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20 El vino hace insolente al hombre;
las bebidas fuertes lo alborotan;
bajo sus efectos nadie actúa sabiamente.

Un rey furioso es como un león rugiente;
quien lo provoca, pone su vida en peligro.

Es honra del hombre evitar discusiones,
mas cualquier necio puede iniciarlas.

Cuando es tiempo de arar, el perezoso no ara;
pero al llegar la cosecha, buscará y no encontrará.

Las intenciones secretas son como aguas profundas,
pero el que es inteligente sabe descubrirlas.

Hay muchos que presumen de leales,
pero no se halla a nadie en quien se pueda confiar.

¡Felices los hijos que deja
quien ha vivido con rectitud y honradez!

Cuando el rey toma asiento en el tribunal,
le basta una sola mirada para barrer el mal.

Nadie puede decir: «Tengo puro el corazón,
estoy limpio de pecado.»

10 Pesas falsas y medidas con trampa
son dos cosas que el Señor aborrece.

11 Por sus acciones se conoce
si un joven se conduce con rectitud.

12 El oído para oír y el ojo para ver
fueron creados por el Señor.

13 No te entregues al sueño, o te quedarás pobre;
manténte despierto y tendrás pan de sobra.

14 «¡Que mala mercancía!», dice el comprador,
pero una vez comprada se felicita a sí mismo.

15 Vale más quien habla con sabiduría,
que todo el oro y las joyas del mundo.

16 Al que salga fiador por un extraño,
quítale la ropa y tómasela en prenda.

17 Al hombre le gusta alimentarse de mentiras,
aunque a la larga le resulte como bocado de tierra.

18 Los planes se afirman con un buen consejo;
la guerra se hace con una buena estrategia.

19 El chismoso no sabe guardar un secreto,
así que no te juntes con gente chismosa.

20 El que maldice a su padre o a su madre,
morirá en la más espantosa oscuridad.

21 Lo que al principio se adquiere fácilmente,
al final no es motivo de alegría.

22 Nunca hables de tomar venganza;
confía en el Señor, y él te hará triunfar.

23 El Señor aborrece el uso de pesas falsas;
las balanzas falsas son reprobables.

24 El Señor dirige los pasos del hombre;
nadie conoce su propio destino.

25 Es peligroso que el hombre le prometa algo a Dios
y que después reconsidere su promesa.

26 El rey sabio aleja de sí a los malvados
y los aplasta bajo una rueda.

27 El espíritu que Dios ha dado al hombre
es luz que alumbra lo más profundo de su ser.

28 El rey se mantiene seguro en su trono
cuando practica el amor y la verdad.

29 El orgullo de los jóvenes está en su fuerza;
la honra de los ancianos, en sus canas.

30 La maldad se cura con golpes y heridas;
los golpes hacen sanar la conciencia.

21 La mente del rey, en manos del Señor,
sigue, como los ríos, el curso que el Señor quiere.

Al hombre le parece bien todo lo que hace,
pero el Señor es quien juzga las intenciones.

Practica la rectitud y la justicia,
pues Dios prefiere eso a los sacrificios.

Ojos altivos, mente orgullosa;
la luz de los malvados es pecado.

Los planes bien meditados dan buen resultado;
los que se hacen a la ligera causan la ruina.

Las riquezas que se obtienen por medio de mentiras
son ilusión pasajera de los que buscan la muerte.

A los malvados los destruirá su propia violencia,
por no haber querido practicar la justicia.

La conducta del malvado es torcida e insegura;
las acciones del hombre honrado son limpias.

Más vale vivir en el borde de la azotea,
que en una amplia mansión con una mujer pendenciera.

10 El malvado sólo piensa en hacer el mal;
jamás mira con bondad a sus semejantes.

11 Del castigo al insolente, el imprudente aprende;
el sabio aprende con la sola explicación.

12 El Dios justo observa la casa del malvado,
y entrega a los malvados a la ruina.

13 El que no atiende a los ruegos del pobre
tampoco obtendrá respuesta cuando pida ayuda.

14 El regalo hecho con discreción
calma aun el enojo más fuerte.

15 Cuando se hace justicia, el justo se alegra,
y a los malhechores les llega la ruina.

16 El que no sigue una conducta prudente,
irá a parar entre los muertos.

17 El que se entrega al placer, el vino y los perfumes,
terminará en la pobreza.

18 El hombre falso y malvado
sufrirá en lugar del justo y honrado.

19 Vale más vivir en el desierto
que con una mujer irritable y pendenciera.

20 En casa del sabio hay riquezas y perfumes,
pero el necio gasta todo lo que tiene.

21 El que busca ser recto y leal,
encuentra vida y honor.

22 El sabio ataca una ciudad bien defendida,
y acaba con el poder en que ella confiaba.

23 El que tiene cuidado de lo que dice,
nunca se mete en aprietos.

24 Pedante, orgulloso e insolente se le llama
al que actúa con demasiada pedantería.

25 De deseos se muere el perezoso,
porque sus manos no quieren trabajar;
26 todo el día se lo pasa deseando.
El justo, en cambio, da sin tacañerías.

27 El Señor aborrece las ofrendas de los malvados,
porque las ofrecen con malas intenciones.

28 El testigo falso será destruido;
pero quien sabe escuchar, siempre podrá responder.

29 El malvado aparenta seguridad;
el honrado está seguro de su conducta.

30 Ante el Señor no hay sabiduría que valga,
ni inteligencia ni buenas ideas.

31 El hombre prepara el caballo para entrar en batalla,
pero el Señor es quien da la victoria.

22 Vale más tener buena fama y reputación,
que abundancia de oro y plata.

El rico y el pobre tienen algo en común:
a los dos los ha creado el Señor.

El prudente ve el peligro y lo evita;
el imprudente sigue adelante y sufre el daño.

La humildad y la reverencia al Señor
traen como premio riquezas, honores y vida.

