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Salomón se casa con la hija del faraón

Salomón emparentó con el faraón, rey de Egipto, pues se casó con su hija y la llevó a la Ciudad de David mientras terminaba de construir su palacio y el templo del Señor y la muralla alrededor de Jerusalén. La gente, sin embargo, ofrecía sus sacrificios en los lugares altos de culto pagano, porque hasta entonces no se había construido un templo para el Señor.

Salomón pide a Dios sabiduría(A)

Salomón amaba al Señor y cumplía las leyes establecidas por David, su padre, aun cuando él mismo ofrecía sacrificios e incienso en los lugares altos, e incluso iba a Gabaón para ofrecer allí sacrificios, porque aquél era el lugar alto más importante; y ofrecía en aquel lugar mil holocaustos.

Una noche, en Gabaón, el Señor se apareció en sueños a Salomón y le dijo: «Pídeme lo que quieras, y yo te lo daré.»

Salomón respondió: «Tú trataste con gran bondad a mi padre, tu siervo David, pues él se condujo delante de ti con lealtad, justicia y rectitud de corazón para contigo. Por eso lo trataste con tanta bondad y le concediste que un hijo suyo se sentara en su trono, como ahora ha sucedido. Tú, Señor y Dios mío, me has puesto para que reine en lugar de David, mi padre, aunque yo soy un muchacho joven y sin experiencia. Pero estoy al frente del pueblo que tú escogiste: un pueblo tan grande que, por su multitud, no puede contarse ni calcularse. Dame, pues, un corazón atento para gobernar a tu pueblo, y para distinguir entre lo bueno y lo malo; porque ¿quién hay capaz de gobernar a este pueblo tuyo tan numeroso?»

10 Al Señor le agradó que Salomón le hiciera tal petición, 11 y le dijo: «Porque me has pedido esto, y no una larga vida, ni riquezas, ni la muerte de tus enemigos, sino inteligencia para saber oír y gobernar, 12 voy a hacer lo que me has pedido: yo te concedo sabiduría e inteligencia como nadie las ha tenido antes que tú ni las tendrá después de ti. 13 Además, te doy riquezas y esplendor, cosas que tú no pediste, de modo que en toda tu vida no haya otro rey como tú. 14 Y si haces mi voluntad, y cumples mis leyes y mandamientos, como lo hizo David, tu padre, te concederé una larga vida.»

15 Al despertar, Salomón se dio cuenta de que había sido un sueño. Y cuando llegó a Jerusalén, se presentó ante el arca de la alianza del Señor y ofreció holocaustos y sacrificios de reconciliación. Después dio un banquete a todos sus funcionarios.

Salomón, el juez sabio

16 Por aquel tiempo fueron a ver al rey dos prostitutas. Cuando estuvieron en su presencia, 17 una de ellas dijo:

—¡Ay, Majestad! Esta mujer y yo vivimos en la misma casa, y yo di a luz estando ella conmigo en casa. 18 A los tres días de que yo di a luz, también dio a luz esta mujer. Estábamos las dos solas. No había ninguna persona extraña en casa con nosotras; sólo estábamos nosotras dos. 19 Pero una noche murió el hijo de esta mujer, porque ella se acostó encima de él. 20 Entonces se levantó a medianoche, mientras yo estaba dormida, y quitó de mi lado a mi hijo y lo acostó con ella, poniendo junto a mí a su hijo muerto. 21 Por la mañana, cuando me levanté para dar el pecho a mi hijo, vi que estaba muerto. Pero a la luz del día lo miré, y me di cuenta de que aquél no era el hijo que yo había dado a luz.

22 La otra mujer dijo:

—No, mi hijo es el que está vivo, y el tuyo es el muerto.

Pero la primera respondió:

—No, tu hijo es el muerto, y mi hijo el que está vivo.

Así estuvieron discutiendo delante del rey. 23 Entonces el rey se puso a pensar: «Ésta dice que su hijo es el que está vivo, y que el muerto es el de la otra; ¡pero la otra dice exactamente lo contrario!» 24 Luego ordenó:

—¡Tráiganme una espada!

Cuando le llevaron la espada al rey, 25 ordenó:

—Corten en dos al niño vivo, y denle una mitad a cada una.

26 Pero la madre del niño vivo se angustió profundamente por su hijo, y suplicó al rey:

—¡Por favor! ¡No mate Su Majestad al niño vivo! ¡Mejor déselo a esta mujer!

Pero la otra dijo:

—Ni para mí ni para ti. ¡Que lo partan!

27 Entonces intervino el rey y ordenó:

—Entreguen a aquella mujer el niño vivo. No lo maten, porque ella es su verdadera madre.

28 Todo Israel se enteró de la sentencia con que el rey había resuelto el pleito, y sintieron respeto por él, porque vieron que Dios le había dado sabiduría para administrar justicia.

