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IV.— EL NUEVO TEMPLO Y LA NUEVA CIUDAD DEL SEÑOR (40—48)

Plano ideal del nuevo Templo

40 El año vigésimo quinto de nuestra deportación, al comienzo del año, el día diez del mes, el año décimo cuarto después de que la ciudad fuese destruida, ese mismo día sentí sobre mí la mano del Señor, que me condujo allá. Por medio de una visión divina me transportó a la tierra de Israel y me dejó en un monte altísimo, sobre el que había unas construcciones que parecían una ciudad, orientada hacia el sur. Cuando me llevó allá, vi un hombre que parecía ser de bronce. Llevaba en su mano una cuerda de lino y una vara para medir; estaba de pie junto a la puerta. El hombre me dirigió la palabra:

— Hijo de hombre, observa bien, escucha con atención y pon interés en todo lo que te voy a mostrar, pues te he hecho venir aquí para mostrarte algo; luego transmite a los israelitas todo lo que veas.

Vi un muro que señalaba el perímetro exterior del Templo. La vara de medir que tenía el hombre en la mano tenía una longitud de tres metros; con ella midió la construcción: tres metros de ancho y otros tres de alto. Se dirigió luego al pórtico oriental, subió los escalones y midió el umbral del pórtico: tres metros de ancho. Luego las alcobas, cada una de las cuales medía tres metros de largo por tres de ancho; la distancia entre alcoba y alcoba era de dos metros y medio; y el umbral del pórtico que estaba junto al vestíbulo interior medía tres metros. Después midió el vestíbulo del pórtico por la parte interior: tenía cuatro metros de profundidad, y sus pilastras medían un metro de espesor. 10 Había tres alcobas a cada lado del pórtico que daba al este. Las alcobas tenían las mismas dimensiones, así como las pilastras situadas a cada lado del pasillo.

11 Después midió la anchura del vano del pórtico, que resultó ser de cinco metros; el pórtico medía seis metros y medio de largo. 12 En la parte frontal de las alcobas había parapetos que medían medio metro por cada lado; y las alcobas tenían tres metros por cada lado. 13 Midió también la estructura del pórtico, desde el fondo de una alcoba hasta el fondo de la otra: y había doce metros y medio. 14 Midió después el vestíbulo, que tenía diez metros; el atrio rodeaba por todas partes al pórtico. 15 Desde la parte frontal del pórtico, justo a la entrada, hasta la parte frontal del vestíbulo en su parte interior había veinticinco metros. 16 Las alcobas tenían ventanas enrejadas todo alrededor del pórtico, por la parte interior; también el vestíbulo tenía ventanas todo alrededor, por la parte interior. Las pilastras del pórtico tenían palmeras esculpidas.

17 A continuación me condujo al atrio exterior, en el que pude ver habitaciones y un enlosado construido en torno al atrio; en frente del enlosado había treinta habitaciones. 18 El enlosado, es decir, el enlosado inferior, lindaba con los pórticos, y su anchura era la misma que la longitud de estos. 19 Después midió la distancia que había desde el frontal interior del pórtico inferior hasta el frontal exterior del pórtico interior, y resultó ser de cincuenta metros. 20 A continuación midió la longitud y la anchura del pórtico septentrional del atrio exterior. 21 Todas sus alcobas (tres a cada lado), pilastras y vestíbulo tenían las mismas dimensiones que las del primer pórtico: veinticinco metros de largo por doce y medio de ancho. 22 Las ventanas del vestíbulo y las palmeras ornamentales eran iguales que las del pórtico oriental. Conducía a él una escalinata de siete peldaños, y el vestíbulo estaba al fondo. 23 Lo mismo que en el pórtico oriental, había un pórtico que conducía al atrio interior. Midió entonces la distancia entre los dos pórticos y resultó ser de cincuenta metros.

24 Después me condujo en dirección sur, y pude ver el pórtico meridional. Entonces midió sus pilastras y su vestíbulo, y las dimensiones eran las mismas que las del primer pórtico. 25 Tanto el pórtico como su vestíbulo tenían ventanas alrededor, por la parte interior, lo mismo que en los otros pórticos. El pórtico medía veinticinco metros de largo por veinticinco de ancho. 26 Tenía una escalinata de siete peldaños, y su vestíbulo estaba al fondo. Tenía también palmeras esculpidas en sus pilastras, una a cada lado. 27 El atrio interior tenía un pórtico orientado hacia el sur; cuando midió la distancia que había entre los pórticos meridionales, resultó ser de cincuenta metros. 28 Después me condujo al atrio interior, a través del pórtico meridional, y midió el pórtico, que tenía las mismas dimensiones que los demás. 29 Sus alcobas, pilastras y vestíbulo medían lo mismo que las del primer pórtico. Al igual que su vestíbulo, tenía ventanas alrededor. Medía veinticinco metros de largo por doce y medio de ancho. 30 El perímetro del vestíbulo era de doce metros y medio de largo por dos y medio de ancho. 31 Su vestíbulo daba al atrio exterior, y llevaba esculpidas tres palmeras en sus pilastras; su escalinata tenía ocho peldaños.

32 Después me condujo en dirección este, al atrio interior, y midió el llamado pórtico oriental. Tenía las mismas dimensiones que los demás. 33 Sus alcobas, pilastras y vestíbulo tenían las mismas medidas que los anteriores. Tanto el pórtico como su vestíbulo tenían ventanas alrededor. Medía veinticinco metros de largo por doce y medio de ancho. 34 Su vestíbulo daba al atrio exterior, y llevaba esculpidas palmeras a cada lado. Su escalinata tenía ocho peldaños.

