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La visión de los cuatro monstruos

Una noche, durante el primer año del reinado de Belsasar en Babilonia, Daniel tuvo un sueño y visiones. En cuanto se despertó, puso por escrito las cosas principales que había soñado. Esto es lo que escribió:

«Yo veía en mi sueño que los cuatro vientos soplaban y agitaban las aguas del gran mar. De repente, cuatro enormes monstruos, diferentes uno del otro, salieron del mar. El primero se parecía a un león, pero tenía alas de águila. Mientras yo lo estaba mirando, le arrancaron las alas, lo levantaron del suelo y lo apoyaron sobre sus patas traseras, poniéndolo de pie como un hombre, y su cerebro se convirtió en el de un ser humano.

»El segundo se parecía a un oso, alzado más de un lado que de otro, el cual tenía tres costillas entre los dientes; y oí que le decían: “¡Anda, come toda la carne que puedas!”

»El tercero se parecía a un leopardo, pero con cuatro alas en la espalda; también vi que tenía cuatro cabezas y que se le entregaba el poder.

»El cuarto monstruo que vi en mis visiones era terrible, espantoso, y de una fuerza extraordinaria. Tenía grandes dientes de hierro; todo lo devoraba y destrozaba, y pisoteaba las sobras. Era un monstruo diferente de todos los que yo había visto en mi sueño, y tenía diez cuernos en la cabeza.

»Mientras yo estaba mirando los cuernos, vi que de entre ellos salía otro cuerno más pequeño, y entonces le arrancaron tres cuernos para dejar lugar al último que le había salido, el cual tenía ojos como los de un ser humano y una boca que hablaba con mucha arrogancia.

El juicio de Dios

»Seguí mirando,
hasta que fueron puestos unos tronos
y un Anciano se sentó.
Su vestido era blanco como la nieve,
y su cabello como lana limpia.
El trono y sus ruedas eran llamas de fuego,
10 y un río de fuego salía de delante de él.
Miles y miles le servían,
y millones y millones estaban de pie en su presencia.
El tribunal dio principio a la sesión,
y los libros fueron abiertos.

11 »Yo estaba mirando, atraído por las cosas tan arrogantes que el cuerno pequeño decía; y mientras estaba mirando, mataron al monstruo y lo despedazaron, y luego lo echaron al fuego para que se quemara. 12 También a los otros monstruos se les quitó el poder, pero los dejaron seguir viviendo hasta que les llegara su hora.

13 »Yo seguía viendo estas visiones en la noche. De pronto:

»Vi que venía entre las nubes
alguien parecido a un hijo de hombre,
el cual fue a donde estaba el Anciano;
y le hicieron acercarse a él.
14 Y le fue dado el poder, la gloria y el reino,
y gente de todas las naciones y lenguas le servían.
Su poder será siempre el mismo,
y su reino jamás será destruido.

15 »Yo, Daniel, sentí que el terror se apoderaba de mí; y muy preocupado por todo lo que había visto, 16 me acerqué a uno de los que estaban allí de pie, y le pedí que me explicara todo aquello. Él aceptó explicármelo, y me dijo: 17 “Estos cuatro monstruos son cuatro reyes que dominarán el mundo. 18 Pero después el reino será entregado al pueblo del Dios altísimo, y será suyo por toda la eternidad.”

19 »Yo quería saber más acerca del cuarto monstruo, que era tan diferente de los otros, pues su aspecto era horrible: tenía dientes de hierro y garras de bronce; todo lo devoraba y destrozaba, y pisoteaba las sobras. 20 También quería yo saber más acerca de sus diez cuernos, y del cuerno pequeño que tenía ojos y una boca que hablaba con mucha arrogancia, pues hasta parecía más grande que los otros cuernos, y tres cuernos habían caído para dejarle lugar. 21 Entonces vi que este cuerno luchaba contra el pueblo de Dios, y lo vencía, 22 hasta que llegó el Anciano e hizo justicia al pueblo del Dios altísimo, pues se había cumplido el tiempo para que el pueblo de Dios tomara posesión del reino. 23 Y dijo:

»“El cuarto monstruo será un cuarto reino
que habrá sobre la tierra,
diferente de todos los demás.
Devorará toda la tierra,
la pisoteará y la destrozará.
24 Los diez cuernos son diez reyes
que reinarán en ese reino.
Después de ellos subirá otro al poder,
que será muy diferente de los primeros
y que derribará a tres de estos reyes.
25 Insultará al Dios altísimo
e irá acabando con su pueblo;
tratará de cambiar la ley de Dios y las fiestas religiosas,
y el pueblo de Dios estará bajo su poder
durante tres años y medio.
26 Pero el tribunal celebrará un juicio,
y se le arrebatará el poder,
dejándolo completamente destruido.
27 Y el reino, el poder y la gloria
de todos los reinos de la tierra
serán dados al pueblo del Dios altísimo.
Su reino permanecerá para siempre,
y todos los pueblos de la tierra
le servirán y le obedecerán.”

28 »Éste es el final del relato. Y yo, Daniel, me quedé muy preocupado y me puse pálido; pero no dije nada a nadie sobre este asunto.»

Visión del carnero y del chivo

«Durante el tercer año del reinado de Belsasar, yo, Daniel, tuve otra visión, además de la que antes había tenido. Durante la visión, me parecía estar en la ciudadela de Susa, en la provincia de Elam, a orillas del río Ulai. Miré a lo lejos, y vi un carnero que estaba a la orilla del río. Tenía dos cuernos altos, pero uno de ellos le había salido más tarde y era más alto que el otro. Vi que el carnero embestía con sus cuernos hacia el oeste, el norte y el sur, y que ningún otro animal podía hacerle frente ni librarse de sus golpes. Hacía lo que mejor le parecía, y cada vez era más fuerte.

»Todavía estaba yo pensando en lo que había visto, cuando me di cuenta de que un chivo venía del oeste, corriendo tan deprisa que ni siquiera tocaba el suelo. Este chivo tenía un gran cuerno entre los ojos, y cuando llegó cerca del carnero de dos cuernos, que yo había visto junto al río, lo embistió con todas sus fuerzas y le rompió sus dos cuernos, sin que el carnero tuviera fuerzas para enfrentarse con él. Después el chivo derribó por tierra al carnero y lo pisoteó, sin que nadie pudiera salvarlo.

