Imprimir Opciones de la página

El Señor es el Juez del mundo

94 ¡Muéstrate, Señor, Dios de las venganzas!
Tú eres el Juez del mundo;
¡levántate contra los orgullosos
y dales su merecido!

¿Hasta cuándo, Señor,
hasta cuándo se alegrarán los malvados?
Todos esos malhechores
son insolentes y altaneros;
¡son unos fanfarrones!
Oh Señor,
ellos destrozan a tu pueblo;
¡humillan a los tuyos!
Matan viudas y extranjeros;
asesinan huérfanos.
Dicen que el Señor no ve,
que el Dios de Jacob no se da cuenta.

¡Entiendan, gente torpe y necia!
¿Cuándo podrán comprender?
¿Acaso no habrá de oír
el que ha hecho los oídos?
¿Y acaso no habrá de ver
el que ha formado los ojos?
10 ¿Acaso no ha de castigar
el que corrige a las naciones?
¿Y acaso no ha de saber
el que instruye en el saber al hombre?
11 El Señor sabe que el hombre
sólo piensa tonterías.

12 Oh Señor,
feliz aquel a quien corriges
y le das tus enseñanzas
13 para que tenga tranquilidad
cuando lleguen los días malos,
mientras que al malvado
se le prepara la fosa.
14 El Señor no abandonará a su pueblo,
ni dejará solos a los suyos.
15 La justicia volverá a los tribunales,
y todo hombre honrado la seguirá.

16 ¿Quién se levantará a defenderme
de los malvados y malhechores?
17 Si el Señor no me hubiera ayudado,
yo estaría ya en el silencio de la muerte.
18 Cuando alguna vez dije: «Mis pies resbalan»,
tu amor, Señor, vino en mi ayuda.
19 En medio de las preocupaciones
que se agolpan en mi mente,
tú me das consuelo y alegría.
20 Tú no puedes ser amigo de jueces injustos,
que actúan mal y en contra de la ley;
21 que conspiran contra el inocente y honrado,
y lo condenan a muerte.
22 Pero el Señor es mi refugio;
mi Dios es la roca que me defiende.
23 El Señor hará que los malvados
sean destruidos por su propia maldad.
¡Nuestro Dios los destruirá!

Cantemos al Señor con alegría

95 Vengan, cantemos al Señor con alegría;
cantemos a nuestro protector y Salvador.
Entremos a su presencia con gratitud,
y cantemos himnos en su honor.
Porque el Señor es Dios grande,
el gran Rey de todos los dioses.
Él tiene en su mano
las regiones más profundas de la tierra;
suyas son las más altas montañas.
El mar le pertenece, pues él lo formó;
¡con sus propias manos formó la tierra seca!

Vengan, adoremos de rodillas;
arrodillémonos delante del Señor,
pues él nos hizo.
Él es nuestro Dios, y nosotros su pueblo;
somos ovejas de sus prados.

Escuchen hoy lo que él les dice:
«No endurezcan su corazón, como en Meribá;
como aquel día en Masá, en el desierto,
cuando me pusieron a prueba sus antepasados,
aunque habían visto mis obras.
10 Cuarenta años estuve enojado
con aquella generación,
y dije: “Esta gente anda muy descarriada;
¡no obedecen mis mandatos!”
11 Por eso juré en mi furor
que no entrarían en el lugar de mi reposo.»

Una canción nueva al Señor(A)

96 Canten al Señor una canción nueva;
canten al Señor, habitantes de toda la tierra;
canten al Señor, bendigan su nombre;
anuncien día tras día su salvación.
Hablen de su gloria y de sus maravillas
ante todos los pueblos y naciones,
porque el Señor es grande
y muy digno de alabanza:
¡más terrible que todos los dioses!
Los dioses de otros pueblos no son nada,
pero el Señor hizo los cielos.
¡Hay gran esplendor en su presencia!
¡Hay poder y belleza en su santuario!

Den al Señor, familias de los pueblos,
den al Señor el poder y la gloria;
den al Señor la honra que merece;
entren a sus atrios con ofrendas,
adoren al Señor en su hermoso santuario.
¡Que todo el mundo tiemble delante de él!
10 Digan a las naciones: «¡El Señor es Rey!»
Él afirmó el mundo, para que no se mueva;
él gobierna a los pueblos con igualdad.
11 ¡Que se alegren los cielos y la tierra!
¡Que brame el mar y todo lo que contiene!
12 ¡Que se alegre el campo y todo lo que hay en él!
¡Que griten de alegría los árboles del bosque,
13 delante del Señor, que viene!
¡Sí, él viene a gobernar la tierra,
y gobernará a los pueblos del mundo
con justicia y con verdad!

¡El Señor es Rey!

97 ¡Alégrese toda la tierra!
¡Alégrense las islas numerosas!
¡El Señor es Rey!
Está rodeado de espesas nubes;
la justicia y el derecho sostienen su trono;
el fuego va delante de él
y quema a los enemigos que lo rodean.
Sus relámpagos iluminan el mundo;
¡la tierra tiembla al verlos!
Las montañas se derriten como cera
ante el Señor, ante el dueño de toda la tierra.
Los cielos anuncian su justicia;
todos los pueblos ven su gloria.
Quedan humillados los que adoran ídolos,
los que se sienten orgullosos de ellos.
¡Todos los dioses se inclinan ante él!

