⁹ y, consumada su perfección, llegó a ser autor de salvación eterna para todos los que le obedecen,

³ ¿Cómo sabemos si hemos llegado a conocer a Dios? Si obedecemos sus mandamientos.

¹⁶ ¿Acaso no saben ustedes que, cuando se entregan a alguien para obedecerlo, son esclavos de aquel a quien obedecen? Claro que lo son, ya sea del pecado que lleva a la muerte, o de la obediencia que lleva a la justicia.

²³ Lo que sí les ordené fue lo siguiente: ‘Obedézcanme. Así yo seré su Dios, y ustedes serán mi pueblo. Condúzcanse conforme a todo lo que yo les ordene, a fin de que les vaya bien’.