»El chivo se hacía cada vez más fuerte, pero en el momento en que más poder tenía, su gran cuerno se rompió, y en su lugar le salieron cuatro cuernos que apuntaban hacia los cuatro vientos. De uno de ellos salió otro cuerno pequeño, que creció mucho hacia el sur, hacia el este y hacia la Tierra de la Hermosura. 10 Tanto creció que llegó hasta el ejército del cielo, derribó parte de las estrellas y las pisoteó, 11 y aun llegó a desafiar al jefe mismo de ese ejército; suprimió el sacrificio diario y profanó el lugar de adoración. 12 Perversamente hizo que su ejército acampara donde antes se ofrecía el sacrificio, y echó por los suelos la verdad. Hizo, en fin, todo cuanto quiso, y en todo tuvo éxito.

13 »Después oí que un ángel le preguntaba a otro ángel: “¿Cuándo va a terminar esto que se ve en el altar del sacrificio diario? ¿Cuánto va a durar el horrible pecado de entregar el santuario del Señor y los creyentes en él, para ser pisoteados?” 14 Y la respuesta fue: “Hasta dos mil trescientas tardes y mañanas. Después de eso, el santuario será purificado.”

15 «Mientras yo, Daniel, contemplaba esta visión y trataba de comprender su significado, apareció de repente delante de mí una figura parecida a un hombre, 16 y oí una voz humana que venía del río Ulai, la cual decía: “Gabriel, explícale a este hombre la visión.”

17 »Entonces él se me acercó. Yo me asusté, y me incliné hasta tocar el suelo con la frente, pero él me dijo: “Hijo de hombre, ten en cuenta que esta visión se refiere al final de los tiempos.”

18 »Mientras él me estaba hablando, yo me desmayé y quedé tendido en el suelo; pero él me tocó, hizo que me pusiera de pie, 19 y me dijo:

»“Voy a explicarte lo que va a pasar cuando termine el tiempo de la ira de Dios, pues la visión se refiere al tiempo del fin.

20 »”El carnero con dos cuernos representa a los reyes de Media y de Persia. 21 El chivo es el rey de Grecia, y el gran cuerno que tiene entre los ojos es el primer rey. 22 Los cuatro cuernos que salieron cuando el primer cuerno se rompió, significan que de esta nación saldrán cuatro reinos más, pero no con el poder del primero.

23 »”Cuando el dominio de estos reinos llegue a su fin
y las maldades hayan llegado al colmo,
un rey insolente y astuto ocupará el poder.
24 Llegará a ser poderoso,
pero no con su propio poder;
destruirá de manera increíble
y triunfará en todo lo que haga.
Destruirá a hombres poderosos
y también a muchos del pueblo de Dios.
25 Por su astucia,
sus engaños triunfarán.
Se llenará de orgullo,
y a mucha gente que vivía confiada
le quitará la vida a traición.
Hará frente al príncipe de príncipes,
pero será destruido por él.

26 »”La visión de las tardes y las mañanas te ha sido revelada, y es verdadera; pero tú manténla en secreto, pues se cumplirá cuando haya pasado mucho tiempo.”

27 »Yo, Daniel, sentí que me faltaban las fuerzas, y estuve enfermo varios días. Después me levanté y seguí atendiendo los asuntos del gobierno de la nación. Pero estaba yo muy preocupado por la visión que había tenido, pues no podía comprenderla.

Visión de las cuatro bestias

En el primer año de Belsasar rey de Babilonia tuvo Daniel un sueño, y visiones de su cabeza mientras estaba en su lecho; luego escribió el sueño, y relató lo principal del asunto. Daniel dijo: Miraba yo en mi visión de noche, y he aquí que los cuatro vientos del cielo combatían en el gran mar. Y cuatro bestias grandes, diferentes la una de la otra, subían del mar.(A) La primera era como león, y tenía alas de águila. Yo estaba mirando hasta que sus alas fueron arrancadas, y fue levantada del suelo y se puso enhiesta sobre los pies a manera de hombre, y le fue dado corazón de hombre. Y he aquí otra segunda bestia, semejante a un oso, la cual se alzaba de un costado más que del otro, y tenía en su boca tres costillas entre los dientes; y le fue dicho así: Levántate, devora mucha carne. Después de esto miré, y he aquí otra, semejante a un leopardo, con cuatro alas de ave en sus espaldas; tenía también esta bestia cuatro cabezas; y le fue dado dominio.(B) Después de esto miraba yo en las visiones de la noche, y he aquí la cuarta bestia, espantosa y terrible y en gran manera fuerte, la cual tenía unos dientes grandes de hierro; devoraba y desmenuzaba, y las sobras hollaba con sus pies, y era muy diferente de todas las bestias que vi antes de ella, y tenía diez cuernos.(C) Mientras yo contemplaba los cuernos, he aquí que otro cuerno pequeño salía entre ellos, y delante de él fueron arrancados tres cuernos de los primeros; y he aquí que este cuerno tenía ojos como de hombre, y una boca que hablaba grandes cosas.(D)

Estuve mirando hasta que fueron puestos tronos,(E) y se sentó un Anciano de días, cuyo vestido era blanco como la nieve, y el pelo de su cabeza como lana limpia;(F) su trono llama de fuego, y las ruedas del mismo, fuego ardiente. 10 Un río de fuego procedía y salía de delante de él; millares de millares le servían, y millones de millones asistían delante de él;(G) el Juez se sentó, y los libros fueron abiertos.(H) 11 Yo entonces miraba a causa del sonido de las grandes palabras que hablaba el cuerno; miraba hasta que mataron a la bestia, y su cuerpo fue destrozado y entregado para ser quemado en el fuego. 12 Habían también quitado a las otras bestias su dominio, pero les había sido prolongada la vida hasta cierto tiempo.

13 Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí con las nubes del cielo venía uno como un hijo de hombre,(I) que vino hasta el Anciano de días, y le hicieron acercarse delante de él. 14 Y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran;(J) su dominio es dominio eterno, que nunca pasará, y su reino uno que no será destruido.

15 Se me turbó el espíritu a mí, Daniel, en medio de mi cuerpo, y las visiones de mi cabeza me asombraron. 16 Me acerqué a uno de los que asistían, y le pregunté la verdad acerca de todo esto. Y me habló, y me hizo conocer la interpretación de las cosas. 17 Estas cuatro grandes bestias son cuatro reyes que se levantarán en la tierra. 18 Después recibirán el reino los santos del Altísimo, y poseerán el reino hasta el siglo, eternamente y para siempre.(K)

19 Entonces tuve deseo de saber la verdad acerca de la cuarta bestia, que era tan diferente de todas las otras, espantosa en gran manera, que tenía dientes de hierro y uñas de bronce, que devoraba y desmenuzaba, y las sobras hollaba con sus pies; 20 asimismo acerca de los diez cuernos que tenía en su cabeza, y del otro que le había salido, delante del cual habían caído tres; y este mismo cuerno tenía ojos, y boca que hablaba grandes cosas, y parecía más grande que sus compañeros. 21 Y veía yo que este cuerno hacía guerra contra los santos, y los vencía,(L) 22 hasta que vino el Anciano de días, y se dio el juicio a los santos del Altísimo;(M) y llegó el tiempo, y los santos recibieron el reino.

