Al director musical. Acompáñese con instrumentos de cuerda. Salmo de David.

Responde a mi clamor,
    Dios de mi justicia.
Dame alivio cuando esté angustiado,
    apiádate de mí y escucha mi oración.

Y ustedes, señores,
    ¿hasta cuándo cambiarán mi gloria en vergüenza?
¿Hasta cuándo amarán ilusiones vanas y buscarán la mentira?[a] Selah
Sepan que el Señor honra al que le es fiel;
    el Señor me escucha cuando lo llamo.

Si se enojan, no pequen;
    cuando estén en sus camas
    examinen en silencio sus corazones.[b] Selah
Ofrezcan sacrificios de justicia
    y confíen en el Señor.

Muchos son los que dicen:
    «¿Quién puede mostrarnos algún bien?».
¡Haz, Señor, que sobre nosotros
    brille la luz de tu rostro!
Tú has hecho que mi corazón rebose de alegría,
    alegría mayor que la que tienen los que disfrutan de trigo y vino nuevo en abundancia.

En paz me acuesto y me duermo,
    porque solo tú, Señor, me haces vivir confiado.

Footnotes

  1. 4:2 la mentira. Alt. dioses falsos?
  2. 4:4 corazones. En la Biblia, corazón se usa para designar el asiento de las emociones, pensamientos y voluntad, es decir, el proceso de toma de decisiones del ser humano.

Oración vespertina de confianza en Dios

Para el director del coro[a]; para instrumentos de cuerda. Salmo de David.

Cuando clamo(A), respóndeme(B), oh Dios de mi justicia.
En la angustia me has aliviado[b](C);
ten piedad de mí(D), escucha mi oración(E).

Hijos de hombres, ¿hasta cuándo cambiaréis mi honra[c](F) en deshonra(G)?
¿Hasta cuándo amaréis la vanidad[d](H) y buscaréis la mentira(I)? (Selah[e])
Sabed, pues, que el Señor ha apartado[f](J) al piadoso(K) para sí;
el Señor oye cuando a Él clamo(L).

Temblad[g](M), y[h] no pequéis(N);
meditad[i] en vuestro corazón sobre vuestro lecho(O), y callad. (Selah)
Ofreced sacrificios de justicia(P),
y confiad en el Señor(Q).

Muchos dicen: ¿Quién nos mostrará el bien(R)?
¡Alza, oh Señor, sobre nosotros la luz de tu rostro(S)!
Alegría pusiste en mi corazón(T),
mayor que la de ellos cuando abundan su grano y su mosto.
En paz me acostaré y así también[j] dormiré(U);
porque solo tú, Señor, me haces habitar seguro(V).

Footnotes

  1. Salmos 4:1 I.e., Que pertenece a la antología del director del coro
  2. Salmos 4:1 Lit., me has hecho lugar
  3. Salmos 4:2 O, gloria
  4. Salmos 4:2 O, lo que no es de valor
  5. Salmos 4:2 Posiblemente, Pausa, Crescendo, o Interludio
  6. Salmos 4:3 Una variante es: ha tratado en forma maravillosa
  7. Salmos 4:4 I.e., de ira o temor
  8. Salmos 4:4 O, pero
  9. Salmos 4:4 Lit., decid
  10. Salmos 4:8 O, al mismo tiempo

Oración vespertina de confianza en Dios

Para el director del coro; para instrumentos de cuerda. Salmo de David.

Cuando clamo(A), respóndeme(B), oh Dios de mi justicia.
En la angustia me has aliviado(C);
Ten piedad de mí(D), escucha mi oración(E).

Hijos de hombres, ¿hasta cuándo cambiarán mi honra[a](F) en deshonra(G)?
¿Hasta cuándo amarán la vanidad(H) y buscarán la mentira(I)? (Selah)
Sepan, pues, que el Señor ha apartado(J) al piadoso(K) para sí;
El Señor oye cuando a Él clamo(L).

Tiemblen(M), y no pequen(N);
Mediten en su corazón sobre su lecho(O), y callen. (Selah)
Ofrezcan sacrificios de justicia(P),
Y confíen en el Señor(Q).

Muchos dicen: «¿Quién nos mostrará el bien(R)?».
¡Alza, oh Señor, sobre nosotros la luz de Tu rostro(S)!
Alegría pusiste en mi corazón(T),
Mayor que la de ellos cuando abundan su grano y su vino nuevo.
En paz me acostaré y así también dormiré(U),
Porque solo Tú, Señor, me haces vivir seguro(V).

Footnotes

  1. Salmos 4:2 O gloria.

Oración vespertina de confianza en Dios

Al músico principal; sobre Neginot. Salmo de David.

Respóndeme cuando clamo, oh Dios de mi justicia.

Cuando estaba en angustia, tú me hiciste ensanchar;

Ten misericordia de mí, y oye mi oración.

Hijos de los hombres, ¿hasta cuándo volveréis mi honra en infamia,

Amaréis la vanidad, y buscaréis la mentira? Selah

Sabed, pues, que Jehová ha escogido al piadoso para sí;

Jehová oirá cuando yo a él clamare.

Temblad, y no pequéis;(A)

Meditad en vuestro corazón estando en vuestra cama, y callad. Selah

Ofreced sacrificios de justicia,

Y confiad en Jehová.

Muchos son los que dicen: ¿Quién nos mostrará el bien?

