Cantares 6
Reina Valera Actualizada
El cortejo nupcial
6 Adónde se ha ido tu amado,
oh la más hermosa de todas
las mujeres?
Dinos en qué dirección se fue,
y lo buscaremos contigo.
La amada
2 Mi amado descendió a su huerto,
al almácigo de las especias,
para apacentar en los jardines
y para recoger los lirios.
3 ¡Yo soy de mi amado
y mi amado es mío!
Él apacienta entre los lirios.
El amado
4 ¡Qué bella eres, oh amada mía! Eres como Tirsa,
atractiva como Jerusalén
e imponente como ejércitos
abanderados.
5 Aparta de mí tus ojos,
porque ellos me doblegan.
Tu cabello es como manada de cabras que se deslizan por las laderas
de Galaad.
6 Tus dientes son como rebaños de ovejas que suben del lavadero: que todas tienen mellizos, y ninguna hay sin cría.
7 Tus mejillas parecen mitades
de granada, a través de tu velo.
8 Hay sesenta reinas,
ochenta concubinas
y un sinnúmero de jóvenes mujeres.
9 ¡Pero una sola es mi paloma,
mi perfecta!
Ella es la única hija de su madre, quien la considera predilecta.
La ven las mujeres y la llaman: “Bienaventurada”.
Las reinas y las concubinas
la alaban diciendo:
10 “¿Quién es aquella que
raya como el alba
y es bella como la luna,
radiante como el sol e imponente como ejércitos abanderados?”.
11 Al huerto de los nogales descendí, para ver los retoños del valle, para ver si las vides ya han florecido;
si han brotado los granados.
12 Y antes que me diera cuenta,
mi alma me puso sobre los carros
de mi generoso pueblo.
El cortejo nupcial
13 ¡Vuelve, vuelve, oh Sulamita! ¡Vuelve, vuelve; queremos mirarte!
La amada
¿Qué han de observar en la Sulamita, cuando danza en medio de los dos campamentos?
Version Reina Valera Actualizada, Copyright © 2015 by Editorial Mundo Hispano