Oh Señor,
Sión y las ciudades de Judá
se alegran mucho por tus decretos;
pues tú, Señor altísimo,
estás por encima de toda la tierra
y mucho más alto que todos los dioses.

10 El Señor ama a los que odian el mal;
protege la vida de los que le son fieles;
los libra de caer en manos de malvados.
11 La luz brilla para el hombre bueno;
la alegría es para la gente honrada.

12 ¡Alégrense en el Señor, hombres buenos,
y alaben su santo nombre!

¡El Señor ha alcanzado la victoria!

(1a) Salmo.

98 (1b) ¡Canten al Señor una canción nueva,
pues ha hecho maravillas!
¡Ha alcanzado la victoria
con su gran poder, con su santo brazo!
El Señor ha anunciado su victoria,
ha mostrado su justicia
a la vista de las naciones;
ha tenido presentes su amor y su lealtad
hacia el pueblo de Israel.
¡Hasta el último rincón del mundo ha sido vista
la victoria de nuestro Dios!

Canten a Dios con alegría,
habitantes de toda la tierra;
den rienda suelta a su alegría
y cántenle himnos.
Canten himnos al Señor al son del arpa,
al son de los instrumentos de cuerda.
Canten con alegría ante el Señor, el Rey,
al son de los instrumentos de viento.

Que brame el mar y todo lo que contiene,
el mundo y sus habitantes;
que aplaudan los ríos;
que se unan las montañas en gritos de alegría
delante del Señor,
que viene a gobernar la tierra.
Él gobernará a los pueblos del mundo
con rectitud e igualdad.

Oración clamando por venganza

94 Jehová, Dios de las venganzas,

Dios de las venganzas, muéstrate.

Engrandécete, oh Juez de la tierra;

Da el pago a los soberbios.

¿Hasta cuándo los impíos,

Hasta cuándo, oh Jehová, se gozarán los impíos?

¿Hasta cuándo pronunciarán, hablarán cosas duras,

Y se vanagloriarán todos los que hacen iniquidad?

A tu pueblo, oh Jehová, quebrantan,

Y a tu heredad afligen.

A la viuda y al extranjero matan,

Y a los huérfanos quitan la vida.

Y dijeron: No verá JAH,

Ni entenderá el Dios de Jacob.

Entended, necios del pueblo;

Y vosotros, fatuos, ¿cuándo seréis sabios?

El que hizo el oído, ¿no oirá?

El que formó el ojo, ¿no verá?

10 El que castiga a las naciones, ¿no reprenderá?

¿No sabrá el que enseña al hombre la ciencia?

11 Jehová conoce los pensamientos de los hombres,

Que son vanidad.(A)

12 Bienaventurado el hombre a quien tú, JAH, corriges,

Y en tu ley lo instruyes,

13 Para hacerle descansar en los días de aflicción,

En tanto que para el impío se cava el hoyo.

14 Porque no abandonará Jehová a su pueblo,

Ni desamparará su heredad,

15 Sino que el juicio será vuelto a la justicia,

Y en pos de ella irán todos los rectos de corazón.

16 ¿Quién se levantará por mí contra los malignos?

¿Quién estará por mí contra los que hacen iniquidad?

17 Si no me ayudara Jehová,

Pronto moraría mi alma en el silencio.

18 Cuando yo decía: Mi pie resbala,

Tu misericordia, oh Jehová, me sustentaba.

19 En la multitud de mis pensamientos dentro de mí,

Tus consolaciones alegraban mi alma.

20 ¿Se juntará contigo el trono de iniquidades

Que hace agravio bajo forma de ley?

21 Se juntan contra la vida del justo,

Y condenan la sangre inocente.

22 Mas Jehová me ha sido por refugio,

Y mi Dios por roca de mi confianza.

23 Y él hará volver sobre ellos su iniquidad,

Y los destruirá en su propia maldad;

Los destruirá Jehová nuestro Dios.

Cántico de alabanza y de adoración

95 Venid, aclamemos alegremente a Jehová;

Cantemos con júbilo a la roca de nuestra salvación.

Lleguemos ante su presencia con alabanza;

Aclamémosle con cánticos.

Porque Jehová es Dios grande,

Y Rey grande sobre todos los dioses.

Porque en su mano están las profundidades de la tierra,

Y las alturas de los montes son suyas.

Suyo también el mar, pues él lo hizo;

Y sus manos formaron la tierra seca.

Venid, adoremos y postrémonos;

Arrodillémonos delante de Jehová nuestro Hacedor.

Porque él es nuestro Dios;

Nosotros el pueblo de su prado, y ovejas de su mano.

Si oyereis hoy su voz,

No endurezcáis vuestro corazón,(B) como en Meriba,

Como en el día de Masah en el desierto,

Donde me tentaron vuestros padres,

Me probaron,(C) y vieron mis obras.