23 Dijo así: La cuarta bestia será un cuarto reino en la tierra, el cual será diferente de todos los otros reinos, y a toda la tierra devorará, trillará y despedazará. 24 Y los diez cuernos significan que de aquel reino se levantarán diez reyes;(N) y tras ellos se levantará otro, el cual será diferente de los primeros, y a tres reyes derribará. 25 Y hablará palabras contra el Altísimo, y a los santos del Altísimo quebrantará, y pensará en cambiar los tiempos y la ley; y serán entregados en su mano hasta tiempo, y tiempos, y medio tiempo.(O) 26 Pero se sentará el Juez, y le quitarán su dominio para que sea destruido y arruinado hasta el fin, 27 y que el reino, y el dominio y la majestad de los reinos debajo de todo el cielo, sea dado al pueblo de los santos del Altísimo,(P) cuyo reino es reino eterno,(Q) y todos los dominios le servirán y obedecerán.

28 Aquí fue el fin de sus palabras. En cuanto a mí, Daniel, mis pensamientos me turbaron y mi rostro se demudó; pero guardé el asunto en mi corazón.

Visión del carnero y del macho cabrío

En el año tercero del reinado del rey Belsasar me apareció una visión a mí, Daniel, después de aquella que me había aparecido antes. Vi en visión; y cuando la vi, yo estaba en Susa, que es la capital del reino en la provincia de Elam; vi, pues, en visión, estando junto al río Ulai. Alcé los ojos y miré, y he aquí un carnero que estaba delante del río, y tenía dos cuernos; y aunque los cuernos eran altos, uno era más alto que el otro; y el más alto creció después. Vi que el carnero hería con los cuernos al poniente, al norte y al sur, y que ninguna bestia podía parar delante de él, ni había quien escapase de su poder; y hacía conforme a su voluntad, y se engrandecía.

Mientras yo consideraba esto, he aquí un macho cabrío venía del lado del poniente sobre la faz de toda la tierra, sin tocar tierra; y aquel macho cabrío tenía un cuerno notable entre sus ojos. Y vino hasta el carnero de dos cuernos, que yo había visto en la ribera del río, y corrió contra él con la furia de su fuerza. Y lo vi que llegó junto al carnero, y se levantó contra él y lo hirió, y le quebró sus dos cuernos, y el carnero no tenía fuerzas para pararse delante de él; lo derribó, por tanto, en tierra, y lo pisoteó, y no hubo quien librase al carnero de su poder. Y el macho cabrío se engrandeció sobremanera; pero estando en su mayor fuerza, aquel gran cuerno fue quebrado, y en su lugar salieron otros cuatro cuernos notables hacia los cuatro vientos del cielo.

Y de uno de ellos salió un cuerno pequeño, que creció mucho al sur, y al oriente, y hacia la tierra gloriosa. 10 Y se engrandeció hasta el ejército del cielo; y parte del ejército y de las estrellas echó por tierra,(R) y las pisoteó. 11 Aun se engrandeció contra el príncipe de los ejércitos, y por él fue quitado el continuo sacrificio, y el lugar de su santuario fue echado por tierra. 12 Y a causa de la prevaricación le fue entregado el ejército junto con el continuo sacrificio; y echó por tierra la verdad, e hizo cuanto quiso, y prosperó. 13 Entonces oí a un santo que hablaba; y otro de los santos preguntó a aquel que hablaba: ¿Hasta cuándo durará la visión del continuo sacrificio, y la prevaricación asoladora entregando el santuario y el ejército para ser pisoteados? 14 Y él dijo: Hasta dos mil trescientas tardes y mañanas; luego el santuario será purificado.

15 Y aconteció que mientras yo Daniel consideraba la visión y procuraba comprenderla, he aquí se puso delante de mí uno con apariencia de hombre. 16 Y oí una voz de hombre entre las riberas del Ulai, que gritó y dijo: Gabriel,(S) enseña a este la visión. 17 Vino luego cerca de donde yo estaba; y con su venida me asombré, y me postré sobre mi rostro. Pero él me dijo: Entiende, hijo de hombre, porque la visión es para el tiempo del fin.

18 Mientras él hablaba conmigo, caí dormido en tierra sobre mi rostro; y él me tocó, y me hizo estar en pie. 19 Y dijo: He aquí yo te enseñaré lo que ha de venir al fin de la ira; porque eso es para el tiempo del fin. 20 En cuanto al carnero que viste, que tenía dos cuernos, estos son los reyes de Media y de Persia. 21 El macho cabrío es el rey de Grecia, y el cuerno grande que tenía entre sus ojos es el rey primero. 22 Y en cuanto al cuerno que fue quebrado, y sucedieron cuatro en su lugar, significa que cuatro reinos se levantarán de esa nación, aunque no con la fuerza de él. 23 Y al fin del reinado de estos, cuando los transgresores lleguen al colmo, se levantará un rey altivo de rostro y entendido en enigmas. 24 Y su poder se fortalecerá, mas no con fuerza propia; y causará grandes ruinas, y prosperará, y hará arbitrariamente, y destruirá a los fuertes y al pueblo de los santos. 25 Con su sagacidad hará prosperar el engaño en su mano; y en su corazón se engrandecerá, y sin aviso destruirá a muchos; y se levantará contra el Príncipe de los príncipes, pero será quebrantado, aunque no por mano humana. 26 La visión de las tardes y mañanas que se ha referido es verdadera; y tú guarda la visión, porque es para muchos días.

27 Y yo Daniel quedé quebrantado, y estuve enfermo algunos días, y cuando convalecí, atendí los negocios del rey; pero estaba espantado a causa de la visión, y no la entendía.

Las cuatro bestias

En el primer año del reinado de Belsasar en Babilonia, Daniel tuvo un sueño y visiones mientras yacía en su lecho. Entonces puso por escrito lo más importante de su sueño. Daniel dijo:

«Durante la noche tuve una visión. En ella aparecía el gran mar agitado por los cuatro vientos del cielo. Del mar salían cuatro bestias enormes, cada una diferente de la otra.

