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Profecía acerca de los amonitas

49 Mensaje del Señor acerca de Amón:
«¿Dónde están los hijos de Israel?
¿Dónde están sus herederos?
¿Por qué el dios Milcom es ahora dueño de Gad?
¿Por qué los amonitas habitan en sus ciudades?

»Pues bien, yo, el Señor, afirmo:
Va a llegar el día
en que haré que la ciudad amonita de Rabá
escuche el grito de guerra;
se convertirá en un montón de ruinas,
y sus poblaciones arderán en llamas.
Entonces Israel reconquistará sus ciudades.
Yo, el Señor, lo afirmo.

»¡Gime, Hesbón, pues Ai ha sido destruida!
¡Hagan lamentación, mujeres de Rabá!
¡Vístanse de luto, golpéense el pecho!
¡Corran como locas, hiéranse el cuerpo!
Porque el dios Milcom va al destierro,
con sus sacerdotes y gente importante.
¿Por qué te jactas de tu fuerza?
Tu fuerza ya se acaba, pueblo rebelde,
que confías en las riquezas que has juntado
y dices: “¿Quién me va a atacar?”
Pues bien, de todas partes
voy a enviar terror sobre ti.
Yo, el Señor todopoderoso, lo afirmo.
Cada uno de ustedes saldrá corriendo por su lado,
y no habrá nadie que los vuelva a reunir.
Pero después cambiaré la suerte de los amonitas.
Yo, el Señor, lo afirmo.»

Profecía acerca de Edom

Mensaje del Señor todopoderoso acerca de Edom:

«¿Ya no hay sabiduría en Temán?
¿Ya no saben qué hacer los inteligentes?
¿Se echó a perder su sabiduría?
¡Habitantes de Dedán, salgan corriendo,
vayan a esconderse!
Porque voy a destruir el pueblo de Esaú;
ha llegado el tiempo en que voy a castigarlo.
Cuando se cosechan las uvas,
se dejan algunos racimos;
cuando por la noche llegan ladrones,
sólo se llevan lo que necesitan.
10 Pero yo he dejado al pueblo de Esaú sin nada,
he descubierto sus escondites
y ya no puede ocultarse.
Sus hijos, sus parientes y vecinos,
fueron todos destruidos;
no quedó nadie que diga:
11 “Déjame a tus huérfanos, que yo los cuidaré.
Tus viudas pueden contar conmigo.”»

12 El Señor dice: «Si aquellos que no merecían la copa del castigo han tenido que beberla, de ningún modo quedarás tú sin castigo, sino que tendrás que beber también de ella. 13 Yo, el Señor, lo juro por mí mismo: La ciudad de Bosrá quedará convertida en un desierto, en ruinas, en ejemplo de humillación y maldición, y las demás ciudades quedarán en ruinas para siempre.»

14 Me ha llegado una noticia de parte del Señor;
un heraldo proclama entre las naciones:
«¡Reúnanse y marchen contra Edom!
¡Prepárense para la batalla!
15 Yo te haré el más pequeño de los pueblos,
el más despreciado entre los hombres.
16 Te dejaste engañar por tu orgullo,
porque infundías terror.
Vives entre las grietas de las rocas,
agarrado a las cumbres de los montes.
Pero aunque anides tan alto como el águila,
de allá te haré bajar.
Yo, el Señor, lo afirmo.

17 »La destrucción de Edom será tan grande que causará espanto. Todo el que pase por allí se espantará al ver el castigo, 18 pues quedará como Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas, cuando fueron destruidas. Nadie volverá a vivir allí, ni siquiera de paso. Yo, el Señor, lo digo. 19 Vendré repentinamente, como un león que sale de los matorrales del Jordán y se lanza a los lugares donde siempre hay pasto fresco, y haré huir de ahí a los de Edom, y haré que gobierne la persona que yo escoja. Pues ¿quién puede compararse a mí? ¿Quién puede desafiarme? ¿Qué pastor me puede hacer frente? 20 Escuchen el plan que yo, el Señor, he preparado contra Edom, el proyecto que he formulado contra los habitantes de Temán: Aun a los corderos más pequeños se los llevarán, y las praderas mismas serán también destrozadas. 21 La caída de Edom hará tanto ruido, que la tierra temblará; gritará pidiendo auxilio, y sus gritos se oirán hasta en el Mar Rojo. 22 El enemigo se lanzará contra Bosrá como un águila con las alas extendidas, y ese día los guerreros de Edom temblarán como mujer de parto.»

Profecía acerca de Damasco

23 Mensaje acerca de Damasco:

«Las ciudades de Hamat y Arpad están avergonzadas,
porque les han llegado malas noticias.
Se llenan de terror, no pueden estar tranquilas.
24 Damasco, ya sin fuerzas, se dispone a huir.
La dominan el pánico, la angustia y el dolor,
como a una mujer de parto.
25 La ciudad famosa, la ciudad feliz,
ha quedado abandonada.
26 Ese día quedarán sus jóvenes tendidos en las calles,
y todos sus guerreros morirán.
Yo, el Señor todopoderoso, lo afirmo.
27 Voy a prender fuego a las murallas de Damasco,
y ese fuego destruirá los palacios de Ben-hadad.»

Profecía acerca de Quedar y Hasor

28 Mensaje del Señor acerca de la tribu de Quedar y de los jefes de Hasor, a los cuales derrotó Nabucodonosor, rey de Babilonia:

«¡Adelante, ataquen a Quedar!
¡Destruyan a esa tribu de oriente!
29 Apodérense de sus tiendas y de sus rebaños,
de sus lonas y de todos sus utensilios.
Quítenles sus camellos y grítenles:
“¡Hay terror por todas partes!”
30 ¡Salgan corriendo, habitantes de Hasor!
¡Vayan a esconderse!
Yo, el Señor, lo digo.
Pues Nabucodonosor, el rey de Babilonia,
ha hecho planes contra ustedes.
31 Yo, el Señor, les ordeno:
¡Adelante, ataquen a ese pueblo
que vive confiado y tranquilo,
sin puertas ni cerrojos
y completamente solo!
32 ¡Róbenle sus camellos y todo su ganado!
Voy a dispersar en todas direcciones
a esa gente que se afeita las sienes;
de todas partes les traeré el desastre.
Yo, el Señor, lo afirmo.
33 Hasor será para siempre
un desierto y guarida de chacales.
Nadie volverá a vivir allí ni siquiera de paso.»

Profecía acerca de Elam

34 Cuando Sedequías comenzó a reinar en Judá, el Señor dirigió este mensaje a Jeremías acerca de Elam:

35 «Yo, el Señor todopoderoso, afirmo:
Voy a romper los arcos de Elam,
que son su arma principal.
36 Voy a traer vientos contra este pueblo
desde las cuatro direcciones,
para que lo dispersen por todas partes,
hasta que no quede país
adonde no lleguen sus refugiados.
37 Haré temblar a Elam ante sus enemigos mortales,
le enviaré calamidades,
desataré mi ira contra él,
y le enviaré la guerra hasta destruirlo por completo.
Yo, el Señor, lo afirmo.
38 Pondré mi trono en Elam,
y haré morir a sus reyes y a sus jefes.
Yo, el Señor, lo afirmo.
39 Pero en el futuro cambiaré la suerte de Elam.
Yo, el Señor, lo afirmo.»

Caída de Babilonia

50 Mensaje acerca de Babilonia, país de los caldeos, que el Señor comunicó por medio del profeta Jeremías:

«Anuncien esto, denlo a conocer entre las naciones.
Levanten la señal de anuncio; no oculten nada.
Digan: “¡Babilonia fue tomada!
¡El dios Bel quedó en ridículo,
el dios Marduc está lleno de terror!
¡Sus ídolos, sus falsos dioses,
quedaron en ridículo y llenos de terror!”
Porque del norte avanza contra ella una nación
que convertirá su país en un desierto.
Nadie, ni hombres ni animales,
volverá a vivir allí,
pues todos se irán huyendo.»

Regreso de los israelitas

El Señor dice: «En aquel tiempo, la gente de Israel y de Judá vendrá llorando a buscarme a mí, el Señor su Dios. Preguntarán por el camino de Sión, y hacia allá irán, diciendo: “Vayamos al Señor, y unámonos con él en una alianza eterna, que no se olvide nunca.”

»Mi pueblo era como ovejas perdidas, mal guiadas por sus pastores, que las dejaron perderse en los montes. Iban de un monte al otro, y hasta olvidaron su corral. Sus enemigos, al encontrarlos, los devoraban y decían: “No es culpa nuestra, porque ellos pecaron contra el Señor, su pastizal seguro, la esperanza de sus antepasados.”

»¡Huyan de Babilonia, del país de los caldeos!
¡Salgan como guías al frente del rebaño!
Pues voy a hacer que un grupo
de poderosos pueblos del norte
ataque al mismo tiempo a Babilonia.
Se alinearán y la conquistarán.
Son guerreros expertos,
que disparan sus flechas sin fallar el tiro.
10 Saquearán a los caldeos;
los saquearán hasta llenarse.
Yo, el Señor, lo afirmo.

Caída de Babilonia

11 »Ustedes, caldeos, que saquearon mi pueblo,
¡alégrense y diviértanse!
¡Salten como una novilla en la hierba!
¡Relinchen como caballos!
12 Pero su patria y su ciudad natal
quedarán cubiertas de vergüenza.
Será la última de las naciones,
un desierto seco y desolado.
13 Porque me enojaré y la dejaré sin habitantes,
completamente convertida en un desierto.
Todo el que pase por allí quedará espantado
al ver el castigo que recibió.

14 »¡A sus puestos, arqueros, rodeen Babilonia!
¡Disparen contra ella todas sus flechas,
porque pecó contra mí, contra el Señor!
15 ¡Lancen gritos de guerra por todos lados!
¡Babilonia ya se rinde!
¡Cayeron las torres, se derrumbaron las murallas!
¡Ésta es mi venganza: vénguense de ella!
¡Hagan con ella lo mismo que ella hizo!
16 No dejen en Babilonia a nadie que siembre o recoja las cosechas.
Al ver la guerra destructora,
los extranjeros volverán a su patria,
cada cual huyendo hacia su tierra.