Gobierno de Salomón

Salomón fue rey de todo Israel. Y sus funcionarios fueron éstos: Azarías, hijo del sacerdote Sadoc; Elihóref y Ahías, hijos de Sisá, los cronistas; Josafat, hijo de Ahilud, secretario del rey; Benaías, hijo de Joiadá, jefe del ejército; Sadoc y Abiatar, sacerdotes; Azarías, hijo de Natán, superintendente; Zabud, hijo del sacerdote Natán, consejero particular del rey; Ahisar, mayordomo de palacio; y Adoniram, hijo de Abdá, encargado del trabajo obligatorio.

Salomón tenía doce intendentes sobre todo Israel, cuya obligación era proveer de todo al rey y a su familia. Cada uno de ellos debía proveerlo de todo durante un mes al año. Estos doce intendentes eran:

Ben-hur, en los montes de Efraín;
Ben-déquer, en Macás, Saalbim, Bet-semes, Elón y Bet-hanán;
10 Ben-hésed, en Arubot, y también en Socó y en todo el país de Héfer;
11 Ben-abinadab, en toda la provincia de Dor; su mujer era Tafat, hija de Salomón;
12 Baaná, hijo de Ahilud, en Taanac, Meguido y toda Bet-seán, que está junto a Saretán, más abajo de Jezreel, desde Bet-seán hasta Abel-meholá, más allá de Jocmeam;
13 Ben-guéber, en Ramot de Galaad, que tenía a su cargo las aldeas de Galaad, que pertenecían a Jaír hijo de Manasés, y también la región de Argob, que estaba en Basán, donde había sesenta grandes ciudades con murallas y cerrojos de bronce;
14 Ahinadab, hijo de Idó, en Mahanaim;
15 Ahimaas, que se casó con Basemat, hija de Salomón, en Neftalí;
16 Baaná, hijo de Husai, en Aser y en Alot;
17 Josafat, hijo de Parúah, en Isacar;
18 Simí, hijo de Elá, en Benjamín;
19 Guéber, hijo de Urí, en la región de Gad, país de Sihón, rey de los amorreos, y de Og, rey de Basán.

Había, además, un intendente general sobre todo el país.

Sabiduría y prosperidad de Salomón

20 Judá e Israel tenían una población incontable, como la arena que hay a la orilla del mar. Había abundancia de comida y bebida, y reinaba la alegría. 21 (5.1) Salomón era soberano de todos los reinos comprendidos desde el río Éufrates hasta el país filisteo y hasta la frontera de Egipto, los cuales pagaron tributo y estuvieron sometidos a Salomón mientras él vivió. 22 (5.2) La provisión diaria para Salomón era de seis mil seiscientos litros de flor de harina, trece mil doscientos litros de harina, 23 (5.3) diez toros de los más gordos, veinte toros criados con hierba, y cien ovejas, sin contar ciervos, gacelas, gamos y aves bien gordas, 24 (5.4) pues Salomón dominaba en toda la región al oeste del Éufrates, desde Tífsah hasta Gaza, y sobre todos los reyes de esta región, y había pacificado todo el territorio de alrededor.

25 (5.5) Mientras Salomón vivió, los habitantes de Judá e Israel, desde Dan hasta Beerseba, vivieron tranquilos, cada cual debajo de su parra y de su higuera. 26 (5.6) Salomón tenía además cuatro mil caballerizas para los caballos de sus carros, y doce mil soldados de caballería. 27 (5.7) Los intendentes ya mencionados proveían de lo necesario, en el mes que les tocaba, al rey Salomón y a sus huéspedes, procurando que nada faltara. 28 (5.8) En su turno correspondiente, mandaban al lugar donde se les indicaba la cebada y la paja para los caballos y los animales de tiro.

29 (5.9) Dios concedió a Salomón mucha sabiduría e inteligencia, y una comprensión tan abundante como la arena que está a la orilla del mar, 30 (5.10) hasta el punto de que la sabiduría de Salomón sobrepasó a la de los egipcios y los orientales. 31 (5.11) Fue más sabio que ningún hombre: más sabio que Etán, el descendiente de Zérah, y que Hemán, Calcol y Dardá, hijos de Mahol. Su fama se extendió por todas las naciones de alrededor. 32 (5.12) Pronunció tres mil proverbios y compuso mil cinco poemas. 33 (5.13) Habló acerca de los árboles y las plantas, desde el cedro del Líbano hasta la hierba que crece en las paredes; también habló sobre los animales, las aves, los reptiles y los peces. 34 (5.14) De todas las naciones y reinos de la tierra donde habían oído hablar de la inteligencia de Salomón, venía gente a escucharlo.

Salomón se casa con la hija de Faraón

Salomón hizo parentesco con Faraón rey de Egipto, pues tomó la hija de Faraón, y la trajo a la ciudad de David, entre tanto que acababa de edificar su casa, y la casa de Jehová, y los muros de Jerusalén alrededor. Hasta entonces el pueblo sacrificaba en los lugares altos; porque no había casa edificada al nombre de Jehová hasta aquellos tiempos.

