Salmos 63
Reina Valera Revisada
Dios, satisfacción del alma
Salmo de David, cuando estaba en el desierto de Judá.
63 Oh Dios, mi Dios eres tú;
De madrugada te buscaré;
Mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela,
Cual tierra seca y árida donde no hay aguas,
2 Como te contemplaba en el santuario,
Para ver tu poder y tu gloria.
3 Porque mejor es tu misericordia que la vida;
Mis labios te alabarán.
4 Así te bendeciré durante toda mi vida;
En tu nombre alzaré mis manos.
5 Como de meollo y de enjundia será saciada mi alma,
Y con labios de júbilo te alabará mi boca,
6 Cuando me acuerdo de ti en mi lecho,
Cuando medito en ti en las vigilias de la noche.
7 Porque has sido mi socorro,
Y así en la sombra de tus alas me regocijaré.
8 Está mi alma apegada a ti;
Tu diestra me sostiene.
9 Pero los que buscan mi vida para destruirla,
Caerán en las honduras de la tierra.
10 Los destruirán a filo de espada;
Serán pasto de los chacales.
11 Pero el rey se alegrará en Dios;
Será alabado cualquiera que jura por él;
Porque la boca de los que hablan mentira será cerrada.
Texto bíblico tomado de La Santa Biblia, Reina Valera Revisada® RVR® Copyright © 2017 por HarperCollins Christian Publishing® Usado con permiso. Reservados todos los derechos en todo el mundo.