»La primera de ellas se parecía a un león, pero sus alas eran las de un águila. Mientras yo la observaba, le arrancaron las alas, la levantaron del suelo y la obligaron a pararse sobre sus patas traseras, como si fuera un hombre. Y se le dio un corazón humano.

»La segunda bestia que vi se parecía a un oso. Se levantaba sobre uno de sus costados y entre sus fauces tenía tres costillas. A esta bestia se le dijo: “¡Levántate y come carne hasta que te hartes!”.

»Ante mis propios ojos vi aparecer otra bestia, la cual se parecía a un leopardo, aunque en el lomo tenía cuatro alas, como las de un ave. Esta bestia tenía cuatro cabezas y recibió autoridad para gobernar.

»Después de esto, en mis visiones nocturnas vi ante mí una cuarta bestia, la cual era extremadamente horrible y poseía una fuerza descomunal. Con sus grandes colmillos de hierro aplastaba y devoraba a sus víctimas, para luego pisotear los restos. Tenía diez cuernos y no se parecía en nada a las otras bestias.

»Mientras me fijaba en los cuernos, vi surgir entre ellos otro cuerno más pequeño. Por causa de este fueron arrancados tres de los primeros. El cuerno pequeño parecía tener ojos humanos y una boca que hablaba insolencias.

Canto al Anciano

»Mientras yo observaba esto,

»se colocaron unos tronos
    y tomó asiento un Anciano de días.
Su ropa era blanca como la nieve,
    y su cabello, blanco como la lana.
Su trono con sus ruedas
    centelleaban como el fuego.
10 De su presencia brotaba
    un torrente de fuego.
Miles y millares le servían;
    centenares de miles estaban delante de él.
Al iniciarse el juicio,
    los libros fueron abiertos.

11 »Yo me quedé mirando por causa de las grandes insolencias que profería el cuerno. Seguí mirando hasta que a esta bestia la mataron, destrozaron y echaron al fuego ardiente. 12 A las otras bestias les quitaron el poder, aunque las dejaron vivir por algún tiempo.

13 »En esa visión nocturna, vi que alguien con el aspecto de un hijo de hombre venía entre las nubes del cielo. Se acercó al Anciano de días, fue llevado a su presencia 14 y se le dio autoridad, poder y reino. Todos los pueblos, naciones y lenguas lo adoraron. Su dominio es eterno y no pasará; su reino jamás será destruido.

La interpretación del sueño

15 »Yo, Daniel, me quedé agitado por dentro a causa de las visiones que pasaban por mi mente. 16 Entonces me acerqué a uno de los que estaban allí, y le pregunté el verdadero significado de todo esto.

»Y esta fue su interpretación: 17 “Las cuatro grandes bestias son cuatro reinos que se levantarán en la tierra, 18 pero los santos del Altísimo recibirán el reino, y será suyo para siempre, ¡para siempre jamás!”.

19 »Quise entonces saber el significado de la cuarta bestia, que era muy diferente a las demás. Era más aterradora, pues tenía colmillos de hierro y garras de bronce. Desmenuzaba a sus víctimas y las devoraba, pisoteando luego sus restos. 20 Quise saber también acerca de los diez cuernos que tenía en la cabeza, y del otro cuerno que le había salido y ante el cual habían caído tres de ellos. Este cuerno se veía más impresionante que los otros, pues tenía ojos y hablaba con insolencia. 21 Mientras observaba yo, este cuerno libró una guerra contra los santos y los venció. 22 Entonces vino el Anciano y emitió juicio en favor de los santos del Altísimo. En ese momento los santos recibieron el reino.

23 »Esta fue la explicación que me dio: “La cuarta bestia es un cuarto reino que surgirá en este mundo. Será diferente a los otros reinos; devorará toda la tierra, la aplastará y la pisoteará. 24 Los diez cuernos son diez reyes que saldrán de este reino. Otro rey les sucederá, distinto a los anteriores, el cual derrocará a tres reyes. 25 Hablará en contra del Altísimo y oprimirá a sus santos; tratará de cambiar las fechas importantes[a] y también las leyes, y los santos quedarán bajo su poder por un tiempo, dos tiempos y medio tiempo.[b]

26 »”El tribunal tomará asiento, se le quitará el poder y se le destruirá para siempre. 27 Entonces se dará a los santos, que son el pueblo del Altísimo, la majestad y el poder y la grandeza de los reinos. Su reino será un reino eterno, y lo adorarán y obedecerán todos los gobernantes de la tierra”.

28 »Aquí termina el relato. Yo, Daniel, me quedé desconcertado por tantas ideas que me pasaban por la mente, a tal grado que palideció mi rostro. Pero guardé esto para mí mismo».[c]

Visión del carnero y del macho cabrío

«En el tercer año del reinado de Belsasar yo, Daniel, tuve una visión, después de la que ya había tenido. En ella me veía en la ciudad de Susa, en la provincia de Elam, junto al río Ulay. Me fijé y vi ante mí un carnero con sus dos cuernos. Estaba junto al río y tenía cuernos largos. Uno de ellos era más largo y le había salido después. Me quedé observando cómo el carnero atacaba hacia el oeste, hacia el norte y hacia el sur. Ningún animal podía hacerle frente ni había tampoco quien pudiera librarse de su poder. El carnero hacía lo que quería y cada vez cobraba más fuerza.

»Mientras reflexionaba yo al respecto, de pronto, surgió del oeste un macho cabrío, que tenía un cuerno enorme entre los ojos. Cruzó toda la tierra sin tocar siquiera el suelo. Luego se lanzó contra el carnero de los dos cuernos que yo había visto de pie junto al río y lo atacó furiosamente. Yo vi cómo se acercó enfurecido, lo golpeó y le rompió los dos cuernos. El carnero no pudo hacerle frente, pues el macho cabrío lo derribó y lo pisoteó. Nadie pudo librar al carnero del poder del macho cabrío. El macho cabrío cobró gran fuerza, pero en el momento de su mayor grandeza se le rompió el gran cuerno. En su lugar brotaron cuatro grandes cuernos que se alzaron contra los cuatro vientos del cielo.