10 Cuarenta años estuve disgustado con la nación,

Y dije: Pueblo es que divaga de corazón,

Y no han conocido mis caminos.

11 Por tanto, juré en mi furor

Que no entrarían en mi reposo.(D)(E)

Cántico de alabanza

(1 Cr. 16.23-33)

96 Cantad a Jehová cántico nuevo;

Cantad a Jehová, toda la tierra.

Cantad a Jehová, bendecid su nombre;

Anunciad de día en día su salvación.

Proclamad entre las naciones su gloria,

En todos los pueblos sus maravillas.

Porque grande es Jehová, y digno de suprema alabanza;

Temible sobre todos los dioses.

Porque todos los dioses de los pueblos son ídolos;

Pero Jehová hizo los cielos.

Alabanza y magnificencia delante de él;

Poder y gloria en su santuario.

Tributad a Jehová, oh familias de los pueblos,

Dad a Jehová la gloria y el poder.

Dad a Jehová la honra debida a su nombre;

Traed ofrendas, y venid a sus atrios.

Adorad a Jehová en la hermosura de la santidad;(F)

Temed delante de él, toda la tierra.

10 Decid entre las naciones: Jehová reina.

También afirmó el mundo, no será conmovido;

Juzgará a los pueblos en justicia.

11 Alégrense los cielos, y gócese la tierra;

Brame el mar y su plenitud.

12 Regocíjese el campo, y todo lo que en él está;

Entonces todos los árboles del bosque rebosarán de contento,

13 Delante de Jehová que vino;

Porque vino a juzgar la tierra.

Juzgará al mundo con justicia,

Y a los pueblos con su verdad.

El dominio y el poder de Jehová

97 Jehová reina; regocíjese la tierra,

Alégrense las muchas costas.

Nubes y oscuridad alrededor de él;

Justicia y juicio son el cimiento de su trono.

Fuego irá delante de él,

Y abrasará a sus enemigos alrededor.

Sus relámpagos alumbraron el mundo;

La tierra vio y se estremeció.

Los montes se derritieron como cera delante de Jehová,

Delante del Señor de toda la tierra.

Los cielos anunciaron su justicia,

Y todos los pueblos vieron su gloria.

Avergüéncense todos los que sirven a las imágenes de talla,

Los que se glorían en los ídolos.

Póstrense a él todos los dioses.

Oyó Sion, y se alegró;

Y las hijas de Judá,

Oh Jehová, se gozaron por tus juicios.

Porque tú, Jehová, eres excelso sobre toda la tierra;

Eres muy exaltado sobre todos los dioses.

10 Los que amáis a Jehová, aborreced el mal;

Él guarda las almas de sus santos;

De mano de los impíos los libra.

11 Luz está sembrada para el justo,

Y alegría para los rectos de corazón.

12 Alegraos, justos, en Jehová,

Y alabad la memoria de su santidad.

Alabanza por la justicia de Dios

Salmo.

98 Cantad a Jehová cántico nuevo,

Porque ha hecho maravillas;

Su diestra lo ha salvado, y su santo brazo.

Jehová ha hecho notoria su salvación;

A vista de las naciones ha descubierto su justicia.

Se ha acordado de su misericordia y de su verdad para con la casa de Israel;

Todos los términos de la tierra han visto la salvación de nuestro Dios.

Cantad alegres a Jehová, toda la tierra;

Levantad la voz, y aplaudid, y cantad salmos.

Cantad salmos a Jehová con arpa;

Con arpa y voz de cántico.

Aclamad con trompetas y sonidos de bocina,

Delante del rey Jehová.

Brame el mar y su plenitud,

El mundo y los que en él habitan;

Los ríos batan las manos,

Los montes todos hagan regocijo

Delante de Jehová, porque vino a juzgar la tierra.

Juzgará al mundo con justicia,

Y a los pueblos con rectitud.

94 Señor, Dios de las venganzas;
    Dios de las venganzas, ¡resplandece!
Levántate, Juez de la tierra,
    y dales su merecido a los soberbios.
¿Hasta cuándo, Señor, hasta cuándo
    habrán de ufanarse los malvados?

Todos esos malhechores son unos fanfarrones;
    a borbotones escupen su arrogancia.
A tu pueblo, Señor, lo pisotean;
    oprimen tu herencia.
Matan a las viudas y a los extranjeros;
    a los huérfanos los asesinan.
Y hasta dicen: «El Señor no ve;
    el Dios de Jacob no se da cuenta».

Entiendan esto, gente necia;
    ¿cuándo, insensatos, lo comprenderán?
¿Acaso no oirá el que nos hizo los oídos
    ni podrá ver el que nos formó los ojos?
10 ¿Y no habrá de castigar el que corrige a las naciones
    e imparte conocimiento a todo ser humano?
11 El Señor conoce los pensamientos humanos,
    y sabe que son vanidad.