35 Después me condujo al pórtico septentrional y lo midió. Se encontraron las mismas dimensiones que las anteriores, tanto para el pórtico 36 como para sus alcobas, pilastras y vestíbulo. Alrededor de él había ventanas. Medía veinticinco metros de largo por doce y medio de ancho. 37 Su vestíbulo daba al atrio exterior y llevaba esculpidas palmeras a cada lado. Su escalinata tenía ocho peldaños. 38 Con el vestíbulo del pórtico comunicaba una sala, donde se lavaban las víctimas de los holocaustos. 39 En el propio vestíbulo había unas mesas, dos a cada lado. Eran usadas para degollar a las víctimas de los holocaustos y de los sacrificios expiatorios y penitenciales. 40 En la parte de fuera, en dirección al pórtico septentrional, había dos mesas; otras dos estaban colocadas al otro lado, en dirección al vestíbulo del pórtico. 41 Había, pues, cuatro mesas en la parte interior del pórtico y otras cuatro fuera: un total de ocho mesas dedicadas a los sacrificios. 42 Las cuatro mesas destinadas a las víctimas de los holocaustos estaban construidas con sillares; medían tres cuartos de metro de largo y de ancho, por medio metro de alto. 43 Las repisas que estaban empotradas en las murallas medían un palmo de ancho; 42b en ellas se colocaban los instrumentos utilizados para degollar las víctimas de los holocaustos y de las ofrendas sacrificiales. 43b La carne de las ofrendas debía ser colocada sobre las mesas. 44 Fuera del pórtico interior había dos salas, en el atrio interior: una daba al sur y la otra, al lado del pórtico meridional, estaba orientada al norte. 45 Entonces me dijo:

— Esta sala orientada al sur está destinada a los sacerdotes responsables del servicio del Templo, 46 mientras que la sala que da al norte está destinada a los sacerdotes responsables del servicio del altar. Estos últimos son los sadoquitas, descendientes de Leví, que pueden acercarse al Señor para servirlo. 47 Después midió el atrio central: era cuadrado, de cincuenta metros de lado; el altar estaba delante del Templo. 48 Después me condujo al vestíbulo del Templo y midió sus pilastras: dos metros y medio por cada lado. El pórtico medía siete metros de ancho, y sus paredes laterales metro y medio. 49 El vestíbulo tenía diez metros de ancho por doce de largo. Se ascendía a él por diez peldaños, y tenía una columna junto a cada una de las pilastras.

41 Después me introdujo en la nave del Templo y midió las pilastras: cada una medía tres metros de espesor. La entrada era de cinco metros de ancho, y cada una de las paredes laterales de la entrada medía dos metros y medio. Después midió su longitud: veinte metros, y su anchura: diez metros. Después penetró en el interior y midió las pilastras de la entrada: cada una medía un metro de espesor, mientras que la propia entrada tenía tres metros de ancho. Cada una de las paredes laterales próximas a la entrada medía tres metros y medio de ancho. A continuación midió su longitud y su anchura; eran iguales: diez metros. Después me dijo:

— Este es el lugar santísimo.

Midió el muro del Templo, que resultó ser de tres metros de espesor. La anchura del pasillo que rodeaba el Templo era de dos metros. Las habitaciones anejas formaban una pieza de tres pisos, con treinta habitaciones cada uno. En el muro del Templo había unos salientes destinados a estribar las habitaciones anejas que lo rodeaban; de ese modo estas no penetraban en el muro del Templo. Conforme se subía, las habitaciones anejas se iban ensanchando. El ensanchamiento se lograba ganando espacio al muro. En consecuencia, el Templo se iba ensanchando de abajo arriba. Desde el piso inferior se podía subir al intermedio y al superior. El Templo estaba rodeado por una especie de talud, una construcción elevada que servía de base a las habitaciones anejas; medía tres metros. El espesor del muro exterior del pasillo era de dos metros y medio. Quedaba un solar entre las habitaciones anejas al Templo 10 y el resto de las habitaciones: rodeaba el Templo y medía diez metros de ancho. 11 El pasillo tenía puertas que daban al solar: una orientada al norte y otra al sur. El muro que rodeaba el solar medía dos metros y medio de espesor. 12 El edificio que bordeaba el patio por la parte occidental medía treinta y cinco metros y medio de ancho; estaba rodeado por un muro de dos metros y medio de espesor y cuarenta y cinco metros de longitud. 13 Después midió el Templo, que tenía cincuenta metros de largo, y el edificio con sus muros más el patio, que midió cincuenta metros. 14 La anchura de la fachada del Templo más el patio oriental era de cincuenta metros. 15 Después midió la longitud del edificio a lo largo del patio que tenía detrás: cincuenta metros.

