Cuando Jonatán recibió esta carta, ordenó que siguieran el ataque, escogió unos cuantos ancianos del pueblo y unos sacerdotes, y exponiéndose al peligro acudió a la cita.
Cuando Jonatán recibió la carta, ordenó a sus soldados que continuaran el ataque. Luego, armado de valor y acompañado de algunos jefes del pueblo y de algunos sacerdotes, se fue a Tolemaida.