12 Dichoso aquel a quien tú, Señor, corriges;
    aquel a quien instruyes en tu Ley,
13 para que enfrente tranquilo los días malos,
    mientras al impío se le cava una fosa.
14 El Señor no rechazará a su pueblo;
    no dejará a su herencia en el abandono.
15 El juicio volverá a basarse en la justicia
    y todos los de corazón sincero la seguirán.

16 ¿Quién se levantará a defenderme de los malvados?
    ¿Quién se pondrá de mi parte contra los malhechores?
17 Si el Señor no me hubiera brindado su ayuda,
    muy pronto me habría quedado en mortal silencio.
18 No bien decía: «Mis pies resbalan»,
    cuando ya tu gran amor, Señor, venía en mi ayuda.
19 Cuando en mí la angustia iba en aumento,
    tu consuelo llenaba mi alma de alegría.

20 ¿Te asociarías con reyes corruptos[a]
    que por decreto fraguan la maldad,
21 que conspiran contra la vida de los justos
    y condenan a muerte al inocente?
22 Pero el Señor es mi protector,
    es mi Dios y la Roca en que me refugio.
23 Él les hará pagar por sus pecados
    y los destruirá por su maldad;
    el Señor nuestro Dios los destruirá.

95 ¡Vengan, cantemos con júbilo al Señor;
    aclamemos alegres a la Roca de nuestra salvación!
Lleguemos ante él con acción de gracias;
    aclamémoslo con cánticos.

Porque el Señor es el gran Dios,
    el gran Rey sobre todos los dioses.
En sus manos están los abismos de la tierra;
    suyas son las cumbres de los montes.
Suyo es el mar, porque él lo hizo;
    con sus manos formó la tierra seca.

¡Vengan, postrémonos reverentes!
    Doblemos la rodilla ante el Señor nuestro Hacedor!
Porque él es nuestro Dios
    y nosotros somos el pueblo de su prado;
    somos un rebaño bajo su cuidado.

Si ustedes oyen hoy su voz,
    no endurezcan sus corazones,[b] como en Meribá,[c]
    como aquel día en Masá,[d] en el desierto,
cuando sus antepasados me tentaron,
    cuando me pusieron a prueba, a pesar de haber visto mis obras.
10 Cuarenta años estuve enojado con aquella generación
    y dije: «Son un pueblo que siempre se aleja de mí,
    que no reconoce mis caminos».
11 Así que, en mi enojo, hice este juramento:
    «Jamás entrarán en mi reposo».

96 (A)¡Canten al Señor un cántico nuevo!
    ¡Canten al Señor, habitantes de toda la tierra!
¡Canten al Señor, alaben su nombre!
    ¡Proclamen día tras día su salvación!
Anuncien su gloria entre las naciones,
    sus maravillas a todos los pueblos.

¡Grande es el Señor y digno de alabanza,
    más temible que todos los dioses!
Todos los dioses de las naciones son ídolos,
    pero el Señor ha hecho los cielos.
El esplendor y la majestad son sus heraldos;
    hay poder y belleza en su santuario.

¡Tributen al Señor, pueblos todos!
    ¡Tributen al Señor la gloria y el poder!
¡Tributen al Señor la gloria que merece su nombre!
    ¡Traigan sus ofrendas y entren en sus atrios!
¡Póstrense ante el Señor en la hermosura de su santidad!
    ¡Tiemble delante de él toda la tierra!
10 Digan las naciones:
    «¡El Señor reina!».
Ha establecido el mundo con firmeza;
    jamás será removido.
    Él juzga a los pueblos con equidad.

11 ¡Alégrense los cielos, regocíjese la tierra!
    ¡Brame el mar y todo lo que él contiene!
12 ¡Canten alegres los campos y todo lo que hay en ellos!
    ¡Que canten alegres todos los árboles del bosque!
13 ¡Canten delante del Señor porque ya viene!
    ¡Ya viene a juzgar la tierra!
Y juzgará al mundo con justicia
    y a los pueblos con fidelidad.

97 ¡El Señor es Rey!
    ¡Regocíjese la tierra!
    ¡Alégrense las costas más remotas!
Nubes y densa oscuridad lo rodean;
    la rectitud y la justicia son la base de su trono.
El fuego va delante de él
    y consume a los adversarios que lo rodean.
Sus relámpagos iluminan el mundo;
    al verlos, la tierra se estremece.
Ante el Señor, dueño de toda la tierra,
    las montañas se derriten como cera.
Los cielos proclaman su justicia
    y todos los pueblos contemplan su gloria.

Sean avergonzados todos los que adoran imágenes,
    los que se jactan de sus ídolos inútiles.
    ¡Póstrense ante él todos los dioses!

Señor, por causa de tus juicios
    Sión escucha esto y se alegra,
    y las ciudades de Judá se regocijan.
Porque tú, Señor, eres el Altísimo:
    ¡estás por encima de toda la tierra
    y muy por encima de todos los dioses!
10 Ustedes, que aman al Señor, odien el mal;
    él protege la vida de sus fieles
    y los libra de manos de los malvados.
11 La luz se esparce sobre los justos
    y la alegría sobre los de corazón sincero.
12 ¡Alégrense en el Señor, ustedes los justos,
    y alaben su santo nombre!

