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Denunciación de los falsos profetas

A causa de los profetas mi corazón está quebrantado dentro de mí, todos mis huesos tiemblan; estoy como un ebrio, y como hombre a quien dominó el vino, delante de Jehová, y delante de sus santas palabras. 10 Porque la tierra está llena de adúlteros; a causa de la maldición la tierra está desierta; los pastizales del desierto se secaron; la carrera de ellos fue mala, y su valentía no es recta. 11 Porque tanto el profeta como el sacerdote son impíos; aun en mi casa hallé su maldad, dice Jehová. 12 Por tanto, su camino será como resbaladeros en oscuridad; serán empujados, y caerán en él; porque yo traeré mal sobre ellos en el año de su castigo, dice Jehová. 13 En los profetas de Samaria he visto desatinos; profetizaban en nombre de Baal, e hicieron errar a mi pueblo de Israel. 14 Y en los profetas de Jerusalén he visto torpezas; cometían adulterios, y andaban en mentiras, y fortalecían las manos de los malos, para que ninguno se convirtiese de su maldad; me fueron todos ellos como Sodoma,(A) y sus moradores como Gomorra. 15 Por tanto, así ha dicho Jehová de los ejércitos contra aquellos profetas: He aquí que yo les hago comer ajenjos, y les haré beber agua de hiel; porque de los profetas de Jerusalén salió la hipocresía sobre toda la tierra.

16 Así ha dicho Jehová de los ejércitos: No escuchéis las palabras de los profetas que os profetizan; os alimentan con vanas esperanzas; hablan visión de su propio corazón, no de la boca de Jehová. 17 Dicen atrevidamente a los que me irritan: Jehová dijo: Paz tendréis; y a cualquiera que anda tras la obstinación de su corazón, dicen: No vendrá mal sobre vosotros.

18 Porque ¿quién estuvo en el secreto de Jehová, y vio, y oyó su palabra? ¿Quién estuvo atento a su palabra, y la oyó? 19 He aquí que la tempestad de Jehová saldrá con furor; y la tempestad que está preparada caerá sobre la cabeza de los malos. 20 No se apartará el furor de Jehová hasta que lo haya hecho, y hasta que haya cumplido los pensamientos de su corazón; en los postreros días lo entenderéis cumplidamente.

21 No envié yo aquellos profetas, pero ellos corrían; yo no les hablé, mas ellos profetizaban. 22 Pero si ellos hubieran estado en mi secreto, habrían hecho oír mis palabras a mi pueblo, y lo habrían hecho volver de su mal camino, y de la maldad de sus obras.

23 ¿Soy yo Dios de cerca solamente, dice Jehová, y no Dios desde muy lejos? 24 ¿Se ocultará alguno, dice Jehová, en escondrijos que yo no lo vea? ¿No lleno yo, dice Jehová, el cielo y la tierra? 25 Yo he oído lo que aquellos profetas dijeron, profetizando mentira en mi nombre, diciendo: Soñé, soñé. 26 ¿Hasta cuándo estará esto en el corazón de los profetas que profetizan mentira, y que profetizan el engaño de su corazón? 27 ¿No piensan cómo hacen que mi pueblo se olvide de mi nombre con sus sueños que cada uno cuenta a su compañero, al modo que sus padres se olvidaron de mi nombre por Baal? 28 El profeta que tuviere un sueño, cuente el sueño; y aquel a quien fuere mi palabra, cuente mi palabra verdadera. ¿Qué tiene que ver la paja con el trigo? dice Jehová. 29 ¿No es mi palabra como fuego, dice Jehová, y como martillo que quebranta la piedra? 30 Por tanto, he aquí que yo estoy contra los profetas, dice Jehová, que hurtan mis palabras cada uno de su más cercano. 31 Dice Jehová: He aquí que yo estoy contra los profetas que endulzan sus lenguas y dicen: Él ha dicho. 32 He aquí, dice Jehová, yo estoy contra los que profetizan sueños mentirosos, y los cuentan, y hacen errar a mi pueblo con sus mentiras y con sus lisonjas, y yo no los envié ni les mandé; y ningún provecho hicieron a este pueblo, dice Jehová.

33 Y cuando te preguntare este pueblo, o el profeta, o el sacerdote, diciendo: ¿Cuál es la profecía de Jehová? les dirás: Esta es la profecía: Os dejaré, ha dicho Jehová. 34 Y al profeta, al sacerdote o al pueblo que dijere: Profecía de Jehová, yo enviaré castigo sobre tal hombre y sobre su casa. 35 Así diréis cada cual a su compañero, y cada cual a su hermano: ¿Qué ha respondido Jehová, y qué habló Jehová? 36 Y nunca más os vendrá a la memoria decir: Profecía de Jehová; porque la palabra de cada uno le será por profecía; pues pervertisteis las palabras del Dios viviente, de Jehová de los ejércitos, Dios nuestro. 37 Así dirás al profeta: ¿Qué te respondió Jehová, y qué habló Jehová? 38 Mas si dijereis: Profecía de Jehová; por eso Jehová dice así: Porque dijisteis esta palabra, Profecía de Jehová, habiendo yo enviado a deciros: No digáis: Profecía de Jehová, 39 por tanto, he aquí que yo os echaré en olvido, y arrancaré de mi presencia a vosotros y a la ciudad que di a vosotros y a vuestros padres; 40 y pondré sobre vosotros afrenta perpetua, y eterna confusión que nunca borrará el olvido.

