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Los israelitas no adoran a dioses falsos

15 Dios nuestro,
tú eres bueno y fiel,
no te enojas fácilmente
y gobiernas todo con bondad.
Aunque pequemos, somos tuyos;
reconocemos que eres poderoso.
Tú eres nuestro dueño,
por eso no queremos pecar contra ti.

Obtenemos la salvación completa
cuando llegamos a conocerte.
El principio de la vida eterna
consiste en reconocer tu poder.

A nosotros no nos engañan
esos ídolos inventados
por artistas chambones
que los pintan de todos colores.
Sólo los tontos se sienten atraídos
por esos ídolos sin vida.
Tanto los que hacen esos ídolos,
como los que los adoran,
son gente que ama la maldad.
¡Por eso, sólo merecen la desgracia!

El ejemplo del alfarero

El alfarero amasa el barro
para hacer las vasijas que usamos.
Con el mismo barro puede hacer
vasijas para usarlas
en algo bueno o en algo malo.
El mismo alfarero decide
cómo usar cada una de sus vasijas.

Ese alfarero pierde tiempo y esfuerzo,
haciendo ídolos con el polvo de la tierra.
No se da cuenta que poco antes
él mismo fue formado de ese polvo
y que muy pronto, cuando se le acabe la vida,
volverá a ser polvo de la tierra.
En vez de pensar que su vida es corta
y que tiene que morir,
compite con los que trabajan
el oro, la plata y el bronce.
Su gran meta y orgullo en la vida
consiste en fabricar ídolos.
10 Su corazón es como la ceniza,
su esperanza es más sucia que la tierra
y su vida vale menos que el barro.
11 No conoce al Dios que lo creó
y le dio el aliento de vida.

12 Ese alfarero piensa que la vida es un juego
y un negocio para conseguir dinero.
Por eso dice:
«Hay que valerse hasta del mal
para conseguir mucho dinero».
13 Ese hombre, con el mismo barro,
fabrica ídolos y vasijas que se rompen,
aunque bien sabe que hace lo malo.

El error de los egipcios

14 Pero los menos inteligentes de todos
fueron los que esclavizaron a tu pueblo,
15 porque adoraron como dioses
a todos los ídolos de las otras naciones.
Esos ídolos tienen ojos, pero no ven,
tienen nariz, pero no respiran;
tienen oídos, pero no oyen,
tienen dedos, pero no pueden tocar,
y tienen pies, pero no pueden caminar.

16 Son ídolos hechos por mortales
que tienen la vida prestada.
Ningún ser humano es capaz
de hacer un dios igual a él mismo.
17 Los fabricantes de ídolos son seres mortales,
y por eso sus imágenes son cosas muertas.

El que adora ídolos
vale más que los objetos que adora,
porque él tiene vida,
y los ídolos son cosas muertas.
18-19 Además, los egipcios adoran
a los animales más feos y estúpidos,
a los cuales Dios maldijo
como lo hizo con la serpiente en el Edén.