El camino del malvado está lleno de trampas;
pero el que tiene cuidado de su propia vida, las evita.

Dale buena educación al niño de hoy,
y el viejo de mañana jamás la abandonará.

Entre los pobres, el rico es rey;
entre los deudores, el prestamista.

El que siembra maldad, cosechará calamidades;
¡el Señor lo destruirá con el cetro de su furia!

El que mira a otros con bondad, será bendecido
por compartir su pan con los pobres.

10 Despedido el insolente, se va la discordia
y se acaban los pleitos y las ofensas.

11 El rey aprecia al de corazón sincero,
y brinda su amistad al que habla con gracia.

12 El Señor vigila atentamente al sabio
y desmiente las afirmaciones del mentiroso.

13 Para no trabajar, el perezoso pretexta
que en la calle hay un león que lo quiere matar.

14 Los labios de la adúltera son un pozo profundo
donde caen los que el Señor maldice.

15 La necedad es parte de las ideas juveniles,
pero se quita cuando se corrige con golpes.

16 El que para enriquecerse oprime al pobre
o le da al rico, terminará en la pobreza.

Los treinta dichos de los sabios

17 Presta toda tu atención a los dichos de los sabios;
concéntrate en lo que te enseño.
18 Te agradará guardarlos en tu memoria
y poder repetirlos todos juntos.
19 Hoy te los hago saber
para que pongas tu confianza en el Señor.

20 Yo te he escrito treinta dichos
que contienen consejos y conocimientos,
21 para enseñarte a conocer la verdad,
para que puedas dar un fiel informe a quien te pregunte.

- 1 -

22 No abuses del pobre por ser pobre,
ni oprimas ante los jueces al indefenso,
23 pues el Señor saldrá en su defensa
y oprimirá a quienes los opriman.

- 2 -

24 No te hagas amigo ni compañero
de gente violenta y malhumorada,
25 no sea que aprendas sus malas costumbres
y te eches la soga al cuello.

- 3 -

26 Nunca te hagas responsable
de las deudas de otra persona,
27 pues si no tienes con qué pagar,
hasta la cama te quitarán.

- 4 -

28 No cambies de lugar los linderos
establecidos por tus antepasados.

- 5 -

29 El que hace bien su trabajo,
estará al servicio de reyes
y no de gente insignificante.

20 El vino es escarnecedor, la sidra alborotadora,

Y cualquiera que por ellos yerra no es sabio.

Como rugido de cachorro de león es el terror del rey;

El que lo enfurece peca contra sí mismo.

Honra es del hombre dejar la contienda;

Mas todo insensato se envolverá en ella.

El perezoso no ara a causa del invierno;

Pedirá, pues, en la siega, y no hallará.

Como aguas profundas es el consejo en el corazón del hombre;

Mas el hombre entendido lo alcanzará.

Muchos hombres proclaman cada uno su propia bondad,

Pero hombre de verdad, ¿quién lo hallará?

Camina en su integridad el justo;

Sus hijos son dichosos después de él.

El rey que se sienta en el trono de juicio,

Con su mirar disipa todo mal.

¿Quién podrá decir: Yo he limpiado mi corazón,

Limpio estoy de mi pecado?

10 Pesa falsa y medida falsa,

Ambas cosas son abominación a Jehová.

11 Aun el muchacho es conocido por sus hechos,

Si su conducta fuere limpia y recta.

12 El oído que oye, y el ojo que ve,

Ambas cosas igualmente ha hecho Jehová.

13 No ames el sueño, para que no te empobrezcas;

Abre tus ojos, y te saciarás de pan.

14 El que compra dice: Malo es, malo es;

Mas cuando se aparta, se alaba.

15 Hay oro y multitud de piedras preciosas;

Mas los labios prudentes son joya preciosa.

16 Quítale su ropa al que salió por fiador del extraño,

Y toma prenda del que sale fiador por los extraños.

17 Sabroso es al hombre el pan de mentira;

Pero después su boca será llena de cascajo.

18 Los pensamientos con el consejo se ordenan;

Y con dirección sabia se hace la guerra.

19 El que anda en chismes descubre el secreto;

No te entremetas, pues, con el suelto de lengua.

20 Al que maldice a su padre o a su madre,

Se le apagará su lámpara en oscuridad tenebrosa.

21 Los bienes que se adquieren de prisa al principio,

No serán al final bendecidos.

22 No digas: Yo me vengaré;

Espera a Jehová, y él te salvará.

23 Abominación son a Jehová las pesas falsas,

Y la balanza falsa no es buena.

24 De Jehová son los pasos del hombre;

¿Cómo, pues, entenderá el hombre su camino?

25 Lazo es al hombre hacer apresuradamente voto de consagración,

Y después de hacerlo, reflexionar.

26 El rey sabio avienta a los impíos,

Y sobre ellos hace rodar la rueda.

27 Lámpara de Jehová es el espíritu del hombre,

La cual escudriña lo más profundo del corazón.

28 Misericordia y verdad guardan al rey,

Y con clemencia se sustenta su trono.

29 La gloria de los jóvenes es su fuerza,

Y la hermosura de los ancianos es su vejez.

30 Los azotes que hieren son medicina para el malo,

Y el castigo purifica el corazón.

21 Como los repartimientos de las aguas,

Así está el corazón del rey en la mano de Jehová;

A todo lo que quiere lo inclina.

Todo camino del hombre es recto en su propia opinión;

Pero Jehová pesa los corazones.

Hacer justicia y juicio es a Jehová

Más agradable que sacrificio.

Altivez de ojos, y orgullo de corazón,

Y pensamiento de impíos, son pecado.

Los pensamientos del diligente ciertamente tienden a la abundancia;

Mas todo el que se apresura alocadamente, de cierto va a la pobreza.

Amontonar tesoros con lengua mentirosa

Es aliento fugaz de aquellos que buscan la muerte.