Salomón pide sabiduría

(2 Cr. 1.1-13)

Mas Salomón amó a Jehová, andando en los estatutos de su padre David; solamente sacrificaba y quemaba incienso en los lugares altos. E iba el rey a Gabaón, porque aquel era el lugar alto principal, y sacrificaba allí; mil holocaustos sacrificaba Salomón sobre aquel altar. Y se le apareció Jehová a Salomón en Gabaón una noche en sueños, y le dijo Dios: Pide lo que quieras que yo te dé. Y Salomón dijo: Tú hiciste gran misericordia a tu siervo David mi padre, porque él anduvo delante de ti en verdad, en justicia, y con rectitud de corazón para contigo; y tú le has reservado esta tu gran misericordia, en que le diste hijo que se sentase en su trono, como sucede en este día. Ahora pues, Jehová Dios mío, tú me has puesto a mí tu siervo por rey en lugar de David mi padre; y yo soy joven, y no sé cómo entrar ni salir. Y tu siervo está en medio de tu pueblo al cual tú escogiste; un pueblo grande, que no se puede contar ni numerar por su multitud. Da, pues, a tu siervo corazón entendido para juzgar a tu pueblo, y para discernir entre lo bueno y lo malo; porque ¿quién podrá gobernar este tu pueblo tan grande?

10 Y agradó delante del Señor que Salomón pidiese esto. 11 Y le dijo Dios: Porque has demandado esto, y no pediste para ti muchos días, ni pediste para ti riquezas, ni pediste la vida de tus enemigos, sino que demandaste para ti inteligencia para oír juicio, 12 he aquí lo he hecho conforme a tus palabras; he aquí que te he dado corazón sabio y entendido, tanto que no ha habido antes de ti otro como tú, ni después de ti se levantará otro como tú. 13 Y aun también te he dado las cosas que no pediste, riquezas y gloria, de tal manera que entre los reyes ninguno haya como tú en todos tus días. 14 Y si anduvieres en mis caminos, guardando mis estatutos y mis mandamientos, como anduvo David tu padre, yo alargaré tus días.

15 Cuando Salomón despertó, vio que era sueño; y vino a Jerusalén, y se presentó delante del arca del pacto de Jehová, y sacrificó holocaustos y ofreció sacrificios de paz, e hizo también banquete a todos sus siervos.

Sabiduría y prosperidad de Salomón

16 En aquel tiempo vinieron al rey dos mujeres rameras, y se presentaron delante de él. 17 Y dijo una de ellas: ¡Ah, señor mío! Yo y esta mujer morábamos en una misma casa, y yo di a luz estando con ella en la casa. 18 Aconteció al tercer día después de dar yo a luz, que esta dio a luz también, y morábamos nosotras juntas; ninguno de fuera estaba en casa, sino nosotras dos en la casa. 19 Y una noche el hijo de esta mujer murió, porque ella se acostó sobre él. 20 Y se levantó a medianoche y tomó a mi hijo de junto a mí, estando yo tu sierva durmiendo, y lo puso a su lado, y puso al lado mío su hijo muerto. 21 Y cuando yo me levanté de madrugada para dar el pecho a mi hijo, he aquí que estaba muerto; pero lo observé por la mañana, y vi que no era mi hijo, el que yo había dado a luz. 22 Entonces la otra mujer dijo: No; mi hijo es el que vive, y tu hijo es el muerto. Y la otra volvió a decir: No; tu hijo es el muerto, y mi hijo es el que vive. Así hablaban delante del rey.

23 El rey entonces dijo: Esta dice: Mi hijo es el que vive, y tu hijo es el muerto; y la otra dice: No, mas el tuyo es el muerto, y mi hijo es el que vive. 24 Y dijo el rey: Traedme una espada. Y trajeron al rey una espada. 25 En seguida el rey dijo: Partid por medio al niño vivo, y dad la mitad a la una, y la otra mitad a la otra. 26 Entonces la mujer de quien era el hijo vivo, habló al rey (porque sus entrañas se le conmovieron por su hijo), y dijo: ¡Ah, señor mío! dad a esta el niño vivo, y no lo matéis. Mas la otra dijo: Ni a mí ni a ti; partidlo. 27 Entonces el rey respondió y dijo: Dad a aquella el hijo vivo, y no lo matéis; ella es su madre. 28 Y todo Israel oyó aquel juicio que había dado el rey; y temieron al rey, porque vieron que había en él sabiduría de Dios para juzgar.

Reinó, pues, el rey Salomón sobre todo Israel. Y estos fueron los jefes que tuvo: Azarías hijo del sacerdote Sadoc; Elihoref y Ahías, hijos de Sisa, secretarios; Josafat hijo de Ahilud, canciller; Benaía hijo de Joiada sobre el ejército; Sadoc y Abiatar, los sacerdotes; Azarías hijo de Natán, sobre los gobernadores; Zabud hijo de Natán, ministro principal y amigo del rey; Ahisar, mayordomo; y Adoniram hijo de Abda, sobre el tributo.

