Previous Prev Day Next DayNext

Old/New Testament

Each day includes a passage from both the Old Testament and New Testament.
Duration: 365 days
Nueva Versión Internacional (NVI)
Version
Salmos 119:1-88

Álef

119 Dichosos los que van por caminos intachables,
    los que andan conforme a la Ley del Señor.
Dichosos los que obedecen sus mandatos
    y de todo corazón lo buscan.
Jamás hacen nada malo,
    sino que siguen los caminos de Dios.
Tú has establecido tus preceptos,
    para que se cumplan fielmente.
¡Cuánto deseo afirmar mis caminos
    para cumplir tus estatutos!
No tendré que pasar vergüenzas
    cuando considere todos tus mandamientos.
Te alabaré con un corazón recto,
    cuando aprenda tus justas leyes.
Tus estatutos cumpliré;
    no me abandones del todo.

Bet

¿Cómo puede el joven mantener limpio su camino?
    Viviendo conforme a tu palabra.
10 Yo te busco con todo el corazón;
    no dejes que me desvíe de tus mandamientos.
11 En mi corazón atesoro tus dichos
    para no pecar contra ti.
12 ¡Bendito seas, Señor!
    ¡Enséñame tus estatutos!
13 Con mis labios he proclamado
    todas las leyes que has promulgado.
14 Me regocijo en el camino de tus mandatos
    más que en[a] todas las riquezas.
15 En tus preceptos medito
    y pongo mis ojos en tus sendas.
16 En tus estatutos hallo mi deleite
    y jamás olvidaré tu palabra.

Guímel

17 Trata con bondad a este siervo tuyo;
    así viviré y obedeceré tu palabra.
18 Ábreme los ojos, para que contemple
    las maravillas de tu Ley.
19 En esta tierra soy un extranjero;
    no escondas de mí tus mandamientos.
20 Se consume mi alma deseando
    tus leyes en todo tiempo.
21 Tú reprendes a esos insolentes malditos
    que se desvían de tus mandamientos.
22 Aleja de mí la afrenta y el desprecio,
    pues yo cumplo tus mandatos.
23 Aun los gobernantes se confabulan contra mí,
    pero este siervo tuyo medita en tus estatutos.
24 Tus mandatos son mi regocijo;
    son también mis consejeros.

Dálet

25 Postrado estoy en el polvo;
    dame vida conforme a tu palabra.
26 Tú me respondiste cuando te hablé de mis caminos.
    Enséñame tus estatutos.
27 Hazme entender el camino de tus preceptos
    y meditaré en tus maravillas.
28 De angustia se me derrite el alma:
    susténtame conforme a tu palabra.
29 Apártame del camino de la falsedad;
    concédeme las bondades de tu Ley.
30 He escogido el camino de la fidelidad;
    he preferido tus leyes.
31 Yo, Señor, me apego a tus mandatos;
    no me hagas pasar vergüenza.
32 Corro por el camino de tus mandamientos,
    porque me has dado mayor entendimiento.[b]

He

33 Enséñame, Señor, el camino de tus estatutos
    y lo seguiré hasta el fin.
34 Dame entendimiento para seguir tu Ley
    y la cumpliré de todo corazón.
35 Dirígeme por la senda de tus mandamientos,
    porque en ella encuentro mi solaz.
36 Inclina mi corazón hacia tus mandatos
    y no hacia las ganancias deshonestas.
37 Aparta mi vista de cosas vanas,
    preserva mi vida en tu camino.[c]
38 Confirma tu promesa a este siervo,
    para que seas temido.
39 Líbrame de la afrenta que me aterra,
    porque tus leyes son buenas.
40 ¡Cómo anhelo tus preceptos!
    ¡Dame vida conforme a tu justicia!