La rapiña de los impíos los destruirá,

Por cuanto no quisieron hacer juicio.

El camino del hombre perverso es torcido y extraño;

Mas los hechos del limpio son rectos.

Mejor es vivir en un rincón del terrado

Que con mujer rencillosa en casa espaciosa.

10 El alma del impío desea el mal;

Su prójimo no halla favor en sus ojos.

11 Cuando el escarnecedor es castigado, el simple se hace sabio;

Y cuando se le amonesta al sabio, aprende ciencia.

12 Considera el justo la casa del impío,

Cómo los impíos son trastornados por el mal.

13 El que cierra su oído al clamor del pobre,

También él clamará, y no será oído.

14 La dádiva en secreto calma el furor,

Y el don en el seno, la fuerte ira.

15 Alegría es para el justo el hacer juicio;

Mas destrucción a los que hacen iniquidad.

16 El hombre que se aparta del camino de la sabiduría

Vendrá a parar en la compañía de los muertos.

17 Hombre necesitado será el que ama el deleite,

Y el que ama el vino y los ungüentos no se enriquecerá.

18 Rescate del justo es el impío,

Y por los rectos, el prevaricador.

19 Mejor es morar en tierra desierta

Que con la mujer rencillosa e iracunda.

20 Tesoro precioso y aceite hay en la casa del sabio;

Mas el hombre insensato todo lo disipa.

21 El que sigue la justicia y la misericordia

Hallará la vida, la justicia y la honra.

22 Tomó el sabio la ciudad de los fuertes,

Y derribó la fuerza en que ella confiaba.

23 El que guarda su boca y su lengua,

Su alma guarda de angustias.

24 Escarnecedor es el nombre del soberbio y presuntuoso

Que obra en la insolencia de su presunción.

25 El deseo del perezoso le mata,

Porque sus manos no quieren trabajar.

26 Hay quien todo el día codicia;

Pero el justo da, y no detiene su mano.

27 El sacrificio de los impíos es abominación;

¡Cuánto más ofreciéndolo con maldad!

28 El testigo mentiroso perecerá;

Mas el hombre que oye, permanecerá en su dicho.

29 El hombre impío endurece su rostro;

Mas el recto ordena sus caminos.

30 No hay sabiduría, ni inteligencia,

Ni consejo, contra Jehová.

31 El caballo se alista para el día de la batalla;

Mas Jehová es el que da la victoria.

22 De más estima es el buen nombre que las muchas riquezas,

Y la buena fama más que la plata y el oro.

El rico y el pobre se encuentran;

A ambos los hizo Jehová.

El avisado ve el mal y se esconde;

Mas los simples pasan y reciben el daño.

Riquezas, honra y vida

Son la remuneración de la humildad y del temor de Jehová.

Espinos y lazos hay en el camino del perverso;

El que guarda su alma se alejará de ellos.

Instruye al niño en su camino,

Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.

El rico se enseñorea de los pobres,

Y el que toma prestado es siervo del que presta.

El que sembrare iniquidad, iniquidad segará,

Y la vara de su insolencia se quebrará.

El ojo misericordioso será bendito,

Porque dio de su pan al indigente.

10 Echa fuera al escarnecedor, y saldrá la contienda,

Y cesará el pleito y la afrenta.

11 El que ama la limpieza de corazón,

Por la gracia de sus labios tendrá la amistad del rey.

12 Los ojos de Jehová velan por la ciencia;

Mas él trastorna las cosas de los prevaricadores.

13 Dice el perezoso: El león está fuera;

Seré muerto en la calle.

14 Fosa profunda es la boca de la mujer extraña;

Aquel contra el cual Jehová estuviere airado caerá en ella.

15 La necedad está ligada en el corazón del muchacho;

Mas la vara de la corrección la alejará de él.

16 El que oprime al pobre para aumentar sus ganancias,

O que da al rico, ciertamente se empobrecerá.

Preceptos y amonestaciones

17 Inclina tu oído y oye las palabras de los sabios,

Y aplica tu corazón a mi sabiduría;

18 Porque es cosa deliciosa, si las guardares dentro de ti;

Si juntamente se afirmaren sobre tus labios.

19 Para que tu confianza sea en Jehová,

Te las he hecho saber hoy a ti también.

20 ¿No te he escrito tres veces

En consejos y en ciencia,

21 Para hacerte saber la certidumbre de las palabras de verdad,

A fin de que vuelvas a llevar palabras de verdad a los que te enviaron?

22 No robes al pobre, porque es pobre,

Ni quebrantes en la puerta al afligido;

23 Porque Jehová juzgará la causa de ellos,

Y despojará el alma de aquellos que los despojaren.

24 No te entremetas con el iracundo,

Ni te acompañes con el hombre de enojos,

25 No sea que aprendas sus maneras,

Y tomes lazo para tu alma.

26 No seas de aquellos que se comprometen,

Ni de los que salen por fiadores de deudas.

27 Si no tuvieres para pagar,

¿Por qué han de quitar tu cama de debajo de ti?

28 No traspases los linderos antiguos

Que pusieron tus padres.

29 ¿Has visto hombre solícito en su trabajo? Delante de los reyes estará;

No estará delante de los de baja condición.

20 El vino lleva a la insolencia
    y la cerveza al escándalo;
    ¡nadie bajo sus efectos se comporta sabiamente!

Rugido de león es la furia del rey;
    quien provoca su enojo se juega la vida.

Honroso es al hombre evitar la contienda,
    pero no hay necio que no inicie un pleito.

El perezoso no labra la tierra en la estación adecuada;
    en tiempo de cosecha buscará y no hallará.

El propósito humano es como aguas profundas;
    el que es inteligente lo descubrirá.

Son muchos los que proclaman su lealtad,
    ¿pero quién puede hallar a alguien digno de confianza?

