Hechos 7:20-44

La Biblia de las Américas

²⁰ Fue por ese tiempo que Moisés nació. Era hermoso a la vista de Dios^[a], y fue criado por tres meses en la casa de su padre^(A). ²¹ Después de ser abandonado^[b] para morir, la hija de Faraón se lo llevó^[c] y lo crió como su propio hijo^(B). ²² Y Moisés fue instruido en toda la sabiduría de los egipcios^(C), y era un hombre poderoso en palabras y en hechos. ²³ Pero cuando iba a cumplir la edad de cuarenta años^(D), sintió^[d] en su corazón el deseo de visitar a sus hermanos, los hijos de Israel^(E). ²⁴ Y al ver que uno de ellos era tratado injustamente, lo defendió y vengó al^[e] oprimido matando^[f] al egipcio. ²⁵ Pensaba que sus hermanos entendían que Dios les estaba dando libertad^[g] por medio de él^[h], pero ellos no entendieron. ²⁶ Al día siguiente se les presentó, cuando dos de ellos reñían, y trató de poner paz entre ellos, diciendo: «Varones, vosotros sois hermanos, ¿por qué os herís^[i] el uno al otro^(F)?». ²⁷ Pero el que estaba hiriendo^[j] a su prójimo lo empujó, diciendo: «¿Quién te ha puesto por gobernante y juez sobre nosotros^(G)? ²⁸ ¿Acaso quieres matarme como mataste ayer al egipcio^(H)?». ²⁹ Al oír estas palabras, Moisés huyo y se convirtió en extranjero en la tierra de Madián^(I), donde fue padre de dos hijos^(J).

³⁰ Y pasados cuarenta años, se le apareció un Ángel^(K) en el desierto del monte Sinaí, en la llama de una zarza que ardía^(L). ³¹ Al ver esto, Moisés se maravillaba de la visión, y al acercarse para ver mejor, vino a él la voz del Señor: ³² «Yo soy el Dios de tus padres, el Dios de Abraham, de Isaac, y de Jacob^(M)». Moisés temblando, no se atrevía a mirar. ³³ Pero el Señor le dijo: «Quítate las sandalias de los pies, porque el lugar donde estás es tierra santa^(N). ³⁴ Ciertamente he visto la opresión de mi pueblo en Egipto y he oído sus gemidos, y he descendido para librarlos^(O); ven^[k] ahora y te enviaré a Egipto^(P)».

³⁵ Este Moisés, a quien ellos rechazaron, diciendo: «¿Quién te ha puesto por gobernante y juez^(Q)?» es el mismo que Dios envió^[l] para ser gobernante y libertador con la ayuda^[m] del ángel que se le apareció en la zarza. ³⁶ Este hombre los sacó^(R), haciendo prodigios y señales^[n](S) en la tierra de Egipto, en el mar Rojo y en el desierto por cuarenta años^(T). ³⁷ Este es el mismo Moisés que dijo a los hijos de Israel: «Dios os levantará un profeta como yo^[o] de entre vuestros hermanos^(U)». ³⁸ Este es el que estaba en la congregación^[p] en el desierto^(V) junto con el ángel que le hablaba en el monte Sinaí^(W), y con nuestros padres, y el que recibió palabras^[q](X) de vida^(Y) para transmitirlas a vosotros; ³⁹ al cual nuestros padres no quisieron obedecer^[r], sino que lo repudiaron, y en sus corazones regresaron a Egipto^(Z), ⁴⁰ diciendo a Aarón: «Haznos dioses que vayan delante de nosotros, porque a este Moisés que nos saco de la tierra de Egipto, no sabemos lo que le haya pasado^(AA)». ⁴¹ En aquellos días hicieron un becerro y ofrecieron sacrificio al ídolo^(AB), y se regocijaban en las obras de sus manos^(AC). ⁴² Pero Dios se apartó de ellos y los entregó para que sirvieran^[s] al ejército del cielo^[t](AD), como está escrito en el libro de los profetas: ¿^(AE)Acaso fue a mí a quien ofrecisteis victimas y sacrificios en el desierto por cuarenta años^(AF), casa de Israel? ⁴³ También llevasteis el tabernáculo de Moloc, y la estrella del dios Rentan, las imágenes que hicisteis para adorarlas. Yo también os deportaré más allá de Babilonia.

⁴⁴ Nuestros padres tuvieron el tabernáculo del testimonio en el desierto, tal como le había ordenado que lo hiciera aquel que habló a Moisés, conforme al modelo que había visto^(AG).