Tenía Salomón doce gobernadores sobre todo Israel, los cuales mantenían al rey y a su casa. Cada uno de ellos estaba obligado a abastecerlo por un mes en el año. Y estos son los nombres de ellos: el hijo de Hur en el monte de Efraín; el hijo de Decar en Macaz, en Saalbim, en Bet-semes, en Elón y en Bet-hanán; 10 el hijo de Hesed en Arubot; este tenía también a Soco y toda la tierra de Hefer; 11 el hijo de Abinadab en todos los territorios de Dor; este tenía por mujer a Tafat hija de Salomón; 12 Baana hijo de Ahilud en Taanac y Meguido, en toda Bet-seán, que está cerca de Saretán, más abajo de Jezreel, desde Bet-seán hasta Abel-mehola, y hasta el otro lado de Jocmeam; 13 el hijo de Geber en Ramot de Galaad; este tenía también las ciudades de Jair hijo de Manasés, las cuales estaban en Galaad; tenía también la provincia de Argob que estaba en Basán, sesenta grandes ciudades con muro y cerraduras de bronce; 14 Ahinadab hijo de Iddo en Mahanaim; 15 Ahimaas en Neftalí; este tomó también por mujer a Basemat hija de Salomón. 16 Baana hijo de Husai, en Aser y en Alot; 17 Josafat hijo de Parúa, en Isacar; 18 Simei hijo de Ela, en Benjamín; 19 Geber hijo de Uri, en la tierra de Galaad, la tierra de Sehón rey de los amorreos y de Og rey de Basán; este era el único gobernador en aquella tierra.

20 Judá e Israel eran muchos, como la arena que está junto al mar en multitud, comiendo, bebiendo y alegrándose. 21 Y Salomón señoreaba sobre todos los reinos desde el Éufrates hasta la tierra de los filisteos y el límite con Egipto;(A) y traían presentes, y sirvieron a Salomón todos los días que vivió.

22 Y la provisión de Salomón para cada día era de treinta coros de flor de harina, sesenta coros de harina, 23 diez bueyes gordos, veinte bueyes de pasto y cien ovejas; sin los ciervos, gacelas, corzos y aves gordas. 24 Porque él señoreaba en toda la región al oeste del Éufrates, desde Tifsa hasta Gaza, sobre todos los reyes al oeste del Éufrates; y tuvo paz por todos lados alrededor. 25 Y Judá e Israel vivían seguros, cada uno debajo de su parra y debajo de su higuera, desde Dan hasta Beerseba, todos los días de Salomón. 26 Además de esto, Salomón tenía cuarenta mil caballos en sus caballerizas para sus carros, y doce mil jinetes.(B) 27 Y estos gobernadores mantenían al rey Salomón, y a todos los que a la mesa del rey Salomón venían, cada uno un mes, y hacían que nada faltase. 28 Hacían también traer cebada y paja para los caballos y para las bestias de carga, al lugar donde él estaba, cada uno conforme al turno que tenía.

29 Y Dios dio a Salomón sabiduría y prudencia muy grandes, y anchura de corazón como la arena que está a la orilla del mar. 30 Era mayor la sabiduría de Salomón que la de todos los orientales, y que toda la sabiduría de los egipcios. 31 Aun fue más sabio que todos los hombres, más que Etán ezraíta,(C) y que Hemán, Calcol y Darda, hijos de Mahol; y fue conocido entre todas las naciones de alrededor. 32 Y compuso tres mil proverbios,(D) y sus cantares fueron mil cinco.(E) 33 También disertó sobre los árboles, desde el cedro del Líbano hasta el hisopo que nace en la pared. Asimismo disertó sobre los animales, sobre las aves, sobre los reptiles y sobre los peces. 34 Y para oír la sabiduría de Salomón venían de todos los pueblos y de todos los reyes de la tierra, adonde había llegado la fama de su sabiduría.

Salomón pide sabiduría(A)

Salomón entró en alianza con el faraón, rey de Egipto, casándose con su hija, a la cual llevó a la Ciudad de David mientras terminaba de construir su palacio, el templo del Señor y el muro alrededor de Jerusalén. Como aún no se había construido un templo en honor al nombre del Señor, el pueblo seguía ofreciendo sacrificios en los lugares altos. Salomón amaba al Señor y cumplía los decretos de su padre David. Sin embargo, también iba a los santuarios locales para ofrecer sacrificios y quemar incienso.

Como en Gabaón estaba el santuario más importante, Salomón acostumbraba a ir al lugar para ofrecer sacrificios. Allí ofreció mil holocaustos; y en ese mismo sitio se apareció el Señor en un sueño y le dijo:

—Pídeme lo que quieras.

Salomón respondió:

—Tú trataste con mucho amor a tu siervo David, mi padre, pues se condujo delante de ti con lealtad, justicia y honestidad.[a] Y como hoy se puede ver, has reafirmado tu gran amor al concederle que un hijo suyo lo suceda en el trono.

»Ahora, Señor mi Dios, me has hecho rey en lugar de mi padre David. No soy más que un muchacho y apenas sé cómo comportarme. Sin embargo, aquí me tienes, un siervo tuyo en medio del pueblo que has escogido, un pueblo tan numeroso que es imposible contarlo. Yo te ruego que des a tu siervo discernimiento para gobernar a tu pueblo y para distinguir entre el bien y el mal. De lo contrario, ¿quién podrá gobernar a este gran pueblo tuyo?».