Salmo.

98 ¡Canten al Señor un cántico nuevo
    porque ha hecho maravillas!
Su diestra, su santo brazo,
    ha alcanzado la victoria.
El Señor ha hecho gala de su salvación;
    ha mostrado su justicia a las naciones.
Se ha acordado de su gran amor y de su fidelidad
    por el pueblo de Israel;
¡todos los confines de la tierra son testigos
    de la salvación de nuestro Dios!

¡Aclamen alegres al Señor, habitantes de toda la tierra!
    ¡Prorrumpan en alegres cánticos y salmos!
¡Canten salmos al Señor al son del arpa,
    al son del arpa y de coros melodiosos!
¡Aclamen alegres al Señor, el Rey,
    al son de clarines y trompetas!

¡Brame el mar y todo lo que él contiene;
    el mundo y todos sus habitantes!
¡Que aplaudan los ríos
    y canten jubilosos todos los montes!
Canten delante del Señor,
    que ya viene a juzgar la tierra.
Y juzgará al mundo con justicia,
    a los pueblos con equidad.

Notas al pie

  1. 94:20 reyes corruptos. Lit. trono corrupto.
  2. 95:8 corazones. En la Biblia, corazón se usa para designar el asiento de las emociones, pensamientos y voluntad, es decir, el proceso de toma de decisiones del ser humano.
  3. 95:8 En hebreo, Meribá significa altercado.
  4. 95:8 En hebreo, Masá significa prueba o provocación.

Dios es un juez justo

SALMO 94 (93)

94 1-2 Dios mío,
tú eres el juez de la tierra;
¡hazte presente,
entra en acción,
y castiga a los culpables!
¡Dales su merecido a los orgullosos!

Dios mío,
¡basta ya de malvados,
basta ya de sus burlas!
Todos ellos son malhechores;
¡son unos habladores y orgullosos!
¡Se creen la gran cosa!
Aplastan y afligen
a tu pueblo elegido:
matan a las viudas,
asesinan a los huérfanos,
masacran a los refugiados,
y aun se atreven a decir:
«El Dios de Israel
no se da cuenta de nada».

Gente torpe,
quiero que entiendan esto;
¿cuándo van a comprenderlo?
Si Dios nos dio
la vista y el oído,
¡de seguro él puede ver y oír!
10 ¡Cómo no va a castigar
el que corrige a las naciones!
¡Como no va a saber
el que nos instruye a todos!
11 ¡Bien sabe nuestro Dios
las tonterías que se nos ocurren!

12 Mi Dios,
tú bendices a los que corriges,
a los que instruyes en tu ley,
13 para que enfrenten tranquilos
los tiempos difíciles;
en cambio, a los malvados
se les echará en la tumba.
14 Tú, mi Dios,
jamás abandonarás a tu pueblo.
15 Los jueces volverán a ser justos,
y la gente honrada los imitará.

16 Cuando los malvados me atacaron,
nadie se levantó a defenderme;
¡nadie se puso de mi parte
y en contra de los malhechores!
17 Si tú no me hubieras ayudado,
muy pronto habría perdido la vida;
18 pero te llamé
al sentir que me caía,
y tú, con mucho amor,
me sostuviste.
19 En medio de mis angustias
y grandes preocupaciones,
tú me diste consuelo y alegría.

20 Tú no puedes ser amigo
de gobernantes corruptos,
que violan la ley
y hacen planes malvados.
21 Esa clase de gobernantes
siempre está haciendo planes
contra la gente honrada,
y dicta sentencia de muerte
contra la gente inocente.
22-23 Esa gente es tan malvada
que acabarás por destruirla.

Pero tú, mi Dios,
eres mi más alto escondite;
¡eres como una roca
en la que encuentro refugio!

Cantemos a Dios con alegría

SALMO 95 (94)

95 ¡Vamos, cantemos con alegría!
¡Alabemos a nuestro Dios!
¡Él nos salva y nos protege!
¡Vayamos a darle gracias!
¡Cantémosle himnos de alabanza!
Nuestro Dios es poderoso,
¡es el rey de todos los dioses!
Nuestro Dios tiene en sus manos
lo más profundo de la tierra;
suyas son las montañas más altas.
Suyos son el mar y la tierra,
pues él mismo los creó.

¡Vamos, adoremos de rodillas
a nuestro Dios y creador!
Pertenecemos a Dios;
nosotros somos su pueblo.
Él es nuestro pastor,
y nosotros somos su rebaño;
¡estamos bajo su cuidado!
Si hoy escuchamos su voz,
no seamos tercos,
como cuando nos rebelamos
en el desierto, cerca de Masá.

Dios dice:
«En aquella ocasión,
sus antepasados me pusieron a prueba,
a pesar de que vieron lo que hice.
10 Durante cuarenta años
estuve muy enojado contra ellos,
y al fin les hice ver
que vivían en el error,
pues no obedecían mis mandamientos.
11 Por eso, ya enojado decidí:
“No voy a permitirles
entrar en la tierra prometida,
donde los habría hecho descansar”».