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Profetas mentirosos

En cuanto a los profetas:

Mi corazón está quebrantado dentro de mí
    y se me estremecen los huesos.
Por causa del Señor
    y de sus santas palabras,
hasta parezco un borracho,
    alguien dominado por el vino.
10 La tierra está llena de adúlteros,
    por causa de la maldición está de luto
    y los pastos del desierto se han secado.
Los profetas corren tras la maldad,
    y usan su poder para la injusticia.

11 «Impíos son los profetas y los sacerdotes;
    aun en mi propia casa encuentro su maldad»,
    afirma el Señor.
12 «Por eso su camino será resbaladizo;
    serán empujados a las tinieblas,
    y en ellas se hundirán.
Yo traeré sobre ellos una calamidad
    en el año de su castigo»,
    afirma el Señor.

13 «Algo repugnante he observado
    entre los profetas de Samaria:
profetizaron en nombre de Baal
    y descarriaron a mi pueblo Israel.
14 Y entre los profetas de Jerusalén
    he observado cosas terribles:
    cometen adulterio y viven en la mentira;
fortalecen las manos de los malhechores,
    ninguno se convierte de su maldad.
Todos ellos son para mí como Sodoma;
    los habitantes de Jerusalén son como Gomorra».

15 Por tanto, así dice el Señor de los Ejércitos contra los profetas:

«Haré que coman alimentos amargos
    y que beban agua envenenada,
porque los profetas de Jerusalén
    han esparcido la impiedad por toda la tierra».

16 Así dice el Señor de los Ejércitos:

«No escuchen lo que dicen los profetas,
    pues alientan en ustedes falsas esperanzas;
cuentan visiones que se han imaginado
    y que no proceden de la boca del Señor.
17 A los que me desprecian les aseguran
    que yo, el Señor, digo que gozarán de paz;
a los que obedecen los dictados de su terco corazón
    les dicen que no les sobrevendrá ningún mal.
18 ¿Quién de ellos ha estado en el consejo del Señor?
    ¿Quién ha recibido o escuchado su palabra?
    ¿Quién ha atendido y escuchado su palabra?
19 La tempestad del Señor
    se ha desatado con furor;
un torbellino se cierne amenazante
    sobre la cabeza de los malvados.
20 La ira del Señor no cesará
    hasta que haya realizado por completo
    los propósitos de su corazón.
Al final de los tiempos
    lo comprenderán con claridad.
21 Yo no envié a esos profetas,
    pero ellos corrieron a llevar sus mensajes;
ni siquiera hablé,
    pero ellos profetizaron.
22 Si hubieran estado en mi consejo,
    habrían proclamado mis palabras a mi pueblo;
lo habrían hecho volver de su mal camino
    y de sus malas acciones.

23 »¿Soy acaso Dios solo de cerca?
    ¿No soy Dios también de lejos?»,
    afirma el Señor.
24 «¿Podrá el hombre hallar un escondite
    donde yo no pueda encontrarlo?»,
    afirma el Señor.
«¿Acaso no soy yo el que llena los cielos y la tierra?»,
    afirma el Señor.

25 «He escuchado lo que dicen los profetas que profieren mentiras en mi nombre, los cuales dicen: “¡He tenido un sueño, he tenido un sueño!”. 26 ¿Hasta cuándo continuarán los profetas hablando mentiras y delirios de sus propios corazones? 27 Con los sueños que se cuentan unos a otros pretenden hacer que mi pueblo se olvide de mi nombre, como sus antepasados se olvidaron de mi nombre por el de Baal. 28 El profeta que tenga un sueño, que lo cuente; pero el que reciba mi palabra, que la proclame con fidelidad. ¿Qué tiene que ver la paja con el grano?», afirma el Señor. 29 «¿No es acaso mi palabra como fuego y como martillo que pulveriza la roca?», afirma el Señor.

30 «Por eso yo estoy contra los profetas que se roban mis palabras entre sí», afirma el Señor. 31 «Yo estoy contra los profetas que con sus propias lenguas hablan por hablar», afirma el Señor. 32 «Yo estoy contra los profetas que cuentan sueños mentirosos y que, al contarlos, hacen que mi pueblo se extravíe con sus mentiras y sus presunciones», afirma el Señor. «Yo no los he enviado ni he dado ninguna orden. No traen ningún beneficio a este pueblo», afirma el Señor.

Profecías falsas

33 «Si este pueblo o algún profeta o sacerdote te pregunta: “¿Qué mensaje[a] tenemos del Señor?”, tú responderás: “¿De qué mensaje hablas? Yo los abandonaré”, afirma el Señor. 34 Si un profeta o un sacerdote o alguien del pueblo dice: “Este es el mensaje del Señor”, yo castigaré a ese hombre y a su casa. 35 Así deberán hablarse entre amigos y hermanos: “¿Qué ha respondido el Señor?”, o “¿Qué ha dicho el Señor?”. 36 Pero no deberán mencionar más la frase “Mensaje del Señor”, porque el mensaje de cada uno será su propia palabra, ya que ustedes han distorsionado las palabras del Dios viviente, del Señor de los Ejércitos, nuestro Dios. 37 Así dirás a los profetas: “¿Qué les ha respondido el Señor? ¿Qué les ha dicho?”. 38 Pero si ustedes responden: “¡Mensaje del Señor!”, el Señor dice: “Por cuanto ustedes han dicho: ‘¡Mensaje del Señor!’, siendo que yo había prohibido que pronunciaran esta frase, 39 entonces me olvidaré de ustedes y los echaré de mi presencia, junto con la ciudad que di a ustedes y a sus antepasados. 40 Y los afligiré con vergüenza eterna, con una deshonra eterna que jamás será olvidada”».

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Footnotes

  1. 23:33 mensaje. Juego de palabras aquí y en los vv. siguientes; el vocablo hebreo también significa carga.