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15 Cuando el que servía al hombre de Dios madrugó para partir y salió, he aquí que un ejército tenía cercada la ciudad con gente de a caballo y carros. Entonces su criado le dijo:

—¡Ay, señor mío! ¿Qué haremos?

16 Él le respondió:

—No tengas miedo, porque más son los que están con nosotros que los que están con ellos.

17 Entonces Eliseo oró diciendo:

—Te ruego, oh SEÑOR, que abras sus ojos para que vea.

El SEÑOR abrió los ojos del criado, y este miró; y he aquí que el monte estaba lleno de gente de a caballo y carros de fuego, alrededor de Eliseo.

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