Regreso de Israel

17 »Israel es como una oveja perdida, perseguida por leones. Primero se lo comió el rey de Asiria; después, Nabucodonosor, rey de Babilonia, le royó los huesos. 18 Por eso yo, el Señor todopoderoso, el Dios de Israel, digo: Voy a castigar al rey de Babilonia y a su país, como lo hice con el rey de Asiria. 19 Haré que Israel vuelva a su tierra, y como una oveja tendrá pastos abundantes en el Carmelo, en Basán, en la región montañosa de Efraín y en Galaad. 20 Yo, el Señor, afirmo: En aquel tiempo, Israel y Judá estarán libres de culpas y pecados, porque yo perdonaré a los que deje con vida.

Derrota de Babilonia

21 »¡Ataquen la región de Merataim
y a los habitantes de Pecod!
¡Persíganlos, destrúyanlos por completo!
¡Cumplan mis órdenes en todo!
Yo, el Señor, lo ordeno.»

22 En el país se oye estruendo de batalla,
de gran destrucción.
23 ¡Babilonia, el martillo del mundo entero,
ha quedado roto, hecho pedazos!
¡Qué horror sienten las naciones
al ver lo que a Babilonia le ha pasado!
24 Tú misma, Babilonia, te tendiste una trampa,
y sin darte cuenta caíste en ella.
Quedaste presa, atrapada,
porque te opusiste al Señor.
25 El Señor abrió el depósito de sus armas
y sacó las armas de su ira,
porque el Señor todopoderoso
tiene una tarea que llevar a cabo
en la nación de los caldeos.
26 ¡Atáquenla por todas partes!
¡Abran sus graneros!
¡Amontonen a la gente y destrúyanla!
¡Que no quede nadie con vida!
27 ¡Maten a todos sus soldados,
envíenlos al matadero!
¡Ay de ellos! ¡Les llegó su día,
la hora de su castigo!

28 (Gente escapada de Babilonia llega a Sión contando cómo el Señor nuestro Dios ha dado su merecido a Babilonia por lo que ella hizo con el templo.)

29 «¡Llamen a todos los arqueros,
para que ataquen a Babilonia!
¡Acampen alrededor de la ciudad
para que nadie escape!
¡Páguenle como merece!
¡Hagan con ella lo mismo que ella hizo!
Porque ha sido insolente conmigo,
con el Señor, el Dios Santo de Israel.
30 Por eso sus jóvenes caerán muertos por las calles
y todos sus guerreros morirán en ese día.
Yo, el Señor, lo afirmo.»

31 El Señor todopoderoso dice:
«Nación insolente, yo estoy en contra tuya;
ha llegado tu día, la hora de castigarte.
32 Nación insolente, tropezarás y caerás,
y nadie te levantará.
Prenderé fuego a todas tus ciudades,
y ese fuego destruirá todos tus contornos.»

33 El Señor todopoderoso dice: «El pueblo de Israel y el pueblo de Judá están sufriendo la opresión. Sus enemigos los tienen presos y no quieren soltarlos. 34 Pero su redentor es fuerte y se llama el Señor todopoderoso. Él se encargará de hacerles justicia; traerá paz al país y terror a los habitantes de Babilonia.»

35 El Señor dice:
«¡Guerra a Babilonia y a sus habitantes!
¡A sus jefes y a sus sabios!
36 ¡Guerra a sus adivinos: que se vuelvan locos!
37 ¡Guerra a sus soldados: que tiemblen de miedo!
¡Guerra a sus caballos y sus carros!
¡Guerra a sus soldados mercenarios:
que se vuelvan como mujeres!
¡Guerra a sus tesoros: que se los roben!
38 ¡Guerra a sus ríos: que se sequen!
Porque Babilonia es un país de ídolos horribles,
y por ellos ha perdido el sentido.

39 »Por eso, en Babilonia harán sus guaridas los gatos monteses y los chacales, y allí vivirán los avestruces. Jamás en todos los siglos venideros volverá a ser habitada. 40 Quedará como Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas, cuando fueron destruidas. Nadie volverá a vivir allí, ni siquiera de paso. Yo, el Señor, lo afirmo.

41 »Desde lejanas tierras del norte,
una nación poderosa y numerosos reyes
se preparan a venir.
42 Están armados de arcos y lanzas;
son crueles, no tienen compasión,
sus gritos son como el estruendo del mar,
y van montados a caballo.
Están listos para la batalla contra Babilonia.
43 El rey de Babilonia, al saber esta noticia,
se ha quedado paralizado de miedo,
y siente angustia y dolor
como mujer de parto.

44 »Vendré repentinamente como un león que sale de los matorrales del Jordán y se lanza a los lugares donde siempre hay pasto fresco, y haré huir de ahí a los de Babilonia, y haré que gobierne la persona que yo escoja. Pues ¿quién puede compararse a mí? ¿Quién puede desafiarme? ¿Qué pastor me puede hacer frente? 45 Escuchen el plan que yo, el Señor, he preparado contra Babilonia; el proyecto que he formulado contra el país de los caldeos: Aun a los corderos más pequeños se los llevarán, y las mismas praderas serán también destrozadas. 46 La caída de Babilonia hará tanto ruido, que la tierra temblará, y sus gritos se oirán en las demás naciones.»

Profecía sobre los amonitas

49 Acerca de los hijos de Amón.(A) Así ha dicho Jehová: ¿No tiene hijos Israel? ¿No tiene heredero? ¿Por qué Milcom ha desposeído a Gad, y su pueblo se ha establecido en sus ciudades? Por tanto, vienen días, ha dicho Jehová, en que haré oír clamor de guerra en Rabá de los hijos de Amón; y será convertida en montón de ruinas, y sus ciudades serán puestas a fuego, e Israel tomará por heredad a los que los tomaron a ellos, ha dicho Jehová.

Lamenta, oh Hesbón, porque destruida es Hai; clamad, hijas de Rabá, vestíos de cilicio, endechad, y rodead los vallados, porque Milcom fue llevado en cautiverio, sus sacerdotes y sus príncipes juntamente. ¿Por qué te glorías de los valles? Tu valle se deshizo, oh hija contumaz, la que confía en sus tesoros, la que dice: ¿Quién vendrá contra mí? He aquí yo traigo sobre ti espanto, dice el Señor, Jehová de los ejércitos, de todos tus alrededores; y seréis lanzados cada uno derecho hacia adelante, y no habrá quien recoja a los fugitivos. Y después de esto haré volver a los cautivos de los hijos de Amón, dice Jehová.

Profecía sobre Edom

Acerca de Edom.(B) Así ha dicho Jehová de los ejércitos: ¿No hay más sabiduría en Temán? ¿Se ha acabado el consejo en los sabios? ¿Se corrompió su sabiduría? Huid, volveos atrás, habitad en lugares profundos, oh moradores de Dedán; porque el quebrantamiento de Esaú traeré sobre él en el tiempo en que lo castigue. Si vendimiadores hubieran venido contra ti, ¿no habrían dejado rebuscos? Si ladrones de noche, ¿no habrían tomado lo que les bastase? 10 Mas yo desnudaré a Esaú, descubriré sus escondrijos, y no podrá esconderse; será destruida su descendencia, sus hermanos y sus vecinos, y dejará de ser. 11 Deja tus huérfanos, yo los criaré; y en mí confiarán tus viudas.

12 Porque así ha dicho Jehová: He aquí que los que no estaban condenados a beber el cáliz, beberán ciertamente; ¿y serás tú absuelto del todo? No serás absuelto, sino que ciertamente beberás. 13 Porque por mí he jurado, dice Jehová, que asolamiento, oprobio, soledad y maldición será Bosra, y todas sus ciudades serán desolaciones perpetuas.

14 La noticia oí, que de Jehová había sido enviado mensajero a las naciones, diciendo: Juntaos y venid contra ella, y subid a la batalla. 15 He aquí que te haré pequeño entre las naciones, menospreciado entre los hombres. 16 Tu arrogancia te engañó, y la soberbia de tu corazón. Tú que habitas en cavernas de peñas, que tienes la altura del monte, aunque alces como águila tu nido, de allí te haré descender, dice Jehová.

17 Y se convertirá Edom en desolación; todo aquel que pasare por ella se asombrará, y se burlará de todas sus calamidades. 18 Como sucedió en la destrucción de Sodoma y de Gomorra y de sus ciudades vecinas,(C) dice Jehová, así no morará allí nadie, ni la habitará hijo de hombre. 19 He aquí que como león subirá de la espesura del Jordán contra la bella y robusta; porque muy pronto le haré huir de ella, y al que fuere escogido la encargaré; porque ¿quién es semejante a mí, y quién me emplazará? ¿Quién será aquel pastor que me podrá resistir? 20 Por tanto, oíd el consejo que Jehová ha acordado sobre Edom, y sus pensamientos que ha resuelto sobre los moradores de Temán. Ciertamente a los más pequeños de su rebaño los arrastrarán, y destruirán sus moradas con ellos. 21 Del estruendo de la caída de ellos la tierra temblará, y el grito de su voz se oirá en el Mar Rojo. 22 He aquí que como águila subirá y volará, y extenderá sus alas contra Bosra; y el corazón de los valientes de Edom será en aquel día como el corazón de mujer en angustias.

Profecía sobre Damasco

23 Acerca de Damasco.(D) Se confundieron Hamat y Arfad, porque oyeron malas nuevas; se derritieron en aguas de desmayo, no pueden sosegarse. 24 Se desmayó Damasco, se volvió para huir, y le tomó temblor y angustia, y dolores le tomaron, como de mujer que está de parto. 25 ¡Cómo dejaron a la ciudad tan alabada, la ciudad de mi gozo! 26 Por tanto, sus jóvenes caerán en sus plazas, y todos los hombres de guerra morirán en aquel día, ha dicho Jehová de los ejércitos. 27 Y haré encender fuego en el muro de Damasco, y consumirá las casas de Ben-adad.

Profecía sobre Cedar y Hazor

28 Acerca de Cedar y de los reinos de Hazor, los cuales asoló Nabucodonosor rey de Babilonia. Así ha dicho Jehová: Levantaos, subid contra Cedar, y destruid a los hijos del oriente. 29 Sus tiendas y sus ganados tomarán; sus cortinas y todos sus utensilios y sus camellos tomarán para sí, y clamarán contra ellos: Miedo alrededor. 30 Huid, idos muy lejos, habitad en lugares profundos, oh moradores de Hazor, dice Jehová; porque tomó consejo contra vosotros Nabucodonosor rey de Babilonia, y contra vosotros ha formado un designio. 31 Levantaos, subid contra una nación pacífica que vive confiadamente, dice Jehová, que ni tiene puertas ni cerrojos, que vive solitaria. 32 Serán sus camellos por botín, y la multitud de sus ganados por despojo; y los esparciré por todos los vientos, arrojados hasta el último rincón; y de todos lados les traeré su ruina, dice Jehová. 33 Hazor será morada de chacales, soledad para siempre; ninguno morará allí, ni la habitará hijo de hombre.