Vav

41 Envíame, Señor, tu gran amor
    y tu salvación, conforme a tu promesa.
42 Así podré responder al que me desprecie,
    porque yo confío en tu palabra.
43 No me quites de la boca la palabra de verdad,
    pues en tus leyes he puesto mi esperanza.
44 Por toda la eternidad
    obedeceré fielmente tu Ley.
45 Viviré con toda libertad,
    porque he buscado tus preceptos.
46 Hablaré de tus mandatos delante de los reyes
    y no seré avergonzado.
47 Me deleito en tus mandamientos,
    porque los amo.
48 Levanto mis manos hacia tus mandamientos,
    que yo amo,
    y medito en tus estatutos.

Zayin

49 Acuérdate de la palabra que diste a este siervo tuyo,
    palabra con la que me infundiste esperanza.
50 Este es mi consuelo en medio del dolor:
    que tu promesa me da vida.
51 Los insolentes me ofenden hasta el colmo,
    pero yo no me aparto de tu Ley.
52 Me acuerdo, Señor, de tus leyes de antaño
    y encuentro consuelo en ellas.
53 Me llenan de indignación los malvados,
    los que abandonan tu Ley.
54 Tus estatutos han sido mis cánticos
    donde vivo como extranjero.
55 Señor, por la noche recuerdo tu nombre,
    para cumplir tu Ley.
56 Lo que a mí me corresponde
    es obedecer tus preceptos.[d]

Jet

57 ¡Mi herencia eres tú, Señor!
    Prometo obedecer tus palabras.
58 Busco tu rostro de todo corazón;
    ten piedad de mí conforme a tu promesa.
59 Me he puesto a pensar en mis caminos,
    y he vuelto mis pasos hacia tus mandatos.
60 Me doy prisa, no tardo nada
    para cumplir tus mandamientos.
61 Aunque los lazos de los malvados me aprisionen,
    yo no me olvido de tu Ley.
62 A medianoche me levanto a darte gracias
    por tus justas leyes.
63 Soy amigo de todos los que te honran,
    de todos los que observan tus preceptos.
64 De tu gran amor, Señor, está llena la tierra:
    enséñame tus estatutos.

Tet

65 Tú, Señor, tratas bien a tu siervo,
    conforme a tu palabra.
66 Impárteme conocimiento y buen juicio,
    pues yo creo en tus mandamientos.
67 Antes de sufrir anduve descarriado,
    pero ahora obedezco tu palabra.
68 Tú eres bueno y haces el bien;
    enséñame tus estatutos.
69 Aunque los insolentes me difaman con mentiras,
    yo cumplo tus preceptos con todo el corazón.
70 El corazón de ellos es torpe e insensible,
    pero yo me regocijo en tu Ley.
71 Me hizo bien haber sido afligido,
    porque así pude aprender tus estatutos.
72 Para mí es más valiosa tu Ley
    que miles de piezas de oro y plata.

Yod

73 Tus manos me hicieron y me formaron.
    Dame entendimiento para aprender tus mandamientos.
74 Los que te honran se regocijan al verme,
    porque he puesto mi esperanza en tu palabra.
75 Señor, yo sé que tus leyes son justas
    y que por tu fidelidad me afliges.
76 Que sea tu gran amor mi consuelo,
    conforme a la promesa que hiciste a tu siervo.
77 Que venga tu misericordia a darme vida,
    porque en tu Ley me regocijo.
78 Sean avergonzados los insolentes que sin motivo me maltratan;
    yo, por mi parte, meditaré en tus preceptos.
79 Vuélvanse a mí los que te honran,
    los que conocen tus mandatos.
80 Que con corazón íntegro obedezca tus estatutos,
    para que yo no sea avergonzado.

