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Cuando abrió el tercer sello, oí al tercer ser viviente, que decía: Ven y mira. Y miré, y he aquí un caballo negro;(A) y el que lo montaba tenía una balanza en la mano. Y oí una voz de en medio de los cuatro seres vivientes, que decía: Dos libras de trigo por un denario, y seis libras de cebada por un denario; pero no dañes el aceite ni el vino.

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Cuando el Cordero rompió el tercer sello, oí al tercero de los seres vivientes que decía: «¡Ven!». Miré y apareció un caballo negro. El jinete tenía una balanza en la mano. Y oí como una voz en medio de los cuatro seres vivientes que decía: «Un kilogramo de trigo o tres kilogramos de cebada por el salario de un día;[a] pero no dañes el aceite ni el vino».

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Footnotes

  1. 6:6 por el salario de un día. Lit. por un denario.