lo mismo agricultores que pastores, o los que trabajaban en los campos solitarios, todos, de improviso, sufrían este castigo, sin poder escapar, pues la oscuridad los tenía presos a todos por igual.
Cuando el terror invadía a los egipcios, todos ellos, incluyendo a los campesinos y a los pastores de ovejas, quedaban como encerrados en una cárcel sin rejas, dondequiera que estuvieran. La oscuridad los tenía prisioneros y no podían escapar.