Profecía sobre Elam

34 Palabra de Jehová que vino al profeta Jeremías acerca de Elam, en el principio del reinado de Sedequías rey de Judá, diciendo: 35 Así ha dicho Jehová de los ejércitos: He aquí que yo quiebro el arco de Elam, parte principal de su fortaleza. 36 Traeré sobre Elam los cuatro vientos de los cuatro puntos del cielo, y los aventaré a todos estos vientos; y no habrá nación a donde no vayan fugitivos de Elam. 37 Y haré que Elam se intimide delante de sus enemigos, y delante de los que buscan su vida; y traeré sobre ellos mal, y el ardor de mi ira, dice Jehová; y enviaré en pos de ellos espada hasta que los acabe. 38 Y pondré mi trono en Elam, y destruiré a su rey y a su príncipe, dice Jehová. 39 Pero acontecerá en los últimos días, que haré volver a los cautivos de Elam, dice Jehová.

Profecía sobre Babilonia

50 Palabra que habló Jehová contra Babilonia,(E) contra la tierra de los caldeos, por medio del profeta Jeremías. Anunciad en las naciones, y haced saber; levantad también bandera, publicad, y no encubráis; decid: Tomada es Babilonia, Bel es confundido, deshecho es Merodac; destruidas son sus esculturas, quebrados son sus ídolos. Porque subió contra ella una nación del norte, la cual pondrá su tierra en asolamiento, y no habrá ni hombre ni animal que en ella more; huyeron, y se fueron.

En aquellos días y en aquel tiempo, dice Jehová, vendrán los hijos de Israel, ellos y los hijos de Judá juntamente; e irán andando y llorando, y buscarán a Jehová su Dios. Preguntarán por el camino de Sion, hacia donde volverán sus rostros, diciendo: Venid, y juntémonos a Jehová con pacto eterno que jamás se ponga en olvido.

Ovejas perdidas fueron mi pueblo; sus pastores las hicieron errar, por los montes las descarriaron; anduvieron de monte en collado, y se olvidaron de sus rediles. Todos los que los hallaban, los devoraban; y decían sus enemigos: No pecaremos, porque ellos pecaron contra Jehová morada de justicia, contra Jehová esperanza de sus padres.

Huid de en medio de Babilonia,(F) y salid de la tierra de los caldeos, y sed como los machos cabríos que van delante del rebaño. Porque yo levanto y hago subir contra Babilonia reunión de grandes pueblos de la tierra del norte; desde allí se prepararán contra ella, y será tomada; sus flechas son como de valiente diestro, que no volverá vacío. 10 Y Caldea será para botín; todos los que la saquearen se saciarán, dice Jehová.

11 Porque os alegrasteis, porque os gozasteis destruyendo mi heredad, porque os llenasteis como novilla sobre la hierba, y relinchasteis como caballos. 12 Vuestra madre se avergonzó mucho, se afrentó la que os dio a luz; he aquí será la última de las naciones; desierto, sequedal y páramo. 13 Por la ira de Jehová no será habitada, sino será asolada toda ella; todo hombre que pasare por Babilonia se asombrará, y se burlará de sus calamidades. 14 Poneos en orden contra Babilonia alrededor, todos los que entesáis arco; tirad contra ella, no escatiméis las saetas, porque pecó contra Jehová. 15 Gritad contra ella en derredor; se rindió; han caído sus cimientos, derribados son sus muros, porque es venganza de Jehová. Tomad venganza de ella; haced con ella como ella hizo. 16 Destruid en Babilonia al que siembra, y al que mete hoz en tiempo de la siega; delante de la espada destructora cada uno volverá el rostro hacia su pueblo, cada uno huirá hacia su tierra.

17 Rebaño descarriado es Israel; leones lo dispersaron; el rey de Asiria lo devoró primero, Nabucodonosor rey de Babilonia lo deshuesó después. 18 Por tanto, así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Yo castigo al rey de Babilonia y a su tierra, como castigué al rey de Asiria. 19 Y volveré a traer a Israel a su morada, y pacerá en el Carmelo y en Basán; y en el monte de Efraín y en Galaad se saciará su alma. 20 En aquellos días y en aquel tiempo, dice Jehová, la maldad de Israel será buscada, y no aparecerá; y los pecados de Judá, y no se hallarán; porque perdonaré a los que yo hubiere dejado.

21 Sube contra la tierra de Merataim,[a] contra ella y contra los moradores de Pecod;[b] destruye y mata en pos de ellos, dice Jehová, y haz conforme a todo lo que yo te he mandado. 22 Estruendo de guerra en la tierra, y quebrantamiento grande. 23 ¡Cómo fue cortado y quebrado el martillo de toda la tierra! ¡Cómo se convirtió Babilonia en desolación entre las naciones! 24 Te puse lazos, y fuiste tomada, oh Babilonia, y tú no lo supiste; fuiste hallada, y aun presa, porque provocaste a Jehová. 25 Abrió Jehová su tesoro, y sacó los instrumentos de su furor; porque esta es obra de Jehová, Dios de los ejércitos, en la tierra de los caldeos. 26 Venid contra ella desde el extremo de la tierra; abrid sus almacenes, convertidla en montón de ruinas, y destruidla; que no le quede nada. 27 Matad a todos sus novillos; que vayan al matadero. ¡Ay de ellos! pues ha venido su día, el tiempo de su castigo.

28 Voz de los que huyen y escapan de la tierra de Babilonia, para dar en Sion las nuevas de la retribución de Jehová nuestro Dios, de la venganza de su templo.

29 Haced juntar contra Babilonia flecheros, a todos los que entesan arco; acampad contra ella alrededor; no escape de ella ninguno; pagadle según su obra;(G) conforme a todo lo que ella hizo, haced con ella; porque contra Jehová se ensoberbeció, contra el Santo de Israel. 30 Por tanto, sus jóvenes caerán en sus plazas, y todos sus hombres de guerra serán destruidos en aquel día, dice Jehová.

31 He aquí yo estoy contra ti, oh soberbio, dice el Señor, Jehová de los ejércitos; porque tu día ha venido, el tiempo en que te castigaré. 32 Y el soberbio tropezará y caerá, y no tendrá quien lo levante; y encenderé fuego en sus ciudades, y quemaré todos sus alrededores.

33 Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Oprimidos fueron los hijos de Israel y los hijos de Judá juntamente; y todos los que los tomaron cautivos los retuvieron; no los quisieron soltar. 34 El redentor de ellos es el Fuerte; Jehová de los ejércitos es su nombre; de cierto abogará la causa de ellos para hacer reposar la tierra, y turbar a los moradores de Babilonia.

35 Espada contra los caldeos, dice Jehová, y contra los moradores de Babilonia, contra sus príncipes y contra sus sabios. 36 Espada contra los adivinos, y se entontecerán; espada contra sus valientes, y serán quebrantados. 37 Espada contra sus caballos, contra sus carros, y contra todo el pueblo que está en medio de ella, y serán como mujeres; espada contra sus tesoros, y serán saqueados. 38 Sequedad sobre sus aguas, y se secarán; porque es tierra de ídolos, y se entontecen con imágenes.

39 Por tanto, allí morarán fieras del desierto y chacales,(H) morarán también en ella polluelos de avestruz; nunca más será poblada ni se habitará por generaciones y generaciones. 40 Como en la destrucción que Dios hizo de Sodoma y de Gomorra y de sus ciudades vecinas,(I) dice Jehová, así no morará allí hombre, ni hijo de hombre la habitará. 41 He aquí viene un pueblo del norte, y una nación grande y muchos reyes se levantarán de los extremos de la tierra. 42 Arco y lanza manejarán; serán crueles, y no tendrán compasión; su voz rugirá como el mar, y montarán sobre caballos; se prepararán contra ti como hombres a la pelea, oh hija de Babilonia. 43 Oyó la noticia el rey de Babilonia, y sus manos se debilitaron; angustia le tomó, dolor como de mujer de parto.

44 He aquí que como león subirá de la espesura del Jordán a la morada fortificada; porque muy pronto le haré huir de ella, y al que yo escoja la encargaré; porque ¿quién es semejante a mí?, ¿y quién me emplazará?, ¿o quién será aquel pastor que podrá resistirme? 45 Por tanto, oíd la determinación que Jehová ha acordado contra Babilonia, y los pensamientos que ha formado contra la tierra de los caldeos: Ciertamente a los más pequeños de su rebaño los arrastrarán, y destruirán sus moradas con ellos. 46 Al grito de la toma de Babilonia la tierra tembló, y el clamor se oyó entre las naciones.

Notas al pie

  1. Jeremías 50:21 O, doble rebelión.
  2. Jeremías 50:21 O, castigo.

Mensaje para Amón

49 Así dice el Señor acerca de los amonitas:

«¿Acaso Israel no tiene hijos?
    ¿Acaso no tiene herederos?
¿Por qué Moloc[a] ha heredado Gad
    y su pueblo vive en sus ciudades?
Vienen días», afirma el Señor,
«en que yo haré resonar el grito de guerra
    contra Rabá de los amonitas
y se convertirá en un montón de ruinas;
    sus villas serán incendiadas.
Entonces Israel despojará de todo
    a los que de todo la despojaron»,
    afirma el Señor.
«¡Gime, Hesbón, porque Hai ha sido destruida!
    ¡Griten, hijas de Rabá!
¡Vístanse de luto y hagan lamentación;
    corran de un lado a otro, dentro de los muros!,
porque Moloc marcha al destierro,
    junto con sus sacerdotes y oficiales.
¿Por qué te jactas de tus valles,
    de tus fértiles valles?
Hija rebelde, tú confías en tus tesoros
    y dices: “¿Quién me atacará?”.
Voy a hacer que te acose
    el terror por todas partes»,
    afirma el Señor de los Ejércitos.
«Todos serán expulsados, cada uno por su lado,
    y nadie reunirá a los fugitivos.

»Pero después de esto, restauraré la fortuna de los amonitas»,
    afirma el Señor.

