Te avergonzará con sus invitaciones a comer. Mientras pueda aprovecharse de ti, te engañará; te alabará unas cuantas veces, pero después, al verte, se enojará contigo y te hará gestos de desprecio.
Mientras te necesite, te sonreirá y te hablará con mucha dulzura; hasta te invitará a comer y preguntará qué te hace falta, pero al final se burlará de ti y te robará dos y tres veces. Más tarde, cuando te vea, pasará frente a ti sin mirarte, o te mirará con desprecio.