1 Corintios 11:15-34

La Biblia de las Américas

¹⁵ pero que si la mujer tiene el cabello largo le es una gloria? Pues a ella el cabello le es dado por velo. ¹⁶ Pero si alguno parece ser contencioso, nosotros no tenemos tal costumbre^(A), ni la tienen las iglesias de Dios^(B).

La Cena del Señor

¹⁷ Pero al daros estas instrucciones, no os alabo^(C), porque no os congregáis para lo bueno^[a], sino para lo malo^[b]. ¹⁸ Pues, en primer lugar, oigo que cuando os reunís como iglesia^[c] hay divisiones^[d](D) entre vosotros; y en parte lo creo. ¹⁹ Porque es necesario que entre vosotros haya bandos^(E), a fin de que se manifiesten entre vosotros los que son aprobados^(F). ²⁰ Por tanto, cuando os reunís, esto ya no es comer la cena del Señor, ²¹ porque al comer, cada uno toma primero su propia cena; y uno pasa hambre y otro se embriaga^(G). ²² ¿Qué? ¿No tenéis casas para comer y beber? ¿O menospreciáis la iglesia de Dios^(H) y avergonzáis a los que nada tienen^(I)? ¿Qué os diré? ¿Os alabaré? En esto no os alabaré^(J). ²³ Porque yo recibí del Señor lo mismo que os he enseñado^[e](K): que ^(L)el Señor Jesús, la noche en que fue entregado, tomó pan, ²⁴ y después de dar gracias, lo partió y dijo: Esto es mi cuerpo que es^[f] para vosotros; haced esto en memoria de mí. ²⁵ De la misma manera tomó también la copa después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto^(M) en mi sangre^(N); haced esto cuantas veces la bebáis en memoria de mí. ²⁶ Porque todas las veces que comáis este pan y bebáis esta copa, la muerte del Señor proclamáis hasta que Él venga^(O). ²⁷ De manera que el que coma el pan o beba la copa del Señor indignamente, será culpable del cuerpo y de la sangre del Señor^(P). ²⁸ Por tanto, examínese cada uno^[g] a sí mismo^(Q), y entonces coma del pan y beba de la copa. ²⁹ Porque el que come y bebe sin discernir correctamente el cuerpo del Señor, come y bebe juicio para sí. ³⁰ Por esta razón hay muchos débiles y enfermos entre vosotros, y muchos duermen^[h](R). ³¹ Pero si nos juzgáramos a nosotros mismos, no seríamos juzgados. ³² Pero cuando somos juzgados, el Señor nos disciplina^(S) para que no seamos condenados con el mundo^(T). ³³ Así que, hermanos míos, cuando os reunáis para comer, esperaos unos a otros. ³⁴ Si alguno tiene hambre^(U), coma en su casa^(V), para que no os reunáis para juicio. Los demás asuntos los arreglaré^(W) cuando vaya^(X).