Mensaje para Edom(A)(B)

Así dice el Señor de los Ejércitos acerca de Edom:

«¿Ya no hay sabiduría en Temán?
    ¿Se acabó el consejo de los inteligentes?
    ¿Acaso se ha echado a perder su sabiduría?
Habitantes de Dedán:
    ¡Huyan, vuélvanse atrás!
    ¡Escóndanse en lo más profundo de la tierra!
Yo provocaré un desastre sobre Esaú,
    pues le llegó la hora del castigo.
Si los que cosechan las uvas vinieran a ti,
    ¿no te dejarían algunas uvas?
Si de noche te llegaran ladrones,
    ¿no se llevarían solo lo que desean?
10 Pero yo despojaré por completo a Esaú;
    pondré a descubierto sus escondites,
    y no podrá ocultarse.
Sus hijos, parientes y vecinos,
    serán destruidos y dejarán de existir.
11 ¡Abandona a tus huérfanos,
    que yo les protegeré la vida!
    ¡Tus viudas pueden confiar en mí!».

12 Así dice el Señor: «Los que no estaban condenados a beber la copa de castigo la bebieron. ¿Y acaso tú vas a quedarte sin castigo? ¡De ninguna manera quedarás impune, sino que también beberás de esa copa! 13 Tan cierto como que yo vivo —afirma el Señor—, Bosra se convertirá en objeto de maldición, en horror, deshonra y ruina. Para siempre quedarán en ruinas todas sus ciudades».

14 He oído un mensaje de parte del Señor.
    Un heraldo ha sido enviado a las naciones, diciendo:
«¡Reúnanse, ataquen a la ciudad!
    ¡Prepárense para la guerra!

15 »Te haré pequeño entre las naciones,
    menospreciado por la humanidad.
16 Tú, que habitas en las hendiduras de las rocas;
    tú, que ocupas las alturas de los montes:
fuiste engañado por el terror que infundías
    y por el orgullo de tu corazón.
Aunque pongas tu nido tan alto como el del águila,
    desde allí te haré caer»,
    afirma el Señor.
17 «Tan espantosa será la caída de Edom
    que todo el que pase por él
    quedará atónito y se burlará de todas sus heridas.
18 Será como en la destrucción de Sodoma y Gomorra
    y de sus ciudades vecinas;
nadie volverá a habitar allí,
    ningún ser humano vivirá en ella»,
    afirma el Señor.

19 «Como león que sale de la espesura del Jordán
    hacia praderas de verdes pastos,
en un instante espantaré de su tierra a los de Edom.
    ¿Quién es el elegido que nombraré para esto?
Porque, ¿quién como yo?
    ¿Quién me puede desafiar?
    ¿Qué pastor se me puede oponer?».

20 Por eso, escuchen el plan que el Señor ha diseñado contra Edom;
    escuchen lo que tiene planeado contra los habitantes de Temán:
Serán arrastrados los más pequeños del rebaño;
    por causa de ellos sus praderas quedarán asoladas.
21 Tiembla la tierra por el estruendo de su caída;
    hasta en el mar Rojo[b] resuenan sus gritos.
22 Remonta vuelo el enemigo,
    se desliza como un águila,
    extiende sus alas sobre Bosra.
En aquel día se angustiarán los valientes de Edom,
    como se angustia una mujer de parto.

Mensaje para Damasco

23 Mensaje acerca de Damasco:

«Jamat y Arfad están desanimadas,
    pues ya saben la mala noticia.
Están inquietas, se agitan como el mar
    y no pueden calmarse.
24 Damasco desfallece;
    trató de huir,
    pero la dominó el pánico.
Se halla presa de la angustia y el dolor,
    como si estuviera de parto.
25 ¿Por qué no ha sido abandonada
    la ciudad famosa, la que era mi delicia?
26 Por eso, sus jóvenes quedarán tendidos en las calles;
    ¡perecerán todos sus soldados!»,
    afirma el Señor de los Ejércitos.
27 «Prenderé fuego al muro de Damasco,
    y los palacios de Ben Adad serán consumidos».

Mensaje para Cedar y Jazor

28 Así dice el Señor acerca de Cedar y de los reinos de Jazor que fueron atacados por Nabucodonosor, rey de Babilonia:

«¡Vamos, ataquen a Cedar!
    ¡Destruyan a esa gente del oriente!
29 Sus tiendas de campaña y rebaños les serán arrebatados,
    se llevarán sus cortinas,
    bienes y camellos.
La gente les gritará:
    “¡El terror está por todas partes!”.

30 »¡Huyan, habitantes de Jazor!
Escapen ya, escóndanse
    en lo más profundo de la tierra»,
    afirma el Señor.
«Nabucodonosor, rey de Babilonia,
    maquina planes contra ustedes;
    contra ustedes ha diseñado un plan.

31 »¡Levántense y ataquen a esta nación indolente
    que vive del todo confiada,
nación que no tiene puertas ni cerrojos
    y que vive muy aislada!»,
    afirma el Señor.
32 «Sus camellos serán el botín,
    y su numeroso ganado, el despojo.
Dispersaré a los cuatro vientos a los que se rapan las sienes;
    de todas partes les traeré su ruina»,
    afirma el Señor.
33 «Jazor se convertirá en una guarida de chacales,
    en un lugar desolado para siempre.
Ningún ser humano vivirá allí,
    nadie habitará en ese lugar».

Mensaje para Elam

34 La palabra del Señor acerca de Elam vino al profeta Jeremías al comienzo del reinado de Sedequías, rey de Judá.

35 Así dice el Señor de los Ejércitos:

«Voy a quebrar el arco de Elam;
    voy a acabar con lo mejor de su poderío.
36 Voy a desatar contra Elam los cuatro vientos
    desde los cuatro extremos del cielo.
Los voy a esparcir por los cuatro vientos,
    y no quedará nación alguna
    adonde no lleguen sus desterrados.
37 Aterraré a Elam frente a sus enemigos,
    frente a los que atentan contra su vida;
desataré mi ardiente ira,
    y traeré sobre Elam calamidad»,
    afirma el Señor.
«Haré que la espada los persiga
    hasta que los haya exterminado.
38 Estableceré mi trono en Elam,
    y destruiré a su rey y a sus oficiales»,
    afirma el Señor.

39 «Pero en los días venideros
    restauraré la fortuna de Elam»,
    afirma el Señor.

Mensaje para Babilonia(C)

50 La palabra del Señor acerca de Babilonia, el país de los babilonios,[c] vino al profeta Jeremías:

«¡Anuncien y proclamen entre las naciones!
    ¡Proclámenlo, levanten un estandarte!
    No oculten nada, sino digan:
“¡Babilonia será conquistada!
    ¡Bel quedará en vergüenza!
    ¡Marduc quedará aterrado!
¡Sus imágenes quedan humilladas
    y sus ídolos, aterrados!”.
Porque la ataca una nación del norte,
    que dejará su tierra desolada.
Las personas y los animales saldrán huyendo
    y no habrá nadie que la habite.

»En aquellos días, en aquel tiempo,
    la gente de Israel y de Judá
    irá llorando en busca del Señor su Dios»,
    afirma el Señor.
«Preguntarán por el camino a Sión
    y hacia allá se encaminarán.
Vendrán y se aferrarán al Señor
    en un pacto eterno,
    que ya no olvidarán.

»Mi pueblo ha sido como un rebaño perdido;
    sus pastores lo han descarriado,
    lo han hecho vagar por las montañas.
Ha ido de colina en colina
    y se ha olvidado de su redil.
Todos los que lo encuentran lo devoran.
    “No somos culpables —decían sus enemigos—,
porque ellos pecaron contra el Señor;
    ¡él es pastizal de justicia,
    esperanza de sus antepasados!”.

»¡Huyan de Babilonia;
    abandonen el país de los babilonios![d]
    Sean como los machos cabríos que guían al rebaño.
Porque yo movilizo contra Babilonia
    una alianza de grandes naciones del norte.
Se alistarán contra ella
    y desde el norte será conquistada.
Sus flechas son como expertos guerreros
    que no vuelven con las manos vacías.
10 Babilonia[e] será saqueada,
    y todos sus saqueadores se saciarán»,
    afirma el Señor.

11 «¡Ustedes saquean mi heredad,
    y se alegran y regocijan!
¡Saltan como terneras en la pradera,
    relinchan como sementales!
12 Pero la madre de ustedes quedará grandemente humillada;
    la que les dio la vida quedará en vergüenza.
Será la última de las naciones;
    se convertirá en desierto, tierra árida y llanura seca.
13 Por el enojo del Señor no será habitada,
    sino que quedará totalmente en ruinas.
Todo el que pase por Babilonia
    se asombrará y burlará al ver todas sus heridas.

14 »¡Tomen posiciones alrededor de Babilonia,
    todos los que tensan el arco!
¡Dispárenle, no escatimen flechas,
    porque ha pecado contra el Señor!
15 Griten en torno de ella:
    ¡Se ha rendido, cayeron sus torres,
    se derrumbaron sus muros!
¡Esta es la venganza del Señor!
    ¡Vénguense de ella!
    ¡Háganle lo mismo que hizo a otros!
16 Exterminen al que siembra en Babilonia,
    y al que maneja la hoz en la cosecha.
Ante la espada del opresor,
    cada uno retorna a su pueblo,
    cada cual huye a su propia tierra.

17 »Israel es como un rebaño descarriado,
    acosado por los leones.
Primero lo devoró el rey de Asiria
    y luego Nabucodonosor, rey de Babilonia,
    le quebró todos los huesos».

18 Por eso, así dice el Señor de los Ejércitos, el Dios de Israel:

«Castigaré al rey de Babilonia y a su tierra
    como castigué al rey de Asiria.
19 Haré que Israel vuelva a su prado
    y que se alimente en el Carmelo y en Basán.
Su apetito quedará saciado
    en las montañas de Efraín y Galaad.
20 En aquellos días, en aquel tiempo, se buscará la iniquidad de Israel,
    pero ya no se encontrará.
Buscarán los pecados de Judá,
    pero ya no se hallarán,
    porque yo perdonaré a los que deje como remanente»,
    afirma el Señor.

