
Isaías 57 Reina Valera 1977 (RVR1977)Condenación de la idolatría de Israel57 Perece el justo, y no hay quien piense en ello; y los piadosos son arrebatados, y no hay quien entienda que de delante de la aflicción es recogido el justo. 2 Entra en la paz; descansan en sus lechos todos los que andan rectamente. 3 Mas vosotros llegaos acá, hijos de la hechicera, linaje del adúltero y de la fornicaria. 4 ¿De quién os estáis burlando? ¿Contra quién ensancháis la boca, y sacáis la lengua? ¿No sois vosotros hijos de pecado, generación mentirosa, 5 que os enfervorizáis con los ídolos, debajo de todo árbol frondoso, que sacrificáis los hijos en los valles, debajo de los peñascos? 6 En las piedras lisas del valle está tu parte; ellas, ellas son tu suerte; y a ellas derramaste libación, y ofreciste presente. ¿Acaso me voy a calmar con estas cosas? 7 Sobre monte alto y empinado pusiste tu cama; allí también subiste a ofrecer sacrificio. 8 Y tras la puerta y el umbral pusiste tu emblema; porque a otro, y no a mí, te descubriste, y subiste, y ensanchaste tu cama, e hiciste con ellos pacto; amaste su cama dondequiera que veías el gesto de su mano. 9 Y fuiste al rey con ungüento, y multiplicaste tus perfumes, y enviaste tus embajadores lejos, y los hiciste bajar hasta la profundidad del Seol. 10 Te cansaste de tanto caminar, pero no dijiste: Me rindo; hallaste nuevo vigor en tu mano; por tanto, no te desalentaste. 11 ¿De quién te asustaste y temiste, que has faltado a la fe, y no te has acordado de mí, ni te vino al pensamiento? ¿No es porque he guardado silencio desde tiempos antiguos, por lo que nunca me has temido? 12 Yo voy a denunciar tu justicia y tus obras, que no te aprovecharán. 13 Cuando clames, que te libren todos tus ídolos; pero a todos ellos se los llevará el viento, un soplo los arrebatará; mas el que en mí confía poseerá la tierra y heredará mi santo monte. 14 Entonces se dirá: Allanad, allanad; barred el camino, quitad los tropiezos del camino de mi pueblo. 15 Porque así dice el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el de espíritu contrito y humilde, para reavivar el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados. 16 Porque no contenderé para siempre, ni para siempre me enojaré; pues desmayaría ante mí el espíritu, y las almas que yo he creado. 17 Por la iniquidad de su codicia me enojé, y le herí, escondí mi rostro y me indigné; y él siguió rebelde por el camino de su corazón. 18 He visto sus caminos; pero le sanaré, y le guiaré, y le daré consuelo a él y a sus enlutados; 19 produciré fruto de labios: Paz, paz al que está lejos y al cercano, dijo Jehová; y lo sanaré. 20 Pero los impíos son como el mar en tempestad, que no puede estarse quieto, y sus aguas arrojan cieno y lodo. 21 No hay paz, dice mi Dios, para los malvados.
Reina Valera 1977 (RVR1977) Revisión 1977 de la Versión Reina-Valera de la Biblia, realizada bajo los auspicios de CLIE, por un equipo de especialistas en traducción bíblica. © 1977 por CLIE para la presente Revisión 1977 de la Versión Reina - Valera. |