La parte interior de la nave del Templo y su atrio exterior 16 estaban revestidos de paneles de madera. Las ventanas enrejadas y las galerías de los tres lados estaban guarnecidas de madera todo alrededor, excepto los alféizares. Desde el suelo hasta las ventanas había también un revestimiento, 17 hasta el paño que carga sobre la puerta. Dentro del Templo y por la parte exterior, cubriendo todo el muro por fuera y por dentro, 18 había representados querubines y palmeras, alternándose unos y otras. Cada querubín tenía dos caras, 19 una humana y otra de león, que miraban en direcciones opuestas, hacia las palmeras que tenía a ambos lados. El Templo ofrecía este tipo de ornamentación en todos sus muros: 20 estaban cubiertos de querubines y palmeras, desde el suelo hasta el paño que carga sobre la puerta. La puerta de la nave del Templo 21 tenía jambas cuadradas.

Delante del santuario había un objeto que parecía 22 un altar de madera; medía metro y medio de alto, uno de largo y otro de ancho. Tenía ángulos salientes, y su base y lados eran de madera. Entonces me dijo:

— Esta es la mesa que está en presencia del Señor.

23 La nave del Templo tenía una puerta doble; también el santuario 24 tenía una puerta doble. Cada puerta doble tenía hojas que se abrían a derecha y a izquierda, dos hojas por cada puerta. 25 Sobre las puertas de la nave había reproducciones de querubines y palmeras, iguales que las de los muros. En la fachada del vestíbulo, por el exterior, había una barandilla de madera. 26 A ambos lados del vestíbulo había ventanas enrejadas y palmeras. También las habitaciones anejas tenían barandillas.

Dependencias del Templo

42 Después me sacó de allí y me condujo en dirección norte, al atrio exterior. Me llevó a un conjunto de habitaciones situadas frente al patio y frente al edificio, por el norte. Medía cincuenta metros de largo por la parte norte y tenía veinticinco metros de ancho y constituía una construcción de tres galerías superpuestas que se levantaba entre el atrio interior de diez metros y el enlosado que forma parte del atrio. Frente a las habitaciones había un corredor de cinco metros de ancho, que daba acceso al interior, y un muro de medio metro de espesor; sus puertas daban al norte. Las habitaciones superiores no tenían la anchura normal, pues las galerías de los pisos bajo e intermedio les robaban espacio. Ello se debía a que las habitaciones estaban construidas en tres alturas y, en vez de tener columnas como las demás que había en los atrios, se iban estrechando desde la base del edificio en relación con los pisos bajo e intermedio. El muro exterior discurría paralelo a las habitaciones; iba en dirección al atrio exterior y medía veinticinco metros de largo, pues esa era la longitud del conjunto de habitaciones que daban al atrio exterior, si bien las que miraban a la nave del Templo medían cincuenta metros. En la parte baja de estas habitaciones había una entrada por el lado oriental, que daba acceso desde el atrio exterior, 10 en el arranque del muro del atrio.

En dirección sur, a lo largo del patio y del edificio, había otras habitaciones, 11 y un corredor frente a ellas. Tenían el mismo aspecto que las habitaciones de la parte norte: idéntica longitud, anchura, salidas, adornos y puertas. 12 Al final de un corredor, junto al muro de protección, había una entrada que daba acceso a ellas. 13 A continuación me dijo:

— Las habitaciones del norte y del sur, que están junto al patio, son las habitaciones sagradas donde comen las ofrendas consagradas los sacerdotes que pueden acercarse al Señor. Allí han de poner también las ofrendas consagradas: ofrendas de cereales, ofrendas expiatorias y penitenciales, pues el lugar es sagrado. 14 Una vez que los sacerdotes entran en el santuario, no pueden salir al atrio exterior sin antes quitarse las vestiduras litúrgicas, pues son sagradas. Tendrán que ponerse otra ropa antes de acercarse a un lugar público.

Medidas del atrio

15 Cuando acabó de medir el interior del Templo, me sacó por el pórtico oriental y midió su perímetro. 16 Utilizó la vara para medir el lado oriental, cuya longitud resultó ser de doscientos cincuenta metros. 17 Después cambió de dirección y midió el lado norte: también doscientos cincuenta metros. 18 A continuación se dirigió al lado sur, que medía asimismo doscientos cincuenta metros. 19 Finalmente tomó las medidas del lado occidental: doscientos cincuenta metros. 20 Lo midió por los cuatro lados: el muro que lo rodeaba tenía doscientos cincuenta metros de largo por otros tantos de ancho. Tenía como finalidad separar el espacio sagrado del espacio profano.

Vuelve la gloria del Señor

43 Después me condujo al pórtico oriental. En aquel momento la gloria del Dios de Israel llegaba por el este: oí un ruido, como el estruendo de aguas caudalosas, y su gloria llenó de resplandor la tierra. La visión se parecía a la que tuve cuando el Señor vino a destruir la ciudad y a la que había presenciado a orillas del río Quebar. Entonces caí rostro en tierra, al tiempo que la gloria del Señor llegaba al Templo en dirección al pórtico oriental. El espíritu me puso en pie y me llevó al atrio interior mientras la gloria del Señor llenó el Templo. Oí entonces que alguien me hablaba desde el interior del Templo, y advertí que junto a mí había un hombre. Me dijo:

— Hijo de hombre, este es el lugar donde se asienta mi trono, el estrado de mis pies, donde voy a habitar para siempre en medio de los israelitas. Ni los israelitas ni sus reyes volverán a profanar mi nombre santo con su conducta inmoral y con los mausoleos que erigen tras la muerte de sus reyes. Cuando pusieron su umbral junto al mío y sus jambas junto a la mía, de modo que sólo había una pared que nos separase, profanaron mi santo nombre con sus abominaciones, y entonces los consumí con mi cólera. De ahora en adelante alejarán de mí su conducta inmoral y sus mausoleos reales, y habitaré en medio de ellos para siempre. 10 En cuanto a ti, hijo de hombre, describe este Templo a los israelitas, para que se avergüencen de sus pecados. Cuando observen sus medidas y estructura, 11 se avergonzarán de todo lo que han hecho. Infórmales del plano y la estructura del Templo, de sus salidas y entradas, y de todas las instrucciones y disposiciones sobre él. Dibújalo ante ellos para que puedan respetar todas las instrucciones y disposiciones, y las cumplan. 12 Esta es la ley relativa al Templo situado en la cumbre de la montaña: todo el territorio que lo rodea es especialmente santo.

