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La esposa y los hijos de Oseas

Palabra que Jehová dirigió a Oseas hijo de Beeri, en días de Uzías, Jotam, Acaz y Ezequías, reyes de Judá, y en días de Jeroboam hijo de Joás, rey de Israel.

Comienzo de la palabra que Jehová habló por medio de Oseas. Dijo Jehová a Oseas:

«Ve, toma por mujer a una prostituta
y ten hijos de prostitución con ella,
porque la tierra se prostituye
apartándose de Jehová.»

Fue, pues, y tomó a Gomer, hija de Diblaim, la cual concibió y le dio a luz un hijo. Entonces Jehová le dijo:

«Ponle por nombre Jezreel,
porque dentro de poco castigaré a la casa de Jehú
a causa de la sangre derramada en Jezreel,
y haré cesar el reinado de la casa de Israel.
Aquel día quebraré el arco de Israel
en el valle de Jezreel.»

Concibió Gomer otra vez y dio a luz una hija. Dios dijo a Oseas:

«Ponle por nombre Lo-ruhama,
porque no me compadeceré más de la casa de Israel,
ni los perdonaré.

»Pero de la casa de Judá tendré misericordia: los salvaré por Jehová, su Dios. No los salvaré con arco, ni con espada, ni con guerra, ni con caballos ni jinetes».

Después de haber destetado a Lo-ruhama, Gomer concibió y dio a luz un hijo. Y dijo Dios:

«Llámalo Lo-ammi,
porque vosotros no sois mi pueblo
ni yo seré vuestro Dios.»

10 Con todo, el número de los hijos de Israel
será como la arena del mar,
que no se puede medir ni contar.
Y en el lugar donde se les dijo:
«Vosotros no sois mi pueblo»,
se les dirá:
«Sois hijos del Dios viviente.»
11 Se congregarán los hijos de Judá y de Israel,
nombrarán un solo jefe
y se levantarán de la tierra,
porque grande será el día de Jezreel.

El amor de Jehová hacia su pueblo infiel

Decid a vuestros hermanos: «Pueblo mío»,
y a vuestras hermanas: «Compadecida».

¡Contended con vuestra madre, contended,
porque ella no es mi mujer
ni yo su marido!
Que aparte de su rostro sus prostituciones,
y sus adulterios de entre sus pechos,
no sea que yo la despoje, la desnude
y la deje como el día en que nació;
haga de ella un desierto,
la convierta en tierra seca
y la mate de sed.
No tendré misericordia de sus hijos,
porque son hijos de prostitución.
Pues su madre se prostituyó,
la que los dio a luz se deshonró,
porque dijo: «Iré tras mis amantes,
que me dan mi pan y mi agua,
mi lana y mi lino,
mi aceite y mi bebida.»

Por tanto, cerraré con espinos su camino,
la cercaré con seto
y no hallará sus caminos.
Seguirá a sus amantes,
pero no los alcanzará;
los buscará, pero no los hallará.
Entonces dirá: «Regresaré a mi primer marido,
porque mejor me iba entonces que ahora.»

Ella no reconoció
que yo era quien le daba
el trigo, el vino y el aceite,
quien multiplicaba la plata y el oro
que ofrecían a Baal.
Por tanto, volveré y tomaré
mi trigo a su tiempo
y mi vino en su estación;
le quitaré mi lana y mi lino
que le había dado para cubrir su desnudez.
10 Ahora descubriré su locura
delante de los ojos de sus amantes,
y nadie la librará de mis manos.
11 Haré cesar todo su gozo,
sus fiestas, sus nuevas lunas,
sus sábados
y todas sus solemnidades.
12 Haré talar sus vides y sus higueras,
de las cuales dijo:
«Éste es el salario
que me dieron mis amantes.»
Las convertiré en un matorral
y se las comerán las bestias del campo.
13 La castigaré por los días
en que quemaba incienso a los baales,
cuando se adornaba con sortijas y collares
y se iba tras sus amantes
olvidándose de mí, dice Jehová.

14 Por eso voy a seducirla;
la llevaré al desierto
y hablaré a su corazón.
15 Le daré sus viñas desde allí,
y haré del valle de Acor
una puerta de esperanza.
Y allí cantará, como en los días de su juventud,
como en el día de su subida de la tierra de Egipto.
16 En aquel tiempo, dice Jehová,
me llamarás Ishi,
y nunca más me llamarás Baali.
17 Porque quitaré de su boca los nombres de los baales,
y nunca más se mencionarán sus nombres.