Justo es quien lleva una vida sin tacha;
    ¡dichosos sus hijos después de él!

Cuando el rey se sienta en el tribunal,
    con su sola mirada barre toda maldad.

¿Quién puede afirmar: «Tengo puro el corazón;
    estoy limpio de pecado»?

10 Pesas falsas y medidas engañosas:
    ¡vaya pareja que el Señor detesta!

11 Por sus hechos el niño deja entrever
    si su conducta será pura y recta.

12 Los oídos para oír y los ojos para ver:
    ¡El Señor los ha creado a los dos!

13 No te des al sueño o te quedarás pobre;
    mantente despierto y tendrás pan de sobra.

14 «¡No sirve, no sirve!», dice el comprador,
    pero luego va y se jacta de su compra.

15 Oro hay y abundan las piedras preciosas,
    pero aún más valiosas son las palabras sabias.

16 Toma la prenda del que salga fiador por un extraño;
    retenla en garantía si la da en favor de desconocidos.

17 Tal vez sea agradable ganarse el pan con engaños,
    pero uno acaba con la boca llena de arena.

18 Afirma tus planes con buenos consejos;
    entabla el combate con buena estrategia.

19 El chismoso traiciona la confianza;
    no te juntes con la gente que habla de más.

20 Al que maldiga a su padre y a su madre,
    su lámpara se le apagará en la más densa oscuridad.

21 La herencia reclamada antes de tiempo
    no termina siendo de bendición.

22 Nunca digas: «¡Me vengaré de ese daño!».
    Confía en el Señor y él actuará por ti.

23 El Señor aborrece las balanzas adulteradas
    y reprueba el uso de medidas engañosas.

24 Los pasos del hombre los dirige el Señor.
    ¿Cómo puede el hombre entender su propio camino?

25 Trampa es consagrar algo sin pensarlo
    y más tarde reconsiderar lo prometido.

26 El rey sabio avienta como trigo a los malvados,
    y los desmenuza con rueda de molino.

27 El espíritu humano es la lámpara del Señor,
    pues escudriña lo más íntimo del ser.

28 La misericordia y la verdad sostienen al rey;
    su trono se afirma en la misericordia.

29 La gloria de los jóvenes radica en su fuerza;
    la honra de los ancianos, en sus canas.

30 Los golpes y las heridas curan la maldad;
    los azotes limpian lo más íntimo del ser.

21 En las manos del Señor el corazón del rey son como un río:
    siguen el curso que el Señor les ha trazado.

A cada uno le parece correcto su camino,[a]
    pero el Señor juzga los corazones.

Practicar la justicia y el derecho
    lo prefiere el Señor a los sacrificios.

Los ojos altivos, el corazón orgulloso
    y la luz de los malvados son pecado.

Los planes bien pensados producen ganancias;
    los apresurados traen pobreza.

La fortuna amasada por la lengua embustera
    se esfuma como la niebla y es mortal como una trampa.[b]

La violencia de los malvados los arrastrará,
    porque se niegan a practicar la justicia.

Torcido es el camino del culpable,
    pero recta la conducta del hombre honrado.

Más vale habitar en un rincón de la azotea
    que compartir el techo con mujer pendenciera.

10 El malvado solo piensa en el mal;
    jamás se compadece de su prójimo.

11 Cuando se castiga al insolente,
    aprende[c] el inexperto;
cuando se instruye al sabio,
    el inexperto adquiere conocimiento.

12 El Justo[d] considera la casa del malvado
    y lo entrega a la ruina.

13 Quien cierra sus oídos al clamor del pobre
    llorará también sin que nadie le responda.

14 El regalo secreto apacigua el enojo;
    el obsequio discreto calma la ira violenta.

15 Cuando se hace justicia,
    se alegra el justo y tiembla el malhechor.

16 Quien se aparta de la senda de la prudencia
    irá a parar entre los muertos.

17 El que ama el placer se quedará en la pobreza;
    el que ama el vino y los perfumes jamás será rico.

18 El malvado pagará por el justo
    y el traidor, por el hombre intachable.

19 Más vale habitar en el desierto
    que con mujer pendenciera y de mal genio.

20 En casa del sabio abundan las riquezas y el perfume,
    pero el necio todo lo despilfarra.

21 El que va tras la justicia y el amor
    halla vida, justicia y honra.

22 El sabio conquista la ciudad de los poderosos
    y derriba el baluarte en que ellos confiaban.

23 El que refrena su boca y su lengua
    se libra de muchas angustias.

24 Orgulloso, arrogante e insolente
    es quien se comporta con desmedida soberbia.

25 La codicia del perezoso lo lleva a la muerte,
    porque sus manos se niegan a trabajar;
26 todo el día se lo pasa codiciando,
    pero el justo da con generosidad.

27 El sacrificio de los malvados es detestable
    y, más aún, cuando se ofrece con mala intención.

28 El testigo falso perecerá;
    pero quien sabe escuchar siempre podrá hablar.

29 El malvado es inflexible en sus decisiones;
    el justo examina[e] su propia conducta.

30 De nada sirven ante el Señor
    la sabiduría, la inteligencia y el consejo.

31 Se alista al caballo para el día de la batalla,
    pero la victoria depende del Señor.

22 Vale más la buena fama que las muchas riquezas,
    y la buena reputación más que la plata y el oro.

El rico y el pobre tienen esto en común:
    a ambos los hizo el Señor.

El prudente ve el peligro y busca refugio;
    el inexperto sigue adelante y sufre las consecuencias.

Recompensa de la humildad y del temor del Señor
    son las riquezas, la honra y la vida.

Espinas y trampas hay en la senda de los malvados,
    pero el que cuida su vida se aleja de ellas.

Instruye al niño en el camino correcto
    y aun en su vejez no lo abandonará.

Los ricos son los amos de los pobres;
    los deudores son esclavos de sus acreedores.