Caf

81 Mi vida desfallece esperando tu salvación,
    pero he puesto mi esperanza en tu palabra.
82 Mis ojos se consumen esperando tu promesa
    y digo: «¿Cuándo vendrás a consolarme?».
83 Parezco un odre ennegrecido por el humo,
    pero no me olvido de tus estatutos.
84 ¿Cuánto más vivirá este siervo tuyo?
    ¿Cuándo juzgarás a mis perseguidores?
85 Me han cavado fosas los insolentes,
    los que no viven conforme a tu Ley.
86 Todos tus mandamientos son dignos de confianza;
    ¡ayúdame!, pues falsos son mis perseguidores.
87 Por poco me borran de la tierra,
    pero yo no abandono tus preceptos.
88 Por tu gran amor, dame vida
    y cumpliré los mandatos que has emitido.

1 Corintios 7:20-40

20 Que cada uno permanezca en la condición en que estaba cuando Dios lo llamó. 21 ¿Eras esclavo cuando fuiste llamado? No te preocupes, aunque, si tienes la oportunidad de conseguir tu libertad, aprovéchala. 22 Porque el que era esclavo cuando el Señor lo llamó es un liberto del Señor; del mismo modo, el que era libre cuando fue llamado es un esclavo de Cristo. 23 Ustedes fueron comprados por un precio; no se vuelvan esclavos de nadie. 24 Hermanos, cada uno permanezca ante Dios en la condición en que estaba cuando Dios lo llamó.

25 En cuanto a las personas solteras,[a] no tengo ningún mandato del Señor, pero doy mi opinión como quien por la misericordia del Señor es digno de confianza. 26 Pienso que, a causa de la crisis actual, es bueno que cada persona se quede como está. 27 ¿Estás casado? No procures divorciarte. ¿Estás sin esposa? No busques una. 28 Pero si te casas, no pecas; y si una joven[b] se casa, tampoco comete pecado. Sin embargo, los que se casan tendrán que pasar por muchos aprietos[c] y yo quiero evitárselos.

29 Lo que quiero decir, hermanos, es que nos queda poco tiempo. De aquí en adelante los que tienen esposa deben vivir como si no la tuvieran; 30 los que lloran, como si no lloraran; los que se alegran, como si no se alegraran; los que compran algo, como si no lo poseyeran; 31 los que disfrutan de las cosas de este mundo, como si no disfrutaran de ellas; porque este mundo, en su forma actual, está por desaparecer.

32 Yo preferiría que estuvieran libres de preocupaciones. El soltero se preocupa de las cosas del Señor y de cómo agradarlo. 33 Pero el casado se preocupa de las cosas de este mundo y de cómo agradar a su esposa; 34 sus intereses están divididos. La mujer no casada, lo mismo que la joven soltera,[d] se preocupa de las cosas del Señor; se afana por consagrarse al Señor tanto en cuerpo como en espíritu. Pero la casada se preocupa de las cosas de este mundo y de cómo agradar a su esposo. 35 Les digo esto por su propio bien, no para ponerles restricciones, sino para que vivan con decoro y plenamente dedicados al Señor.

36 Si alguno piensa que no está tratando a su prometida[e] como es debido y ella ha llegado ya a su madurez, por lo cual él se siente obligado a casarse, que lo haga. Con eso no peca; que se casen. 37 Pero el que se mantiene firme en su propósito y no está dominado por sus impulsos, sino que domina su propia voluntad y ha resuelto no casarse con su prometida, también hace bien. 38 De modo que el que se casa con su prometida hace bien, pero el que no se casa hace mejor.[f]

39 La mujer está ligada a su esposo mientras él vive; pero si el esposo muere, ella queda libre para casarse con quien quiera, con tal de que sea en el Señor. 40 En mi opinión, ella será más feliz si no se casa y creo que yo también tengo el Espíritu de Dios.

Nueva Versión Internacional (NVI)

Santa Biblia, NUEVA VERSIÓN INTERNACIONAL® NVI® © 1999, 2015, 2022 por Biblica, Inc.®, Inc.® Usado con permiso de Biblica, Inc.® Reservados todos los derechos en todo el mundo. Used by permission. All rights reserved worldwide.