18 En aquel tiempo haré en favor de ellos un pacto
con las bestias del campo,
con las aves del cielo
y las serpientes de la tierra.
Quitaré de la tierra el arco, la espada y la guerra,
y te haré dormir segura.
19 Te desposaré conmigo para siempre;
te desposaré conmigo en justicia,
juicio, benignidad y misericordia.
20 Te desposaré conmigo en fidelidad,
y conocerás a Jehová.
21 En aquel tiempo yo responderé, dice Jehová;
responderé a los cielos,
y ellos responderán a la tierra,
22 y la tierra responderá al trigo,
al vino y al aceite,
y ellos responderán a Jezreel.
23 La sembraré para mí en la tierra;
tendré misericordia de Lo-ruhama
y diré a Lo-ammi: «¡Tú eres mi pueblo!»,
y él dirá: «¡Dios mío!»

Oseas y la adúltera

Me dijo otra vez Jehová: «Ve y ama a una mujer amada de su compañero y adúltera; así ama Jehová a los hijos de Israel, aunque ellos se vuelven a dioses ajenos y aman las tortas de pasas.» Entonces la compré para mí por quince siclos de plata y un homer y medio de cebada. Le dije: «Tú serás mía durante muchos días; no fornicarás ni te entregarás a otro hombre, y yo haré lo mismo contigo.»

Porque muchos días estarán los hijos de Israel sin rey, sin príncipe, sin sacrificio, sin estatua, sin efod y sin terafines. Después volverán los hijos de Israel, buscarán a Jehová, su Dios, y a David, su rey; y temerán a Jehová y a su bondad al fin de los días.

Controversia de Jehová con Israel

Oíd la palabra de Jehová,
hijos de Israel,
porque Jehová contiende
con los moradores de la tierra,
pues no hay verdad, ni misericordia,
ni conocimiento de Dios en la tierra.
El perjurio y la mentira,
el asesinato, el robo y el adulterio prevalecen,
y se comete homicidio tras homicidio.
Por lo cual se enlutará la tierra
y se extenuará todo morador de ella;
las bestias del campo, las aves del cielo
y aun los peces del mar morirán.

«¡Que nadie acuse ni reprenda a otro!
Tu pueblo es como los que resisten al sacerdote.
Tropezarás por tanto en pleno día,
y de noche el profeta tropezará contigo,
y a tu madre destruiré.
Mi pueblo fue destruido
porque le faltó conocimiento.
Por cuanto desechaste el conocimiento,
yo te echaré del sacerdocio;
puesto que olvidaste la ley de tu Dios,
también yo me olvidaré de tus hijos.

»Cuanto más aumentaban,
más pecaban contra mí;
pues también yo cambiaré su honra en afrenta.
Del pecado de mi pueblo comen,
y en su maldad levantan su alma.
Lo mismo será con el pueblo que con el sacerdote:
los castigaré por su conducta
y les pagaré conforme a sus obras.
10 Comerán, mas no se saciarán;
fornicarán, mas no se multiplicarán,
porque dejaron de servir a Jehová.

11 »Fornicación, vino y mosto
quitan el juicio.
12 Mi pueblo consulta a su ídolo de madera,
y el leño le responde;
porque un espíritu de fornicación lo hizo errar,
y dejaron a su Dios por fornicar.
13 Sobre las cimas de los montes sacrificaron,
y quemaron incienso sobre los collados,
y debajo de las encinas, álamos y olmos,
pues buena es su sombra.
Por tanto, vuestras hijas fornicarán
y vuestras nueras cometerán adulterio.
14 No castigaré a vuestras hijas cuando forniquen,
ni a vuestras nueras cuando cometan adulterio;
porque ellos mismos se van con rameras,
y con malas mujeres sacrifican.
Por tanto, el pueblo sin entendimiento caerá.

15 »Si tú, Israel, fornicas,
que al menos no peque Judá.
¡No entréis en Gilgal,
ni subáis a Bet-avén,
ni juréis: “Vive Jehová”!
16 Porque como novilla indómita
se apartó Israel;
¿los apacentará ahora Jehová
como a corderos en ancho prado?
17 Efraín es dado a ídolos,
¡déjalo!
18 Su bebida se corrompió,
fornicaron sin cesar,
sus príncipes amaron lo que avergüenza.
19 ¡Un viento los llevará en sus alas,
y se avergonzarán de sus sacrificios!»

La apostasía de Israel será castigada

«Sacerdotes, oíd esto,
casa de Israel, estad atentos,
casa del rey, escuchad:
Contra vosotros es el juicio,
pues habéis sido un lazo en Mizpa,
una red tendida sobre Tabor.
Haciendo víctimas han bajado hasta lo profundo;
por tanto, los castigaré a todos ellos.
Yo conozco a Efraín,
e Israel no me es desconocido;
tú, Efraín, ahora te has prostituido,
y se ha contaminado Israel.»

No piensan en convertirse a su Dios,
pues en medio de ellos hay un espíritu de fornicación
y no conocen a Jehová.
La soberbia de Israel testificará en su contra;
Israel y Efraín tropezarán por su pecado,
y Judá tropezará también con ellos.
Con sus ovejas y con sus vacas andarán buscando a Jehová,
mas no lo hallarán:
¡Se ha apartado de ellos!
Contra Jehová prevaricaron,
porque han engendrado hijos de extraños;
ahora serán consumidos en un solo mes
ellos y sus heredades.

