Isaías 61:10-63:9
Reina Valera Actualizada
10 En gran manera me gozaré en el SEÑOR; mi alma se alegrará en mi Dios. Porque él me ha vestido con vestiduras de salvación y me ha cubierto con manto de justicia. Como a novio me ha ataviado con una diadema, y como a novia que se adorna con sus joyas. 11 Porque como la tierra produce sus brotes y como el huerto hace germinar las semillas sembradas en él, así el SEÑOR Dios[a] hará germinar la justicia y la alabanza delante de todas las naciones.
Certeza de la redención de Jerusalén
62 Por amor de Sion no callaré, y por amor de Jerusalén no me quedaré quieto, hasta que su justicia irradie como luz, y su salvación arda como antorcha. 2 Entonces las naciones verán tu justicia; y todos los reyes, tu gloria. Y te será dado un nombre nuevo, que la boca del SEÑOR otorgará. 3 Serás corona de esplendor en la mano del SEÑOR, y diadema real en la palma de tu Dios.
4 Nunca más te llamarán Desamparada ni se dirá más de tu tierra, Desolada. Serás llamada Mi Deleite, y tu tierra, Desposada; porque el SEÑOR se deleita en ti, y tu tierra será desposada. 5 Pues como el joven se desposa con la virgen, así te desposarán tus hijos; y como el novio se regocija por su novia, así se regocijará tu Dios por ti.
6 Sobre tus muros, oh Jerusalén, he puesto guardias. Jamás callarán ni en todo el día ni en toda la noche. ¡Los que hacen que el SEÑOR recuerde, no reposen! 7 Tampoco le den reposo, hasta que él restablezca a Jerusalén y haga de ella una alabanza en la tierra.
8 El SEÑOR juró por su mano derecha y por el brazo de su poder: “Nunca más daré tu trigo por comida a tus enemigos ni beberán los extranjeros del vino nuevo por el cual tú has trabajado. 9 Más bien, los que lo cosechen lo comerán, y alabarán al SEÑOR; y los que lo recolecten lo beberán en los atrios de mi santuario”.
10 ¡Pasen, pasen por las puertas! ¡Preparen el camino para el pueblo! ¡Allanen, allanen la calzada; quiten las piedras! ¡Alcen bandera sobre los pueblos! 11 He aquí que el SEÑOR ha proclamado hasta lo último de la tierra: “Digan a la hija de Sion: ‘¡He aquí tu Salvador viene! ¡He aquí, su recompensa viene con él; y delante de él, su obra!’”. 12 Entonces los llamarán Pueblo Santo, Redimidos del SEÑOR. Y a ti te llamarán Buscada, Ciudad No Desamparada.
Victoria del Señor sobre sus enemigos
63 —¿Quién es este que viene de Edom, de Bosra, vestido con vestiduras brillantes? ¿Quién es este de ropa esplendorosa, que marchac en la grandeza de su poder?
—Soy yo, que hablo en justicia, grande para salvar.
2 —¿Por qué está enrojecida tu ropa, y tus vestiduras están como las del que ha pisado en el lagar?
3 —He pisado el lagar yo solo. De los pueblos nadie estuvo conmigo. Los he pisado con mi furor, y los he hollado con mi ira. La sangre de ellos salpicó mis vestiduras, y manché toda mi ropa. 4 Porque el día de la venganza ha estado en mi corazón, y el año de mi redención ha llegado. 5 Yo miré, y no había quien ayudara. Me asombré de que no hubiera quien apoyara. Entonces mi propio brazo me salvó; y mi ira, ella me sostuvo. 6 Con mi furor pisoteé a los pueblos; los embriagué con mi ira y derramé su sangre por tierra.
El profeta ora a favor de su pueblo
7 Las misericordias del SEÑOR recordaré, y las alabanzas del SEÑOR, conforme a todo lo que el SEÑOR nos ha recompensado, y a su gran bondad para con la casa de Israel. Él nos[b] ha recompensado según su misericordia y su gran compasión. 8 Pues ha dicho: “Ciertamente ellos son mi pueblo, hijos que no mienten”. Y él fue su Salvador. 9 En toda la angustia de ellos, él[c] fue angustiado; y el ángel de su Presencia los salvó. En su amor y en su compasión los redimió. Los alzó y los llevó todos los días de la antigüedad.
Footnotes
- Isaías 61:11 Cf. LXX; TM, como las aguas de Noé.
- Isaías 63:7 Cf. Gén. 9:11.
- Isaías 63:9 Según LXX; heb., antimonio; o, pegamento.
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