El altar y su servicio

13 Estas eran las medidas del altar: el foso que lo rodeaba tenía medio metro de hondo y otro tanto de ancho, mientras que el reborde que rodeaba la orilla era de un palmo. La base del altar, que sobresalía, estaba construida de la siguiente manera: 14 la distancia que iba desde el foso, a la altura del suelo, hasta el borde de la base inferior era de un metro, y la anchura del borde era de medio metro. Desde el borde de la base pequeña hasta el de la grande había una distancia de dos metros y una anchura de medio metro. 15 El hogar de la cremación tenía dos metros de altura, y desde él salían cuatro cuernos. 16 El hogar medía seis metros de largo por seis de ancho, es decir, un cuadrado perfecto. 17 La base tenía siete metros de largo por siete de ancho, es decir, un cuadrado perfecto. El reborde que lo rodeaba medía un cuarto de metro de ancho, mientras que el mencionado foso se extendía medio metro todo alrededor. Sus escalones estaban orientados al norte. 18 Después me dijo:

— Hijo de hombre, esto dice el Señor Dios: Estas son las normas relativas al altar, según las cuales deberá ser construido para ofrecer en él holocaustos y asperjarlo con sangre. 19 A los sacerdotes levitas de la estirpe de Sadoc, que tienen acceso a mi servicio —oráculo del Señor Dios—, les proporcionarás un novillo para que lo ofrezcan como sacrificio expiatorio. 20 Con parte de su sangre rociarás los cuatro salientes del altar, los cuatro ángulos de la base y el borde en todo su perímetro. Así lo purificarás y harás expiación por él. 21 Tomarás después el toro elegido para el sacrificio expiatorio y lo dejarás quemar fuera del santuario, en el lugar designado en el recinto del Templo. 22 Al día siguiente ofrecerás un cabrito sin defecto como sacrificio por el pecado y para purificar el altar; seguirás el mismo rito que con el novillo. 23 Cuando hayas acabado el rito de expiación, ofrecerás un novillo y un carnero, ambos sin defecto. 24 Los ofrecerás en presencia del Señor; los sacerdotes les echarán sal y los ofrecerán como holocausto al Señor. 25 Durante siete días ofrecerás diariamente un cabrito como ofrenda expiatoria; ofrecerán también un novillo y un carnero, ambos sin defecto. 26 Durante siete días expiarán y purificarán el altar, y así lo consagrarán. 27 Después de este período, a partir del día octavo, los sacerdotes ofrecerán sobre el altar vuestros holocaustos y sacrificios de acción de gracias, y yo los aceptaré gustoso —oráculo del Señor Dios—.

Servicio del pórtico oriental

44 Me hizo volver al pórtico exterior del santuario, el que está orientado hacia el este, pero estaba cerrado. Entonces me dijo:

— Este pórtico permanecerá cerrado; nadie lo abrirá ni entrará por él, pues el Señor, Dios de Israel, ha entrado por él y debe permanecer cerrado. Sólo el príncipe podrá sentarse en él para comer en presencia del Señor. Entrará por el vestíbulo del pórtico y saldrá por el mismo sitio.

Condiciones de admisión en el Templo

Después me llevó hacia el pórtico septentrional, frente al Templo. Me fijé y, al ver que la gloria del Señor llenaba el Templo, caí rostro en tierra. Entonces me dijo:

— Hijo de hombre, pon interés, observa bien y escucha con atención todo lo que voy a decirte sobre todas las normas y disposiciones relativas al Templo. Fíjate bien en quiénes tienen acceso al Templo y en quiénes son excluidos del santuario. Di a esos israelitas rebeldes: Esto dice el Señor Dios: ¿No tenéis bastante con las abominaciones que habéis cometido, pueblo de Israel? Habéis permitido que extranjeros incircuncisos de corazón y de cuerpo entren en mi santuario para profanarlo cuando me ofrecéis pan, grasa y sangre. Habéis roto mi alianza con esas vuestras prácticas abominables y habéis desatendido el servicio a mis cosas santas, cediéndoles a ellos el servicio que se me debe en el santuario. Esto dice el Señor Dios: Ningún extranjero incircunciso de corazón y de cuerpo entrará en mi santuario, ningún extranjero que habite entre los israelitas.