Dios es nuestro rey

SALMO 96 (95)

96 ¡Vamos, habitantes de este mundo!
¡Cantemos a Dios un nuevo himno!
¡Cantemos alabanzas a nuestro Dios!
¡Celebremos día tras día sus victorias!
¡Anunciemos su grandeza y maravillas
entre todas las naciones!

¡Grande y digno de alabanza
es nuestro Dios,
y más temible que todos los dioses!
Los dioses de otras naciones
son dioses falsos,
pero Dios hizo los cielos.
Lleno está su santuario
de majestad y esplendor,
de poder y belleza.

Pueblos todos,
¡reconozcan el poder de nuestro Dios
y ríndanle homenaje!
¡Vengan a los patios de su templo
y traigan sus ofrendas!
¡Adórenlo como él se merece!
¡Inclínense ante él
en su santuario majestuoso!
¡Que toda la tierra le rinda homenaje!
10 Que digan las naciones:
«¡Dios es nuestro rey!»

Él estableció el mundo con firmeza,
y el mundo jamás se moverá.
¡Él gobierna las naciones con justicia!

11 ¡Que se alegren los cielos!
¡Que grite la tierra de alegría!
¡Que ruja el mar,
con todo lo que contiene!
12 ¡Que canten alegres los campos,
con todo lo que hay en ellos!
¡Que griten de alegría
todos los árboles del bosque!
13 ¡Que canten en presencia de Dios,
que viene ya para gobernar al mundo!
¡Dios gobernará con verdadera justicia
a todos los pueblos de la tierra!

Dios es un rey justo

SALMO 97 (96)

97 ¡Dios es nuestro rey!
¡Que lo celebre la tierra!
¡Que lo festejen las islas lejanas!

2-3 Dios es un rey justo,
que hace valer el derecho.

Su trono está rodeado
de oscuros nubarrones.
De su presencia sale fuego
que consume a sus enemigos.
Sus relámpagos iluminan el mundo.
Al verlos, la tierra se estremece.

En presencia de nuestro Dios,
que domina el mundo entero,
las montañas se derriten como cera;
los cielos reconocen su justicia,
los pueblos contemplan su poder,
y los dioses se inclinan ante él.
Así quedan en vergüenza
todos los que adoran dioses falsos.

Cuando lo sepan en Jerusalén
y en las ciudades de Judá,
todos se llenarán de alegría
porque tú eres un Dios justo.
¡Tú eres el Dios altísimo!
¡Eres más grande que toda la tierra!
¡Eres más grande que todos los dioses!
10 Tú amas y proteges
a quienes odian el mal y te obedecen;
tú los libras de los malvados;
11 tú derramas luz y alegría
sobre la gente honrada.

12 Ustedes los justos,
¡alégrense en Dios!
¡Alábenlo porque es nuestro Dios!

Dios es justo

SALMO 98 (97)

Himno.

98 ¡Cantemos a Dios un nuevo himno!
¡Él hace grandes maravillas!
Con su brazo santo y poderoso,
venció a sus enemigos.
Todo el mundo ha presenciado
el triunfo de nuestro Dios.
Nuestro Dios se acordó
de Israel, su pueblo amado.
¡Los más lejanos lugares de la tierra
han visto el triunfo de nuestro Dios!

Habitantes de toda la tierra,
griten con todas sus fuerzas:
«¡Viva nuestro Dios!»
¡Alábenlo con himnos y cánticos alegres!
¡Cántenle himnos
al son de instrumentos de cuerda
y con voces melodiosas!
¡Canten alegres a nuestro Rey,
al son de clarines y trompetas!
¡Que se unan en alabanza
el mar y todo lo que contiene,
el mundo y todos sus habitantes!
¡Que aplaudan los ríos,
y canten alegres todos los cerros!
¡Que canten delante de Dios,
que viene para gobernar el mundo!
¡Él es un Dios justo,
y gobernará con justicia
a todos los pueblos de la tierra!

Oración pidiendo justicia

94 Oh Señor, Dios de las venganzas(A),
oh Dios de las venganzas, ¡resplandece[a](B)!
Levántate(C), Juez de la tierra(D);
da su merecido a los soberbios(E).
¿Hasta cuándo los impíos, Señor,
hasta cuándo los impíos se regocijarán(F)?
Charlan, hablan con arrogancia(G);
todos los que hacen iniquidad se vanaglorían(H).
Aplastan a tu pueblo(I), Señor,
y afligen a tu heredad(J).
Matan a la viuda y al extranjero[b],
y asesinan a los huérfanos(K).
Y dicen: El Señor[c] no lo ve,
ni hace caso(L) el Dios de Jacob.

Haced caso, torpes del pueblo;
necios[d], ¿cuándo entenderéis(M)?
El que hizo[e] el oído(N), ¿no oye?
El que dio forma al ojo, ¿no ve?
10 ¿No reprenderá el que castiga[f] a las naciones(O),
el que enseña conocimiento al hombre(P)?
11 El Señor conoce los pensamientos del hombre(Q),
sabe que son solo un soplo.