Alza sobre nosotros, oh Jehová, la luz de tu rostro.

Tú diste alegría a mi corazón

Mayor que la de ellos cuando abundaba su grano y su mosto.

En paz me acostaré, y asimismo dormiré;

Porque solo tú, Jehová, me haces vivir confiado.

Plena confianza en el Señor

(1) Del maestro de coro, con instrumentos de cuerda. Salmo de David.

(2) Dios y defensor mío,
¡contéstame cuando te llame!
Tú, que en mi angustia me diste alivio,
¡ten compasión de mí y escucha mi oración!

(3) Ustedes, que se creen grandes señores,
¿hasta cuándo ofenderán mi honor?,
¿hasta cuándo desearán y buscarán
lo que no tiene sentido,
lo que sólo es falsedad?
(4) Sepan que el Señor prefiere al hombre que le es fiel;
sepan que el Señor me escucha cuando lo llamo.
(5) ¡Tiemblen y no pequen más!
Ya acostados, y en silencio,
examinen su propia conciencia;
(6) ofrezcan sacrificios sinceros
y confíen en el Señor.

(7) Muchos dicen: «¿Quién nos mostrará la dicha?»
¡Señor, míranos con buenos ojos!
(8) Tú has puesto en mi corazón más alegría
que en quienes tienen trigo y vino en abundancia.

(9) Yo me acuesto tranquilo y me duermo en seguida,
pues tú, Señor, me haces vivir confiado.

Salmo de David, cuando fingió estar demente ante Abimélec, por lo cual este lo arrojó de su presencia.

Álef

34 Bendeciré al Señor en todo tiempo;
    lo alabarán siempre mis labios.

Bet

Mi alma se gloría en el Señor;
    lo oirán los humildes y se alegrarán.

Guímel

Engrandezcan al Señor conmigo;
    exaltemos a una su nombre.

Dálet

Busqué al Señor y él me respondió;
    me libró de todos mis temores.

He

Los que lo miran están radiantes;
    jamás su rostro se cubre de vergüenza.

Zayin

Este pobre clamó, el Señor lo oyó
    y lo libró de todas sus angustias.

Jet

El ángel del Señor acampa en torno a los que le temen;
    a su lado está para librarlos.

Tet

Prueben y vean que el Señor es bueno;
    dichosos los que se refugian en él.

Yod

Teman al Señor, ustedes sus santos,
    pues nada les falta a los que le temen.

Caf

10 Los leoncillos se debilitan y tienen hambre,
    pero a los que buscan al Señor nada les falta.

Lámed

11 Vengan, hijos míos, y escúchenme
    que voy a enseñarles el temor del Señor.

Mem

12 El que ama la vida
    y desea ver muchos días felices,

Nun

13 que refrene su lengua de hablar el mal
    y sus labios de proferir engaños;

Sámej

14 que se aparte del mal y haga el bien;
    que busque la paz y la siga.

Ayin

15 Los ojos del Señor están sobre los justos,
    y sus oídos, atentos a sus clamores;

Pe

16 pero el rostro del Señor está contra los que hacen el mal,
    para borrar de la tierra su memoria.

Tsade

17 Los justos claman, el Señor los oye
    y los libra de todas sus angustias.

Qof

18 El Señor está cerca de los quebrantados de corazón,
    y salva a los de espíritu abatido.

Resh

19 Muchas son las angustias del justo,
    pero el Señor lo librará de todas ellas;

Shin

20 le protegerá todos los huesos
    y ni uno solo le quebrarán.

Tav

21 La maldad destruye a los malvados;
    serán condenados los enemigos de los justos.
22 El Señor libra a sus siervos;
    no serán condenados los que en él se refugian.

El Señor, proveedor y salvador

Salmo de David cuando se fingió loco[a] delante de Abimelec[b], quien lo echó, y él se fue.

34 Bendeciré al Señor en todo tiempo(A);
continuamente estará su alabanza en mi boca(B).
En el Señor se gloriará mi alma(C);
lo oirán los humildes y se regocijarán(D).
Engrandeced al Señor conmigo(E),
y exaltemos a una[c] su nombre(F).

Busqué al Señor, y Él me respondió(G),
y me libró de todos mis temores(H).
Los que a Él miraron, fueron iluminados[d](I);
sus rostros jamás serán avergonzados(J).
Este pobre[e] clamó, y el Señor le oyó,
y lo salvó de todas sus angustias(K).
El ángel del Señor(L) acampa alrededor de los que le temen,
y los rescata.

Probad[f] y ved que el Señor es bueno(M).
¡Cuán bienaventurado es el hombre que en Él se refugia(N)!
Temed al Señor, vosotros sus santos(O),
pues nada les falta(P) a aquellos que le temen.
10 Los leoncillos pasan necesidad y tienen hambre,
mas los que buscan al Señor no carecerán de bien alguno(Q).
11 Venid, hijos, escuchadme(R);
os enseñaré el temor del Señor(S).
12 ¿Quién es el hombre que desea vida(T)
y quiere muchos días para ver el bien(U)?
13 Guarda tu lengua del mal(V),
y tus labios de hablar engaño(W).
14 Apártate del mal y haz el bien(X),
busca la paz y síguela(Y).
15 Los ojos del Señor están sobre los justos(Z),
y sus oídos atentos a su clamor.
16 El rostro del Señor está contra los que hacen mal(AA),
para cortar de la tierra su memoria(AB).
17 Claman los justos, y el Señor los oye,
y los libra de todas sus angustias(AC).
18 Cercano está el Señor(AD) a los quebrantados de corazón(AE),
y salva a los abatidos[g] de espíritu(AF).