»De uno de ellos salió otro cuerno, pequeño al principio, que extendió su poder hacia el sur, hacia el este y hacia la Tierra Hermosa. 10 Creció hasta alcanzar al ejército de los cielos e hizo caer a tierra algunos del ejército de las estrellas y los pisoteó. 11 Y creció hasta pretender ser tan grande como el comandante del ejército del Señor. Por su causa, se eliminó el sacrificio diario y se derribó el santuario. 12 Por la rebelión, le fueron entregados el ejército y el sacrificio diario; derribó la verdad, hizo cuanto quiso y en todo tuvo éxito.

13 »Escuché entonces que uno de los santos hablaba y que otro le preguntaba: “¿Cuánto tiempo va a tardar lo anunciado en esta visión: el sacrificio diario, la rebeldía desoladora, la entrega del santuario y la humillación del ejército?”.

14 »Y aquel santo me dijo: “Va a tardar dos mil trescientas tardes y mañanas. Después de eso, se purificará el santuario”.

Significado de la visión

15 »Mientras yo, Daniel, contemplaba la visión y trataba de entenderla, de repente apareció ante mí alguien de apariencia humana. 16 Escuché entonces una voz que desde el río Ulay gritaba: “¡Gabriel, dile a este hombre lo que significa la visión!”.

17 »Cuando él se acercó al lugar donde estaba, me aterroricé y caí rostro en tierra. Me dijo: “Hijo de hombre entiende que la visión se refiere al tiempo del fin”.

18 »Mientras me hablaba, yo estaba aturdido, con el rostro en tierra. Entonces me tocó y me puso de pie. 19 Y me dijo: “Voy a darte a conocer lo que sucederá después cuando llegue a su fin el tiempo de la ira de Dios, porque el fin llegará en el momento señalado. 20 El carnero de dos cuernos que has visto simboliza a los reyes de Media y de Persia. 21 El macho cabrío es el rey de Grecia y el cuerno grande que tiene entre los ojos es el primer rey. 22 Los cuatro cuernos que salieron en lugar del que fue hecho pedazos simbolizan a los cuatro reinos que surgirán de esa nación, pero que no tendrán el mismo poder.

23 »”Hacia el final de esos reinos, cuando la rebelión de los impíos llegue al colmo, surgirá un rey de aspecto feroz, maestro de la intriga, 24 que llegará a tener mucho poder, pero no por sí mismo. Ese rey causará impresionantes destrozos y saldrá airoso en todo lo que emprenda. Destruirá a los poderosos y al pueblo santo. 25 Con su astucia propagará el engaño, creyéndose un ser superior. Destruirá a mucha gente que creía estar segura, y se enfrentará al Príncipe de los príncipes, pero será destruido sin intervención humana.

26 »”La visión de las tardes y mañanas que se te ha dado a conocer es verdadera. Pero mantenla en secreto, pues para eso falta mucho tiempo”.

27 »Yo, Daniel, quedé exhausto y estuve enfermo durante varios días. Luego me levanté para seguir atendiendo los asuntos del reino. Pero la visión me dejó pasmado, pues no lograba comprenderla».

Notas al pie

  1. 7:25 O el calendario; o también las fiestas religiosas.
  2. 7:25 O por un año, dos años y medio año; o tres años y medio.
  3. 7:28 Aquí termina la porción aramea. Véase nota en 2:4.

Sueños de Daniel (7—12)

Durante el primer año del reinado de Belsasar en Babilonia, Daniel tuvo un sueño, y en ese sueño vio muchas cosas. Cuando despertó, puso por escrito lo que había soñado. Y esto fue lo que escribió:

Los cuatro monstruos

«Yo soy Daniel. Una noche soñé que los cuatro vientos del cielo soplaban muy fuerte sobre el gran mar. De repente salieron del mar cuatro grandes monstruos, todos ellos diferentes.

»El primer monstruo parecía un león con alas de águila. Pero le cortaron las alas, y entonces se paró sobre sus pies como una persona. Y en lugar de su corazón, se le dio un corazón humano.

»El segundo monstruo parecía un oso, pero uno de sus costados era más alto que el otro. Entre sus dientes tenía tres costillas. Entonces recibió la orden de levantarse y comer mucha carne.

»El tercer monstruo parecía una pantera. Tenía cuatro alas de ave en la espalda, y tenía también cuatro cabezas. A este monstruo se le dio poder para reinar.

»Yo seguí soñando, y de pronto apareció el cuarto monstruo. Era muy diferente a los otros tres, y tan fuerte que sólo de verlo daba mucho miedo. Tenía diez cuernos, y sus dientes eran dos grandes hileras de puntas de hierro. Hacía pedazos todo lo que comía, y lo demás lo pisoteaba y destruía.

8-12 »Mientras yo miraba los diez cuernos, de pronto le salió otro cuerno más pequeño, que al salir echó abajo a tres de ellos. A estos tres se les quitó el poder, pero se les dejó con vida, pues todavía no había llegado la hora de su muerte. Luego mataron al cuarto monstruo y echaron su cuerpo al fuego. El pequeño cuerno tenía ojos humanos, y mientras todo esto sucedía hablaba con mucho orgullo.

»Vi que aparecieron unos tronos,
y un Anciano tomó asiento.
Su ropa era blanca como la nieve,
y su pelo era blanco como la lana.
Del trono y de sus ruedas
brotaba un río de fuego.
Miles y miles de personas
adoraban al Anciano todo el tiempo.
El Anciano se sentó para juzgar
y abrió los libros.

13 »Mientras yo miraba todo esto,
un hombre apareció entre las nubes
y se acercó al Anciano.
14 Y ese hombre recibió honra y poder
para reinar sobre todo el mundo.
Pude ver que lo obedecían
todos los pueblos y naciones.
Su poder será siempre el mismo
y nunca tendrá fin,
y su reino jamás será destruido.

15 »Yo quedé tan confundido por lo que vi, que hasta me enfermé. 16 Entonces me acerqué a uno de los que allí estaban, y le pedí que me explicara lo que significaba el sueño. Y me dijo: 17 “Estos cuatro monstruos son cuatro reyes que reinarán sobre la tierra. 18 Pero el pueblo que ha elegido el Dios altísimo recibirá el reino, y reinará para siempre”.

19-23 »También le pregunté a esa persona por qué el cuarto monstruo era tan diferente. Y es que ese monstruo, con sus dientes de hierro y sus garras de cobre, daba mucho miedo; todo lo devoraba, y el resto lo pisoteaba. Y esa persona me dijo: “El cuarto monstruo es el cuarto reino que habrá sobre la tierra. Será muy diferente a los otros reinos, pues acabará con toda la tierra, y la pisoteará y aplastará”.

