end shall be the vision. 18 Now as he was speaking with me, I was in a deep sleep on my face toward the ground: but he touched me, and set me upright. 19 And he said, Behold, I will make thee know what shall be in the last end of the indignation: for at the time appointed the end shall be. 20 The ram which thou sawest having two horns are the kings of Media and Persia. 21 And the rough goat is the king of Grecia: and the great horn that is between his eyes is the first king. 22 Now that being broken, whereas four stood up for it, four kingdoms shall stand up out of the nation, but not in his power. 23 And in the latter time of their kingdom, when the transgressors are come to the full, a king of fierce countenance, and understanding dark sentences, shall stand up. 24 And his power shall be mighty, but not by his own power: and he shall destroy wonderfully, and shall prosper, and practise, and shall destroy the mighty and the holy people. 25 And through his policy also he shall cause craft to prosper in his hand; and he shall magnify himself in his heart, and by peace shall destroy many: he shall also stand up against the Prince of princes; but he shall be broken without hand. 26 And the vision of the evening and the morning which was told is true: wherefore shut thou up the vision; for it shall be for many days. 27 And I Daniel fainted, and was sick certain days; afterward I rose up, and did the king’s business; and I was astonished at the vision, but none understood it.

Visión del carnero y del macho cabrío

En el año tercero del reinado del rey Belsasar me apareció una visión a mí, Daniel, después de aquella que me había aparecido antes. Vi en visión; y cuando la vi, yo estaba en Susa, que es la capital del reino en la provincia de Elam; vi, pues, en visión, estando junto al río Ulai. Alcé los ojos y miré, y he aquí un carnero que estaba delante del río, y tenía dos cuernos; y aunque los cuernos eran altos, uno era más alto que el otro; y el más alto creció después. Vi que el carnero hería con los cuernos al poniente, al norte y al sur, y que ninguna bestia podía parar delante de él, ni había quien escapase de su poder; y hacía conforme a su voluntad, y se engrandecía.

Mientras yo consideraba esto, he aquí un macho cabrío venía del lado del poniente sobre la faz de toda la tierra, sin tocar tierra; y aquel macho cabrío tenía un cuerno notable entre sus ojos. Y vino hasta el carnero de dos cuernos, que yo había visto en la ribera del río, y corrió contra él con la furia de su fuerza. Y lo vi que llegó junto al carnero, y se levantó contra él y lo hirió, y le quebró sus dos cuernos, y el carnero no tenía fuerzas para pararse delante de él; lo derribó, por tanto, en tierra, y lo pisoteó, y no hubo quien librase al carnero de su poder. Y el macho cabrío se engrandeció sobremanera; pero estando en su mayor fuerza, aquel gran cuerno fue quebrado, y en su lugar salieron otros cuatro cuernos notables hacia los cuatro vientos del cielo.

Y de uno de ellos salió un cuerno pequeño, que creció mucho al sur, y al oriente, y hacia la tierra gloriosa. 10 Y se engrandeció hasta el ejército del cielo; y parte del ejército y de las estrellas echó por tierra,(A) y las pisoteó. 11 Aun se engrandeció contra el príncipe de los ejércitos, y por él fue quitado el continuo sacrificio, y el lugar de su santuario fue echado por tierra. 12 Y a causa de la prevaricación le fue entregado el ejército junto con el continuo sacrificio; y echó por tierra la verdad, e hizo cuanto quiso, y prosperó. 13 Entonces oí a un santo que hablaba; y otro de los santos preguntó a aquel que hablaba: ¿Hasta cuándo durará la visión del continuo sacrificio, y la prevaricación asoladora entregando el santuario y el ejército para ser pisoteados? 14 Y él dijo: Hasta dos mil trescientas tardes y mañanas; luego el santuario será purificado.

15 Y aconteció que mientras yo Daniel consideraba la visión y procuraba comprenderla, he aquí se puso delante de mí uno con apariencia de hombre. 16 Y oí una voz de hombre entre las riberas del Ulai, que gritó y dijo: Gabriel,(B) enseña a este la visión. 17 Vino luego cerca de donde yo estaba; y con su venida me asombré, y me postré sobre mi rostro. Pero él me dijo: Entiende, hijo de hombre, porque la visión es para el tiempo del fin.

18 Mientras él hablaba conmigo, caí dormido en tierra sobre mi rostro; y él me tocó, y me hizo estar en pie. 19 Y dijo: He aquí yo te enseñaré lo que ha de venir al fin de la ira; porque eso es para el tiempo del fin. 20 En cuanto al carnero que viste, que tenía dos cuernos, estos son los reyes de Media y de Persia. 21 El macho cabrío es el rey de Grecia, y el cuerno grande que tenía entre sus ojos es el rey primero. 22 Y en cuanto al cuerno que fue quebrado, y sucedieron cuatro en su lugar, significa que cuatro reinos se levantarán de esa nación, aunque no con la fuerza de él. 23 Y al fin del reinado de estos, cuando los transgresores lleguen al colmo, se levantará un rey altivo de rostro y entendido en enigmas. 24 Y su poder se fortalecerá, mas no con fuerza propia; y causará grandes ruinas, y prosperará, y hará arbitrariamente, y destruirá a los fuertes y al pueblo de los santos. 25 Con su sagacidad hará prosperar el engaño en su mano; y en su corazón se engrandecerá, y sin aviso destruirá a muchos; y se levantará contra el Príncipe de los príncipes, pero será quebrantado, aunque no por mano humana. 26 La visión de las tardes y mañanas que se ha referido es verdadera; y tú guarda la visión, porque es para muchos días.

27 Y yo Daniel quedé quebrantado, y estuve enfermo algunos días, y cuando convalecí, atendí los negocios del rey; pero estaba espantado a causa de la visión, y no la entendía.