19 Muchas son las aflicciones del justo(AG),
pero de todas ellas lo libra el Señor(AH).
20 Él guarda todos sus huesos;
ni uno de ellos es quebrantado(AI).
21 La maldad dará muerte al impío,
y los que aborrecen al justo serán condenados[h](AJ).
22 El Señor redime el alma de sus siervos(AK);
y no será condenado[i] ninguno de los que en Él se refugian(AL).

Footnotes

  1. Salmos 34:1 O, cambió su comportamiento
  2. Salmos 34:1 Posiblemente, un título del rey Aquis de Gat. Véase 1 Sam. 21:10-15
  3. Salmos 34:3 O, juntos
  4. Salmos 34:5 O, resplandecieron
  5. Salmos 34:6 O, afligido
  6. Salmos 34:8 O, Gustad
  7. Salmos 34:18 O, aplastados
  8. Salmos 34:21 O, hallados culpables
  9. Salmos 34:22 O, hallado culpable

El Señor, Proveedor y Salvador

Salmo de David cuando se fingió loco delante de Abimelec, quien lo echó, y él se fue.

34 Bendeciré al Señor en todo tiempo(A);
Continuamente estará Su alabanza en mi boca(B).
En el Señor se gloriará mi alma(C);
Lo oirán los humildes y se regocijarán(D).
Engrandezcan al Señor conmigo(E),
Y exaltemos a una Su nombre(F).

Busqué al Señor, y Él me respondió(G),
Y me libró de todos mis temores(H).
Los que a Él miraron, fueron iluminados(I);
Sus rostros jamás serán avergonzados(J).
Este pobre clamó, y el Señor le oyó,
Y lo salvó de todas sus angustias(K).
El ángel del Señor(L) acampa alrededor de los que le temen,
Y los rescata.

Prueben y vean que el Señor es bueno(M).
¡Cuán bienaventurado es el hombre que en Él se refugia(N)!
Teman al Señor, ustedes Sus santos(O),
Pues nada les falta(P) a aquellos que le temen.
10 Los leoncillos pasan necesidad y tienen hambre,
Pero los que buscan al Señor no carecerán de bien alguno(Q).
11 Vengan, hijos, escúchenme(R);
Les enseñaré el temor del Señor(S).
12 ¿Quién es el hombre que desea vida(T)
Y quiere muchos días para ver el bien(U)?
13 Guarda tu lengua del mal(V)
Y tus labios de hablar engaño(W).
14 Apártate del mal y haz el bien(X),
Busca la paz y síguela(Y).
15 Los ojos del Señor están sobre los justos(Z),
Y Sus oídos atentos a su clamor.
16 El rostro del Señor está contra los que hacen mal(AA),
Para cortar de la tierra su memoria(AB).
17 Claman los justos, y el Señor los oye
Y los libra de todas sus angustias(AC).
18 Cercano está el Señor(AD) a los quebrantados de corazón(AE),
Y salva a los abatidos de espíritu(AF).

19 Muchas son las aflicciones del justo(AG),
Pero de todas ellas lo libra el Señor(AH).
20 Él guarda todos sus huesos;
Ni uno de ellos es quebrantado(AI).
21 La maldad dará muerte al impío,
Y los que aborrecen al justo serán condenados(AJ).
22 El Señor redime el alma de Sus siervos(AK),
Y no será condenado ninguno de los que en Él se refugian(AL).

La protección divina

Salmo de David, cuando mudó su semblante delante de Abimelec,(A) y él lo echó, y se fue.

34 Bendeciré a Jehová en todo tiempo;

Su alabanza estará de continuo en mi boca.

En Jehová se gloriará mi alma;

Lo oirán los mansos, y se alegrarán.

Engrandeced a Jehová conmigo,

Y exaltemos a una su nombre.

Busqué a Jehová, y él me oyó,

Y me libró de todos mis temores.

Los que miraron a él fueron alumbrados,

Y sus rostros no fueron avergonzados.

Este pobre clamó, y le oyó Jehová,

Y lo libró de todas sus angustias.

El ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen,

Y los defiende.

Gustad, y ved que es bueno Jehová;(B)

Dichoso el hombre que confía en él.

Temed a Jehová, vosotros sus santos,

Pues nada falta a los que le temen.

10 Los leoncillos necesitan, y tienen hambre;

Pero los que buscan a Jehová no tendrán falta de ningún bien.

11 Venid, hijos, oídme;

El temor de Jehová os enseñaré.

12 ¿Quién es el hombre que desea vida,

Que desea muchos días para ver el bien?

13 Guarda tu lengua del mal,

Y tus labios de hablar engaño.

14 Apártate del mal, y haz el bien;

Busca la paz, y síguela.

15 Los ojos de Jehová están sobre los justos,

Y atentos sus oídos al clamor de ellos.

16 La ira de Jehová contra los que hacen mal,(C)

Para cortar de la tierra la memoria de ellos.

17 Claman los justos, y Jehová oye,

Y los libra de todas sus angustias.

18 Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón;

Y salva a los contritos de espíritu.

19 Muchas son las aflicciones del justo,

Pero de todas ellas le librará Jehová.

