Eclesiastés 11
La Palabra (España)
La inseguridad del futuro
11 Echa tu pan a navegar
y al cabo del tiempo lo reencontrarás.
2 Reparte entre siete o entre ocho,
porque no sabes qué desgracia vendrá sobre la tierra.
3 Cuando las nubes van cargadas,
vierten lluvia sobre la tierra;
cuando el árbol cae al sur o al norte,
en el lugar donde cae, allí se queda.
4 El que sólo observa el viento, no siembra;
el que sólo mira a las nubes, no siega.
5 Igual que no conoces cuál es la dirección del aliento vital que traspasa los huesos dentro del vientre de la preñada, tampoco conoces la obra de Dios que lo hace todo.
6 Por la mañana siembra tu semilla,
y por la tarde repite la tarea;
pues no sabes cuál de las dos dará resultado,
o si son igualmente buenas.
Conclusión: luces y sombras de la vida
7 Dulce es la luz
y un placer para los ojos ver el sol.
8 Por muchos años que viva el ser humano,
que los disfrute todos,
y tenga en cuenta que los días oscuros
aún han de ser muchos:
todo lo que se avecina es ilusión.
9 Disfruta, joven, en tu adolescencia
y sé feliz en tus días de juventud;
sigue los sentimientos de tu corazón
y lo que es atractivo a tus ojos;
pero debes saber que por todo esto
Dios te pedirá cuentas.
10 Aleja las penas de tu corazón
y aparta el sufrimiento de tu cuerpo,
porque efímera es la juventud.
La Palabra, (versión española) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de España