10 Al Señor le agradó que Salomón hubiera hecho esa petición. 11 Y Dios le dijo:

—Como has pedido esto, y no larga vida ni riquezas para ti, ni has pedido la muerte de tus enemigos, sino discernimiento para administrar justicia, 12 voy a concederte lo que has pedido. Te daré un corazón sabio y prudente, como nadie antes de ti lo ha tenido ni lo tendrá después. 13 Además, aunque no me lo has pedido, te daré tantas riquezas y esplendor que en toda tu vida ningún rey podrá compararse contigo. 14 Si andas por mis caminos y obedeces mis estatutos y mandamientos, como lo hizo tu padre David, te daré una larga vida.

15 Cuando Salomón despertó y se dio cuenta del sueño que había tenido, regresó a Jerusalén. Se presentó ante el arca del pacto del Señor y ofreció holocaustos y sacrificios de comunión. Luego ofreció un banquete para toda su corte.

Un gobernante sabio

16 Tiempo después, dos prostitutas fueron a presentarse ante el rey. 17 Una de ellas le dijo:

—Mi señor, esta mujer y yo vivimos en la misma casa. Mientras ella estaba allí conmigo, yo di a luz 18 y a los tres días también ella dio a luz. No había en la casa nadie más que nosotras dos.

19 »Pues bien, una noche esta mujer se acostó encima de su hijo y el niño murió. 20 Pero ella se levantó a medianoche, mientras yo dormía, y, tomando a mi hijo, lo acostó junto a ella y puso a su hijo muerto a mi lado. 21 Cuando amaneció, me levanté para amamantar a mi hijo, ¡y me di cuenta de que estaba muerto! Pero, al clarear el día, lo observé bien y pude ver que no era el hijo que yo había dado a luz».

22 —¡No es cierto! —exclamó la otra mujer—. ¡El niño que está vivo es el mío y el muerto es el tuyo!

—¡Mientes! —insistió la primera—. El niño muerto es el tuyo y el que está vivo es el mío.

Y se pusieron a discutir delante del rey.

23 El rey deliberó: «Una dice: “El niño que está vivo es el mío y el muerto es el tuyo”. Y la otra dice: “¡No es cierto! El niño muerto es el tuyo y el que está vivo es el mío”».

24 Entonces ordenó:

—Tráiganme una espada.

Cuando se la trajeron, 25 dijo:

—Partan en dos al niño que está vivo y denle una mitad a esta y la otra mitad a aquella.

26 La verdadera madre, angustiada por su hijo, dijo al rey:

—¡Por favor, mi señor! ¡Dele usted a ella el niño que está vivo, pero no lo mate!

En cambio, la otra exclamó:

—¡Ni para mí ni para ti! ¡Que lo partan!

27 Entonces el rey ordenó:

—No lo maten. Entréguenle a la primera el niño que está vivo, pues ella es la madre.

28 Cuando todos los israelitas se enteraron de la sentencia que el rey había pronunciado, sintieron un gran respeto por él, pues vieron que tenía sabiduría de Dios para administrar justicia.

Administración del reino

Salomón reinó sobre todo Israel.

Estos fueron sus oficiales:

Azarías, hijo del sacerdote Sadoc;

Elijoref y Ahías, hijos de Sisá, cronistas;

Josafat, hijo de Ajilud, el secretario;

Benaías, hijo de Joyadá, comandante en jefe;

Sadoc y Abiatar, sacerdotes;

Azarías, hijo de Natán, encargado de los gobernadores;

Zabud, hijo de Natán, sacerdote y consejero personal del rey;

Ajisar, encargado del palacio;

Adonirán, hijo de Abdá, supervisor del trabajo forzado.

Salomón tenía por todo Israel a doce gobernadores, cada uno de los cuales debía abastecer al rey y a su corte un mes al año.

Estos son sus nombres:

Ben Hur, en la región montañosa de Efraín;

Ben Déquer, en Macaz, Salbín, Bet Semes y Elón Bet Janán;

10 Ben Jésed, en Arubot (Soco y toda la tierra de Héfer entraban en su jurisdicción);

11 Ben Abinadab, en Nafot Dor[b] (la esposa de Ben Abinadab fue Tafat hija de Salomón);

12 Baná, hijo de Ajilud, en Tanac y Meguido, y en todo Betseán (junto a Saretán, más abajo de Jezrel, desde Betseán hasta Abel Mejolá, y todavía más allá de Jocmeán);

13 Ben Guéber, en Ramot de Galaad (los poblados de Yaír, hijo de Manasés, en Galaad entraban en su jurisdicción, así como también el distrito de Argob en Basán y sus sesenta grandes ciudades, amuralladas y con cerrojos de bronce);

14 Ajinadab, hijo de Idó, en Majanayin;

15 Ajimaz, en Neftalí (Ajimaz estaba casado con Basemat, hija de Salomón);

16 Baná, hijo de Husay, en Aser y en Alot;

17 Josafat hijo de Parúaj, en Isacar;

18 Simí, hijo de Elá, en Benjamín;

19 Guéber, hijo de Uri, en Galaad (que era el país de Sijón, rey de los amorreos, y de Og, rey de Basán). En la tierra de Judá[c] había un solo gobernador.