20 Él guarda todos sus huesos;

Ni uno de ellos será quebrantado.(D)

21 Matará al malo la maldad,

Y los que aborrecen al justo serán condenados.

22 Jehová redime el alma de sus siervos,

Y no serán condenados cuantos en él confían.

Alabanzas a la bondad del Señor

(1) De David, cuando se retiró de la presencia de Abimélec, ante quien había fingido sufrir un ataque de locura.

34 (2) Bendeciré al Señor a todas horas;
mis labios siempre lo alabarán.
(3) Yo me siento orgulloso del Señor;
¡óiganlo y alégrense, hombres humildes!
(4) Alabemos juntos y a una voz
la grandeza del nombre del Señor.

(5) Recurrí al Señor, y él me contestó,
y me libró de todos mis temores.
(6) Los que miran al Señor
quedan radiantes de alegría
y jamás se verán defraudados.
(7) Este pobre gritó, y el Señor lo oyó
y lo libró de todas sus angustias.
(8) El ángel del Señor protege y salva
a los que honran al Señor.
(9) Prueben, y vean que el Señor es bueno.
¡Feliz el hombre que en él confía!
(10) Honren al Señor, los consagrados a él,
pues nada faltará a los que lo honran.
10 (11) Los ricos se vuelven pobres, y sufren hambre,
pero a los que buscan al Señor nunca les faltará ningún bien.

11 (12) Vengan, hijos míos, y escúchenme:
voy a enseñarles a honrar al Señor.
12 (13) ¿Quieres vivir mucho tiempo?
¿Quieres gozar de la vida?
13 (14) Pues refrena tu lengua de hablar mal,
y nunca digan mentiras tus labios.
14 (15) Aléjate de la maldad, y haz lo bueno;
busca la paz, y síguela.

15 (16) El Señor cuida de los hombres honrados
y presta oído a sus clamores.
16 (17) El Señor está en contra de los malhechores,
para borrar de la tierra su recuerdo.
17 (18) El Señor atiende al clamor del hombre honrado,
y lo libra de todas sus angustias.
18 (19) El Señor está cerca, para salvar a los que tienen el corazón hecho pedazos
y han perdido la esperanza.

19 (20) El hombre honrado pasa por muchos males,
pero el Señor lo libra de todos ellos.
20 (21) Él le protege todos los huesos;
ni uno solo le romperán.
21 (22) A los malvados los mata su propia maldad;
los que odian al hombre honrado serán castigados.
22 (23) Pero el Señor salva la vida a sus siervos;
¡no serán castigados los que en él confían!

Al director musical. Salmo de David.

64 Escucha, oh Dios, la voz de mi queja;
    protégeme del temor al enemigo.

Escóndeme de esa pandilla de malhechores,
    de esa caterva de malvados.
Afilan su lengua como espada
    y lanzan como flechas palabras ponzoñosas.
Emboscados, disparan contra el íntegro;
    le tiran sin temor y sin aviso.

Unos a otros se animan en sus planes malvados,
    calculan cómo tender sus trampas;
    y hasta dicen: «¿Quién las verá?».
Maquinan injusticias y dicen:
    «¡Hemos tramado un plan perfecto!».
¡Cuán incomprensibles son
    la mente y el corazón humano!

Pero Dios les disparará sus flechas
    y sin aviso caerán heridos.
Su propia lengua será su ruina
    y quien los vea se burlará de ellos.
La humanidad entera sentirá temor:
    proclamará las proezas de Dios
    y meditará en sus obras.

10 Que se regocijen en el Señor los justos;
    que busquen refugio en él;
    ¡que lo alaben todos los de corazón sincero!

Oración pidiendo protección divina

Al director del coro. Salmo de David.

64 Escucha mi voz, oh Dios, en mi queja[a](A);
guarda mi vida del terror del enemigo(B).
Escóndeme de los planes secretos[b] de los malhechores(C),
del asalto[c] de los obradores de iniquidad(D),
que afilan su lengua(E) como espada,
y lanzan palabras amargas como saeta(F),
para herir[d] en oculto al íntegro[e](G);
lo hieren repentinamente, y no temen(H).
Se aferran[f] en propósitos malignos;
hablan[g] de tender trampas en secreto(I),
y dicen: ¿Quién las verá(J)?
Traman[h] injusticias, diciendo:
Estamos listos[i] con una trama bien concebida;
pues los pensamientos[j](K) del hombre y su corazón son profundos[k].

Pero Dios les disparará[l](L) con saeta;
repentinamente serán heridos[m].
Vuelven su lengua tropezadero(M) contra sí mismos[n](N);
todos los que los vean menearán la cabeza(O).
Entonces todos los hombres temerán[o](P),
y declararán[p] la obra de Dios(Q),
y considerarán[q] sus hechos[r].
10 El justo se alegrará en el Señor(R), y en Él se refugiará(S);
y todos los rectos de corazón se gloriarán.