21 «¡Ataca el territorio de Meratayin
    y a los que viven en Pecod!
¡Mátalos, destrúyelos por completo!»,
    afirma el Señor.
    «¡Cumple con todas mis órdenes!
22 ¡En el territorio hay estruendo de guerra
    y de impresionante destrucción!
23 ¡Cómo ha sido quebrado y derribado
    el martillo de toda la tierra!
¡Babilonia ha quedado desolada
    en medio de las naciones!
24 Te tendí una trampa, Babilonia, y en ella caíste
    antes de que te dieras cuenta.
Fuiste sorprendida y capturada,
    porque te opusiste al Señor.
25 El Señor ha abierto su arsenal,
    y ha sacado las armas de su ira;
el Señor, Señor de los Ejércitos,
    tiene una tarea que cumplir en el país de los babilonios[f]
26 ¡Atáquenla desde los confines de la tierra!
    ¡Abran sus graneros!
¡Amontónenla como a las gavillas!
    ¡Destrúyanla por completo!
    ¡Que no quede ningún remanente de ella!
27 ¡Maten a todos sus novillos!
    ¡Llévenlos al matadero!
¡Ay de ellos, pues les ha llegado el día,
    el día de su castigo!
28 Se oye la voz de los fugitivos,
    de los que escaparon de Babilonia;
vienen a anunciar en Sión
    la venganza del Señor nuestro Dios,
    la venganza por su Templo.

29 »Recluten contra Babilonia a los arqueros,
    a todos los que tensan el arco;
acampen a su alrededor
    y que no escape ninguno.
Retribúyanle según sus obras,
    hagan con ella como hizo con otros.
Porque ella ha desafiado al Señor,
    al Santo de Israel.
30 Por eso en aquel día caerán sus jóvenes en las calles
    y perecerán todos sus soldados»,
    afirma el Señor.
31 «Estoy contra ti, nación arrogante»,
    afirma el Señor, el Señor de los Ejércitos;
«al fin ha llegado el día,
    el día de tu castigo.
32 El arrogante tropezará, caerá
    y no habrá quien lo ayude a levantarse.
Prenderé fuego a todas sus ciudades,
    fuego que consumirá cuanto le rodea».

33 Así dice el Señor de los Ejércitos:

«Israel y Judá son pueblos oprimidos;
    sus enemigos los tienen apresados,
    no los dejan en libertad.
34 Pero su Redentor es fuerte,
    su nombre es el Señor de los Ejércitos.
Con vigor defenderá su causa;
    traerá descanso a su tierra,
    pero perturbación a Babilonia.

35 »¡Muerte a[g] los babilonios!
    ¡Muerte a sus oficiales y sabios!»,
    afirma el Señor.
36 «¡Muerte a sus falsos profetas!
    ¡Que pierdan la razón!
¡Muerte a sus guerreros!
    ¡Que queden aterrorizados!
37 ¡Muerte a sus caballos y carros!
    ¡Muerte a todos sus mercenarios!
    ¡Que se vuelvan unos cobardes!
¡Muerte a sus tesoros!
    ¡Que sean saqueados!
38 ¡Muerte a sus aguas!
    ¡Que queden secas!
Porque Babilonia es un país de ídolos,
    de ídolos terribles que provocan la locura.

39 »Por eso las fieras del desierto vivirán allí con las hienas;
    también los avestruces harán allí su morada.
Nunca más volverá a ser habitada;
    quedará despoblada para siempre.
40 Será como cuando Dios destruyó a Sodoma y Gomorra
    y a sus ciudades vecinas;
nadie volverá a habitar allí,
    ningún ser humano vivirá en ella»,
    afirma el Señor.

41 «¡Miren! Del norte viene un ejército;
    desde los confines de la tierra
    se moviliza una gran nación y muchos reyes.
42 Empuñan el arco y la lanza;
    son crueles y no tienen compasión.
Lanzan gritos como bramidos del mar
    y cabalgan sobre sus corceles.
¡Vienen contra ti, hija de Babilonia,
    alineados para la batalla como un solo hombre!
43 El rey de Babilonia ha escuchado la noticia,
    sus manos flaquean;
la angustia le domina
    como si tuviera dolores de parto.
44 Como león que sale de la espesura del Jordán
    hacia praderas de verdes pastos,
en un instante espantaré de su tierra a los de Babilonia.
    ¿Quién es el elegido que nombraré para esto?
Porque, ¿quién como yo?
    ¿Quién me puede desafiar?
    ¿Qué pastor se me puede oponer?».

45 Por eso, escuchen el plan que el Señor ha diseñado contra Babilonia;
    escuchen lo que tiene planeado en contra del país de los babilonios:
Serán arrastrados los más pequeños del rebaño;
    por causa de ellos, sus praderas quedarán asoladas.
46 Tiembla la tierra por la estruendosa caída de Babilonia;
    resuenan sus gritos en medio de las naciones.

Notas al pie

  1. 49:1 Moloc. Lit. Malcán; es decir, Milcón. Alt. su rey; también en v. 3.
  2. 49:21 Lit. mar de las Cañas. Término con el que se designa en la Biblia al mar Rojo en su parte septentrional.
  3. 50:1 Lit. caldeos.
  4. 50:8 Lit. caldeos.
  5. 50:10 Lit. Caldea.
  6. 50:25 Lit. caldeos.
  7. 50:35 Muerte a. Lit. Espada contra; también en vv. 36 y 37.

Advertencia contra Amón

49 Acerca de la nación de Amón, Dios dijo:

«El territorio de Gad era de los israelitas,
pero me desobedecieron,
y por eso ahora los amonitas,
que adoran al dios Milcom,
se han apropiado del país.

»Ya se acerca el día
en que haré que se escuchen
gritos de guerra en la ciudad de Rabá,
que está en el territorio de Amón.
Tanto Rabá como las ciudades vecinas
arderán en llamas y quedarán en ruinas,
y entonces Israel echará de allí
a todos los que le robaron su tierra.

»¡Lloren ustedes, los que viven en Hesbón,
porque su ciudad quedará en ruinas!
¡Griten ustedes, las que viven en Rabá!
¡Vístanse de luto y hagan lamentos!
Corran de un lado para otro,
dentro de los muros de la ciudad,
porque su dios Milcom y sus sacerdotes
serán llevados a otro país,
junto con sus oficiales.
Ustedes los amonitas se sienten orgullosos
de tener un país con valles fértiles;
confían mucho en sus riquezas
y creen que nadie los atacará.
Pero yo soy el Dios de Israel;
soy el Dios todopoderoso,
y haré que las naciones vecinas
los asusten y persigan por todas partes.
Todos ustedes serán expulsados de aquí,
y nadie podrá reunir a los que huyan.
Pero después de todo esto,
yo haré que ustedes, los amonitas,
vuelvan del país adonde hayan sido llevados».

Advertencia contra Edom

Acerca de la nación de Edom, el Dios todopoderoso dijo:

«¡Ya no hay sabios en Temán!
Ya no queda ni uno solo.
Se ha acabado la sabiduría,
no hay nadie que dé consejos.
Ustedes, los que viven en Dedán,
¡Den media vuelta y huyan de aquí!
¡Métanse en las cuevas más profundas!
Voy a enviar una terrible desgracia
contra los habitantes de Edom,
pues ya es hora de que los castigue.

»Los que cosechan uvas
siempre dejan algo para los pobres.
Los ladrones que roban de noche
nunca se llevan todo.
10 Pero a los habitantes de Edom
no voy a dejarles nada;
¡dañaré hasta sus escondites,
para que no tengan dónde esconderse!
Morirán sus hijos y sus familias;
morirán también sus vecinos.
11 Pero sepan que yo cuidaré
de sus huérfanos y de sus viudas;
¡pueden confiar en mí!»

12-13 Dios también dijo:

«Ciudad de Bosrá, no creas que escaparás del castigo. Si he castigado a las naciones que no debían sufrir ningún castigo, ¡con mayor razón te castigaré a ti! Yo soy el Dios de Israel, y te juro que serás destruida y humillada; ¡llegarás a ser el hazmerreír de todos! También tus otras ciudades quedarán en ruinas para siempre.

14 »Ya he mandado un mensajero
para que anuncie entre las naciones:
“¡Prepárense para la guerra!
¡Únanse y ataquen a Edom!”

15 »Edom, voy a convertirte
en la nación más débil del mundo;
voy a hacer que todos te desprecien.
16 Tú te sientes orgullosa
de vivir en los altos montes.
Como si fueras un ave
has puesto tu nido entre las rocas
y por eso te crees a salvo.
Pero de allí te derribaré,
aunque tu nido sea tan alto
como el nido de las águilas.
Te juro que así lo haré.

17 »Tu caída será tan terrible
que se espantarán al verte
los que pasen por tus ruinas.
18 Quedarás como Sodoma y Gomorra,
¡y nadie volverá a vivir en ti!

19 »Edom, yo te atacaré sin aviso,
como lo hace un león con su presa.
Yo elegiré a tu enemigo,
para que en poco tiempo te derrote.
¡No hay otro Dios como yo!
¡No hay quien me pueda desafiar!
¡Ningún pastor de ovejas
es capaz de hacerme frente!

20 »Por lo tanto, presten atención;
escuchen lo que he pensado hacer
con los que viven en Temán.
Ya tengo preparado un plan contra Edom.
Los más jóvenes serán arrastrados
y todo el país quedará destruido.
21 Edom caerá en forma tan violenta
que la tierra temblará,
y los gritos de la gente
se oirán hasta el Mar de los Juncos.
22 El enemigo se lanzará al ataque
con la rapidez de las águilas;
atacará con las alas abiertas,
y cubrirá la ciudad de Bosrá.
Ese día, los soldados edomitas
temblarán como tiemblan las mujeres
cuando van a tener un hijo».

Advertencia contra Damasco

23 Acerca de Damasco, Dios dijo:

«Las ciudades de Hamat y Arpad
ya recibieron la mala noticia
y no hay nada que las consuele;
¡están inquietas y agitadas
como las olas del mar!
24 Los habitantes de Damasco
se han quedado sin fuerzas;
quieren huir, pero les tiemblan las piernas;
se retuercen de angustia y dolor,
como si fueran mujeres
a punto de tener su primer hijo.
25 Damasco fue en otros tiempos
una ciudad importante y alegre,
pero ahora ha quedado abandonada.
26-27 Y cuando llegue el momento,
sus mejores guerreros y sus jóvenes
caerán muertos por las calles.
Con el fuego que prenderé
a los altos muros de Damasco,
arderán los palacios de Ben-adad.
Yo soy el Dios todopoderoso
y les juro que así será».

