Proverbios 28
Reina-Valera 1995
Proverbios sobre asuntos diversos
28 Huye el malvado sin que nadie lo persiga,
pero el justo está confiado como un león.
2 Por la rebelión del país, sus gobernantes son muchos;
pero por el hombre inteligente y sabio permanece estable.
3 El hombre pobre que roba a los pobres
es como una lluvia torrencial que deja sin pan.
4 Los que se apartan de la Ley alaban a los malvados,
pero los que la guardan contienden con ellos.
5 Los hombres malos no comprenden lo que es recto,
pero los que buscan a Jehová comprenden todas las cosas.
6 Mejor es el pobre que camina en su integridad
que el rico y de perversos caminos.
7 El que guarda la Ley es hijo prudente,
pero el que se hace compañero de glotones avergüenza a su padre.
8 El que aumenta sus riquezas con usura y crecidos intereses,
para aquel que se compadece de los pobres las aumenta.
9 Incluso la oración le es abominable
al que aparta su oído para no escuchar la Ley.
10 El que hace errar a los rectos por el mal camino
caerá en su propia fosa,
pero los perfectos heredarán el bien.
11 El hombre rico es sabio en su propia opinión,
mas el pobre e inteligente lo escudriña.
12 Cuando los justos se alegran, grande es la gloria;
cuando los malvados se levantan, los hombres tienen que esconderse.
13 El que oculta sus pecados no prosperará,
pero el que los confiesa y se aparta de ellos alcanzará misericordia.
14 Bienaventurado el hombre que siempre teme a Dios,
pero el que endurece su corazón caerá en el mal.
15 León rugiente y oso hambriento
es el malvado que gobierna sobre el pueblo pobre.
16 El gobernante falto de entendimiento multiplicará la extorsión,
pero se prolongarán los días del que aborrece la avaricia.
17 El hombre cargado con la sangre de otro
huirá hasta el sepulcro sin que nadie le detenga.
18 El que en integridad camina será salvo,
pero el de perversos caminos caerá en alguno de ellos.
19 El que cultiva su tierra se saciará de pan,
pero el que sigue a los ociosos se colmará de pobreza.
20 El hombre fiel recibirá muchas bendiciones,
pero el que quiere enriquecerse de prisa no estará libre de culpa.
21 Hacer distinción de personas no es bueno;
¡hasta por un bocado de pan prevaricará el hombre!
22 El avaro se apresura a enriquecerse,
sin saber que caerá en la indigencia.
23 El que reprende a otro hallará después mayor gracia
que el que lisonjea con la lengua.
24 El que roba a su padre o a su madre y dice: «Esto no es malo»,
se hace compañero del criminal.
25 El de ánimo altanero suscita contiendas,
pero el que confía en Jehová prosperará.
26 El que confía en su propio corazón es un necio,
pero el que camina con sabiduría será librado.
27 El que da al pobre no tendrá pobreza,
pero el que aparta de él sus ojos tendrá muchas maldiciones.
28 Cuando los malvados se levantan, se esconde el hombre;
cuando perecen, los justos se multiplican.
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