Footnotes

  1. Salmos 64:1 O, inquietud
  2. Salmos 64:2 O, del consejo secreto
  3. Salmos 64:2 O, tumulto
  4. Salmos 64:4 O, asaetear
  5. Salmos 64:4 O, perfecto
  6. Salmos 64:5 Lit., Se afirman
  7. Salmos 64:5 Lit., cuentan
  8. Salmos 64:6 O, Buscan
  9. Salmos 64:6 Lit., completos
  10. Salmos 64:6 Lit., las entrañas
  11. Salmos 64:6 O, inescrutables
  12. Salmos 64:7 O, les disparó
  13. Salmos 64:7 O, fueron heridos; lit., repentinas fueron sus heridas
  14. Salmos 64:8 O, Así lo harán tropezar; su lengua está contra ellos
  15. Salmos 64:9 O, temieron
  16. Salmos 64:9 O, declararon
  17. Salmos 64:9 O, consideraron
  18. Salmos 64:9 Lit., su obra

Oración pidiendo protección divina

Para el director del coro. Salmo de David.

64 Escucha mi voz, oh Dios, en mi queja(A);
Guarda mi vida del terror del enemigo(B).
Escóndeme de los planes secretos de los malhechores(C),
Del asalto de los obradores de iniquidad(D),
Que afilan su lengua(E) como espada,
Y lanzan palabras amargas como flecha(F),
Para herir en oculto al íntegro(G);
Lo hieren repentinamente, y no temen(H).
Se aferran en propósitos malignos;
Hablan de tender trampas en secreto(I),
Y dicen: «¿Quién las verá(J)?».
Traman injusticias, diciendo:
«Estamos listos con una trama bien concebida;
Pues los pensamientos(K) del hombre y su corazón son profundos».

Pero Dios les disparará(L) con flecha;
Repentinamente serán heridos.
Vuelven su lengua tropezadero(M) contra sí mismos(N);
Todos los que los vean moverán la cabeza(O).
Entonces todos los hombres temerán(P),
Declararán la obra de Dios(Q)
Y considerarán sus hechos.
10 El justo se alegrará en el Señor(R), y en Él se refugiará(S);
Y todos los rectos de corazón se gloriarán.

Plegaria pidiendo protección contra enemigos ocultos

Al músico principal. Salmo de David.

64 Escucha, oh Dios, la voz de mi queja;

Guarda mi vida del temor del enemigo.

Escóndeme del consejo secreto de los malignos,

De la conspiración de los que hacen iniquidad,

Que afilan como espada su lengua;

Lanzan cual saeta suya, palabra amarga,

Para asaetear a escondidas al íntegro;

De repente lo asaetean, y no temen.

Obstinados en su inicuo designio,

Tratan de esconder los lazos,

Y dicen: ¿Quién los ha de ver?

Inquieren iniquidades, hacen una investigación exacta;

Y el íntimo pensamiento de cada uno de ellos, así como su corazón, es profundo.

Mas Dios los herirá con saeta;

De repente serán sus plagas.

Sus propias lenguas los harán caer;

Se espantarán todos los que los vean.

Entonces temerán todos los hombres,

Y anunciarán la obra de Dios,

Y entenderán sus hechos.

10 Se alegrará el justo en Jehová, y confiará en él;

Y se gloriarán todos los rectos de corazón.

Oración pidiendo la protección de Dios

(1) Del maestro de coro. Salmo de David.

64 (2) Dios mío, escucha mi queja;
protege mi vida de terribles enemigos.
(3) Escóndeme de los malvados
y de sus planes secretos;
líbrame de la conspiración de los malvados,
(4) que afilan su lengua como espada
y lanzan como flechas palabras venenosas.

(5) Desde su escondite disparan contra el inocente;
disparan por sorpresa y sin temor.
(6) Se animan entre sí a hacer lo malo;
planean poner trampas escondidas
y piensan que nadie podrá verlos,
(7) que nadie investigará sus maldades.

Pero aquel que puede conocer
los pensamientos más íntimos del hombre,
hará la investigación.
(8) Dios los herirá con sus flechas,
los herirá por sorpresa;
(9) caerán por sus propias palabras,
y quienes los vean se burlarán de ellos.
(10) Todos entonces honrarán a Dios
y hablarán de sus acciones;
comprenderán lo que él ha hecho.
10 (11) El hombre bueno se alegrará en el Señor
y buscará protección en él,
y todos los hombres honrados
se sentirán satisfechos.

94 Señor, Dios de las venganzas;
    Dios de las venganzas, ¡resplandece!
Levántate, Juez de la tierra,
    y dales su merecido a los soberbios.
¿Hasta cuándo, Señor, hasta cuándo
    habrán de ufanarse los malvados?

Todos esos malhechores son unos fanfarrones;
    a borbotones escupen su arrogancia.
A tu pueblo, Señor, lo pisotean;
    oprimen tu herencia.
Matan a las viudas y a los extranjeros;
    a los huérfanos los asesinan.
Y hasta dicen: «El Señor no ve;
    el Dios de Jacob no se da cuenta».

Entiendan esto, gente necia;
    ¿cuándo, insensatos, lo comprenderán?
¿Acaso no oirá el que nos hizo los oídos
    ni podrá ver el que nos formó los ojos?
10 ¿Y no habrá de castigar el que corrige a las naciones
    e imparte conocimiento a todo ser humano?
11 El Señor conoce los pensamientos humanos,
    y sabe que son vanidad.

12 Dichoso aquel a quien tú, Señor, corriges;
    aquel a quien instruyes en tu Ley,
13 para que enfrente tranquilo los días malos,
    mientras al impío se le cava una fosa.
14 El Señor no rechazará a su pueblo;
    no dejará a su herencia en el abandono.
15 El juicio volverá a basarse en la justicia
    y todos los de corazón sincero la seguirán.

