Add parallel Print Page Options

Y ella dijo a su marido: «Ahora entiendo que este que siempre pasa por nuestra casa, es un santo hombre de Dios(A). 10 Te ruego que hagamos un pequeño aposento alto, con paredes, y pongamos allí para él una cama, una mesa, una silla y un candelero; y cuando venga a nosotros, se podrá retirar allí(B)».

11 Y un día que Eliseo vino por allí, se retiró al aposento alto y allí se acostó.

Read full chapter