Advertencia contra Quedar y Hasor

28 El rey de Babilonia había vencido a las tribus de Quedar y de Hasor. Acerca de ellas, Dios dijo:

«¡Soldados de Babilonia,
ataquen a la nación de Quedar!
¡Maten a esa gente del oriente!
29 ¡Atáquenlos! ¡Quítenles todo!
¡Quítenles sus carpas y sus ovejas!
¡Quítenles sus camellos
y sus cosas de valor!
Asústenlos con este grito:
“¡Hay terror por todas partes!”

30 »Ustedes, los que viven en Hasor,
¡escápense ya!,
¡escóndanse bajo tierra!
El rey de Babilonia
ha preparado contra ustedes
un terrible plan de ataque.
Les juro que va a atacarlos.

31-32 »Y ustedes, soldados de Babilonia,
¡ataquen a esta nación orgullosa!
Es una nación egoísta,
y se siente tan segura
que nunca cierra sus portones.
Pero yo voy a dispersarla
por todo el mundo,
y de todos lados le traeré el desastre.
A ustedes, babilonios, les permito
que les quiten sus camellos y sus tesoros.
Les juro que así será.

33 »La ciudad de Hasor quedará en ruinas
y se llenará de perros salvajes;
nunca más volverá a ser habitada,
porque nadie va a querer vivir allí».

Advertencia contra Elam

34 Cuando el rey Sedequías comenzó a reinar en Judá, Dios me habló acerca de la nación de Elam. Me dijo:

35 «Jeremías, yo soy el Dios todopoderoso, y éste es mi mensaje acerca de Elam:

»Voy a acabar con el ejército elamita.
Sus soldados son expertos guerreros,
pero yo los haré pedazos.
36 Desde los cuatro puntos cardinales
enviaré contra Elam grandes ejércitos,
y con la fuerza del viento
los dispersaré por todas partes;
¡no habrá un solo país
donde no haya elamitas refugiados!

37 »Los elamitas temblarán de miedo
cuando se enfrenten a sus enemigos,
y ellos los destruirán por completo.
Yo estoy muy enojado con ellos,
así que les enviaré terribles castigos.
Haré que haya guerra entre ellos,
hasta que nadie quede con vida.
38 Mataré a su rey y a sus oficiales,
y el rey de Elam seré yo.
39 Sin embargo, cuando todo termine,
haré volver a los elamitas
de los países adonde fueron llevados.
Les juro que así lo haré».

Advertencia contra Babilonia

50 Dios me dio este mensaje acerca de Babilonia. Me dijo:

«A ti, Jeremías, te encargo
que se anuncie entre las naciones mi mensaje,
para que todos se enteren.
Que se agite la señal de victoria
y se dé a conocer la noticia:

“¡Babilonia será conquistada!
¡El dios Bel quedará en ridículo!
¡El dios Marduc temblará de miedo!
¡Todos los dioses de Babilonia
se asustarán y quedarán humillados!”

»Del norte vendrá una nación
que atacará y destruirá a Babilonia.
Hombres y animales saldrán corriendo,
y nadie volverá a vivir allí.

»Cuando todo esto suceda,
la gente de Israel y de Judá
vendrá llorando a buscarme,
pues yo soy el Dios de Israel.
Preguntarán cómo llegar a Jerusalén,
y hacia allá se dirigirán.
Al llegar, se reunirán conmigo
para que hagamos un pacto eterno,
del cual nunca más se olvidarán.

»Mi pueblo ha perdido el rumbo;
ha vivido como un rebaño perdido,
pues sus jefes no supieron dirigirlo.
Por eso anduvo por las montañas,
extraviado y sin rumbo fijo;
¡hasta olvidó su lugar de descanso!
Al verlos, sus enemigos se burlaban
y les decían:

“De esto no tenemos la culpa,
pues ustedes pecaron contra Dios;
contra el Dios que todo les daba,
y en quien confiaban sus antepasados”.

»Pueblo mío, ¡salgan ya de Babilonia!
¡Escápense de ese país!
¡Corran al frente de los que huyen!
9-10 Yo enviaré contra Babilonia
grandes naciones del norte
que la atacarán, la conquistarán
y se quedarán con todas sus riquezas.
Sus soldados son de lo mejor;
¡sus flechas siempre dan en el blanco!

11 »Y ustedes, babilonios,
que le han robado a mi pueblo,
¡ríanse si quieren, y hagan fiesta,
12 pero su patria quedará humillada
y al final morirá avergonzada
y hecha un desierto solitario!

13 »Yo haré que Babilonia
nunca más vuelva a ser habitada.
Estoy tan enojado con ella
que voy a destruirla.
Todos los que pasen por allí
se asustarán al ver sus ruinas.

14 »Y ustedes, guerreros,
¡prepárense para atacar a Babilonia!
¡Disparen contra ella sus flechas,
porque ha pecado contra mí!
15 Griten por todas partes:

“¡Babilonia se ha rendido!
¡Sus torres se derrumban!
¡Sus muros caen por los suelos!”

»¡Y ahora ustedes hagan con ella
lo mismo que ella hizo con ustedes!
¡Ésta es mi venganza contra Babilonia!
16 ¡Que no quede en ese país
nadie que siembre ni coseche!

»Cuando Babilonia sea atacada
los que fueron llevados prisioneros
huirán de allá y volverán a su país.

17 »Israel es un pueblo que ha vivido perdido como oveja, y siempre en peligro de que se lo devoren los leones. El primero en devorarlo fue el rey de Asiria, y a él le siguió el rey de Babilonia, que lo devoró hasta los huesos. 18 Pero yo soy el Dios de Israel, y así como antes castigué al rey de Asiria, castigaré al rey de Babilonia y a su nación. 19 Yo haré que Israel regrese a su propia tierra, y yo mismo le daré de comer en el monte Carmelo, en la región de Basán y en las montañas de Efraín y Galaad. 20 Cuando llegue ese día, perdonaré a los que aún queden con vida. A Israel y a Judá les perdonaré su maldad.

21 »Y a ustedes, enemigos de Babilonia,
les mando que ataquen y persigan
a estos despreciables babilonios.

22 »Ya se escuchan los gritos de guerra
y el ruido de una gran destrucción.
23 Tú, Babilonia, eras como un martillo
que golpeaba a todo el mundo,
pero ahora pareces un martillo inútil;
¡Has quedado hecha pedazos,
y todas las naciones están asombradas!
24 Al rebelarte contra mí,
tú misma te pusiste una trampa
y acabaste cayendo en ella.

25 »Yo soy el Dios de Israel;
yo soy el Dios todopoderoso.
Tengo algo pendiente con Babilonia.
Ya he abierto mi depósito de armas,
y sacaré las más destructivas.
Estoy muy enojado,
y haré pedazos a los babilonios.

26 »¡Vengan de todas partes
y ataquen a Babilonia!
¡Abran sus depósitos de trigo
y llévense todo ese grano!
¡Amontonen lo que encuentren
y destrúyanlo todo!
¡Que no le quede nada!
27 ¡Llegó la hora del castigo!
¡Maten a todos sus soldados!
¡Maten a toda su gente!

28 »Ahora escuchen a la gente
que ha escapado de Babilonia;
óiganlos hablar de mi venganza:
“¡Dios acabó con los babilonios
porque ellos destruyeron su templo!”

29 »¡Que vengan los guerreros,
y ataquen a Babilonia!
¡Que la rodeen
para que nadie se escape!
Babilonia se rebeló contra mí.
Por eso, ¡denle su merecido!
¡Trátenla como ella trató a otros!
Yo soy el Dios de Israel,
yo soy un Dios diferente.

30 »Yo les juro que en ese día
sus jóvenes y sus mejores soldados
caerán muertos por las calles.

31-32 »Babilonia, nación orgullosa,
cuando llegue el día de tu castigo,
vendré y te daré tu merecido.
Les prenderé fuego a tus ciudades
y a todos sus alrededores.
Tus habitantes tropezarán y caerán,
y nadie los ayudará a levantarse.
Yo soy el Dios todopoderoso,
yo soy el Dios de Israel,
y les juro que así lo haré.

33 »Ustedes los babilonios
han tratado muy mal
al pueblo de Israel y de Judá.
Los han hecho prisioneros
y no quieren dejarlos libres.
34 Yo soy el Dios todopoderoso,
y con mi poder les daré libertad
y los haré vivir en paz.
Pero a ustedes, los babilonios,
les voy a enviar un gran castigo.

35 »¡Que mueran los babilonios!
¡Que mueran sus jefes y sus sabios!
36 ¡Que todos sus profetas mentirosos
se vuelvan locos y pierdan la vida!
¡Que tiemblen de miedo sus soldados!
37 ¡Que se mueran sus caballos,
y sean destrozados sus carros de guerra!
¡Que todos sus soldados extranjeros
se acobarden y se mueran!
¡Que les roben todos sus tesoros!
¡Que se sequen sus ríos!

38 »Tantos ídolos hay en Babilonia
que la gente ha perdido la razón.

39-40 »Nunca más Babilonia
volverá a ser habitada.
Será como cuando destruí
a Sodoma y a Gomorra,
y las ciudades vecinas:
allí sólo vivirán chacales,
lechuzas y perros salvajes.
Les juró que así será.

41 »¡Miren lo que viene del norte!
¡Es el ejército de una gran nación!
¡Viene desde muy lejos,
y se le han unido muchos reyes!
42 Son gente cruel y sanguinaria,
armada con arcos y lanzas;
vienen a todo galope
y dispuestos a atacarte,
bella ciudad de Babilonia.
El estruendo de sus gritos
resuena como las olas del mar.
43 El rey de Babilonia lo sabe,
y se muere de miedo;
se retuerce de angustia.

44 »¡No hay otro Dios como yo!
¡No hay quien me pueda desafiar!
¡No hay jefe que se me oponga!
Yo atacaré a Babilonia de repente,
como ataca el león a su presa.
Yo elegiré a su destructor.

45 »Presten atención al plan que tengo;
escuchen lo que voy a hacer
con Babilonia y sus habitantes:
hasta los niños más pequeños
serán llevados a rastras,
y la nación entera será destruida.
46 Babilonia caerá con tanta violencia
que la tierra misma se sacudirá,
y por todas las naciones
se escucharán sus gritos».