El que siembra maldad cosecha desgracias;
    la vara de su ira será destruida.

El que es generoso[f] será bendecido,
    pues comparte su comida con los pobres.

10 Despide al insolente, se irá la discordia
    y cesarán los pleitos y los insultos.

11 El que ama la sinceridad del corazón y tiene gracia al hablar
    tendrá por amigo al rey.

12 Los ojos del Señor protegen el saber,
    pero desbaratan las palabras del traidor.

13 Dice el perezoso: «¡Hay un león allá afuera!
    ¡En plena calle me matará!».

14 La boca de la adúltera es una fosa profunda;
    en ella caerá quien esté bajo la ira del Señor.

15 La necedad es parte del corazón juvenil,
    pero la vara de la disciplina la corrige.

16 Oprimir al pobre para enriquecerse
    y hacerle regalos al rico:
    ¡buena manera de empobrecerse!

Los treinta dichos de los sabios(A)

1

17 Presta atención, escucha las palabras de los sabios
    y aplica mis enseñanzas.
18 Grato es retenerlas dentro de ti
    y tenerlas todas a flor de labios.
19 A ti te las enseño en este día,
    para que pongas tu confianza en el Señor.
20 ¿Acaso no te he escrito treinta[g] dichos
    que contienen sabios consejos?
21 Son para enseñarte a ser honesto y hablar con la verdad,
    para que respondas con la verdad a quien te pregunte.

2

22 No explotes al pobre porque es pobre
    ni oprimas en los tribunales[h] a los necesitados;
23 porque el Señor defenderá su causa
    y despojará a quienes los despojen.

3

24 No te hagas amigo de gente violenta
    ni te juntes con los iracundos;
25 no sea que aprendas sus malas costumbres
    y tú mismo caigas en la trampa.

4

26 No te comprometas por otros
    ni salgas fiador de deudas ajenas;
27 porque, si no tienes con qué pagar,
    te quitarán hasta la cama en que duermes.

5

28 No cambies de lugar los linderos antiguos
    que establecieron tus antepasados.

6

29 ¿Has visto a alguien diestro en su trabajo?
    Se codeará con reyes,
    y nunca será un don nadie.

Notas al pie

  1. 21:2 A cada uno … su camino. Lit. Todo camino del hombre es recto a sus ojos.
  2. 21:6 se esfuma … una trampa (LXX, Vulgata y algunos mss. hebreos); es niebla llevada de los que buscan la muerte (TM).
  3. 21:11 aprende. Lit. se hace sabio.
  4. 21:12 Justo. Alt. la persona justa.
  5. 21:29 examina (LXX, Qumrán y varios mss. hebreos); ordena (TM).
  6. 22:9 El que es generoso. Lit. El buen ojo.
  7. 22:20 escrito treinta. Alt. escrito antes o escrito excelentes.
  8. 22:22 en los tribunales. Lit. en la puerta.

Dios dirige nuestra vida

20 Es de tontos emborracharse,
porque se pierde el control
y se provoca mucho alboroto.

Cuando el rey se enoja
es como un león que ruge;
quien lo hace enojar,
pone en peligro su vida.

Cualquier tonto inicia un pleito,
pero quien lo evita merece aplausos.

Quien no trabaja en otoño
se muere de hambre en invierno.

Los planes de la mente humana
son profundos como el mar;
quien es inteligente los descubre.

Hay muchos que afirman ser leales,
pero nadie encuentra gente confiable.

Dios bendice
a los hijos del hombre honrado,
cuando ellos siguen su ejemplo.

En cuanto el rey se sienta
para juzgar al acusado,
con una mirada suya
acaba con el malvado.

Nadie puede decir
que tiene buenos pensamientos
ni que está limpio de pecado.

10 Dios no soporta dos cosas:
que engañes al que te vende,
y que engañes al que te compra.

11 Por los hechos se llega a saber
si el joven tiene buena conducta.

12 Dios ha creado dos cosas:
los oídos para oír
y los ojos para ver.

13 Si sólo piensas en dormir
terminarás en la pobreza.
Mejor piensa en trabajar,
y nunca te faltará comida.

14 Para el que compra,
ninguna mercancía es buena;
para el que vende,
ninguna mercancía es mejor.

15 Podrá haber mucho oro,
y muchas piedras preciosas,
pero nada hay más valioso
que las enseñanzas del sabio.

16 Si te comprometes a pagar
las deudas de un desconocido,
te pedirán dar algo en garantía
y perderás hasta el abrigo.

17 Tal vez te sepa muy sabroso
ganarte el pan con engaños,
pero acabarás comiendo basura.

18 Siempre que hagas planes,
sigue los buenos consejos;
nunca vayas a la guerra
sin un buen plan de batalla.

19 El que habla mucho
no sabe guardar secretos.
No te juntes con gente chismosa.

20 El que maldice a sus padres
morirá antes de tiempo.

21 Lo que al principio
se gana fácilmente,
al final no trae ninguna alegría.

22 Nunca hables de tomar venganza;
mejor confía en Dios,
y él vendrá en tu ayuda.

23 Dios no soporta dos cosas:
que engañes al que te vende,
y que engañes al que te compra.

24 Nadie sabe cuál será su futuro;
por eso debemos dejar
que Dios dirija nuestra vida.

25 No caigas en la trampa
de prometerle algo a Dios,
para luego no cumplirle.

26 Cuando el rey sabio
castiga al malvado,
lo destruye por completo.

27 Dios nos ha dado la conciencia
para que podamos examinarnos
a nosotros mismos.

28 El rey afirma su reinado
cuando es fiel a Dios
y trata bien a su pueblo.

29 El orgullo del joven es su fuerza;
el del anciano, su experiencia.

30 Con golpes y con azotes
se corrigen los malos pensamientos.

Ante Dios, humildad

21 En las manos de Dios
los planes del rey
son como un río:
toman el curso
que Dios quiere darles.

Todo el mundo cree hacer lo mejor,
pero Dios juzga las intenciones.