12 Bienaventurado el hombre a quien corriges[g](R), Señor[h],
y lo instruyes en[i] tu ley(S);
13 para darle descanso(T) en los días de aflicción(U),
hasta que se cave una fosa(V) para el impío.
14 Porque el Señor no abandonará a su pueblo(W),
ni desamparará a su heredad(X).
15 Porque el juicio[j](Y) volverá a ser justo[k],
y todos los rectos de corazón lo seguirán[l].
16 ¿Quién se levantará por mí(Z) contra los malhechores?
¿Quién me defenderá de[m] los que hacen iniquidad(AA)?

17 Si el Señor no hubiera sido mi socorro(AB),
pronto habría habitado mi alma en el lugar del silencio.
18 Si digo: Mi pie ha resbalado(AC),
tu misericordia, oh Señor, me sostendrá.
19 Cuando mis inquietudes se multiplican[n] dentro de mí,
tus consuelos(AD) deleitan mi alma.
20 ¿Puede ser aliado tuyo un trono[o] de destrucción(AE),
que planea el mal[p] por decreto(AF)?
21 Se unen(AG) contra la vida[q] del justo,
y condenan a muerte al inocente[r](AH).
22 Pero el Señor ha sido mi baluarte(AI),
y mi Dios la roca de mi refugio(AJ).
23 Él ha hecho volver sobre ellos su propia iniquidad(AK),
y los destruirá[s] en su maldad(AL);
el Señor, nuestro Dios, los destruirá[t].

Alabanza al Señor y advertencia contra la incredulidad

95 Venid, cantemos con gozo al Señor(AM),
aclamemos con júbilo a la roca de nuestra salvación(AN).
Vengamos ante su presencia(AO) con acción de gracias[u](AP);
aclamémosle con salmos[v](AQ).
Porque Dios grande(AR) es el Señor,
y Rey grande sobre todos los dioses(AS),
en cuya mano están las profundidades de la tierra(AT);
suyas son también las cumbres de los montes.
Suyo es el mar[w], pues Él lo hizo(AU),
y sus manos formaron la tierra firme[x].

Venid, adoremos y postrémonos(AV);
doblemos la rodilla(AW) ante el Señor nuestro Hacedor(AX).
Porque Él es nuestro Dios,
y nosotros el pueblo de su prado[y](AY) y las ovejas de su mano.
Si oís hoy su voz[z](AZ),
no endurezcáis vuestro corazón como en Meriba[aa](BA),
como en el día de Masah[ab](BB) en el desierto,
cuando vuestros padres me tentaron(BC),
me probaron, aunque habían visto mi obra.
10 Por cuarenta años(BD) me repugnó aquella generación,
y dije: Es un pueblo que se desvía[ac] en su corazón(BE)
y no conocen mis caminos.
11 Por tanto, juré en mi ira(BF):
Ciertamente no entrarán en mi reposo(BG).

Invitación a la adoración

96 (BH)Cantad al Señor un cántico nuevo(BI);
cantad al Señor, toda la tierra.
Cantad al Señor, bendecid su nombre;
proclamad de día en día las buenas nuevas de su salvación(BJ).
Contad su gloria entre las naciones(BK),
sus maravillas entre todos los pueblos.
Porque grande es el Señor, y muy digno de ser alabado(BL);
temible es Él sobre todos los dioses(BM).
Porque todos los dioses de los pueblos son ídolos[ad](BN),
mas el Señor hizo los cielos(BO).
Gloria y majestad(BP) están delante de Él;
poder y hermosura en su santuario.

Tributad[ae] al Señor, oh familias de los pueblos(BQ),
tributad[af] al Señor gloria y poder(BR).
Tributad[ag] al Señor la gloria debida a[ah] su nombre(BS);
traed ofrenda[ai](BT) y entrad en sus atrios.
Adorad al Señor en vestiduras santas[aj](BU);
temblad ante su presencia, toda la tierra(BV).
10 Decid entre las naciones: El Señor reina[ak](BW);
ciertamente el mundo está bien afirmado, será inconmovible;
Él juzgará a los pueblos con equidad[al](BX).

11 Alégrense los cielos(BY) y regocíjese la tierra(BZ);
ruja[am] el mar(CA) y cuanto contiene[an];
12 gócese el campo(CB) y todo lo que en él hay.
Entonces todos los árboles del bosque(CC) cantarán con gozo
13 delante del Señor, porque Él viene;
porque Él viene a juzgar la tierra:
juzgará al mundo con justicia
y a los pueblos con su fidelidad[ao](CD).

Soberanía y poder del Señor

97 El Señor reina[ap](CE); regocíjese la tierra(CF);
alégrense las muchas islas[aq](CG).
Nubes y densas tinieblas le rodean(CH),
justicia y derecho son el fundamento de su trono(CI).
Fuego(CJ) va delante de Él,
y quema a sus adversarios(CK) en derredor.
Sus relámpagos iluminaron el mundo(CL);
la tierra vio y se estremeció(CM).
Como cera se derritieron los montes(CN) ante la presencia del Señor,
ante la presencia del Señor de toda la tierra(CO).
Los cielos proclaman su justicia(CP),
y todos los pueblos han visto su gloria(CQ).