16 ¿Quién se levantará a defenderme de los malvados?
    ¿Quién se pondrá de mi parte contra los malhechores?
17 Si el Señor no me hubiera brindado su ayuda,
    muy pronto me habría quedado en mortal silencio.
18 No bien decía: «Mis pies resbalan»,
    cuando ya tu gran amor, Señor, venía en mi ayuda.
19 Cuando en mí la angustia iba en aumento,
    tu consuelo llenaba mi alma de alegría.

20 ¿Te asociarías con reyes corruptos[a]
    que por decreto fraguan la maldad,
21 que conspiran contra la vida de los justos
    y condenan a muerte al inocente?
22 Pero el Señor es mi protector,
    es mi Dios y la Roca en que me refugio.
23 Él les hará pagar por sus pecados
    y los destruirá por su maldad;
    el Señor nuestro Dios los destruirá.

Footnotes

  1. 94:20 reyes corruptos. Lit. trono corrupto.

Oración pidiendo justicia

94 Oh Señor, Dios de las venganzas(A),
oh Dios de las venganzas, ¡resplandece[a](B)!
Levántate(C), Juez de la tierra(D);
da su merecido a los soberbios(E).
¿Hasta cuándo los impíos, Señor,
hasta cuándo los impíos se regocijarán(F)?
Charlan, hablan con arrogancia(G);
todos los que hacen iniquidad se vanaglorían(H).
Aplastan a tu pueblo(I), Señor,
y afligen a tu heredad(J).
Matan a la viuda y al extranjero[b],
y asesinan a los huérfanos(K).
Y dicen: El Señor[c] no lo ve,
ni hace caso(L) el Dios de Jacob.

Haced caso, torpes del pueblo;
necios[d], ¿cuándo entenderéis(M)?
El que hizo[e] el oído(N), ¿no oye?
El que dio forma al ojo, ¿no ve?
10 ¿No reprenderá el que castiga[f] a las naciones(O),
el que enseña conocimiento al hombre(P)?
11 El Señor conoce los pensamientos del hombre(Q),
sabe que son solo un soplo.

12 Bienaventurado el hombre a quien corriges[g](R), Señor[h],
y lo instruyes en[i] tu ley(S);
13 para darle descanso(T) en los días de aflicción(U),
hasta que se cave una fosa(V) para el impío.
14 Porque el Señor no abandonará a su pueblo(W),
ni desamparará a su heredad(X).
15 Porque el juicio[j](Y) volverá a ser justo[k],
y todos los rectos de corazón lo seguirán[l].
16 ¿Quién se levantará por mí(Z) contra los malhechores?
¿Quién me defenderá de[m] los que hacen iniquidad(AA)?

17 Si el Señor no hubiera sido mi socorro(AB),
pronto habría habitado mi alma en el lugar del silencio.
18 Si digo: Mi pie ha resbalado(AC),
tu misericordia, oh Señor, me sostendrá.
19 Cuando mis inquietudes se multiplican[n] dentro de mí,
tus consuelos(AD) deleitan mi alma.
20 ¿Puede ser aliado tuyo un trono[o] de destrucción(AE),
que planea el mal[p] por decreto(AF)?
21 Se unen(AG) contra la vida[q] del justo,
y condenan a muerte al inocente[r](AH).
22 Pero el Señor ha sido mi baluarte(AI),
y mi Dios la roca de mi refugio(AJ).
23 Él ha hecho volver sobre ellos su propia iniquidad(AK),
y los destruirá[s] en su maldad(AL);
el Señor, nuestro Dios, los destruirá[t].

Footnotes

  1. Salmos 94:1 O, ha resplandecido
  2. Salmos 94:6 O, peregrino
  3. Salmos 94:7 Heb., Yah
  4. Salmos 94:8 O, estúpidos
  5. Salmos 94:9 Lit., plantó
  6. Salmos 94:10 O, enseña, o, instruye
  7. Salmos 94:12 O, instruyes
  8. Salmos 94:12 Heb., Yah
  9. Salmos 94:12 Lit., de
  10. Salmos 94:15 I.e., la administración de justicia
  11. Salmos 94:15 Lit., volverá a la justicia
  12. Salmos 94:15 Lit., estarán tras él
  13. Salmos 94:16 O, se levantará por mí contra
  14. Salmos 94:19 O, son muchas
  15. Salmos 94:20 O, tribunal
  16. Salmos 94:20 O, daño, o, agravio
  17. Salmos 94:21 Lit., el alma
  18. Salmos 94:21 Lit., a la sangre inocente
  19. Salmos 94:23 O, callará
  20. Salmos 94:23 O, callará

Oración pidiendo justicia

94 Oh Señor, Dios de las venganzas(A),
Oh Dios de las venganzas, ¡resplandece(B)!
Levántate(C), Juez de la tierra(D);
Da su merecido a los soberbios(E).
¿Hasta cuándo los impíos, Señor,
Hasta cuándo los impíos se regocijarán(F)?
Charlan, hablan con arrogancia(G);
Todos los que hacen iniquidad se vanaglorían(H).
Aplastan a Tu pueblo(I), Señor,
Y afligen a Tu heredad(J).
Matan a la viuda y al extranjero,
Y asesinan a los huérfanos(K).
Y dicen: «El Señor no ve nada
Ni hace caso(L) el Dios de Jacob».