»Pregunté entonces qué significaban los diez cuernos que tenía el monstruo en la cabeza. También pregunté qué significaba el pequeño cuerno con ojos, que hablaba con tanto orgullo. Pedí que se me explicara por qué, cuando salió, echó abajo tres cuernos. Yo había visto que ese cuerno pequeño se ponía tan orgulloso, que hasta peleaba contra el pueblo elegido por Dios y lo vencía. Pero llegó el Anciano y le dio a su pueblo la autoridad de juzgar, y también autoridad para reinar.

»Aquella persona me dio esta explicación:

24 “Los diez cuernos representan a diez reyes, que reinarán en la tierra. Después de ellos, se levantará otro rey, muy diferente a los demás, y humillará a tres reyes. 25 Hablará mal contra el Dios altísimo, y peleará contra su pueblo elegido. Tratará de cambiar las costumbres religiosas y la ley de Dios, y durante tres años y medio hará lo que le parezca mejor. 26 Pero ese rey será juzgado y perderá su poder, pues será totalmente destruido. 27 Entonces el pueblo de Dios recibirá poder y dominio sobre todos los reinos de la tierra, y reinará para siempre”.

28 »Esto fue todo lo que vi, y me quedé muy preocupado. Y aunque me entró mucho miedo, no le dije a nadie lo que había visto.

El carnero y el chivo

»Además de este sueño que ya he contado, yo, Daniel, volví a tener otro sueño. Esto sucedió cuando Belsasar llevaba tres años de reinar. En ese sueño me parecía estar junto al río Ulai, en la ciudad de Susa. Esta ciudad es la capital del reino, y se encuentra en la región conocida como Elam.

»En el sueño veía yo, a lo lejos, un carnero parado junto al río. Ese carnero tenía dos cuernos largos, pero uno era más largo que el otro y le había salido después. El carnero atacaba hacia el norte, hacia el sur y hacia el oeste. Pude ver que ningún otro animal podía hacerle frente, ni tampoco se libraba de sus golpes. El carnero hacía lo que quería, y cada vez se volvía más fuerte.

»Mientras yo pensaba en lo que había visto, vi que del oeste venía un chivo. Tenía un cuerno muy grande entre los dos ojos, y corría con tanta rapidez que parecía que volaba. Cuando el chivo estuvo cerca del carnero de dos cuernos, lo atacó con todas sus fuerzas y le rompió sus dos cuernos. El carnero no tuvo fuerzas para defenderse, así que el chivo lo tiró al suelo y lo pisoteó. Y nadie pudo salvarlo.

»El chivo se iba haciendo más y más fuerte. Pero en su momento de mayor fuerza, el cuerno más grande se le rompió. En lugar de ese gran cuerno, le salieron otros cuatro cuernos. Uno de ellos apuntaba hacia el norte, otro hacia el sur, otro hacia el este y otro hacia el oeste. A uno de los cuernos le salió otro cuerno pequeño. Y ese cuerno creció mucho, y se extendió hacia el sur, hacia el oeste y hacia la tierra más hermosa. 10 Fue tanto lo que creció, que llegó a tocar las estrellas del cielo. A muchas de ellas las derribó y las pisoteó.

11 »Este cuerno pequeño se atrevió también a desafiar al jefe mismo de las estrellas. Para colmo, prohibió que se presentaran a Dios las ofrendas diarias y se burló del templo. 12 Era tanta su maldad, que ordenó que su ejército acampara en donde todos los días se presentaban las ofrendas; luego echó por los suelos la verdad y comenzó a hacer todo lo que quiso. ¡Y todo le salió bien!

13 »Poco después oí que un ángel le decía a otro ángel: “Esto que estamos viendo, pasa todos los días en el altar de las ofrendas. ¿Cuándo terminará? ¿Hasta cuándo va a permitir Dios que sigan pecando así en el templo? ¿Hasta cuándo va a permitir que sigan maltratando a los creyentes?”

14 »Y el otro ángel contestó: “Hasta que hayan pasado mil ciento cincuenta días, que es un poco más de tres años. Pasado ese tiempo, el templo quedará limpio”.

15 »Mientras yo veía todo esto, y trataba de entenderlo, se apareció ante mí alguien que parecía un hombre. 16 Entonces escuché la voz de alguien que venía del río Ulai. Esa voz decía: “Gabriel, explícale a este hombre lo que significa el sueño”.

17 »Cuando Gabriel se me acercó, yo me asusté tanto que me arrojé al suelo. Pero él me dijo: “Lo que has visto, se hará realidad cuando llegue el fin del mundo”.

18 »Mientras Gabriel me decía esto, yo perdí el sentido y me quedé tirado en el suelo. Pero él vino en mi ayuda y me levantó. 19 Luego me dijo:

“Ahora voy a decirte lo que pasará cuando llegue el fin del mundo. Cuando eso suceda, Dios estará muy enojado con la gente. 20 Tú viste un carnero con dos cuernos. Esos dos cuernos son los reyes de Media y de Persia. 21 El chivo es el rey de Grecia, y el cuerno grande que le salió entre los ojos es el más importante de todos sus reyes. 22 Los cuatro cuernos que salieron cuando se rompió el primero son los cuatro reinos que saldrán de esta nación. Pero esos reinos no tendrán tanto poder como el primero.

23 ”Cuando llegue a su fin
el poder de estos reinos,
y ya nadie soporte su maldad,
vendrá un rey egoísta y orgulloso.
24 Ese rey se irá haciendo
más y más poderoso,
aunque no por sus propias fuerzas.
Le irá bien en todo lo que haga,
pero causará muchos destrozos.
Destruirá a gente poderosa,
y también al pueblo de Dios.
25 Será un rey muy astuto,
y engañará a mucha gente.
Se creerá el rey más importante,
y matará a traición
a gente que vivía tranquila.
Se levantará en armas
contra el Príncipe de príncipes,
pero saldrá derrotado.

26 ”Ya te he explicado lo que viste acerca de los tres años y días. Eso va a suceder así. Pero tú no se lo digas a nadie, porque se hará realidad después de mucho tiempo”.

27 »Yo, Daniel, perdí las fuerzas y estuve muy enfermo durante varios días. Pero finalmente me levanté y seguí ocupándome de los asuntos del rey. Sin embargo, seguí preocupado porque no entendía bien todo lo que había visto».

