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La amada

Mi amado ha bajado a su huerto, a sus lechos de especias, a apacentar su rebaño y a recoger lirios. Yo soy de mi amado y mi amado es mío. Él apacienta su rebaño entre los lirios.

Quinto canto

El amado

Amada mía, eres tan bella como la tierra de Tirsá; hermosa como Jerusalén. Impresionante como las estrellas del cielo.

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