Hagan caso, torpes del pueblo;
Necios, ¿cuándo entenderán(M)?
El que hizo el oído(N), ¿acaso no oye?
El que dio forma al ojo, ¿acaso no ve?
10 ¿No reprenderá el que castiga a las naciones(O),
El que enseña conocimiento al hombre(P)?
11 El Señor conoce los pensamientos del hombre(Q),
Sabe que son solo un soplo.

12 Bienaventurado el hombre a quien reprendes(R), Señor,
Y lo instruyes en Tu ley(S);
13 Para darle descanso(T) en los días de aflicción(U),
Hasta que se cave una fosa(V) para el impío.
14 Porque el Señor no abandonará a Su pueblo(W),
Ni desamparará a Su heredad(X).
15 Porque el juicio(Y) volverá a ser justo,
Y todos los rectos de corazón lo seguirán.
16 ¿Quién se levantará por mí(Z) contra los malhechores?
¿Quién me defenderá de los que hacen iniquidad(AA)?

17 Si el Señor no hubiera sido mi ayuda(AB),
Pronto habría habitado mi alma en el lugar del silencio.
18 Si digo: «Mi pie ha resbalado(AC)»,
Tu misericordia, oh Señor, me sostendrá.
19 Cuando mis inquietudes se multiplican dentro de mí,
Tus consuelos(AD) deleitan mi alma.
20 ¿Puede ser aliado Tuyo un trono de destrucción(AE),
Que planea el mal por decreto(AF)?
21 Se unen(AG) contra la vida del justo,
Y condenan a muerte al inocente(AH).
22 Pero el Señor ha sido mi baluarte(AI),
Y mi Dios la roca de mi refugio(AJ).
23 Él ha hecho volver sobre ellos su propia iniquidad(AK),
Y los destruirá en su maldad(AL);
El Señor, nuestro Dios, los destruirá.

Oración clamando por venganza

94 Jehová, Dios de las venganzas,

Dios de las venganzas, muéstrate.

Engrandécete, oh Juez de la tierra;

Da el pago a los soberbios.

¿Hasta cuándo los impíos,

Hasta cuándo, oh Jehová, se gozarán los impíos?

¿Hasta cuándo pronunciarán, hablarán cosas duras,

Y se vanagloriarán todos los que hacen iniquidad?

A tu pueblo, oh Jehová, quebrantan,

Y a tu heredad afligen.

A la viuda y al extranjero matan,

Y a los huérfanos quitan la vida.

Y dijeron: No verá JAH,

Ni entenderá el Dios de Jacob.

Entended, necios del pueblo;

Y vosotros, fatuos, ¿cuándo seréis sabios?

El que hizo el oído, ¿no oirá?

El que formó el ojo, ¿no verá?

10 El que castiga a las naciones, ¿no reprenderá?

¿No sabrá el que enseña al hombre la ciencia?

11 Jehová conoce los pensamientos de los hombres,

Que son vanidad.(A)

12 Bienaventurado el hombre a quien tú, JAH, corriges,

Y en tu ley lo instruyes,

13 Para hacerle descansar en los días de aflicción,

En tanto que para el impío se cava el hoyo.

14 Porque no abandonará Jehová a su pueblo,

Ni desamparará su heredad,

15 Sino que el juicio será vuelto a la justicia,

Y en pos de ella irán todos los rectos de corazón.

16 ¿Quién se levantará por mí contra los malignos?

¿Quién estará por mí contra los que hacen iniquidad?

17 Si no me ayudara Jehová,

Pronto moraría mi alma en el silencio.

18 Cuando yo decía: Mi pie resbala,

Tu misericordia, oh Jehová, me sustentaba.

19 En la multitud de mis pensamientos dentro de mí,

Tus consolaciones alegraban mi alma.

20 ¿Se juntará contigo el trono de iniquidades

Que hace agravio bajo forma de ley?

21 Se juntan contra la vida del justo,

Y condenan la sangre inocente.

22 Mas Jehová me ha sido por refugio,

Y mi Dios por roca de mi confianza.

23 Y él hará volver sobre ellos su iniquidad,

Y los destruirá en su propia maldad;

Los destruirá Jehová nuestro Dios.

El Señor es el Juez del mundo

94 ¡Muéstrate, Señor, Dios de las venganzas!
Tú eres el Juez del mundo;
¡levántate contra los orgullosos
y dales su merecido!

¿Hasta cuándo, Señor,
hasta cuándo se alegrarán los malvados?
Todos esos malhechores
son insolentes y altaneros;
¡son unos fanfarrones!
Oh Señor,
ellos destrozan a tu pueblo;
¡humillan a los tuyos!
Matan viudas y extranjeros;
asesinan huérfanos.
Dicen que el Señor no ve,
que el Dios de Jacob no se da cuenta.

¡Entiendan, gente torpe y necia!
¿Cuándo podrán comprender?
¿Acaso no habrá de oír
el que ha hecho los oídos?
¿Y acaso no habrá de ver
el que ha formado los ojos?
10 ¿Acaso no ha de castigar
el que corrige a las naciones?
¿Y acaso no ha de saber
el que instruye en el saber al hombre?
11 El Señor sabe que el hombre
sólo piensa tonterías.

12 Oh Señor,
feliz aquel a quien corriges
y le das tus enseñanzas
13 para que tenga tranquilidad
cuando lleguen los días malos,
mientras que al malvado
se le prepara la fosa.
14 El Señor no abandonará a su pueblo,
ni dejará solos a los suyos.
15 La justicia volverá a los tribunales,
y todo hombre honrado la seguirá.

