Génesis 38:24-30
Nueva Versión Internacional
24 Como tres meses después, informaron a Judá lo siguiente:
—Tu nuera Tamar se ha prostituido y, como resultado de sus andanzas, ha quedado embarazada.
—¡Sáquenla y quémenla! —exclamó Judá.
25 Pero cuando la estaban sacando, ella mandó este mensaje a su suegro: «El dueño de estas prendas fue quien me embarazó. A ver si reconoce usted de quién son este sello, el cordón del sello y este bastón».
26 Judá los reconoció y declaró: «Su conducta es más justa que la mía, pues yo no la di por esposa a mi hijo Selá». Y no volvió a acostarse con ella.
27 Cuando llegó el tiempo de que Tamar diera a luz, resultó que tenía mellizos en su seno. 28 En el momento de nacer, uno de los mellizos sacó la mano; la partera le ató un hilo rojo en la mano y dijo: «Este salió primero». 29 Pero en ese momento el niño metió la mano y salió primero el otro. Entonces la partera dijo: «¡Cómo te abriste paso!». Por eso al niño lo llamaron Fares.[a] 30 Luego salió su hermano, con el hilo rojo atado en la mano, y lo llamaron Zera.[b]
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