Sean avergonzados todos los que sirven a imágenes talladas(CR),
los que se glorían en los ídolos(CS);
adórenle[ar](CT) todos los dioses[as].
Oyó Sión esto y se alegró(CU),
y las hijas de Judá se han regocijado
a causa de tus juicios, oh Señor.
Porque tú eres el Señor, el Altísimo sobre toda la tierra(CV),
muy excelso sobre todos los dioses[at](CW).

10 Los que amáis al Señor, aborreced el mal(CX);
Él guarda las almas de sus santos(CY);
los libra de la mano de los impíos(CZ).
11 Luz se ha sembrado para el justo(DA),
y alegría para los rectos de corazón(DB).
12 Justos, alegraos en el Señor(DC),
y alabad su santo nombre[au](DD).

Alabad al Señor por su justicia

Salmo.

98 Cantad al Señor un cántico nuevo(DE),
porque ha hecho maravillas(DF),
su diestra(DG) y su santo brazo(DH) le han dado la victoria[av].
El Señor ha dado a conocer su salvación;
a la vista de las naciones ha revelado su justicia[aw](DI).
Se ha acordado de su misericordia y de su fidelidad(DJ) para con la casa de Israel;
todos los términos de la tierra(DK) han visto la salvación de nuestro Dios.

Aclamad con júbilo al Señor, toda la tierra(DL);
prorrumpid y cantad con gozo, cantad alabanzas(DM).
Cantad alabanzas al Señor con la lira(DN),
con la lira y al son de la melodía[ax](DO).
Con trompetas y sonido de cuerno(DP),
dad voces(DQ) ante el Rey, el Señor(DR).

Ruja el mar(DS) y cuanto contiene,
el mundo y los que en él habitan(DT).
Batan palmas los ríos(DU);
a una canten jubilosos los montes(DV)
delante del Señor, pues viene a juzgar la tierra(DW);
Él juzgará al mundo con justicia,
y a los pueblos con equidad[ay](DX).

Notas al pie

  1. Salmos 94:1 O, ha resplandecido
  2. Salmos 94:6 O, peregrino
  3. Salmos 94:7 Heb., Yah
  4. Salmos 94:8 O, estúpidos
  5. Salmos 94:9 Lit., plantó
  6. Salmos 94:10 O, enseña, o, instruye
  7. Salmos 94:12 O, instruyes
  8. Salmos 94:12 Heb., Yah
  9. Salmos 94:12 Lit., de
  10. Salmos 94:15 I.e., la administración de justicia
  11. Salmos 94:15 Lit., volverá a la justicia
  12. Salmos 94:15 Lit., estarán tras él
  13. Salmos 94:16 O, se levantará por mí contra
  14. Salmos 94:19 O, son muchas
  15. Salmos 94:20 O, tribunal
  16. Salmos 94:20 O, daño, o, agravio
  17. Salmos 94:21 Lit., el alma
  18. Salmos 94:21 Lit., a la sangre inocente
  19. Salmos 94:23 O, callará
  20. Salmos 94:23 O, callará
  21. Salmos 95:2 O, un canto de acción de gracias
  22. Salmos 95:2 O, cánticos (con acompañamiento de instrumentos)
  23. Salmos 95:5 Lit., Quien tiene el mar
  24. Salmos 95:5 O, seca
  25. Salmos 95:7 Lit., pastoreo
  26. Salmos 95:7 U, ¡Oh si obedeciérais...voz!
  27. Salmos 95:8 I.e., el lugar de contienda
  28. Salmos 95:8 I.e., tentación
  29. Salmos 95:10 Lit., divaga
  30. Salmos 96:5 O, cosas inexistentes
  31. Salmos 96:7 Lit., Dad
  32. Salmos 96:7 Lit., Dad
  33. Salmos 96:8 Lit., Dad
  34. Salmos 96:8 Lit., de
  35. Salmos 96:8 U, ofrenda de cereal
  36. Salmos 96:9 O, en la hermosura de la santidad
  37. Salmos 96:10 O, se ha hecho rey
  38. Salmos 96:10 O, rectitud
  39. Salmos 96:11 O, truene
  40. Salmos 96:11 Lit., y su plenitud
  41. Salmos 96:13 O, verdad
  42. Salmos 97:1 O, se ha hecho rey
  43. Salmos 97:1 O, costas
  44. Salmos 97:7 O, le han adorado
  45. Salmos 97:7 O, poderes sobrenaturales
  46. Salmos 97:9 O, poderes sobrenaturales
  47. Salmos 97:12 Lit., y dad gracias por la memoria de su santidad
  48. Salmos 98:1 O, salvación
  49. Salmos 98:2 I.e., fidelidad a las promesas de su gracia
  50. Salmos 98:5 O, y la voz del cántico
  51. Salmos 98:9 O, rectitud