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Bendición a causa del arrepentimiento

30 »Cuando te hayan ocurrido todas estas cosas, las bendiciones y las maldiciones que te he enumerado, meditarás acerca de ellas en las naciones a donde el Señor tu Dios te habrá desterrado. Si entonces quisieras volverte al Señor tu Dios, y tú y tus hijos comenzaran de todo corazón a obedecer los mandamientos que te he dado en este día, el Señor tu Dios te rescatará del cautiverio. Él tendrá misericordia de ti y te recogerá de todas las naciones donde te haya esparcido. Aun cuando estés en el extremo de la tierra, él irá y te buscará para traerte de regreso a la tierra de tus antepasados. Poseerás nuevamente la tierra y él te hará bien y te multiplicará aun más que a tus antepasados. Dios limpiará tu corazón y el de los hijos de tus hijos, para que ames al Señor tu Dios con toda tu mente y con todo tu ser, e Israel vivirá nuevamente.

7-8 »Si te vuelves al Señor y obedeces todos los mandamientos que te he dado hoy, el Señor tu Dios retirará sus maldiciones y las lanzará contra tus enemigos, y contra los que te odian y persiguen. El Señor tu Dios prosperará todo cuanto emprendas y te dará muchos hijos, mucho ganado, y abundantes cosechas, pues el Señor se gozará nuevamente en ti como lo hizo en tus padres. 10 Él se alegrará con tu obediencia si sigues los mandamientos escritos en este libro de la ley y si te vuelves al Señor tu Dios con toda tu mente y con todo tu ser.

Elección entre la vida y la muerte

11 »Estos mandamientos no están fuera de tu alcance ni son superiores a tus fuerzas como para que no los obedezcas; 12 porque estas leyes no están en los lejanos cielos, tan distantes que no puedas oírlas y obedecerlas y no haya nadie que pueda traerlas a ti en la tierra; 13 ni están más allá del océano, tan lejos que nadie pueda hacerte oír su mensaje. 14 Están muy cerca de ti, en tu memoria y en tus labios, para que puedas obedecerlas.

15 »Mira, yo he puesto en este día delante de ti la vida y la muerte; todo depende de tu obediencia o de tu desobediencia. 16 Hoy te he dado el mandamiento de que ames al Señor tu Dios y andes en todos sus caminos, y guardes todas sus leyes, para que puedas vivir y llegar a ser una nación grande. Así, el Señor tu Dios te bendecirá a ti y a la tierra que vas a poseer. 17 Pero si tu corazón se aparta y no quieres oír, y te dejas arrastrar a la idolatría, 18 declaro en este día que ciertamente perecerás. No tendrás una vida larga y buena en la tierra que entras a poseer.

19 »Invoco a los cielos y a la tierra por testigos de que he puesto delante de ti la vida o la muerte, la bendición o la maldición. ¡Ojalá optases por la vida para que tú y tus hijos puedan vivir! 20 Ama al Señor tu Dios, obedécele y aférrate a él, porque él es vida para ti y prolongación de tus días. Así podrás vivir con seguridad en la tierra que el Señor prometió a tus antepasados Abraham, Isaac y Jacob».