Isaías 35
La Palabra (Hispanoamérica)
Vuelta a Sión
35 ¡Que se alegren la estepa y el yermo,
que exulte el desierto y florezca!
¡Como el narciso 2 florezca sin falta,
que exulte con gritos de alegría!
Le darán la gloria del Líbano,
la majestad del Carmelo y el Sarón;
podrán ver la gloria del Señor,
también la majestad de nuestro Dios.
3 Fortalezcan las manos débiles,
aseguren las rodillas vacilantes;
4 digan a los alocados:
“Sigan firmes, no teman,
que viene su Dios a vengarlos,
él les trae la recompensa
y viene en persona a salvarlos”.
5 Entonces se abrirán los ojos de los ciegos,
los oídos de los sordos se destaparán.
6 Entonces saltará el cojo como el ciervo,
la lengua del mudo cantará.
Pues manarán aguas en la estepa,
habrá torrenteras en el desierto;
7 el páramo se convertirá en estanque,
el sequedal en lugar de manantiales.
La guarida donde sesteaban los chacales
será lugar de cañas y de juncos.
8 Allí habrá una calzada consagrada,
que llevará por nombre Vía Sacra;
no será hollada por los impuros,
ni los necios caminarán por ella.
9 No habrá por allí leones
ni merodearán bestias feroces;
caminarán por allí los redimidos.
10 Volverán los rescatados del Señor
y entrarán con cánticos en Sión:
encabezados por eterna alegría,
seguidos de fiesta y de gozo;
penas y suspiros huirán.
La Palabra, (versión hispanoamericana) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de España