Funciones de los levitas

10 Los levitas que se alejaron de mí cuando Israel se descarrió abandonándome y yendo detrás de sus ídolos cargarán con su culpa. 11 Serán los responsables del servicio de seguridad en mi santuario, vigilando las puertas, y desempeñarán otras funciones en el área del Templo. Serán los encargados de degollar las víctimas de los holocaustos y las sacrificadas en favor del pueblo, a cuya disposición estarán para servirlo. 12 Por haber dado culto a los ídolos, siendo ocasión de pecado para la comunidad israelita, juro solemnemente —oráculo del Señor Dios— que tendrán que cargar con su culpa. 13 No se acercarán a mí para oficiar como sacerdotes ni tocarán nada que yo considere santo o santísimo. Tienen que soportar la vergüenza que merecen y las consecuencias de las abominaciones que cometieron. 14 Los responsabilizaré de las tareas del área del Templo y de todos los trabajos que haya que hacer en él.

Funciones de los sacerdotes

15 Los sacerdotes levitas de la estirpe de Sadoc, que estuvieron al servicio de mi santuario cuando los israelitas se descarriaron, podrán acercarse a mí para servirme; estarán en mi presencia para ofrecerme grasa y sangre —oráculo del Señor Dios—. 16 Entrarán en mi santuario, se acercarán a mi mesa para servirme y cumplirán con sus deberes. 17 Cuando entren por los pórticos del atrio interior vestirán ropa de lino y no se pondrán vestidos de lana cuando oficien en los pórticos del atrio interior o más adentro. 18 Llevarán en sus cabezas turbantes de lino y se pondrán calzones de lino; no vestirán ropa que les haga sudar. 19 Cuando salgan al atrio exterior, donde está la gente, se quitarán la ropa que llevaban durante el servicio litúrgico y la dejarán en las habitaciones del santuario; se pondrán otra ropa, y así no transmitirán a la gente la santidad de la ropa litúrgica. 20 No se afeitarán la cabeza, pero tampoco se dejarán melena; llevarán el pelo muy corto. 21 Ningún sacerdote beberá vino cuando penetre en el atrio interior. 22 No se casarán con viudas o divorciadas, sino sólo con vírgenes de estirpe israelita; podrán, sin embargo, casarse con viudas de sacerdotes. 23 Enseñarán a mi pueblo la diferencia que existe entre lo sagrado y lo profano, y los instruirán en la distinción entre lo puro y lo impuro. 24 Cuando haya un pleito, presidirán el juicio y decidirán de acuerdo con mis disposiciones. En todas las fiestas dedicadas a mí aplicarán mis leyes y mis normas; santificarán mis sábados. 25 No se acercarán a un cadáver para no contaminarse, a no ser que se trate del padre o de la madre, de un hijo o de una hija, o de una hermana soltera. 26 Después de la purificación deberán dejar pasar siete días. 27 El día en que vuelvan al santuario y entren en el atrio interior para desempeñar su tarea, ofrecerán un sacrificio de expiación por ellos mismos —oráculo del Señor Dios—. 28 No tendrán heredad alguna: yo seré su heredad. No se les dará en Israel propiedad alguna: yo seré su propiedad. 29 Se alimentarán de las ofrendas de cereales y de las víctimas de los sacrificios expiatorios y penitenciales; a ellos les pertenece también todo lo consagrado al exterminio en Israel. 30 Los sacerdotes podrán disponer de lo mejor de las primicias y de todas vuestras ofrendas. Al sacerdote le daréis lo mejor de vuestras hornadas, para que vuestra casa se llene de bendiciones. 31 Los sacerdotes no podrán comer cadáveres o cuerpos destrozados de aves o de animales.

Reparto de la tierra. La parte del Señor

45 Cuando echéis a suertes el reparto de la tierra, reservaréis como ofrenda al Señor un terreno sagrado de doce mil quinientos metros de largo por diez mil de ancho. Será sagrado en toda su extensión. De él se tomará para el santuario un cuadrado de doscientos cincuenta metros de lado, rodeado de una zona libre de veinticinco metros de ancho. De todo el terreno acotaréis también un espacio de doce mil quinientos metros de largo por cinco mil de ancho; allí se construirá el santuario, el lugar santísimo. Será el terreno sagrado del país, destinado a los sacerdotes que ofician en el santuario y que se acercan al Señor para servirle. Les servirá de solar para sus viviendas y de pasto para el ganado. Los levitas que sirven en el Templo tendrán reservado un terreno de doce mil quinientos metros de largo por cinco mil de ancho, para que tengan una propiedad donde habitar. Como área urbana fijaréis un terreno de dos mil quinientos metros de ancho por doce mil quinientos de largo, junto a la parte reservada al santuario. Será propiedad de toda la comunidad de Israel.

La parte del príncipe

Al príncipe se le asignarán territorios a ambos lados del terreno reservado al santuario y al área urbana; ocuparán el espacio que discurre a lo largo de la linde del terreno reservado al santuario y del reservado al área urbana, y llegarán hasta el mar por occidente y hasta la frontera por oriente. Desde la frontera marítima a la frontera oriental habrá una longitud igual a cada una de las partes sorteadas para las tribus. Esta será su propiedad en Israel y así mis príncipes no volverán a oprimir a mi pueblo; a los israelitas, por tribus, se les asignará el resto de la tierra. Esto dice el Señor Dios: ¡Ya está bien, príncipes de Israel! ¡Ya está bien de violencia y rapiña! Practicad el derecho y la justicia, dejad ya de expropiar a mi pueblo —oráculo del Señor Dios—. 10 Ocupaos de que las balanzas no estén trucadas y de que las pesas y las medidas sean las correctas. 11 La medida base será igual para líquidos y sólidos, a saber, de una capacidad de veintidós litros. 12 En cuanto al siclo equivaldrá a veinte gueras; veinte siclos más veinticinco siclos, más quince siclos equivaldrán a una mina.

