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El Señor da poder al rey

(1a) Salmo de David.

110 (1b) El Señor dijo a mi señor:
«Siéntate a mi derecha,
hasta que yo haga de tus enemigos
el estrado de tus pies.»

Desde Sión, el Señor te entrega
el cetro, símbolo de tu poder.
¡Domina, pues, a tus enemigos!
Tu pueblo se te entrega
en el día de tu victoria.
Sobre los montes santos,
y como el rocío que nace de la aurora,
tu juventud se renueva de día en día.

El Señor ha hecho un juramento,
y no va a desdecirse:
«Tú eres sacerdote para siempre,
de la misma clase que Melquisedec.»

El Señor está a tu mano derecha;
en el día de su furor, destruirá reyes;
dictará sentencia contra las naciones;
amontonará cadáveres;
¡estrellará cabezas en toda la tierra!
En el camino, beberá agua de un arroyo,
y el agua le dará nuevas fuerzas.