16 ¿Quién se levantará a defenderme
de los malvados y malhechores?
17 Si el Señor no me hubiera ayudado,
yo estaría ya en el silencio de la muerte.
18 Cuando alguna vez dije: «Mis pies resbalan»,
tu amor, Señor, vino en mi ayuda.
19 En medio de las preocupaciones
que se agolpan en mi mente,
tú me das consuelo y alegría.
20 Tú no puedes ser amigo de jueces injustos,
que actúan mal y en contra de la ley;
21 que conspiran contra el inocente y honrado,
y lo condenan a muerte.
22 Pero el Señor es mi refugio;
mi Dios es la roca que me defiende.
23 El Señor hará que los malvados
sean destruidos por su propia maldad.
¡Nuestro Dios los destruirá!

Cántico de los peregrinos. De David.

124 Si el Señor no hubiera estado de nuestra parte
    —que lo repita ahora Israel—,
si el Señor no hubiera estado de nuestra parte
    cuando hubo gente que se levantó contra nosotros,
nos habrían tragado vivos
    al encenderse su furor contra nosotros;
nos habrían inundado las aguas,
    el torrente nos habría arrastrado,
    nos habrían arrastrado las aguas turbulentas.

¡Bendito sea el Señor, que no dejó
    que nos despedazaran con sus dientes!
Como las aves, hemos escapado
    de la trampa del cazador;
¡la trampa se rompió,
    y nosotros escapamos!
Nuestra ayuda está en el nombre del Señor,
    que hizo el cielo y la tierra.

Canto de liberación

Cántico de ascenso gradual[a]; de David.

124 Si el Señor no hubiera estado a nuestro favor[b](A),
—diga ahora Israel(B)
si el Señor no hubiera estado a nuestro favor[c]
cuando los hombres se levantaron contra nosotros,
vivos nos hubieran tragado entonces(C)
cuando su ira se encendió contra nosotros(D);
entonces las aguas nos hubieran anegado(E),
un torrente hubiera pasado sobre nuestra alma,
hubieran pasado entonces sobre nuestra alma las aguas impetuosas(F).

Bendito sea el Señor,
que no nos ha entregado como presa de[d] los dientes de ellos(G).
Nuestra alma ha escapado(H) cual ave(I) del lazo de los cazadores(J);
el lazo se rompió y nosotros escapamos.
Nuestro socorro está en el nombre del Señor(K),
que hizo los cielos y la tierra(L).

Footnotes

  1. Salmos 124:1 Véase la nota al subtítulo del Salmo 120
  2. Salmos 124:1 Lit., por nosotros
  3. Salmos 124:2 Lit., por nosotros
  4. Salmos 124:6 O, para ser destruidos por

Canto de liberación

Cántico de ascenso gradual; de David.

124 «Si el Señor no hubiera estado a nuestro favor(A)»,
Que lo diga ahora Israel(B).
«Si el Señor no hubiera estado a nuestro favor
Cuando los hombres se levantaron contra nosotros,
Vivos nos hubieran tragado entonces(C)
Cuando su ira se encendió contra nosotros(D).
Entonces las aguas nos hubieran cubierto(E),
Un torrente hubiera pasado sobre nuestra alma,
Hubieran pasado entonces sobre nuestra alma las aguas impetuosas(F)».

Bendito sea el Señor,
Que no nos ha entregado como presa de los dientes de ellos(G).
Nuestra alma ha escapado(H) cual ave(I) del lazo de los cazadores(J);
El lazo se rompió y nosotros escapamos.
Nuestra ayuda está en el nombre del Señor(K),
Que hizo los cielos y la tierra(L).

Alabanza por haber sido librado de los enemigos

Cántico gradual; de David.

124 A no haber estado Jehová por nosotros,

Diga ahora Israel;

A no haber estado Jehová por nosotros,

Cuando se levantaron contra nosotros los hombres,

Vivos nos habrían tragado entonces,

Cuando se encendió su furor contra nosotros.

Entonces nos habrían inundado las aguas;

Sobre nuestra alma hubiera pasado el torrente;

Hubieran entonces pasado sobre nuestra alma las aguas impetuosas.

Bendito sea Jehová,

Que no nos dio por presa a los dientes de ellos.

Nuestra alma escapó cual ave del lazo de los cazadores;

Se rompió el lazo, y escapamos nosotros.

Nuestro socorro está en el nombre de Jehová,

Que hizo el cielo y la tierra.

Dios, Salvador de Israel

(1a) Cántico de las subidas, de David.

124 (1b) Si el Señor no hubiera estado de nuestra parte
    —que lo diga ahora Israel—,
si el Señor no hubiera estado de nuestra parte
cuando los hombres se levantaron para atacarnos,
nos habrían tragado vivos
al encenderse su furor contra nosotros.
Entonces las aguas nos habrían arrastrado;
¡un río habría pasado sobre nosotros!
¡Entonces las aguas turbulentas
habrían pasado sobre nosotros!

¡Bendito sea el Señor,
que no dejó que nos despedazaran con sus dientes!
Nos hemos escapado de la trampa
como un ave que escapa del cazador;
la trampa se rompió, y nosotros escapamos.
La ayuda nos viene del Señor,
creador del cielo y de la tierra.