Ofrendas y sacrificios para el culto

13 Esta será la ofrenda que haréis: por cada doscientos kilos de trigo o de cebada, ofreceréis tres kilos y medio. 14 En cuanto a la cosecha de aceite, esta será la norma: por cada doscientos veinte litros, ofreceréis dos litros y cuarto de aceite. 15 Y por cada rebaño de doscientas cabezas que pasten en los prados de Israel se reservará una oveja para hacer ofrendas, holocaustos y sacrificios de comunión, que les sirvan de expiación. 16 Toda la población presentará esta ofrenda a favor del príncipe de Israel. 17 El príncipe será responsable de los holocaustos, las ofrendas de cereales y las libaciones en las fiestas, novilunios y sábados, así como en todas las solemnidades que celebren los israelitas; también él ofrecerá el sacrificio expiatorio, la ofrenda de cereales, el holocausto y los sacrificios de comunión, que servirán para expiar los pecados de Israel.

Sacrificios y fiestas específicos

18 Esto dice el Señor Dios: El día uno del primer mes tomarás un novillo sin defecto y lo sacrificarás para purificar el santuario. 19 El sacerdote tomará parte de la sangre de la víctima y untará con ella las jambas del Templo, los cuatro ángulos del zócalo del altar y las jambas del pórtico del atrio interior. 20 Lo mismo harás el día siete de cada mes por quien haya pecado por inadvertencia o irreflexión, y así haréis la expiación del Templo. 21 El día catorce del primer mes celebraréis la fiesta de la Pascua; durante siete días comeréis pan sin levadura. 22 Ese día el príncipe ofrecerá por él y por toda la gente del pueblo un novillo como sacrificio expiatorio. 23 Durante los siete días de la fiesta ofrecerá diariamente como holocausto al Señor siete novillos y siete carneros sin defecto, y un macho cabrío diario como víctima expiatoria. 24 Como oblación de cereales ofrecerá veintidós kilos de cereal por cada novillo y otro tanto por cada carnero, más cuatro litros de aceite por cada veintidós kilos de cereal. 25 El día quince del séptimo mes, con ocasión del comienzo de la fiesta, ofrecerá lo mismo durante siete días: sacrificio expiatorio, holocausto, oblación de cereales y aceite.

Disposiciones anejas

46 Esto dice el Señor Dios: El pórtico del atrio interior orientado hacia el este permanecerá cerrado los seis días laborables; se abrirá el sábado y el día de novilunio. Cuando el príncipe entre en el vestíbulo del pórtico, se parará en el umbral y los sacerdotes ofrecerán su holocausto y sus sacrificios de comunión; él se postrará en el zaguán del pórtico y después saldrá. El pórtico no se cerrará hasta la tarde. La gente del pueblo se postrará a la entrada de este pórtico, en la presencia del Señor, los sábados y novilunios. El holocausto que ofrezca el príncipe al Señor el sábado será de seis corderos y un carnero, todos sin defecto; como oblación de cereales, ofrecerá veintidós kilos de cereal por el carnero, y por los corderos lo que buenamente pueda, aparte de cuatro litros de aceite por cada veintidós kilos de cereal. El día de novilunio las víctimas serán un novillo, seis corderos y un carnero, todos sin defecto. Como oblación de cereales, ofrecerá veintidós kilos de cereal por el novillo y otro tanto por el carnero, y por los corderos lo que buenamente pueda, aparte de cuatro litros de aceite por cada veintidós kilos de cereal. Cuando el príncipe entre, lo hará por el vestíbulo del pórtico, y por él saldrá.

Cuando la gente del pueblo se presente ante el Señor con ocasión de las festividades, el que entre por el pórtico septentrional para adorar saldrá por el pórtico meridional, y el que entre por el pórtico meridional saldrá por el pórtico septentrional; no saldrá por el pórtico por el que entró, sino por el de enfrente. 10 El príncipe que acompañe a la gente entrará con ellos y saldrá con ellos. 11 En las fiestas y solemnidades, la ofrenda de cereales será de veintidós kilos de cereal para el novillo y otro tanto para el carnero; para los corderos lo que buenamente se pueda, aparte de cuatro litros de aceite por cada veintidós kilos de cereal. 12 Cuando el príncipe haga una ofrenda voluntaria al Señor, sea holocausto o sacrificio de comunión, se le abrirá el pórtico que da al oriente para que pueda ofrecer su holocausto o sacrificio de comunión, como hace los sábados. Después de salir, se cerrará el pórtico.

13 Ofrecerás diariamente al Señor, como holocausto, un cordero añal sin defecto. Lo ofrecerás cada mañana. 14 Ofrecerás junto con él, cada mañana, como oblación de cereales, unos cuatro kilos de cereal y un litro de aceite para amasar con él la harina. Esta oblación de cereales al Señor será una de las normas permanentes. 15 El cordero, la oblación de cereales y el aceite serán ofrecidos cada mañana como holocausto habitual.

16 Esto dice el Señor Dios: Si el príncipe hace una donación de sus propios bienes a alguno de sus hijos, la donación pasará como herencia a sus hijos. 17 Pero si hace una donación de sus propios bienes a alguna de las personas que está a su servicio, el regalo pertenecerá a este hasta el año jubilar, y después pasará al príncipe. Después de todo, es posesión suya y deben heredarla sus hijos. 18 El príncipe no tomará nada de las propiedades hereditarias del pueblo, despojando a la gente de forma violenta. Dará a sus hijos como herencia sus propias posesiones, para evitar que mi pueblo sea expulsado de su propia heredad.