Visión de las cuatro bestias

En el año primero del rey Belsasar de Babilonia, Daniel tuvo un sueño y visiones(A) en su mente[a], estando en su cama. Entonces escribió el sueño y relató el resumen[b] de él[c](B). Habló Daniel, y dijo: Miraba yo en mi visión nocturna(C), y he aquí, los cuatro vientos del cielo agitaban el gran mar(D); y cuatro bestias enormes, diferentes unas de otras, subían del mar(E). La primera era como un león(F) y tenía alas de águila. Mientras yo miraba, sus alas le fueron arrancadas, fue levantada del suelo y puesta sobre dos pies, como un hombre, y le fue dado corazón de hombre. Y he aquí, otra segunda bestia, semejante a un oso, estaba levantada de un costado, y en su boca, entre sus dientes, tenía tres costillas; y le dijeron así: «Levántate, y devora mucha carne». Después de esto seguí mirando, y he aquí, otra más, semejante a un leopardo que tenía sobre su dorso[d] cuatro alas de ave; la bestia tenía cuatro cabezas, y le fue dado dominio(G). Después de esto seguí mirando en las visiones nocturnas, y he aquí, una cuarta bestia, terrible, espantosa y en gran manera fuerte que tenía enormes dientes de hierro; devoraba, desmenuzaba y hollaba los restos con sus pies. Era diferente de todas las bestias que le antecedieron y tenía diez cuernos(H). Mientras yo contemplaba los cuernos, he aquí, otro cuerno, uno pequeño, surgió entre ellos(I), y tres de los primeros cuernos fueron arrancados delante de él; y he aquí, este cuerno tenía ojos[e] como los ojos de un hombre, y una boca que hablaba con mucha arrogancia[f](J).

Seguí mirando
hasta que se establecieron tronos(K),
y el Anciano de Días se sentó.
Su vestidura era blanca como la nieve(L),
y el cabello de su cabeza como lana pura,
su trono, llamas de fuego(M),
y sus ruedas, fuego abrasador(N).
10 Un río de fuego corría,
saliendo de delante de Él(O).
Miles de millares le servían,
y miríadas de miríadas estaban en pie delante de Él(P).
El tribunal se sentó(Q),
y se abrieron los libros(R).

11 Entonces yo seguí mirando a causa del ruido de las palabras arrogantes[g] que el cuerno decía; seguí mirando hasta que mataron a la bestia, destrozaron su cuerpo y lo echaron a las llamas del fuego(S). 12 A las demás bestias, se les quitó el dominio, pero les fue concedida una prolongación de la vida por un tiempo determinado.

13 Seguí mirando en las visiones nocturnas,
y he aquí, con las nubes del cielo
venía uno como un Hijo de Hombre(T),
que se dirigió al Anciano de Días
y fue presentado ante Él.
14 Y le fue dado dominio,
gloria y reino[h](U),
para que todos los pueblos, naciones y lenguas
le sirvieran(V).
Su dominio es un dominio eterno(W)
que nunca pasará(X),
y su reino uno
que no será destruido(Y).

15 A mí, Daniel, se me angustió por dentro[i] el espíritu, y las visiones de mi mente[j](Z) seguían turbándome(AA). 16 Me acerqué a uno de los que estaban allí de pie y le pedí que me dijera la verdad acerca de todo esto. Y me respondió, dándome a conocer(AB) la interpretación de estas cosas(AC): 17 «Estas bestias enormes, que son cuatro, son cuatro reyes que se levantarán de la tierra. 18 Pero los santos del Altísimo recibirán el reino y poseerán el reino para siempre, por los siglos de los siglos(AD)». 19 Entonces quise saber la verdad acerca de la cuarta bestia, que era diferente de todas las demás[k], y en gran manera terrible, con sus dientes de hierro y sus garras de bronce, y que devoraba, desmenuzaba y hollaba los restos con sus pies(AE), 20 y la verdad acerca de los diez cuernos que tenía en su cabeza, y del otro cuerno que había surgido, delante del cual cayeron tres de ellos, es decir, el cuerno que tenía ojos y una boca que hablaba con mucha arrogancia[l], y cuya apariencia era mayor que la de sus compañeros. 21 Mientras yo miraba, este cuerno hacía guerra contra los santos y prevalecía sobre ellos(AF), 22 hasta que vino el Anciano de Días y se hizo[m] justicia a favor de los santos del Altísimo, y llegó el tiempo cuando los santos tomaron posesión del reino(AG).

23 Dijo así: «La cuarta bestia será un cuarto reino en la tierra, que será diferente de todos los otros reinos; devorará toda la tierra, la hollará y la desmenuzará. 24 Y los diez cuernos de este reino son diez reyes que se levantarán(AH), y otro se levantará después de ellos; él será diferente de los anteriores y subyugará a tres reyes. 25 Y él proferirá palabras contra el Altísimo(AI) y afligirá a los santos del Altísimo(AJ), e intentará cambiar los tiempos y la ley; y le serán entregados en sus manos por un tiempo[n], por tiempos[o] y por medio tiempo[p](AK). 26 Pero el tribunal se sentará para juzgar(AL), y su dominio le será quitado, aniquilado y destruido para siempre[q]. 27 Y la soberanía[r], el dominio y la grandeza de todos los reinos debajo de todo el cielo serán entregados al pueblo de los santos del Altísimo. Su reino será un reino eterno(AM), y todos los dominios le servirán(AN) y le obedecerán(AO)». 28 Hasta aquí la revelación[s]. En cuanto a mí, Daniel, mis pensamientos me turbaron en gran manera y mi rostro palideció[t](AP), pero guardé el asunto en mi corazón(AQ).

Visión del carnero y del macho cabrío

En el año tercero del reinado del rey Belsasar, se me apareció a mí, Daniel[u], una visión, después de aquella que se me había aparecido anteriormente[v]. Cuando miré en la visión, sucedió que al mirar, yo me encontraba en la ciudadela de Susa(AR), que está en la provincia de Elam(AS), y vi en la visión que yo estaba junto al río[w](AT) Ulai. Alcé, pues, mis ojos y miré, y he aquí que un carnero estaba delante del río[x]. Tenía dos cuernos(AU), y los dos cuernos eran altos, pero uno era más alto que el otro, y el más alto creció[y] el último. Vi al carnero dando cornadas al oeste, al norte y al sur, y ninguna bestia podía mantenerse en pie delante de él, y nadie podía librarse de su poder[z](AV). Hacía lo que quería, y se engrandeció(AW).