¡Tocad la bocina en Gabaa
y la trompeta en Ramá!
¡Sonad la alarma en Bet-avén!
¡Alerta, Benjamín!
Efraín será asolado en el día del castigo;
entre las tribus de Israel
hice conocer la verdad.

10 «Los príncipes de Judá han sido
como los que traspasan los linderos;
¡pero sobre ellos derramaré
a raudales mi ira!
11 Efraín está oprimido,
violados sus derechos,
porque quiso andar
en pos de vanidades.
12 Yo, pues, seré como polilla a Efraín
y como carcoma a la casa de Judá.
13 Verá Efraín su enfermedad
y Judá su llaga;
irá entonces Efraín a Asiria
y pedirá ayuda al gran rey,
pero él no podrá sanaros
ni os curará la llaga.
14 Porque yo seré como león a Efraín
y como cachorro de león a la casa de Judá;
yo, yo mismo los despedazaré, y me iré;
los arrebataré, y nadie podrá librarlos.

Insinceridad del arrepentimiento de Israel

15 »Volveré luego a mi lugar,
hasta que reconozcan su pecado
y busquen mi rostro.
¡En medio de su angustia me buscarán!»

Venid y volvamos a Jehová,
pues él nos destrozó, mas nos curará;
nos hirió, mas nos vendará.
Después de dos días nos hará revivir,
al tercer día nos levantará,
y viviremos delante de él.
Esforcémonos por conocer a Jehová:
cierta como el alba es su salida.
Vendrá a nosotros como la lluvia,
como la lluvia tardía y temprana viene a la tierra.

«¿Qué haré contigo, Efraín?
¿Qué haré contigo, Judá?
Vuestra piedad es como nube matinal,
como el rocío de la madrugada, que se desvanece.
Por eso los he quebrantado mediante los profetas;
con las palabras de mi boca los maté,
y tus juicios brotarán como la luz.
Porque misericordia quiero y no sacrificios,
conocimiento de Dios más que holocaustos.

»Pero ellos, cual Adán, violaron el pacto;
allí han pecado contra mí.
Galaad, ciudad de malhechores,
toda manchada de sangre.
Como ladrones al acecho de un hombre,
así una compañía de sacerdotes
mata y comete infamias
en el camino hacia Siquem.
10 En la casa de Israel he visto cosas horribles:
allí fornicó Efraín
y se contaminó Israel.
11 Para ti también, Judá, está preparada una siega,
cuando yo haga volver el cautiverio de mi pueblo.»

Iniquidad y rebelión de Israel

«Mientras curaba yo a Israel,
se descubrió la iniquidad de Efraín
y las maldades de Samaria,
pues practican el engaño;
el ladrón entra
y el salteador despoja afuera.
No consideran en su corazón
que tengo memoria de toda su maldad.
Ahora los acorralan sus propias obras,
que están delante de mí.

»Con su maldad alegran al rey;
con sus mentiras, a los príncipes.
Todos ellos son adúlteros;
son como horno encendido,
que el hornero cesa de avivar
desde que se amasa la harina
hasta que se ha fermentado.
En el día de nuestro rey,
los príncipes lo hicieron enfermar
con copas de vino;
él extendió su mano con los que se burlaban.
Disponen su corazón para la intriga,
como se prepara un horno;
toda la noche duerme su hornero,
pero a la mañana está encendido
como llama de fuego.
Todos ellos arden como un horno
y devoran a sus jueces.
Así han caído todos sus reyes;
no hay entre ellos quien me invoque.
Efraín se ha mezclado con los demás pueblos;
Efraín es como torta no volteada.
Gente extraña ha devorado su fuerza,
y él no lo sabe.
Ya se ha cubierto de canas,
y él no lo sabe.
10 La soberbia de Israel testificará en su contra.
Con todo, ellos no se vuelven
ni buscan a Jehová, su Dios.
11 Efraín es como paloma incauta,
sin discernimiento:
claman a Egipto, acuden a Asiria.
12 Cuando vayan allá,
tenderé sobre ellos mi red,
los haré caer como aves del cielo,
los castigaré conforme a lo anunciado en sus asambleas.

13 »¡Ay de ellos! porque se apartaron de mí;
destrucción vendrá sobre ellos,
porque contra mí se rebelaron.
Yo los redimiría,
pero ellos hablan mentiras contra mí.
14 No clamaron a mí de corazón,
cuando se lamentaban sobre sus lechos;
Por trigo y mosto se congregaron,
y se han rebelado contra mí.
15 Aunque yo los enseñé y fortalecí sus brazos,
traman el mal contra mí.
16 Volvieron, pero no al Altísimo;
fueron como arco que yerra.
Sus príncipes cayeron a espada
por la soberbia de su lengua:
¡esto será motivo de burla
en la tierra de Egipto!»