Mandaron a la criada, encendieron una lámpara y abrieron la puerta. La criada entró, y encontró a Tobías y a Sara profundamente dormidos el uno junto al otro.
Entonces, encendieron una lámpara, abrieron la puerta de la habitación y le dijeron a la sirvienta que entrara. Ella entró y encontró a Tobías y a Sara juntos y bien dormidos.