Más que recibir ofrendas y sacrificios,
Dios prefiere que se haga justicia
y que se practique la honradez.

Hay tres cosas que son pecado:
ser orgulloso,
creerse muy inteligente,
y vivir como un malvado.

Cuando las cosas se piensan bien,
el resultado es provechoso.
Cuando se hacen a la carrera,
el resultado es desastroso.

Las riquezas que amontona el mentiroso
se desvanecen como el humo;
son una trampa mortal.

La violencia destruye a los malvados
porque se niegan a hacer justicia.

Quien mal se comporta,
lleva una vida difícil;
quien vive honradamente
lleva una vida sin problemas.

Más vale vivir
en un rincón del patio,
que dentro de un palacio
con una persona peleona.

10 El malvado sólo piensa en el mal,
y hasta con sus amigos es malvado.

11 Jóvenes sin experiencia,
acepten el consejo de los sabios,
y aprendan del castigo a los malcriados.

12 Dios es justo, y sabe bien
lo que piensa el malvado;
por eso acaba por destruirlo.

13 Quien no hace caso
de las súplicas del pobre,
un día pedirá ayuda
y nadie se la dará.

14 Un buen regalo calma el enojo,
si se da en el momento oportuno.

15 El hombre honrado es feliz
cuando ve que se hace justicia,
¡pero cómo se asusta el malvado!

16 Quien deja de hacer lo bueno,
pronto termina en la tumba.

17 Quien sólo piensa en fiestas,
en perfumes y en borracheras,
se queda en la pobreza
y jamás llega a rico.

18 Los malvados y ladrones
tendrán que pagar el rescate
de los hombres buenos y honrados.

19 Vale más la soledad
que la vida matrimonial
con una persona agresiva
y de mal genio.

20 En casa del sabio
hay riquezas y perfumes;
en casa del tonto
sólo hay desperdicios.

21 Busca la justicia y el amor,
y encontrarás vida,
justicia y riquezas.

22 Basta un solo sabio
para conquistar una gran ciudad.

23 Quien tiene cuidado de lo que dice
nunca se mete en problemas.

24 Qué bien le queda al orgulloso
que lo llamen «¡malcriado y vanidoso!»

25-26 El perezoso quiere de todo,
lo que no quiere es trabajar.
El hombre honrado siempre da
y no pide nada a cambio.

27 Dios no soporta a los malvados
que le traen ofrendas,
y no son sinceros.

28 El testigo falso será destruido,
pero al testigo verdadero
siempre se le da la palabra.

29 El malvado parece estar muy seguro;
pero sólo el hombre honrado
está seguro de verdad.

30 Reconozcamos que ante Dios,
no hay sabiduría
ni conocimiento,
ni consejos que valgan.

31 A los soldados les toca
preparar sus caballos para el combate;
pero Dios es quien decide
a quién darle la victoria.

De nada valen las riquezas

22 Vale más ser conocido y respetado
que andar presumiendo de rico.

Los ricos y los pobres
son criaturas de Dios.

El que es inteligente
ve el peligro y lo evita;
el que es tonto sigue adelante
y sufre las consecuencias.

Humíllate y obedece a Dios,
y recibirás riquezas, honra y vida.

La conducta de los malvados
es una trampa para los demás;
si te cuidas a ti mismo
te apartarás de ella.

Educa a tu hijo desde niño,
y aun cuando llegue a viejo
seguirá tus enseñanzas.

El pobre trabaja para el rico;
el que pide prestado
se hace esclavo del prestamista.

Siembra maldad
y cosecharás desgracia;
con el palo que pegues,
serás golpeado.

Dios bendice al que es generoso
y al que comparte su pan con los pobres.

10 Aleja de ti al buscapleitos
y se acabarán los problemas.

11 Al que convence con su sinceridad
el rey le brinda su amistad.

12 Dios protege al sabio,
pero pone en vergüenza al mentiroso.

13 El haragán siempre pone pretextos
para no ir al trabajo;
dice que un león en la calle
se lo quiere comer.

14 Los besos de la mujer infiel
son una trampa sin fondo;
Dios no deja sin castigo
a los que se enredan con ella.

15 La necedad del niño
a golpes se corrige.

16 El rico que roba al pobre
para hacerse más rico
acabará en la miseria.

Cucharadas de sabiduría

17 Presta atención a mis palabras,
que son consejos sabios,
y ponte a pensar en mis enseñanzas.
18 Si te las aprendes de memoria
y las repites al pie de la letra,
tendrás una grata experiencia.
19-20 Confía siempre en Dios.
Hoy te doy treinta sabios consejos;
los he escrito pensando en ti.
21 Son dignos de confianza,
para que sepas responder
a quienes te pregunten.

-1-

22 No abuses del pobre
sólo porque es pobre,
ni seas injusto con él
en los tribunales.
23 Dios es abogado de los pobres,
y dejará sin nada
a quienes les quiten todo.

-2-

24 No te juntes con gente de mal genio
ni te hagas amigo de gente violenta,
25 porque puedes volverte como ellos
y pondrás tu vida en peligro.

