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Me encontraron los centinelas
    mientras rondaban la ciudad;
los que vigilan las murallas
    me hirieron, me golpearon;
    ¡me despojaron de mi manto!

Yo os ruego, mujeres de Jerusalén,
    que, si encontráis a mi amado,
    ¡le digáis que estoy enferma de amor!

El coro

Dinos, bella entre las bellas,
    ¿en qué aventaja tu amado a otros hombres?
¿En qué aventaja tu amado a otros hombres,
    que nos haces tales ruegos?

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