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La esposa

Mi amado ha bajado a su jardín,
a las eras de las especias,
a apacentar en los huertos
y recoger los lirios.

¡Yo soy de mi amado, y mi amado es mío!
Él apacienta entre los lirios.

El esposo

Amada mía, eres bella como Tirsa,
deseable como Jerusalén,
imponente como ejércitos en orden de batalla.

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