Prosperidad de Salomón

20 Los pueblos de Judá y de Israel eran tan numerosos como la arena que está a la orilla del mar; y abundaban la comida, la bebida y la alegría. 21 Salomón gobernaba sobre todos los reinos desde el río Éufrates hasta la tierra de los filisteos y la frontera con Egipto. Mientras Salomón vivió, todos estos países fueron sus vasallos tributarios.

22 La provisión diaria de Salomón era de treinta coros[d] de harina refinada, sesenta coros[e] de harina regular, 23 diez bueyes engordados y veinte de pastoreo, y cien ovejas, así como ciervos, gacelas, corzos y aves de corral. 24 El dominio de Salomón se extendía sobre todos los reinos al oeste del río Éufrates, desde Tifsa hasta Gaza, y disfrutaba de paz en todas sus fronteras. 25 Durante el reinado de Salomón, todos los habitantes de Judá y de Israel, desde Dan hasta Berseba, vivieron seguros sentados debajo de su propia vid y de su propia higuera.

26 Salomón tenía doce mil caballos[f] y cuatro mil[g] establos para los caballos de sus carros de combate.

27 Los gobernadores, cada uno en su mes, abastecían al rey Salomón y a todos los que se sentaban a su mesa, y se ocupaban de que no les faltara nada. 28 Además, llevaban a los lugares indicados sus cuotas de cebada y de paja para los caballos de tiro y para el resto de la caballería.

La sabiduría de Salomón

29 Dios dio a Salomón sabiduría e inteligencia extraordinarias; sus conocimientos eran tan vastos como la arena que está a la orilla del mar. 30 Sobrepasó en sabiduría a todos los sabios del Oriente y de Egipto. 31 En efecto, fue más sabio que nadie: más que Etán, el ezraíta, y más que Hemán, Calcol y Dardá, los hijos de Majol. Por eso la fama de Salomón se difundió por todas las naciones vecinas. 32 Compuso tres mil proverbios y mil cinco canciones. 33 Disertó acerca de las plantas, desde el cedro del Líbano hasta el hisopo que crece en los muros. También enseñó acerca de las bestias y las aves, los reptiles y los peces. 34 Los reyes de todas las naciones del mundo que se enteraron de la sabiduría de Salomón enviaron a sus representantes para que lo escucharan.

Footnotes

  1. 3:6 honestidad. Lit. con un corazón recto. En la Biblia, corazón se usa para designar el asiento de las emociones, pensamientos y voluntad, es decir, el proceso de toma de decisiones del ser humano.
  2. 4:11 Nafot Dor. Alt. las alturas de Dor.
  3. 4:19 tierra de Judá. Lit. tierra.
  4. 4:22 Es decir, aprox. 5 t.
  5. 4:22 Es decir, aprox. 10 t.
  6. 4:26 caballos. Alt. conductores de carros.
  7. 4:26 cuatro mil (mss. de LXX; véase también 2Cr 9:25); cuarenta mil (TM).

Salomón se emparentó con Faraón, rey de Egipto, pues tomó la hija de Faraón y la trajo a la ciudad de David(A) mientras acababa de edificar su casa, la casa del Señor(B) y la muralla alrededor de Jerusalén(C). Solo que el pueblo sacrificaba en los lugares altos(D), porque en aquellos días aún no se había edificado casa al nombre del Señor.

Sabiduría de Salomón

(E)Salomón amaba al Señor(F), andando en los estatutos de su padre David(G), aunque[a] sacrificaba y quemaba incienso en los lugares altos. El rey fue a Gabaón(H) a sacrificar allí, porque ese era el lugar alto principal(I). Salomón ofreció mil holocaustos sobre ese altar. Y en Gabaón el Señor se apareció a Salomón(J) de noche en sueños(K), y Dios le dijo: Pide lo que quieras que yo te dé(L). Entonces Salomón dijo: Tú has usado de gran misericordia con tu siervo David mi padre(M), según él anduvo delante de ti con fidelidad, justicia y rectitud de corazón hacia ti(N); y has guardado para él esta gran misericordia, en que le has dado un hijo que se siente en su trono, como sucede hoy(O). Y ahora, Señor Dios mío, has hecho a tu siervo rey en lugar de mi padre David(P), aunque soy un muchacho(Q) y no sé cómo salir ni entrar(R). Tu siervo está en medio de tu pueblo al cual escogiste(S), un pueblo inmenso que no se puede numerar ni contar por su multitud(T). Da, pues, a tu siervo un corazón con entendimiento[b] para juzgar a tu pueblo y para discernir entre el bien y el mal(U). Pues ¿quién será capaz de juzgar a este pueblo tuyo tan grande[c](V)?