Estando yo observando, he aquí, un macho cabrío venía del occidente sobre la superficie de toda la tierra sin tocar el suelo; el macho cabrío tenía un cuerno prominente entre los ojos(AX). Se dirigió al carnero que tenía los dos cuernos, que yo había visto parado delante del río[aa], y lo acometió con la furia de su poder. Lo vi venir junto al carnero, y enfurecido contra él, hirió al carnero y le rompió los dos cuernos, y el carnero no tenía fuerza para mantenerse en pie delante de él; lo arrojó en tierra y lo pisoteó, y no hubo nadie que librara al carnero de su poder[ab]. El macho cabrío se engrandeció sobremanera, pero en cuanto llegó a ser poderoso, el gran cuerno(AY) se le rompió, y en su lugar le salieron cuatro cuernos(AZ) prominentes hacia los cuatro vientos del cielo(BA).

Y de uno de ellos salió un cuerno pequeño, que creció mucho(BB) hacia el sur, hacia el oriente y hacia la Tierra Hermosa[ac](BC). 10 Creció hasta el ejército del cielo, e hizo caer a la tierra parte del ejército y de las estrellas(BD), y las pisoteó(BE). 11 Se engrandeció hasta igualarse con el Jefe[ad](BF) del ejército, le quitó su sacrificio continuo(BG) y fue derribado el lugar de su santuario. 12 Y el ejército será entregado al cuerno junto con el sacrificio continuo a causa de la transgresión; arrojará por tierra la verdad(BH) y hará su voluntad y prosperará. 13 Oí entonces hablar a un santo(BI), y otro santo dijo al que hablaba: ¿Hasta cuándo durará la visión(BJ) del sacrificio continuo, de la transgresión que espanta, y de que el lugar santo y el ejército sean pisoteados(BK)? 14 Y le[ae] respondió: Por dos mil trescientas tardes y mañanas; entonces el lugar santo será restaurado[af](BL).

15 Y sucedió que después que yo, Daniel, había visto la visión(BM), y trataba de comprenderla[ag], he aquí, vi de pie, ante mí, uno con apariencia de hombre(BN). 16 Y oí una voz de hombre entre las márgenes del Ulai, que gritaba y decía: Gabriel, explícale a este la visión(BO). 17 Él se acercó adonde yo estaba, y cuando llegó, me aterroricé y caí sobre mi rostro(BP), pero él me dijo: Entiende, hijo de hombre, que la visión se refiere al tiempo del fin(BQ). 18 Mientras él hablaba conmigo, caí en un sueño profundo con mi rostro en tierra(BR); él me tocó y me hizo incorporar(BS) donde yo estaba. 19 Y dijo: He aquí, te voy a dar a conocer lo que sucederá al final de la ira, porque se refiere al tiempo señalado del fin(BT). 20 El carnero que viste, con los dos cuernos(BU), representa a los reyes de Media y de Persia. 21 Y el macho cabrío peludo representa al reino[ah] de Grecia, y el cuerno grande que está entre sus ojos es el primer rey. 22 Y el cuerno roto y los cuatro cuernos(BV) que salieron en su lugar representan cuatro reinos que se levantarán de su nación, pero no con su poder.

23 Y al final de su reinado[ai],
cuando los transgresores se acaben,
se levantará un rey,
insolente[aj] y hábil en intrigas[ak].
24 Su poder será grande, pero no por su propio poder;
destruirá[al] en forma extraordinaria,
prosperará y hará su voluntad;
destruirá[am] a los poderosos y al pueblo santo[an](BW).
25 Y por su astucia
hará que el engaño prospere por su influencia[ao];
él se engrandecerá en su corazón,
y destruirá[ap] a muchos que están confiados[aq].
Aun se levantará contra el[ar] Príncipe de los príncipes(BX),
pero será destruido sin intervención humana[as](BY).
26 Y la visión de las tardes y de las mañanas
que ha sido relatada, es verdadera;
pero tú, guarda en secreto la visión(BZ),
porque se refiere a muchos días aún lejanos(CA).

27 Yo, Daniel, me sentí agotado y enfermo algunos días. Después me levanté y atendí los asuntos del rey(CB); pero yo estaba espantado a causa de la visión(CC), y no había nadie que la interpretara[at].

Notas al pie

  1. Daniel 7:1 Lit., de su cabeza
  2. Daniel 7:1 O, el principio
  3. Daniel 7:1 Lit., las palabras
  4. Daniel 7:6 O, costado
  5. Daniel 7:8 Lit., en este cuerno había ojos
  6. Daniel 7:8 Lit., hablaba grandes cosas
  7. Daniel 7:11 Lit., grandes
  8. Daniel 7:14 O, soberanía
  9. Daniel 7:15 Lit., en medio de su envoltura; i.e., del cuerpo
  10. Daniel 7:15 Lit., cabeza
  11. Daniel 7:19 Lit., todas ellas
  12. Daniel 7:20 Lit., grandes cosas
  13. Daniel 7:22 Lit., se dio
  14. Daniel 7:25 I.e., año(s)
  15. Daniel 7:25 I.e., año(s)
  16. Daniel 7:25 I.e., año(s)
  17. Daniel 7:26 Lit., para aniquilar y destruir hasta el fin
  18. Daniel 7:27 O, el reino
  19. Daniel 7:28 Lit., el fin de la palabra
  20. Daniel 7:28 Lit., mi brillantez cambió sobre mí
  21. Daniel 8:1 Lit., yo, Daniel
  22. Daniel 8:1 Lit., al principio
  23. Daniel 8:2 O, canal
  24. Daniel 8:3 O, canal
  25. Daniel 8:3 Lit., subió
  26. Daniel 8:4 Lit., mano
  27. Daniel 8:6 O, canal
  28. Daniel 8:7 Lit., mano
  29. Daniel 8:9 I.e., Palestina
  30. Daniel 8:11 O, Príncipe
  31. Daniel 8:14 Así en algunas versiones antiguas; en el T.M., me
  32. Daniel 8:14 Lit., justificado
  33. Daniel 8:15 Lit., busqué entendimiento
  34. Daniel 8:21 Lit., rey
  35. Daniel 8:23 O, soberanía
  36. Daniel 8:23 Lit., fuerte de rostro
  37. Daniel 8:23 O, en hablar ambiguo
  38. Daniel 8:24 O, corromperá
  39. Daniel 8:24 O, corromperá
  40. Daniel 8:24 Lit., de los santos
  41. Daniel 8:25 Lit., mano
  42. Daniel 8:25 O, corromperá
  43. Daniel 8:25 O, seguros
  44. Daniel 8:25 O, se opondrá el
  45. Daniel 8:25 Lit., sin mano
  46. Daniel 8:27 Lit., la diera a conocer