Lucas 12:22-48

La Biblia de las Américas

Advertencia contra la ansiedad

²² Y dijo a sus discípulos: ^(A)Por eso os digo: No os preocupéis por vuestra vida^[a], qué comeréis; ni por vuestro cuerpo, qué vestiréis. ²³ Porque la vida es más que el alimento, y el cuerpo más que la ropa. ²⁴ Considerad los cuervos, que ni siembran ni siegan; no tienen bodega ni granero^(B), y sin embargo, Dios los alimenta^(C); ¡cuánto más valéis vosotros que las aves! ²⁵ ¿Y quién de vosotros, por ansioso que esté, puede añadir una hora^[b] al curso de su vida^[c](D)? ²⁶ Si vosotros, pues, no podéis hacer algo tan pequeño, ¿por qué os preocupáis por lo demás? ²⁷ Considerad los lirios, cómo crecen^[d]; no trabajan ni hilan; pero os digo que ni Salomón en toda su gloria^(E) se vistió como uno de estos. ²⁸ Y si Dios viste así la hierba del campo, que hoy es y mañana es echada al horno, ¡cuánto más hará por vosotros, hombres de poca fe^(F)! ²⁹ Vosotros, pues, no busquéis qué habéis de comer, ni qué habéis de beber, y no estéis preocupados^(G). ³⁰ Porque los pueblos del mundo buscan ansiosamente todas estas cosas; pero vuestro Padre sabe que necesitáis estas cosas. ³¹ Mas buscad su reino, y estas cosas os serán añadidas^(H). ³² No temas^(I), rebaño pequeño^(J), porque vuestro Padre ha decidido^[e](K) daros el reino. ³³ Vended vuestras posesiones y dad limosnas; haceos bolsas que no se deterioran, un tesoro en los cielos^(L) que no se agota, donde no se acerca ningún ladrón ni la polilla destruye^(M). ³⁴ Porque donde esté vuestro tesoro, allí también estará vuestro corazón^(N).

Parábola de los siervos vigilantes

³⁵ Estad siempre preparados^[f](O) y mantened las lámparas encendidas^(P), ³⁶ y sed semejantes a hombres que esperan a su señor que regresa de las bodas, para abrirle tan pronto como llegue y llame. ³⁷ Dichosos aquellos siervos a quienes el señor, al venir, halle velando^(Q); en verdad os digo que se ceñirá para servir^(R), y los sentará^[g] a la mesa, y acercándose, les servirá. ³⁸ Y ya sea que venga en la segunda vigilia^[h], o aun en la tercera^[i](S), y los halla así, dichosos son aquellos siervos. ^39 (T)Podéis estar seguros de^[j] que si el dueño de la casa hubiera sabido a qué hora iba a venir el ladrón, no hubiera permitido que entrara en^[k] su casa^(U). ⁴⁰ Vosotros también estad preparados, porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no esperéis^[l](V).

Parábola del siervo fiel y del infiel

⁴¹ Entonces Pedro dijo: Señor, ¿nos dices esta parábola a nosotros, o también a todos los demás^(W)? ⁴² Y el Señor^(X) dijo: ¿^(Y)Quién es, pues, el mayordomo fiel y prudente a quien su señor pondrá sobre sus siervos^[m](Z) para que a su tiempo les dé sus raciones? ⁴³ Dichoso aquel siervo^(AA) a quien, cuando su señor venga, lo encuentre haciendo así. ⁴⁴ De verdad os digo que lo pondrá sobre todos sus bienes. ⁴⁵ Pero si aquel siervo dice en su corazón: «Mi señor tardará^[n] en venir»; y empieza a golpear a los criados y a las criadas, y a comer, a beber y a embriagarse; ⁴⁶ el señor de aquel siervo llegará un día, cuando él no lo espera y a una hora que no sabe, y lo azotará severamente^[o], y le asignará un lugar^[p] con los incrédulos. ⁴⁷ Y aquel siervo que sabía la voluntad de su señor, y que no se preparó ni obró conforme a su voluntad, recibirá muchos azotes^(AB); ⁴⁸ pero el que no la sabía^(AC), e hizo cosas que merecían castigo^[q], será azotado poco. A todo el que se le haya dado mucho, mucho se demandará de él; y al que mucho le han confiado, más le exigirán^(AD).