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El séptimo sello

Cuando el Cordero rompió el séptimo sello del rollo, hubo silencio en el cielo durante una media hora.

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Cuando abrió el séptimo sello, se hizo silencio en el cielo como por media hora.

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Pero no midas el atrio exterior del templo, porque ha sido entregado a los paganos, los cuales van a pisotear la ciudad santa durante cuarenta y dos meses. Y yo enviaré dos testigos, vestidos con ropas ásperas, a comunicar mensajes proféticos durante mil doscientos sesenta días.»

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Pero el patio que está fuera del templo déjalo aparte y no lo midas, porque ha sido entregado a los gentiles. Ellos hollarán la ciudad santa cuarenta y dos meses. Y ordenaré a mis dos testigos que profeticen por mil doscientos sesenta días, vestidos con ropas ásperas.»

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Y por tres días y medio, gente de distintos pueblos, razas, lenguas y naciones verá sus cadáveres y no dejará que los entierren.

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Gentes de todo pueblo, tribu, lengua y nación verán sus cadáveres por tres días y medio y no permitirán que sean sepultados.

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11 Pero al cabo de los tres días y medio, Dios los revivió y se levantaron otra vez, y todos los que los vieron se llenaron de miedo.

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11 Pero después de tres días y medio el espíritu de vida enviado por Dios entró en ellos, se levantaron sobre sus pies y cayó gran temor sobre los que los vieron.

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y la mujer huyó al desierto, donde Dios le había preparado un lugar para que allí le dieran de comer durante mil doscientos sesenta días.

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La mujer huyó al desierto, donde tenía un lugar preparado por Dios para ser sustentada allí por mil doscientos sesenta días.

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14 Pero a la mujer se le dieron dos grandes alas de águila, para que pudiera volar a su lugar en el desierto, lejos del dragón, donde tenían que darle de comer durante tres años y medio.

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14 Pero se le dieron a la mujer las dos alas de la gran águila para que volara de delante de la serpiente al desierto, a su lugar, donde es sustentada por un tiempo, tiempos y la mitad de un tiempo.

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