19 Después [el hombre que me guiaba] me hizo entrar por la entrada adyacente al pórtico y me condujo a las habitaciones sagradas de los sacerdotes, que están orientadas al norte, y pude ver allí, en el fondo, un espacio que daba al oeste. 20 Entonces me dijo:

— Este es el lugar en el que los sacerdotes han de cocer las víctimas de reparación y las expiatorias, y donde deben hornear las ofrendas de cereales, para no tener que sacarlas al atrio exterior y transmitir su santidad a la gente.

21 Después me sacó al atrio exterior y me hizo recorrer sus cuatro ángulos: en cada uno había un recinto menor. 22 Eran recintos adosados a los cuatro ángulos del atrio, todos de la misma medida: veinte metros de largo por quince de ancho. 23 Cada uno de los cuatro tenía un muro bajo alrededor, y en la parte inferior, siguiendo la línea de los muros, había unos hogares para cocinar. 24 Después me dijo:

— Estas son las cocinas, donde los que están al servicio del Templo deben cocinar las víctimas ofrecidas por la gente.

El agua regeneradora del Templo

47 Después me hizo volver a la entrada del Templo y vi que, por debajo de su umbral, fluía una corriente de agua en dirección este, hacia donde se orienta la fachada del Templo. El agua bajaba por la parte derecha del Templo, al sur del altar. Me sacó después y me condujo hacia el pórtico septentrional; me hizo dar la vuelta hacia el pórtico exterior, hacia oriente, y vi que el agua fluía por el lado derecho. El hombre salió hacia oriente con un cordón en la mano. Midió quinientos metros y me hizo atravesar: el agua me llegaba a los tobillos. Midió otros quinientos metros y me hizo atravesar: el agua me llegaba a las rodillas. De nuevo midió quinientos metros y me hizo atravesar: el agua me llegaba a la cintura. Midió otros quinientos metros: era ya un torrente que no pude atravesar, pues el agua había crecido y sólo a nado se podía atravesar: era un torrente que no se podía vadear. Me dijo entonces:

— ¿Has visto, hijo de hombre?

Después me hizo volver a la orilla del torrente. Al llegar vi que a ambos lados del torrente había muchísimos árboles. Me dijo entonces:

— Estas aguas, que fluyen hacia la zona oriental, irán bajando hasta la Arabá. Después desembocarán en el Mar Muerto, el de las aguas sin vida, que quedarán saneadas. Todos los animales que se muevan por donde pasa la corriente vivirán, y además habrá numerosos peces. Cuando el agua llegue allí, el mar quedará saneado y habrá vida en los lugares por donde pase el torrente. 10 En sus orillas se apostarán los pescadores, y desde Engadí hasta Egláin la gente tenderá redes. La pesca será como la del mar Grande, y además abundantísima. 11 Pero sus marismas y lagunas no quedarán saneadas: servirán de salinas. 12 A ambas orillas del torrente crecerán toda clase de árboles frutales, de hoja perenne y cargados siempre de fruta; todos los meses producirán nuevos frutos, pues el agua que los riega es la que sale del santuario. Sus frutos servirán de alimento, y sus hojas serán medicinales.

Límites ideales de la tierra

13 Esto dice el Señor Dios: Esta será la frontera de la tierra que os repartiréis como propiedad particular las doce tribus de Israel. 14 Os repartiréis por lotes iguales la tierra que juré solemnemente dar a vuestros antepasados y que ahora os corresponde en herencia.

15 Esta será la frontera: por el norte, desde el mar Grande, pasando por Jetlón y la Entrada de Jamat, hasta Sedadá; después, a través de 16 Berotá y Sibráin, situadas entre el territorio de Damasco y el de Jamat, hasta Jaser Enón, en los límites del Jaurán. 17 Así pues, la frontera irá desde el mar hasta Jaser Enón, quedando al norte el territorio de Damasco y el de Jamat. Esta será la frontera septentrional. 18 Por el este, la frontera partirá de la zona comprendida entre el Jaurán y Damasco, y después el Jordán servirá de frontera entre Galaad y la tierra de Israel, en dirección al Mar Muerto, hasta Tamar. Esta será la frontera oriental. 19 Por el sur, la frontera partirá de Tamar, irá hasta las aguas de Meribá de Cadés y seguirá por el torrente hasta el mar Grande Esta será la frontera meridional. 20 Por el oeste, la frontera será el mar Grande; el límite septentrional estará situado a la altura de la Entrada de Jamat. Esta será la frontera occidental. 21 Os repartiréis este territorio entre las tribus de Israel. 22 Lo asignaréis por suertes como heredad tanto para vosotros como para los extranjeros que residen entre vosotros y que han tenido familia en el país. Los trataréis como israelitas nativos y participarán en la distribución de las heredades junto con las tribus de Israel. 23 A los extranjeros les proporcionaréis su heredad correspondiente en el territorio de las tribus donde residan —oráculo del Señor Dios—.