-3-

26 No te comprometas a pagar
deudas que no sean tuyas,
27 porque si no las pagas
te quedarás en la calle.

-4-

28 Mantén el tamaño de tu terreno
tal como lo recibiste de tus padres.

-5-

29 Dime quién se esfuerza en el trabajo
y te diré quién comerá como rey.

20 El vino(A) es escarnecedor, la bebida fuerte(B) alborotadora,
y cualquiera que con[a] ellos se embriaga no es sabio.
Como rugido de león es el terror al rey,
el que lo provoca a ira peca contra su propia alma(C).
Es honra para el hombre eludir[b] las contiendas,
pero cualquier necio se enredará en ellas[c](D).
Desde el otoño, el perezoso no ara(E),
pide en la cosecha, y no hay nada.
Como aguas profundas es el consejo en el corazón del hombre,
y el hombre de entendimiento lo sacará.
Muchos hombres proclaman su propia lealtad[d](F),
pero un hombre digno de confianza(G), ¿quién lo hallará?
El justo anda en su integridad(H);
¡cuán dichosos son sus hijos después de él(I)!
El rey que se sienta sobre el trono del juicio(J),
disipa[e] con sus ojos todo mal.
¿Quién puede decir: Yo he limpiado mi corazón,
limpio estoy de mi pecado(K)?
10 Pesas desiguales y medidas desiguales[f],
ambas cosas son abominables al Señor(L).
11 Aun por sus hechos da a conocer un muchacho(M)
si su conducta es pura y recta.
12 El oído que oye y el ojo que ve,
ambos los ha hecho el Señor(N).
13 No ames el sueño(O), no sea que te empobrezcas;
abre tus ojos y te saciarás de pan.
14 Malo, malo, dice el comprador,
pero cuando se marcha, entonces se jacta.
15 Hay oro y abundancia de joyas[g],
pero cosa más preciosa son los labios con conocimiento.
16 Tómale la ropa al que[h] sale fiador del extraño;
y tómale prenda por los extranjeros.
17 El pan obtenido con falsedad es dulce al hombre(P),
pero después su boca se llenará de grava.
18 Los proyectos con consejo se preparan(Q),
y con dirección sabia se hace la guerra(R).
19 El que anda murmurando revela secretos(S),
por tanto no te asocies con el chismoso[i](T).
20 Al que maldice a su padre o a su madre(U),
se le apagará(V) su lámpara en medio[j] de las tinieblas.
21 La herencia adquirida de prisa al principio,
no será bendecida al final.
22 No digas: Yo pagaré mal por mal(W);
espera en el Señor(X), y Él te salvará.
23 Pesas desiguales[k] son abominación al Señor(Y),
y una balanza falsa[l] no es buena(Z).
24 Por el Señor son ordenados los pasos del hombre(AA),
¿cómo puede, pues, el hombre entender su camino?
25 Lazo es para el hombre decir a la ligera: Es santo,
y después de los votos investigar(AB).
26 El rey sabio avienta a los impíos(AC),
y hace pasar[m] la rueda de trillar(AD) sobre ellos.
27 Lámpara del Señor es el espíritu[n] del hombre(AE)
que escudriña lo más profundo de su ser[o].
28 Lealtad[p] y verdad guardan al rey,
y por la justicia[q] sostiene su trono(AF).
29 La gloria de los jóvenes es su fuerza,
y la honra[r] de los ancianos, sus canas(AG).
30 Los azotes que hieren limpian del mal(AH),
y los golpes llegan a lo más profundo[s] del cuerpo.

21 Como canales de agua es el corazón del rey en la mano del Señor;
Él lo dirige donde le place(AI).
Todo camino del hombre es recto ante sus ojos,
pero el Señor sondea[t] los corazones(AJ).
El hacer justicia y derecho
es más deseado por el Señor que el sacrificio(AK).
Ojos altivos y corazón arrogante,
lámpara de los impíos(AL); eso es pecado.
Los proyectos del diligente ciertamente son ventaja(AM),
mas todo el que se apresura, ciertamente llega a la pobreza(AN).
Conseguir tesoros(AO) con lengua mentirosa
es un vapor fugaz, es buscar[u] la muerte(AP).
La violencia de los impíos los arrastrará,
porque se niegan a obrar con justicia[v](AQ).
Torcido es el camino del pecador[w](AR)
mas el proceder del limpio es recto.
Mejor es vivir en un rincón del terrado
que en una casa con mujer rencillosa[x].
10 El alma del impío desea el mal;
su prójimo no halla favor a sus ojos(AS).
11 Cuando el escarnecedor es castigado, el simple se hace sabio(AT);
pero cuando se instruye al sabio, adquiere conocimiento.
12 El justo observa la casa del impío,
llevando al impío a la ruina(AU).
13 El que cierra su oído al clamor del pobre(AV),
también él clamará y no recibirá respuesta(AW).
14 Una dádiva(AX) en secreto aplaca la ira,
y el soborno bajo el manto[y], el furor violento.
15 El cumplimiento de la justicia[z] es gozo para el justo,
pero terror para los que obran iniquidad(AY).
16 El hombre que se aparta del camino del saber
reposará en la asamblea de los muertos[aa](AZ).
17 El que ama el placer será pobre(BA);
el que ama el vino y los ungüentos no se enriquecerá.
18 El impío es rescate para el justo(BB),
y el pérfido está en lugar de los rectos(BC).
19 Mejor es habitar en tierra desierta
que con mujer rencillosa y molesta(BD).
20 Tesoro precioso y aceite hay en la casa del sabio(BE),
pero el necio todo lo disipa(BF).
21 El que sigue la justicia(BG) y la lealtad[ab]
halla vida, justicia y honor.
22 El sabio escala la ciudad de los poderosos
y derriba la fortaleza en que confiaban[ac](BH).
23 El que guarda su boca y su lengua,
guarda su alma de angustias(BI).
24 Altivo, arrogante y escarnecedor(BJ) son los nombres
del que obra con orgullo insolente(BK).
25 El deseo del perezoso(BL) lo mata,
porque sus manos rehúsan trabajar;
26 todo el día codicia[ad],
mientras el justo da y nada retiene(BM).
27 El sacrificio de los impíos es abominación(BN),
cuánto más trayéndolo con mala intención.
28 El testigo falso perecerá(BO),
mas el hombre que escucha, hablará siempre.
29 El hombre impío muestra audacia en[ae] su rostro(BP),
pero el recto asegura su camino(BQ).
30 No vale sabiduría, ni entendimiento,
ni consejo, frente al Señor(BR).
31 Se prepara al caballo para el día de la batalla(BS),
pero la victoria[af] es del Señor(BT).

