⁹ Y dijo David a Saúl: ¿Por qué escuchas las palabras de los hombres, que dicen: «Mira que David procura tu mal»?

¹¹ Y mira, padre mío, mira la orilla de tu manto en mi mano^(A). Puesto que corté la orilla de tu manto y no te maté, reconoce y ve que no hay maldad ni rebelión^[a] en mis manos y que no he pecado contra ti, a pesar de que tú acechas mi vida para quitármela^(B). ¹² Juzgue el Señor entre tú y yo y que el Señor me vengue de ti, pero mi mano no será contra ti^(C). ¹³ Como dice el proverbio de los antiguos: «De los malos procede la maldad^(D)», pero mi mano no será contra ti. ¹⁴ ¿Tras quién ha salido el rey de Israel? ¿A quién persigues? ¿A un perro muerto^(E)? ¿A una pulga^(F)?