Vean, pues, hijos, lo que trae el hacer obras de caridad, y a dónde lleva el hacer la maldad: a la muerte. Pero ya se me acaba la vida...» Entonces lo pusieron sobre la cama, y murió. Luego lo enterraron con todo honor.
Recuerda que Dios bendice a los que ayudan a los necesitados, pero castiga con la muerte a los malvados. Espero que tú y tus hijos nunca se olviden de esto. En cuanto a mí, ya siento que se me acaba la vida...» Entonces lo acostaron sobre la cama, y murió. Después lo enterraron con honores.