10 Y fue[d] del agrado a los ojos del Señor que Salomón pidiera esto. 11 Y Dios le dijo: Porque has pedido esto y no has pedido para ti larga vida[e](W), ni has pedido para ti riquezas, ni has pedido la vida de tus enemigos, sino que has pedido para ti inteligencia para administrar[f] justicia, 12 he aquí, he hecho conforme a tus palabras(X). He aquí, te he dado un corazón sabio y entendido, de modo que no ha habido ninguno como tú antes de ti, ni se levantará ninguno como tú después de ti(Y). 13 También te he dado lo que no has pedido, tanto riquezas como gloria(Z), de modo que no habrá entre los reyes ninguno como tú en todos tus días(AA). 14 Y si andas en mis caminos, guardando mis estatutos y mis mandamientos como tu padre David anduvo, entonces prolongaré tus días(AB).

15 Salomón se despertó y vio que había sido un sueño(AC). Entró en Jerusalén y se puso delante del arca del pacto del Señor; ofreció holocaustos e hizo ofrendas de paz, y también dio un banquete para todos sus siervos(AD).

16 Por ese tiempo dos mujeres que eran rameras, vinieron al rey y se presentaron delante de él. 17 Y una de las mujeres dijo: Oh, mi señor, yo y esta mujer vivimos en la misma casa; y yo di a luz estando con ella en la casa. 18 Y sucedió que al tercer día después de dar yo a luz, esta mujer también dio a luz; estábamos juntas, nadie de fuera estaba con nosotras en la casa, solamente nosotras dos[g]. 19 Y el hijo de esta mujer murió durante la noche, porque ella se durmió sobre él. 20 Entonces ella se levantó a medianoche, tomó a mi hijo de mi lado mientras tu sierva estaba dormida y lo puso en su regazo, y a su hijo muerto lo puso en mi regazo. 21 Cuando me levanté al amanecer para dar el pecho a mi hijo, he aquí que estaba muerto; pero cuando lo observé con cuidado por la mañana, vi que no era mi hijo, el que yo había dado a luz. 22 Entonces la otra mujer dijo: No, pues mi hijo es el que vive y tu hijo es el muerto. Pero la primera mujer dijo[h]: No, tu hijo es el muerto y mi hijo es el que vive. Así hablaban ellas delante del rey.

23 Entonces el rey dijo: Esta dice: «Este es mi hijo que está vivo y tu hijo es el muerto»; y la otra[i] dice: «No, porque tu hijo es el muerto y mi hijo es el que vive». 24 Y el rey dijo: Traedme una espada. Y trajeron una espada al rey. 25 Entonces el rey dijo: Partid al niño vivo en dos, y dad la mitad a una y la otra mitad a la otra. 26 Entonces la mujer de quien era el niño vivo habló al rey, pues estaba profundamente conmovida[j](AE) por su hijo, y dijo: Oh, mi señor, dale a ella el niño vivo, y de ninguna manera lo mates. Pero la otra decía: No será ni mío ni tuyo; partidlo. 27 Entonces el rey respondió y dijo: Dad el niño vivo a la primera mujer[k], y de ninguna manera lo matéis. Ella es la madre. 28 Cuando todo Israel oyó del juicio que el rey había pronunciado[l], temieron al rey, porque vieron que la sabiduría de Dios estaba en él para administrar[m] justicia(AF).

Oficiales del gobierno de Salomón

El rey Salomón fue, pues, rey sobre todo Israel. Y estos eran sus oficiales: Azarías, hijo de Sadoc, era el sacerdote(AG); Elihoref y Ahías, hijos de Sisa, eran secretarios; Josafat, hijo de Ahilud, era el cronista[n](AH); Benaía, hijo de Joiada, estaba sobre el ejército; y Sadoc y Abiatar eran sacerdotes(AI); Azarías, hijo de Natán, estaba sobre los oficiales[o](AJ); y Zabud, hijo de Natán, un sacerdote, era amigo del rey; Ahisar, era el mayordomo; y Adoniram, hijo de Abda, estaba sobre los hombres sujetos a trabajos forzados.

Salomón tenía doce oficiales[p] sobre todo Israel, los cuales abastecían[q] al rey y a su casa. Cada uno tenía que hacerlo[r] un mes en el año. Y estos son sus nombres: Ben[s]-hur, en la región montañosa de Efraín(AK); Ben-decar en Macaz, en Saalbim(AL), en Bet-semes(AM) y en Elón-bet-hanán; 10 Ben-hesed en Arubot (de él eran Soco(AN) y toda la tierra de Hefer(AO)); 11 Ben-abinadab, en toda la altura de Dor[t](AP) (Tafat, hija de Salomón, era su mujer); 12 Baana, hijo de Ahilud, en Taanac(AQ) y Meguido y todo Bet-seán(AR), que está junto a Saretán(AS), más abajo de Jezreel, desde Bet-seán hasta Abel-mehola(AT), hasta el otro lado de Jocmeam(AU); 13 Ben-geber en Ramot de Galaad(AV) (las aldeas de Jair, hijo de Manasés(AW), que están en Galaad eran de él: la región de Argob que está en Basán(AX), sesenta grandes ciudades con muros y cerrojos[u] de bronce eran de él); 14 Ahinadab, hijo de Iddo, en Mahanaim(AY); 15 Ahimaas(AZ) en Neftalí (también se casó con Basemat, hija de Salomón); 16 Baana, hijo de Husai(BA), en Aser y Bealot[v]; 17 Josafat, hijo de Parúa, en Isacar; 18 Simei(BB), hijo de Ela, en Benjamín; 19 Geber, hijo de Uri, en la tierra de Galaad, la región de Sehón, rey de los amorreos, y de Og, rey de Basán(BC); él era el único gobernador que estaba en aquella[w] tierra.