Reparto del país restaurado

48 Esta es la lista de los territorios tribales: El territorio de Dan estará situado en el extremo norte, cerca del límite formado por Jetlón, la Entrada de Jamat y Jaser Enón, al sur del territorio de Damasco, y pegando a Jamat. Se extenderá desde la frontera oriental hasta el mar. El territorio de Aser bordeará por el sur los límites de Dan, desde la frontera oriental hasta el mar. El territorio de Neftalí bordeará por el sur los límites de Aser, desde la frontera oriental hasta el mar. El territorio de Manasés bordeará por el sur los límites de Neftalí, desde la frontera oriental hasta el mar. El territorio de Efraín bordeará por el sur los límites de Manasés, desde la frontera oriental hasta el mar. El territorio de Rubén bordeará por el sur los límites de Efraín, desde la frontera oriental hasta el mar. El territorio de Judá bordeará por el sur los límites de Rubén, desde la frontera oriental hasta el mar.

Bordeando por el sur el territorio de Judá, desde la frontera oriental hasta el mar, habrá una zona reservada, de doce mil quinientos metros de anchura y tan larga como los demás lotes mencionados. En el centro estará el santuario. Esta zona reservada y consagrada al Señor medirá doce mil quinientos metros de largo por diez mil de ancho. 10 Tendrán también su parte reservada los colectivos siguientes: los sacerdotes dispondrán de un área de doce mil quinientos metros de longitud por el norte y por el sur, y de cinco mil metros de anchura por el este y el oeste. En el centro estará el santuario del Señor. 11 Será la parte de los sacerdotes consagrados, descendientes de Sadoc, que cumplieron con su servicio para conmigo y no participaron en los extravíos de los israelitas, como hicieron los levitas. 12 Les corresponderá, pues, una zona reservada del país, un área especialmente sagrada junto al territorio de los levitas. 13 Estos dispondrán de una zona junto al territorio de los sacerdotes: medirá doce mil quinientos metros de largo por cinco mil de ancho. 14 No podrán vender, ni cambiar ni traspasar nada de esta excepcional parte del país, pues está consagrada al Señor.

15 El espacio restante, de dos mil quinientos metros de ancho por doce mil quinientos de largo, será profano: formará parte de la circunscripción de la ciudad y estará destinado a viviendas y pastos. La ciudad ocupará el centro. 16 Sus medidas serán las siguientes: cada uno de sus lados (norte, sur, este y oeste) tendrá dos mil doscientos cincuenta metros. 17 En torno a estos cuatro lados de la ciudad habrá una zona de pastos de ciento veinticinco metros. 18 En cuanto al terreno restante, que discurre paralelamente a la zona consagrada, medirá cinco mil metros por el este y el oeste, y sus productos servirán de alimento a los trabajadores de la ciudad. 19 Lo cultivarán los trabajadores de la ciudad, sea cual sea la tribu de donde procedan. 20 Así pues, el territorio reservado en su totalidad medirá doce mil quinientos metros de lado. Tendréis que considerar este territorio como algo reservado, incluido lo que pertenece a la ciudad.

21 Los espacios restantes a cada lado de la parte consagrada y de lo que pertenece a la ciudad serán asignados al príncipe. El espacio que da al oriente confinará con el área de doce mil quinientos metros y se extenderá hacia la frontera oriental, mientras que el espacio occidental confinará también con el área de doce mil quinientos metros y se extenderá hacia la frontera occidental. Los espacios que discurren paralelamente al resto de las heredades repartidas serán asignados al príncipe. El territorio sagrado, en el que estará situado el santuario 22 y que se encuentra limitado por las propiedades de los levitas y de la ciudad, y que está flanqueado por los terrenos pertenecientes al príncipe, estará localizado entre los territorios de Judá y de Benjamín.

23 Por lo que respecta al resto de las tribus, Benjamín se extenderá desde la frontera oriental hasta el mar. 24 Simeón se extenderá desde la frontera oriental hasta el mar, bordeando el territorio de Benjamín. 25 Isacar se extenderá desde el límite oriental hasta el mar, bordeando el territorio de Benjamín. 26 Zabulón se extenderá desde el límite oriental hasta el mar, bordeando el territorio de Isacar. 27 Gad se extenderá desde el límite oriental hasta el mar, bordeando el territorio de Zabulón. 28 La frontera meridional del territorio de Gad coincidirá con la frontera que discurre desde Tamar, a través de las aguas de Meribá de Cadés y del torrente (de Egipto), hasta el mar Grande. 29 Este es en concreto el país que habéis de repartir en heredades a las tribus de Israel —oráculo del Señor Dios—.

Las puertas de Jerusalén

30 Estas serán las salidas de la ciudad: por el lado septentrional, que medirá dos mil doscientos cincuenta metros, 31 habrá tres puertas, que llevarán el nombre de otras tantas tribus de Israel: puerta de Rubén, puerta de Judá y puerta de Leví. 32 Por el lado oriental, que medirá dos mil doscientos cincuenta metros, habrá otras tres puertas: puerta de José, puerta de Benjamín y puerta de Dan. 33 Por el lado meridional, que medirá dos mil doscientos cincuenta metros, habrá otras tres puertas: puerta de Simeón, puerta de Isacar y puerta de Zabulón. 34 Por el lado occidental, que medirá dos mil doscientos cincuenta metros, habrá otras tres puertas: puerta de Gad, puerta de Aser y puerta de Neftalí. 35 Por tanto, el perímetro medirá nueve mil metros. Y, de ahora en adelante, la ciudad se llamará: “El Señor está allí”.