La mujer sirofenicia

24 (A)Levantándose de allí, se fue a la región de Tiro[a](B), y entrando en una casa, no quería que nadie lo supiera, pero[b] no pudo pasar inadvertido; 25 sino que enseguida, al oír hablar de Él, una mujer cuya hijita tenía un espíritu inmundo, fue y se postró a sus pies. 26 La mujer era gentil[c], sirofenicia de nacimiento; y le rogaba que echara fuera de su hija al demonio. 27 Y Él le decía: Deja que primero los hijos se sacien, pues no está bien[d] tomar el pan de los hijos y echarlo a los perrillos. 28 Pero ella respondió y le dijo*: Es cierto, Señor; pero aun los perrillos debajo de la mesa comen las migajas de los hijos. 29 Y Él le dijo: Por esta respuesta[e], vete; el demonio ha salido de tu hija. 30 Cuando ella volvió a su casa, halló que la niña estaba acostada[f] en la cama, y que el demonio había salido.

Curación de un sordomudo

31 (C)Volviendo a salir de la región de Tiro(D), pasó por Sidón(E) y llegó al mar de Galilea(F), atravesando la región de Decápolis(G). 32 Y le trajeron* a uno que era sordo y que hablaba con dificultad, y le rogaron* que pusiera la mano sobre él(H). 33 Entonces Jesús, tomándolo aparte de la multitud, a solas, le metió los dedos en los oídos, y escupiendo(I), le tocó la lengua con la saliva; 34 y levantando los ojos al cielo, suspiró profundamente(J) y le dijo*: ¡Effatá!, esto es: ¡Abrete! 35 Y al instante se abrieron sus oídos, y desapareció[g] el impedimento[h] de su lengua, y hablaba con claridad. 36 Y Jesús les ordenó que a nadie se lo dijeran(K); pero mientras más se lo ordenaba, tanto más ellos lo proclamaban(L). 37 Y se asombraron en gran manera, diciendo: Todo lo ha hecho bien; aun a los sordos hace oír y a los mudos hablar.

Alimentación de los cuatro mil

En aquellos días, cuando de nuevo había una gran multitud que no tenía qué comer, (M)Jesús llamó a sus discípulos y les dijo*: Tengo compasión de la multitud porque hace ya tres días que están conmigo y no tienen qué comer(N); y si los despido sin comer a sus casas, desfallecerán en el camino, pues algunos de ellos han venido de lejos. Sus discípulos le respondieron: ¿Dónde podrá alguien encontrar lo suficiente para saciar de pan[i] a estos aquí en el desierto? Y Él les preguntó[j]: ¿Cuántos panes tenéis? Y ellos respondieron: Siete. Entonces mandó* a la multitud que se recostara en el suelo; y tomando los siete panes, después de dar gracias, los partió y los iba dando a sus discípulos para que los pusieran delante de la gente; y ellos los sirvieron a[k] la multitud. También tenían unos pocos pececillos; y después de bendecirlos(O), mandó que estos también los sirvieran[l]. Todos comieron y se saciaron; y recogieron de lo que sobró de los pedazos, siete canastas(P). Los que comieron eran unos cuatro mil; y los despidió. 10 Y subiendo enseguida a la barca con sus discípulos, fue a la región de Dalmanuta(Q).

Los fariseos buscan señal

11 (R)Entonces salieron los fariseos y comenzaron a discutir con Él, buscando de Él una señal[m] del cielo(S) para ponerle[n] a prueba. 12 Suspirando profundamente(T) en su espíritu[o], dijo*: ¿Por qué pide señal[p](U) esta generación? En verdad os digo que no se le dará señal[q] a esta generación. 13 Y dejándolos, se embarcó otra vez y se fue al otro lado.

Notas al pie

  1. Marcos 7:24 Algunos mss. antiguos agregan: y de Sidón
  2. Marcos 7:24 Lit., y
  3. Marcos 7:26 Lit., griega
  4. Marcos 7:27 O, no es justo
  5. Marcos 7:29 Lit., palabra
  6. Marcos 7:30 Lit., echada
  7. Marcos 7:35 Lit., se desató
  8. Marcos 7:35 O, la atadura
  9. Marcos 8:4 Lit.,panes
  10. Marcos 8:5 Lit., preguntaba
  11. Marcos 8:6 Lit., los pusieron delante de
  12. Marcos 8:7 Lit., pusieran delante
  13. Marcos 8:11 O, un milagro
  14. Marcos 8:11 Lit., poniéndole
  15. Marcos 8:12 O, en sí mismo
  16. Marcos 8:12 O, milagro
  17. Marcos 8:12 Lit., si una señal se dará

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