⁷ Y tomarán parte de la sangre y la pondrán en los dos postes y en el dintel de^[a] las casas donde lo coman^(A).

¹³ Y la sangre os será por señal en las casas donde estéis; y cuando yo vea la sangre pasaré sobre vosotros, y ninguna plaga vendrá sobre vosotros para destruiros^[a](A) cuando yo hiera la tierra de Egipto.

⁶ Matad a viejos, jóvenes, doncellas^(A), niños y mujeres hasta el exterminio, pero no toquéis a ninguno sobre quien esté la señal^(B). Comenzaréis por mi santuario^(C). Comenzaron, pues, con los ancianos que estaban delante del templo^[a].

²² quien también nos selló^(A) y nos dio el Espíritu en nuestro corazón^(B) como garantía^[a].

¹⁹ No obstante, el sólido fundamento de Dios permanece^(A) firme, teniendo este sello^(B): El Señor conoce a los que son suyos^(C), y: Que se aparte de la iniquidad todo aquel que menciona el nombre del Señor^(D).

² Y vi a otro ángel que subía de donde sale el sol^(A) y que tenía el sello^(B) del Dios vivo^(C); y gritó a gran voz a los cuatro ángeles^(D) a quienes se les había concedido hacer daño a la tierra y al mar,

³ diciendo: No hagáis daño, ni a la tierra ni al mar ni a los árboles^(A), hasta que hayamos puesto un sello^(B) en la frente a los siervos de nuestro Dios^(C).

⁴ Se les dijo que no dañaran^(A) la hierba de la tierra^(B), ni ninguna cosa verde, ni ningún árbol, sino solo a los hombres que no tienen el sello de Dios en la frente^(C).

El Cordero y los ciento cuarenta y cuatro mil

14 Miré, y he aquí que el Cordero^(A) estaba de pie sobre el Monte Sión^(B), y con Él ciento cuarenta y cuatro mil^(C) que tenían el nombre de Él^(D) y el nombre de su Padre^(E) escrito en la frente^(F).