22 Más vale el buen nombre que las muchas riquezas(BU),
y el favor que la plata y el oro.
El rico y el pobre tienen un lazo común[ag]:
el que hizo a ambos(BV) es el Señor.
El prudente ve el mal y se esconde,
mas los simples siguen adelante y son castigados(BW).
La recompensa de la humildad y el temor[ah] del Señor
son la riqueza, el honor y la vida.
Espinos y lazos hay en el camino del perverso(BX);
el que cuida su alma se alejará de ellos.
Enseña al niño el camino en que debe andar[ai](BY),
y aun cuando sea viejo no se apartará de él.
El rico domina a los pobres(BZ),
y el deudor es esclavo del acreedor.
El que siembra iniquidad(CA) segará vanidad,
y la vara de su furor perecerá(CB).
El generoso[aj] será bendito(CC),
porque da de su pan al pobre(CD).
10 Echa fuera al escarnecedor y saldrá la discordia,
y cesarán también la contienda y la ignominia(CE).
11 El que ama la pureza de corazón(CF)
tiene gracia en sus labios, y el rey es su amigo(CG).
12 Los ojos del Señor guardan el conocimiento,
pero Él confunde las palabras del pérfido.
13 El perezoso dice: Hay un león afuera(CH);
seré muerto en las calles.
14 Fosa profunda es la boca de las mujeres extrañas(CI);
el que es maldito del Señor caerá en ella[ak](CJ).
15 La necedad está ligada al corazón del niño;
la vara de la disciplina(CK) la alejará de él.
16 El que oprime al pobre(CL) para engrandecerse,
o da al rico, solo llegará a la pobreza(CM).

Preceptos y amonestaciones

17 Inclina tu oído y oye las palabras de los sabios(CN),
y aplica tu corazón a mi conocimiento;
18 porque te será agradable si las guardas dentro de ti(CO),
para que[al] estén listas en tus labios.
19 Para que tu confianza esté en el Señor(CP),
te he instruido[am] hoy a ti también.
20 ¿No te he escrito cosas excelentes[an](CQ)
de consejo y conocimiento,
21 para hacerte saber la certeza[ao] de las palabras de verdad(CR),
a fin de que respondas correctamente[ap] al que te ha enviado(CS)?

22 No robes al pobre(CT), porque es pobre,
ni aplastes al afligido(CU) en la puerta;
23 porque el Señor defenderá su causa(CV),
y quitará la vida[aq] de los que los roban.

24 No te asocies con el hombre iracundo;
ni andes con el hombre violento(CW),
25 no sea que aprendas sus maneras(CX),
y tiendas[ar] lazo para tu vida.

26 No estés entre los que dan fianzas[as],
entre los que salen de fiadores de préstamos(CY).
27 Si no tienes con qué pagar,
¿por qué han de quitarte la cama de debajo de ti(CZ)?

28 No muevas el lindero antiguo
que pusieron tus padres(DA).

29 ¿Has visto un hombre diestro en su trabajo?
Estará delante[at] de los reyes(DB);
no estará delante[au] de hombres sin importancia.

Notas al pie

  1. Proverbios 20:1 Lit., yerra por
  2. Proverbios 20:3 Lit., cesar
  3. Proverbios 20:3 Lit., se encolerizará
  4. Proverbios 20:6 O, bondad
  5. Proverbios 20:8 O, cierne
  6. Proverbios 20:10 Lit., Una piedra y una piedra, un efa y un efa
  7. Proverbios 20:15 O, corales
  8. Proverbios 20:16 Lit., cuando
  9. Proverbios 20:19 Lit., el que abre sus labios
  10. Proverbios 20:20 Lit., en la pupila
  11. Proverbios 20:23 Lit., Una piedra y una piedra
  12. Proverbios 20:23 Lit., de engaño
  13. Proverbios 20:26 Lit., da vueltas a
  14. Proverbios 20:27 Lit., aliento
  15. Proverbios 20:27 Lit., todas las cámaras del cuerpo
  16. Proverbios 20:28 O, Bondad
  17. Proverbios 20:28 O, Bondad
  18. Proverbios 20:29 O, el esplendor
  19. Proverbios 20:30 Lit., las cámaras
  20. Proverbios 21:2 Lit., pesa
  21. Proverbios 21:6 Lit., son buscadores de
  22. Proverbios 21:7 O, equidad
  23. Proverbios 21:8 Lit., culpable
  24. Proverbios 21:9 Lit., casa en común con mujer contenciosa
  25. Proverbios 21:14 Lit., en el seno
  26. Proverbios 21:15 O, del derecho
  27. Proverbios 21:16 Lit., de las sombras
  28. Proverbios 21:21 O, bondad
  29. Proverbios 21:22 Lit., fortaleza de su confianza
  30. Proverbios 21:26 Lit., codicia la codicia
  31. Proverbios 21:29 Lit., se afirma con
  32. Proverbios 21:31 O, salvación
  33. Proverbios 22:2 Lit., se encuentran
  34. Proverbios 22:4 O, la reverencia
  35. Proverbios 22:6 Lit., acerca de su camino
  36. Proverbios 22:9 Lit., que tiene buen ojo
  37. Proverbios 22:14 Lit., allí
  38. Proverbios 22:18 Lit., ellas juntas
  39. Proverbios 22:19 Lit., dado a conocer
  40. Proverbios 22:20 O, anteriores
  41. Proverbios 22:21 Lit., verdad
  42. Proverbios 22:21 Lit., vuelvas palabras de verdad
  43. Proverbios 22:23 Lit., robará el alma
  44. Proverbios 22:25 Lit., tomes
  45. Proverbios 22:26 Lit., dan la palma
  46. Proverbios 22:29 I.e., al servicio
  47. Proverbios 22:29 I.e., al servicio