Profecía sobre Amón

49 Acerca de los hijos de Amón.

Así dice el Señor:

¿No tiene hijos Israel?
¿No tiene heredero?
¿Por qué, pues, Milcom[a] se ha apoderado de Gad(A)
y su pueblo se ha establecido en sus ciudades?
Por tanto, he aquí, vienen días —declara el Señor
en que haré que se oiga el grito de guerra(B)
contra Rabá de los hijos de Amón(C),
y será convertida en montón de ruinas,
y sus ciudades[b] serán incendiadas.
Entonces se apoderará Israel de los que lo poseían(D) —dice el Señor.
Gime, Hesbón(E), porque Hai ha sido destruida(F).
Clamad, hijas de Rabá,
ceñíos(G) de cilicio y lamentaos,
corred de un lado a otro por entre los muros,
porque Milcom[c] irá al destierro
junto con sus sacerdotes y sus príncipes(H).
¡Cómo te jactas(I) de los valles!
Tu valle se desvanece,
hija infiel(J),
la que confía en sus tesoros(K), diciendo:
«¿Quién vendrá contra mí(L)?».
He aquí, traigo sobre ti terror
—declara el Señor, Dios[d](M) de los ejércitos—
de todos tus alrededores(N);
y seréis lanzados cada uno delante de sí,
y no habrá quien reúna a los fugitivos(O).
Pero después restauraré
el bienestar[e](P) de los hijos de Amón
—declara el Señor.

Profecía sobre Edom

Acerca de Edom.

Así dice el Señor(Q) de los ejércitos:

¿No hay ya sabiduría(R) en Temán?
¿Se ha perdido el consejo(S) de los prudentes?
¿Se ha corrompido su sabiduría?
Huid, volved, morad en las profundidades,
habitantes de Dedán(T),
porque la ruina de Esaú traeré[f] sobre él
al momento de castigarlo[g](U).
Si vinieran a ti vendimiadores,
¿no dejarían rebuscos?
Si vinieran ladrones de noche,
solo destruirían hasta que les bastara[h](V).
10 Pero yo he despojado totalmente a Esaú,
he descubierto sus escondrijos(W)
y no podrá esconderse.
Ha sido destruida su descendencia[i], sus hermanos
y vecinos, y él ya no existe(X).
11 Deja a tus huérfanos, yo los conservaré con vida;
que tus viudas(Y) confíen en mí.

12 Pues así dice el Señor: He aquí, los que no estaban condenados a[j] beber la copa, ciertamente la beberán(Z), ¿y serás tú absuelto por completo? No serás absuelto, sino que ciertamente la beberás(AA). 13 Porque por mí he jurado —declara el Señor(AB)— que Bosra será motivo de horror, de oprobio, de ruina y de maldición(AC); todas sus ciudades se convertirán en ruinas perpetuas(AD).

14 He oído un mensaje de parte del Señor,
y un mensajero es enviado(AE) entre las naciones, diciendo:
Reuníos y venid contra él(AF),
y levantaos para la guerra(AG).
15 Pues he aquí, pequeño te he hecho entre las naciones,
menospreciado entre los hombres.
16 En cuanto al terror que infundías[k],
te ha engañado la soberbia de tu corazón;
tú que vives en las hendiduras de las peñas[l],
que ocupas la cumbre del monte.
Aunque hagas tu nido(AH) tan alto como el del águila(AI),
de allí te haré bajar —declara el Señor(AJ).

17 Y Edom se convertirá en objeto de horror; todo el que pase por él se quedará atónito y silbará(AK) a causa de todas sus heridas(AL). 18 Como en la destrucción de Sodoma y Gomorra y de sus ciudades vecinas —dice el Señor— nadie habitará allí, ni residirá en él hijo de hombre(AM). 19 He aquí que uno subirá como león de la espesura[m] del Jordán(AN) contra el pastizal de perenne verdor[n], y[o] en un instante lo haré huir de él, y al que sea escogido nombraré sobre él(AO). Porque ¿quién es como yo(AP) y quién me citará a juicio? ¿Quién es el pastor que me podrá resistir(AQ)?

20 Por tanto, oíd el plan que el Señor ha trazado contra Edom, y los designios que ha decretado contra los habitantes de Temán: ciertamente los arrastrarán, aun a los más pequeños del rebaño(AR); ciertamente a causa de ellos hará una desolación de su pastizal[p](AS). 21 Al estruendo de su caída tiembla la tierra; hay un clamor. Hasta el mar(AT) Rojo[q] se oye su voz. 22 He aquí, se remonta, vuela veloz como un águila y extiende sus alas contra[r](AU) Bosra. En aquel día el corazón de los valientes de Edom será como el corazón de una mujer de parto(AV).

Profecía sobre Damasco

23 Acerca de Damasco(AW).

Avergonzadas están Hamat y Arfad(AX).
Porque han oído malas noticias(AY)
están desalentadas.
Hay ansiedad(AZ) como en el mar
que no se puede calmar(BA).
24 Desamparada está Damasco;
se ha vuelto para huir,
y el pánico se ha apoderado de ella;
angustia y dolores la oprimen
como a mujer de parto(BB).
25 ¿Cómo es que no ha sido abandonada la ciudad alabada,
la ciudad de mi regocijo(BC)?
26 Por eso sus jóvenes caerán en sus calles,
y todos los hombres de guerra serán
silenciados[s] en aquel día —declara el Señor de los ejércitos(BD).
27 Y prenderé fuego al muro de Damasco
que consumirá los palacios[t] de Ben-adad(BE).

Profecía sobre Cedar y Hazor

28 Acerca de Cedar y de los reinos de Hazor, que derrotó Nabucodonosor, rey de Babilonia. Así dice el Señor:

Levantaos, subid a Cedar
y destruid a los hijos(BF) del oriente(BG).
29 Sus tiendas(BH) y sus rebaños serán tomados;
las cortinas de sus tiendas, todos sus bienes y sus camellos se los llevarán(BI),
y gritarán el uno al otro: «¡Terror por todas partes(BJ)!».
30 Escapaos, huid; morad en las profundidades,
habitantes de Hazor —declara el Señor—,
porque Nabucodonosor, rey de Babilonia(BK), ha concebido un plan contra vosotros,
ha trazado un designio contra vosotros.
31 Levantaos, subid contra una nación tranquila,
que vive confiada(BL) —declara el Señor.
No tiene puertas ni cerrojos;
viven solitarios(BM).
32 Sus camellos serán el despojo,
y la multitud de sus ganados el botín;
esparciré a todos los vientos(BN) a los que se rapan las sienes,
y de todos lados les traeré su ruina(BO) —declara el Señor.
33 Y Hazor será guarida de chacales,
una desolación para siempre;
nadie habitará allí,
ni residirá en ella hijo de hombre(BP).

Profecía sobre Elam

34 Palabra del Señor que vino al profeta Jeremías acerca de Elam(BQ) al comienzo del reinado de Sedequías, rey de Judá, diciendo(BR): 35 Así dice el Señor de los ejércitos:

«He aquí, quebraré el arco de Elam(BS),
lo mejor[u] de su fortaleza.
36 Y traeré sobre Elam los cuatro vientos
desde los cuatro extremos del cielo(BT),
y a todos estos vientos los esparciré;
no habrá nación(BU)
adonde no vayan los expulsados de Elam.
37 Destrozaré[v] a Elam delante de sus enemigos
y delante de los que buscan sus vidas;
traeré sobre ellos calamidad(BV),
el ardor de mi ira(BW)» —declara el Señor
«y enviaré tras ellos la espada
hasta que los haya acabado(BX).
38 Entonces pondré mi trono en Elam,
y allí destruiré al rey y a los príncipes»
—declara el Señor.
39 «Pero sucederá en los postreros días
que restauraré el bienestar[w] de Elam»
—declara el Señor(BY).

Profecía sobre Babilonia

50 (BZ)Palabra que el Señor habló acerca de Babilonia, la tierra de los caldeos(CA), por medio[x] del profeta Jeremías:

Anunciadlo entre las naciones y hacedlo oír(CB);
levantad estandarte(CC), hacedlo oír.
No lo ocultéis, sino decid:
«Ha sido tomada Babilonia(CD),
está avergonzado Bel(CE), destrozado[y] Merodac[z];
han sido avergonzadas sus imágenes, destrozados[aa] sus ídolos(CF)».
Porque ha subido contra ella una nación del norte(CG)
que hará de su tierra objeto de horror,
y no habrá habitante en ella(CH).
Tanto hombres como animales habrán huido, se habrán ido(CI).
En aquellos días y en aquel tiempo —declara el Señor
vendrán los hijos de Israel, ellos junto con los hijos de Judá(CJ);
vendrán andando y llorando(CK),
y al Señor su Dios buscarán(CL).
Preguntarán por el camino(CM) de Sión,
hacia donde[ab] volverán sus rostros;
vendrán[ac] para unirse al Señor
en un pacto eterno que no será olvidado(CN).
Ovejas perdidas ha venido a ser mi pueblo;
sus pastores las han descarriado(CO),
haciéndolas vagar(CP) por los montes;
han andado de monte en collado(CQ)
y han olvidado su lugar de descanso(CR).
Todos los que los hallaban, los devoraban;
y sus enemigos han dicho: «No somos culpables(CS),
porque ellos han pecado contra el Señor, morada de justicia(CT),
el Señor, esperanza de sus padres(CU)».
Huid de en medio de Babilonia,
y salid[ad] de la tierra de los caldeos(CV);
sed como machos cabríos al frente[ae] del rebaño.
Porque he aquí, yo hago despertar y subir contra Babilonia(CW)
una horda de grandes naciones de la tierra del norte,
que se alinearán para la batalla contra ella;
desde allí será llevada cautiva.
Sus flechas serán como de diestro guerrero[af]
que no vuelve con las manos vacías.
10 Y Caldea[ag] se convertirá en botín;
todos los que la saqueen se saciarán —declara el Señor(CX).

11 Porque os alegráis, porque os regocijáis,
saqueadores de mi heredad(CY),
porque saltáis como novilla trilladora[ah](CZ)
y relincháis como caballos sementales[ai],
12 vuestra madre se avergonzará[aj] en gran manera,
será humillada la que os dio a luz(DA).
He aquí, será la última de las naciones:
desierto, sequedal y yermo(DB).
13 A causa del enojo del Señor, no será habitada(DC),
sino que estará desolada toda ella(DD);
todo el que pase por Babilonia se quedará atónito
y silbará a causa de todas sus heridas(DE).
14 Poneos en orden contra Babilonia en derredor(DF),
todos los que entesáis[ak] el arco;
tirad contra ella, no escatiméis las flechas,
porque ha pecado contra el Señor.
15 Alzad grito de guerra contra ella en derredor.
Se ha rendido[al](DG), caen sus columnas,
son derribadas sus murallas(DH).
Porque esta es la venganza del Señor(DI):
tomad venganza de ella;
como ella ha hecho, así haced con ella(DJ).
16 Exterminad de Babilonia al sembrador
y al que maneja la hoz en tiempo de la siega(DK);
ante la espada opresora[am],
cada uno volverá a su pueblo(DL),
cada uno huirá a su tierra(DM).