20 Judá e Israel eran tan numerosos como la arena que está en abundancia a la orilla del mar(BD); comían, bebían y se alegraban.

Poder, riqueza y sabiduría de Salomón

21 [x]Salomón gobernaba todos los reinos desde el Río[y] hasta la tierra de los filisteos y hasta la frontera de Egipto(BE); ellos trajeron tributo y sirvieron a Salomón todos los días de su vida(BF). 22 La provisión[z] de Salomón para un día era de treinta coros[aa] de flor de harina y sesenta coros de harina, 23 diez bueyes cebados, veinte bueyes de pasto y cien ovejas, sin contar los ciervos, gacelas, corzos y aves cebadas. 24 Porque él tenía señorío sobre todo el occidente[ab] del Río, desde Tifsa hasta Gaza(BG), sobre todos los reyes(BH) al occidente[ac] del Río; y tuvo paz por todos lados a su alrededor(BI). 25 Y Judá e Israel vivieron seguros, cada uno bajo su parra y bajo su higuera(BJ), desde Dan hasta Beerseba(BK), todos los días de Salomón. 26 Salomón tenía cuarenta mil[ad] establos de caballos para sus carros y doce mil jinetes(BL). 27 Y los[ae] gobernadores abastecían[af], cada uno un[ag] mes, al rey Salomón y a todos los que venían a la mesa del rey Salomón; no dejaban que faltara nada. 28 También llevaban, cada uno según su obligación, cebada y paja para los caballos de tiro y los corceles(BM) al lugar donde debieran estar.

29 Dios dio a Salomón sabiduría, gran discernimiento y amplitud de corazón(BN) como la arena que está a la orilla del mar(BO). 30 Y la sabiduría de Salomón sobrepasó la sabiduría de todos los hijos del oriente(BP) y toda la sabiduría de Egipto(BQ). 31 Porque era más sabio que todos los hombres(BR), más que Etán(BS) ezraíta, Hemán, Calcol y Darda[ah](BT), hijos de Mahol; y su fama[ai] fue conocida por todas las naciones de alrededor. 32 También pronunció tres mil proverbios, y sus cantares(BU) fueron mil cinco. 33 Disertó sobre los árboles, desde el cedro que está en el Líbano hasta el hisopo que crece en la pared; también habló de ganados, aves, reptiles y peces. 34 Y venían de todos los pueblos para oír la sabiduría de Salomón, de parte de todos los reyes de la tierra que habían oído de su sabiduría(BV).

Footnotes

  1. 1 Reyes 3:3 Lit., solamente
  2. 1 Reyes 3:9 Lit., que oiga
  3. 1 Reyes 3:9 Lit., pesado
  4. 1 Reyes 3:10 Lit., el asunto fue
  5. 1 Reyes 3:11 Lit., muchos días
  6. 1 Reyes 3:11 Lit., oír
  7. 1 Reyes 3:18 Lit., nosotras dos en la casa
  8. 1 Reyes 3:22 Lit., esta estaba diciendo
  9. 1 Reyes 3:23 Lit., esta
  10. 1 Reyes 3:26 Lit., su compasión se encendió
  11. 1 Reyes 3:27 Lit., a ella
  12. 1 Reyes 3:28 Lit., juzgado
  13. 1 Reyes 3:28 Lit., hacer
  14. 1 Reyes 4:3 O, canciller
  15. 1 Reyes 4:5 O, capataces
  16. 1 Reyes 4:7 O, capataces
  17. 1 Reyes 4:7 O, alimentaban
  18. 1 Reyes 4:7 O, alimentar
  19. 1 Reyes 4:8 I.e., hijo de, y así en el resto del cap.
  20. 1 Reyes 4:11 O, Nafat-dor
  21. 1 Reyes 4:13 Lit., barras
  22. 1 Reyes 4:16 O, en Alot
  23. 1 Reyes 4:19 Lit., la
  24. 1 Reyes 4:21 En el texto heb., cap. 5:1
  25. 1 Reyes 4:21 I.e., el Eufrates
  26. 1 Reyes 4:22 Lit., El pan
  27. 1 Reyes 4:22 Un coro equivale aprox. a 220 litros
  28. 1 Reyes 4:24 Lit., más allá
  29. 1 Reyes 4:24 Lit., más allá
  30. 1 Reyes 4:26 Un ms. dice: cuatro mil; véase 2 Crón. 9:25
  31. 1 Reyes 4:27 Lit., esos
  32. 1 Reyes 4:27 O, alimentaban
  33. 1 Reyes 4:27 Lit., su
  34. 1 Reyes 4:31 En 1 Crón. 2:6: Dara
  35. 1 Reyes 4:31 Lit., nombre