17 Rebaño[an] descarriado(DN) es Israel; los leones lo han ahuyentado(DO). Primero lo devoró el rey de Asiria(DP), y después[ao] Nabucodonosor, rey de Babilonia(DQ), quebró sus huesos. 18 Por tanto, así dice el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: «He aquí, castigaré al rey de Babilonia y a su tierra, como castigué al rey de Asiria(DR). 19 Y volveré a traer a Israel a su pastizal(DS), y pacerá en el Carmelo y en Basán, y se saciarán sus deseos[ap] en la región montañosa de Efraín(DT) y en Galaad. 20 En aquellos días y en aquel tiempo» —declara el Señor— «se buscará la iniquidad de Israel, pero no habrá ninguna, y los pecados de Judá, pero no se hallarán; porque perdonaré(DU) a los que yo haya dejado como remanente(DV)».

21 Sube contra la tierra de Merataim[aq], contra ella
y contra los habitantes de Pecod[ar](DW).
Mátalos y destrúyelos[as] —declara el Señor
y haz conforme a todo lo que te he ordenado.
22 ¡Estruendo de guerra en el país,
y gran destrucción(DX)!
23 ¡Cómo ha sido cortado y quebrado
el martillo de toda la tierra!
¡Cómo se ha convertido Babilonia
en objeto de horror entre las naciones(DY)!
24 Babilonia, te puse lazo, y[at] fuiste atrapada(DZ),
y tú no te diste cuenta(EA);
has sido sorprendida y[au] apresada
porque te pusiste a provocar al Señor(EB).
25 El Señor ha abierto su arsenal
y ha sacado las armas de su indignación(EC),
porque esta es obra del Señor, Dios[av](ED) de los ejércitos,
en la tierra de los caldeos.
26 Venid contra ella desde los últimos confines[aw](EE);
abrid sus graneros,
convertidla en montones
y destruidla por completo[ax](EF);
que no le quede nada.
27 Pasad a espada todos sus novillos;
que desciendan al matadero(EG).
¡Ay de ellos(EH), porque ha llegado su día,
la hora de su castigo(EI)!
28 Se oye la voz de los fugitivos y evadidos de la tierra de Babilonia(EJ)
anunciando en Sión la venganza del Señor nuestro Dios(EK),
la venganza de su templo(EL).

29 Reclutad arqueros[ay] contra Babilonia,
a todos los que entesan[az] el arco;
acampad contra ella por todos lados,
que no haya escape[ba].
Dadle el pago conforme a su obra;
conforme a todo lo que ha hecho, así haced con ella(EM);
porque se ha vuelto insolente contra el Señor(EN),
contra el Santo de Israel.
30 Por tanto sus jóvenes caerán en sus calles,
y todos sus hombres de guerra serán silenciados[bb](EO) en aquel día —declara el Señor(EP).
31 He aquí, estoy contra ti, arrogante[bc],
—declara el Señor, Dios[bd] de los ejércitos(EQ)
porque ha llegado tu día,
la hora en que te castigaré[be].
32 Y la arrogante[bf] tropezará y caerá(ER)
sin que nadie la levante;
y prenderé fuego a sus ciudades,
el cual devorará todos sus alrededores(ES).

33 Así dice el Señor de los ejércitos:

Oprimidos están los hijos de Israel
y los hijos de Judá a una;
todos los que los tomaron cautivos los han retenido,
se han negado a soltarlos(ET).
34 Pero su Redentor es fuerte(EU), el Señor de los ejércitos es su nombre(EV);
defenderá su causa con energía
para traer reposo a la[bg] tierra(EW)
y turbación a los habitantes de Babilonia(EX).
35 Espada(EY) contra los caldeos —declara el Señor
y contra los habitantes de Babilonia(EZ),
contra sus oficiales y sus sabios(FA).
36 Espada contra los impostores[bh], y se volverán necios(FB).
Espada contra sus valientes(FC), y serán destrozados[bi](FD).
37 Espada contra sus caballos y contra sus carros(FE),
y contra todos los extranjeros(FF) que están[bj] en medio de ella,
y serán como mujeres(FG).
Espada contra sus tesoros, y serán saqueados.
38 Sequía[bk] sobre sus aguas, y se secarán(FH);
porque es una tierra de ídolos,
y se vuelven locos por sus horribles ídolos(FI).
39 Por tanto, allí vivirán las fieras del desierto junto con las hienas[bl],
también vivirán avestruces en ella(FJ);
nunca más será habitada
ni poblada por generación y generación(FK).
40 Como cuando Dios destruyó a Sodoma,
a Gomorra y a sus ciudades vecinas —declara el Señor
ningún hombre habitará allí,
ni residirá en ella hijo de hombre(FL).

41 He aquí, un pueblo viene del norte,
una gran nación,
y muchos reyes se levantarán
de los confines de la tierra(FM).
42 Empuñan arco y jabalina;
son crueles y no tienen misericordia(FN).
Su voz ruge como el mar(FO),
y a caballo van montados,
alineados como un solo hombre para la batalla(FP)
contra ti, hija(FQ) de Babilonia(FR).
43 Ha oído el rey de Babilonia noticias(FS) de ellos,
y flaquean sus manos;
la angustia se ha apoderado de él,
agonía como de mujer de parto(FT).
44 He aquí que uno subirá como león
de la espesura[bm] del Jordán a un pastizal de perenne verdor[bn],
y[bo] en un instante le haré huir de él,
y al que sea escogido nombraré sobre él(FU).
Porque ¿quién es como yo(FV) y quién me citará a juicio?
¿Quién es el pastor que me podrá resistir(FW)?

45 Por tanto, oíd el plan que el Señor ha trazado contra Babilonia(FX), y los designios que ha decretado contra la tierra de los caldeos; ciertamente los arrastrarán, aun a los más pequeños del rebaño(FY); ciertamente a causa de ellos hará una desolación de su pastizal[bp]. 46 Al grito[bq] de ¡Babilonia ha sido tomada!, la tierra tiembla(FZ) y el clamor se oye entre las naciones(GA).

Notas al pie

  1. Jeremías 49:1 Heb., Malcam
  2. Jeremías 49:2 Lit., hijas
  3. Jeremías 49:3 Heb., Malcam
  4. Jeremías 49:5 Heb., YHWH, generalmente traducido Señor
  5. Jeremías 49:6 O, haré volver a los cautivos
  6. Jeremías 49:8 O, he traído
  7. Jeremías 49:8 O, que le castigué
  8. Jeremías 49:9 Lit., lo suficiente para ellos
  9. Jeremías 49:10 Lit., simiente
  10. Jeremías 49:12 Lit., cuya sentencia no fue la de
  11. Jeremías 49:16 Lit., a tu terror
  12. Jeremías 49:16 O, de Sela
  13. Jeremías 49:19 Lit., del orgullo
  14. Jeremías 49:19 O, una habitación perenne
  15. Jeremías 49:19 Lit., porque
  16. Jeremías 49:20 O, habitación
  17. Jeremías 49:21 Lit., mar de Cañas
  18. Jeremías 49:22 O, sobre
  19. Jeremías 49:26 O, destruidos
  20. Jeremías 49:27 O, las fortalezas
  21. Jeremías 49:35 Lit., primero
  22. Jeremías 49:37 O, E infundiré temor
  23. Jeremías 49:39 O, haré volver a los cautivos
  24. Jeremías 50:1 Lit., mano
  25. Jeremías 50:2 O, anonadado(s)
  26. Jeremías 50:2 O, Marduk
  27. Jeremías 50:2 O, anonadado(s)
  28. Jeremías 50:5 Lit., aquí
  29. Jeremías 50:5 En el T.M., venid
  30. Jeremías 50:8 Lit., y que salgan
  31. Jeremías 50:8 O, delante
  32. Jeremías 50:9 Así en algunos mss. y versiones antiguas; en el T.M., un guerrero que causa privación de hijos
  33. Jeremías 50:10 O, los caldeos
  34. Jeremías 50:11 Otra posible lectura es: en la hierba
  35. Jeremías 50:11 Lit., poderosos
  36. Jeremías 50:12 O, ha sido avergonzada
  37. Jeremías 50:14 Lit., pisáis (para entesarlo)
  38. Jeremías 50:15 Lit., ha tendido su mano
  39. Jeremías 50:16 O, la espada del opresor
  40. Jeremías 50:17 Lit., Oveja
  41. Jeremías 50:17 Lit., y este último
  42. Jeremías 50:19 Lit., se saciará su alma
  43. Jeremías 50:21 I.e., doble rebelión
  44. Jeremías 50:21 I.e., castigo
  45. Jeremías 50:21 Lit., dedica al anatema
  46. Jeremías 50:24 Lit., y también
  47. Jeremías 50:24 Lit., y también
  48. Jeremías 50:25 Heb., YHWH, generalmente traducido Señor
  49. Jeremías 50:26 Lit., el fin
  50. Jeremías 50:26 Lit., y dedicad al anatema
  51. Jeremías 50:29 Otra posible lectura es: muchos
  52. Jeremías 50:29 Lit., pisan (para entesar)
  53. Jeremías 50:29 Algunos mss. agregan: para ella
  54. Jeremías 50:30 O, destruidos
  55. Jeremías 50:31 Lit., arrogancia
  56. Jeremías 50:31 Heb., YHWH, generalmente traducido Señor
  57. Jeremías 50:31 Otra posible lectura es: de tu castigo
  58. Jeremías 50:32 Lit., arrogancia
  59. Jeremías 50:34 Lit., su
  60. Jeremías 50:36 I.e., falsos profetas
  61. Jeremías 50:36 O, anonadados
  62. Jeremías 50:37 Lit., toda la población mixta que está
  63. Jeremías 50:38 Otra posible lectura es: Espada
  64. Jeremías 50:39 O, animales aulladores
  65. Jeremías 50:44 Lit., del orgullo
  66. Jeremías 50:44 O, una habitación perenne
  67. Jeremías 50:44 Lit., porque
  68. Jeremías 50:45 O, habitación
  69. Jeremías 50:46 Lit., A la voz